Nuevos relatos publicados: 0

Trío

  • 2
  • 6.457
  • 8,91 (22 Val.)
  • 0

La abrazó muy suave entre su pecho. Ella dejó reposar su cabeza y respiró en la nocturnidad. Él cerró sus ojos.

Imaginó que tenía en la cama a dos mujeres. Que él era un príncipe y ellas señoras de una corte. Tocó las sabanas y creyó tener un manto de seda fina que las arropaba. En su mente las visualizó desnudas donde solo él poseía las estrellas.

Cada una flotaba su espada radiante en la oscuridad, mientras se daban delicados besos con sus labios. Abrió los parpados, y en la cama solo estaba él y su mujer. Ella dormía rendida bajo la luz de la luna. Él al contemplarla envuelta en las cobijas, le dio un tierno beso en su cuello. Se colocó de lado y apretó con sus manos a su esposa por detrás.

Cerró sus parpados, y fantaseó que detrás de él estaba una amiga de su mujer, que desplazaba su rosa sobre su cuerpo, y él llevaba las manos hacía atrás tocándole los pétalos. Movió su cuerpo muy suave como si estuviera introduciendo una llave en la cerradura de un cofre. Sintió el miembro detrás de su amada, y los roces de los senos de la otra dama sobre su espalda. Se excitó.

Deliró con que les besaba los pezones a su mujer y a la otra dama y que se enroscaban los tres en un nido de placer. En ese instante pensó en caricias, besos, mordiscos y palmadas. Llegó la plenitud del sexo. Un líquido blanco bajó por su piel. Pasó las manos por sus piernas y se despertó.

 

Los gallos cantaron y la alarma del despertador sonó. Encendió la luz del velador. Se levantó. Caminó hasta la cocina para preparar el café mañanero. Su mujer abrió los ojos, movió las sabanas y sintió que estaba húmeda.

(8,91)