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SI, el pepino valiente.

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No se recordaba nada igual, la cajonera ya no era la misma, en una semana se había pasado de la mayor de las desidias a una algarabía solo recordada en la lejana lonja de la ciudad. La cajonera se volvió a abrir y allí apareció de nuevo Si, todos le hicieron un hueco, todos querían saber, salvo el día en que dos zanahorias volvieron bañadas, según ellas por un gran catarata metálica y posteriormente el día en que el pimiento rojo regresó mutilado contando la terrible historia de aquel objeto afilado que lo cortó, Si era el único que había salido ya tres veces de allí y había regresado, contento y feliz y contando historias totalmente sorprendentes sobre el exterior.

La berenjena pidió silencio, pimientos, alcachofas, incluso las tímidas judías no paraban de gritar, ansiosas por escuchar la historia de Si, las pequeñas lechugas, que veían como cada día iban despareciendo una a una, también querían saber, incluso el calabacín, que siempre se había sentido superior a si se movía de un lado a otro, inquieto, nervioso,esperando escuchar la historia de Si, para poder descubrir porque nunca lo cogían a él.

-Silencio por favor.- reclamó de nuevo la berenjena, esta vez si le hicieron caso, y todos se callaron. Si levanto la vista, tomó aire miró a sus compañeros y dijo, .-hola muchachos, hoy estoy muy cansado para hablar, perdonadme.- , .-no, no, por favor Si, no, cuenta, cuenta.- gritaban todos casi al unísono, .- dejadle respirar.- dijo el tomate raf, uno de los mas admirados por todos, el circulo alrededor de Si se abrió para que tomase un poco de aire, y tras un breve descanso Si, un poco mas tranquilo y relajado dijo .- venga, os lo contaré, acercaos, ya estoy mejor.- Y Si empezó a relatar;

Como ya os dije el otro día, hoy empezó como siempre, acariciándome, restregándome por todo su cuerpo, incluso me acercó otra vez aesa cueva que había en la parte de arriba donde un ser blando y musculoso me lamía y me hacía cosquillas, sacándome y volviéndome a meter, restregándome por los laterales de la cueva, para volver a bajar para empezar a jugar con unos salientes duros y erizados que había encima de dos montañas grandes, blandas e iguales, esta vez incluso me puso entre las dos y me intentó aplastar, pero pude salir ileso de allí .- todas las verduras y hortalizas apenas respiraban, asombradas y con sus orejas bien abiertas para no perder detalle.

Después de un rato de paseos, de idas y de venidas, me llevó al parque frondoso ese que os conté, es muy agradable, me paseó por aquella hendidura que solo se abría cuando empujabas y te atraía hacia dentro, me frotó delicadamente, de arriba abajo, sintiendo el la humedad que de allí emanaba, entreteniéndose en lo que supongo será la campana para llamar, porque siempre que empieza a golpearme con eso, me pone en la entrada y me hace entrar, hoy, he entrado muy rápido, todo estaba muy mojado, las paredes rojas y húmedas se han acoplado perfectamente a mi, como siempre, me encanta sentir ese calor que tienen, aunque hoy ha sido diferente, después de meterme y sacarme varias veces, esta vez no ha sido como las demás, esta vez no me ha bañado con ese liquido tan viscoso del otro día mientras sentía esas contracciones y chispas, esta vez, me ha sacado fuera, y después de meterme de nuevo en la cueva de arriba y limpiarme, me ha untado con otro liquido gelatinoso y me ha llevado a una nueva puerta, esta vez mucho mas pequeña y oscura, he sentido miedo, el liquido con el que me han untado a duras penas me dejaba respirar, pensaba que iba a morir allí mismo.

Un gran asomobro inundó toda la cajonera, las alacachofas cuchicheaban entre ellas, .-que valiente es si, afirmaban.-, las judias se abrazaban temblorosas pensando en el miedo que su héroe podía haber pasado, y el calabacín suspiraba y se alegraba de no ser Si y poder seguir tranquilo en aquella cajonera.

Tras un nuevo silencio, Si continuó con su historia. .- Me ha puesto en la entrada de ese sitio, yo pensaba que iba a ser como el otro, que se abriría al empezar a entrar, pero no, esta vez ha costado mucho mas trabajo, me he hecho mucho daño, y ha sido todo muy lento, demasiado lento, cuando después de varios intentos he logrado entrar, me ha dejado allí un buen rato, todo estaba muy oscuro, las paredes me apretaban mucho, creía que me iba a reventar, me ha estado moviendo muy despacio hasta que ha logrado casi meterme entero y me ha dejado allí otro ratito, quieto, si moverme, hasta que las paredes han dejado de aprisionarme tanto y entonces ha empezado como siempre, moviéndome de arriba abajo, aunque esta vez ha sido mas bruscamente, me ha hecho mucho daño, y al final, cuando pensaba que me iba a matar, que todo se terminaba he sentido un gran terremoto, todo se movía, la cabeza me dolía un montón, ella se ha puesto otra vez a gritar mi nombre sin parar, Si, Si, Si, hasta que ha llamado a Dios y me ha dejado encima de la cama casi sin aliento.

Todos estaban boquiabiertos, la historia que Si les había contado era la cosa mas increíble que jamás había escuchado, ya ninguno sentía envidia de Si, ninguno quería ser Si, y todos lo miraban y lo admiraban porque a pesar de todo lo que les había contado, seguía allí, con ellos, seguro de si mismo y sin ningún tipo de miedo, ni de nervios, era su héroe, el que les había contado cosas del mundo que nunca pensarían que pudiesen existir. Bufff, resoplo Si, la verdad es que estoy muy cansado, esta vez me ha metido en la cascada de metal y me ha bañado con agua caliente, casi me quema, y ahora con este frío que hace aquí, por favor, dejadme descansar, necesito descansar, y allí mismo, se quedo dormido.

Todos lo miraron y guardaron silencio, lo querían dejar descansar, tras un buen rato, la puerta de la cajonera se abrió y la gran mano volvió a coger a Si, todos se tocaron, pobrecito pensaron, está muy cansado, ¿por que no lo dejan descansar? ¿qué historia nos contará hoy?, pero ya no hubo mas historias, Si nunca regresó, no se supo mas de el, las verduras y hortalizas fueron contando la historia de Si, pasándola de padres a hijos, trasmitiéndolas a todos los nuevos inquilinos de la cajonera, todos mostraban la misma sorpresa y la misma admiración por Si, quizá el pepino mas valiente que jamás existió.

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