Nuevos relatos publicados: 0

Loca de placer

  • 4
  • 26.580
  • 9,03 (33 Val.)
  • 6

Casada a los veintiún años, y había hecho muy pocas veces el amor antes del matrimonio: a veces, siempre con el mismo hombre.

Yo tenía 18 años, y tuve la necesidad de hacerlo solo con mi tío, el hermano de mi madre. Me desfloró y me enseñó a chupar. me chupó también. Me sentí muy feliz con él y tuve muchos orgasmos… hicimos el amor una docena de veces. Dejé de verlo cuando quiso fotografiarme desnuda y … sodomizarme, así que hasta el matrimonio solo me dediqué a masturbarme.

Soy la segunda esposa de mi marido, que es diez años mayor que yo y es vicioso, hasta perverso. Unos meses después de nuestro matrimonio, me quemó todas las bragas y sujetadores, lo que no me gustó en absoluto. A él le encanta grabar videos cuando tenemos sexo. Y siempre estoy con los pechos desnudos, el culo desnudo y disponible.

Cuando regresa por la tarde, se sienta en el sillón y tengo que quitarme la falda y darle una mamada mientras bebe su whisky o servir la cena totalmente desnuda. Una noche, decidió afeitarse por completo, desde el pubis hasta el ano y, desde entonces, el sexo es siempre sin pelo. Le gusta enviarme al médico con dolencias imaginarias y mostrar la parte inferior de mi abdomen…

Una noche, mi marido está allí con un amigo. Ellos están viendo el álbum de nuestras fotos íntimas. No sé dónde esconderse, me pongo roja de vergüenza hasta las raíces del cabello.

—querido Federico si tú quieres, ahora se desnuda para nosotros…

Corro a mi habitación. Mi marido me busca y me arrastra al salón. Una vez allí, Federico comienza a desabrocharme la blusa. Le imploro a mi marido para que siga, es inútil. Es inflexible. Su amigo me deja los pechos desnudos, me los toca, me los palpa y comienza a chupar mis pezones.

—Continúa –le dice mi marido a Federico− que tendrás una sorpresa…

—¡No, por favor, eso no!!! –supliqué.

Entonces mi falda cae rápidamente, quedo solo con las medias y las ligas… mi sexo afeitado sobresale un poco.

—humm… esos labios pequeños entre las piernas… interesante –dice Federico

Federico me lleva al sofá, abre mis piernas, descubre mi sexo abierto… saca su polla y me penetra inmediatamente. Y yo no puedo dejar de disfrutar mientras esto ocurre delante de los ojos de mi marido, quien se masturba mientras nos mira. Disfruto enormemente de la eyaculación de Federico.

¡No puedo creer, no me reconozco, con un extraño y enfrente de mi marido!

Mi marido nos envía a dormir, aconsejándonos hacer el amor mientras lo esperamos, porque quiere ver un programa de televisión. Federico se acuesta desnudo en la cama, pidiéndome una felación completa. Lamí entonces su polla hasta tragarme toda su leche. Volvió a follarme, arrancando gemidos de placer que mi marido sin duda debió escuchar desde el salón.

Cuando mi marido apareció, Federico me estaba follando por el culo. Luego se fueron intercambiando, me follaba uno y luego el otro hasta que ellos también follaron…

Unos días más tarde, Federico vino a verme por la tarde y me propuso tener sexo. Dudé un instante. Él insistió diciendo que mi marido estaría de acuerdo, yo acepté, pero… me abstuve de contárselo a mi marido. Y no he querido contárselo porque Federico es un amante maravilloso que puede follar sin correrse durante mucho tiempo, en cambio mi marido, después de unos pocos minutos…

Así es que Federico vino con frecuencia, felizmente para mí. Un día me pidió tener sexo con él y con un negro bien dotado… Y desde entonces solo hago el amor con ellos dos que me vuelven loca de placer.

(9,03)