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El soplido del Diablo −2−

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Era un domingo por la mañana y el frio me había obligado a levantarme al baño a orinar, mis padres se habían ido al bautizo de uno de los amigos del trabajo de mi papa, mi hermana de 10 años había ido con ellos, yo como estaba en ese tiempo, acabando de cumplir la mayoría de edad y entrando en proceso de emancipación, no me interesó asistir y decidí pasar un domingo de total relajamiento.

Con nosotros vivía mi tía, la hermana de mi papá… Lourdes una mujer de 28 años, divorciada apenas unos meses atrás de su marido, quien le resultó gay y la dejó por otro, ese fue un golpe psicológico muy duro que hizo que mi tía cayera en una tremenda depresión que casi la obliga a suicidarse cuando ingiero una tremenda cantidad de calmantes que le dio el médico para conciliar el sueño.

Después de la hospitalización y terapia de recuperación el medico determinó que no era prudente que mi tía estuviera sola, porque se podría repetir lo acontecido, a lo que mis padres determinaron invitarla a que se quedara cono nosotros una temporada, a lo que mi tía Lourdes accedió, también ese domingo no quiso ir al bautizo y se quedó a dormir y por eso fue más fácil que mis padres me dejaran, porque así yo podría estar al pendiente por cualquier situación.

Después de orinar pasé a prepararme un sándwich y llevarme un yogur para beber e irme a mi cuarto y tumbarme a ver televisión, preparado mi desayuno me dirigía al cuarto, pero pensé en ver a la tía Lulú a ver como se encontraba.

La puerta se encontraba cerrada y toqué suavemente, tampoco quería despertarla bruscamente, pero no me contestó, entonces giré la perilla de la puerta y me percaté que no tenía seguro y la giré muy despacio para dejar un escoyo y poder mirar dentro de la habitación, de pronto vi la cama y encima de ella ahí estaba mi tía, la sabana yacía en el suelo y ella dormía semidesnuda acostada boca abajo y la espalda desnuda y sus bien formadas nalgas estaban apenas cubiertas por una diminuta tanga rosa de encaje; por un momento me sentí incómodo y decidí salir, no sin antes resollar del espectáculo que mis ojos habían presenciado, cerré lo más silencioso posible y acto seguido volví a tocar la puerta y con voz fuerte dije

—Tía Lulú, buenos días ¿estás bien? ¿Puedo pasar?

A lo que ella me contestó:

—Permíteme un momento… Ya puedes pasar Hugo.

Al entrar, ella ya se había puesto una playera y se puso la sabana para cubrir desde sus pies hasta la cintura.

—¿Cómo estás tía, quieres que te prepare algo de desayunar?

—No gracias, me daré una ducha primero y después veré que hacer de mi vida

Yo la miraba impávido pues aun acabada de despertar se veía muy linda y ella se percató y me dijo:

—¿Qué tanto me miras Hugo? ¿Soy o me parezco?

—Nada, solo que no me había percatado que tienes unos ojos muy bonitos  

Ella se rio de mí y me contestó:

—No estés inventando cosas absurdas.

—No tía en verdad tienes unos ojos muy expresivos, pero creo que no me había dado cuenta hasta el día de hoy.

Mi tía se me quedó mirando con cara de incrédula y sin más, se levantó de la cama, la playera que le quedaba holgada apenas si tapó un poco más debajo de sus nalgas y dejó ver el resto de sus largas y bien torneadas piernas. Ella a sus 28 años era un monumento de mujer, con unos senos bastante potables, su cara era muy linda con unos labios muy carnosos y esa cabellera que le llegaba prácticamente a media espalda, no por ser la hermana de mi papa podía dejar de ver a tan suculenta hembra… así estaba meditando todo eso cuando su voz de amargosa me volvió a la realidad.

—¿Qué, te piensas quedar todo el día ahí o me podrá meter a bañar a gusto sin tu presencia? 

—No tía… ya me voy disculpa

Y salí del cuarto de mi tía, todavía con la imagen de su cuerpo en mi mente. Me dirigí a mi recamara y ahí me la pasé un rato viendo una de esas películas viejitas de blanco y negro, cuando de pronto escuché la voz de mi tía que me pedía que fuera a su cuarto. Rápidamente llegué a su habitación y me dijo…

—Necesito que me hagas un favor Hugo

—Si tía el que tu gustes

—Me duele increíblemente la cabeza y creo que me dormí mal porque me duele bastante la parte izquierda de la espalda y la verdad no tengo humor de nada más que para dormir; me quiero tomar mis medicamentos y necesito que me des un masaje en la parte adolorida con esta pomada que tiene un analgésico local, no quiero dormirme y levantarme más tarde con el dolor, es insoportable y molesto… ¿podrás hacerme este favor?

—Claro tía le conteste.

—Bueno pues a darle —dijo ella.

Y se tomó sus antidepresivos y otro medicamento para la migraña, yo para mis adentros pensé que se había tomado un fuerte coctel para dormir profundamente, se recostó boca abajo, ella se había puesto un top y de la cintura hacia abajo se cubrió con la delgada sabana de la cama y dejo su espalda al descubierto y me dijo…

—Anda dale Hugo que las pastillas harán su efecto muy pronto, cuando termines te sales y cierras mi puerta y por favor no vengas a interrumpirme a ver si estoy bien o que, si quiero comer, quiero dormir lo más que pueda y sin interrupciones… ¿comprendiste Hugo?

—Si tía.

Vaya que, si estaba de mal humor, tras que le iba a dar su masaje todavía me regañaba, pero en fin era mi tía y tenía que tenerle paciencia y comencé a frotarme las manos con la pomada e inmediatamente pase a su espalda; comencé frotarle su cuerpo con cierto miedo de no lastimar a mi tía, de pronto ella me dijo…

—Hugo no me voy a romper, frota bien y de una vez que sea toda la espalda para aprovechar el masaje… anda, haz lo que te digo muchacho atarantado y hazlo bien 

Le contesté que sí y empecé nuevamente a darle el masaje, ahora dándole un poco más de presión.

—Eso… así está mejor… aaay así, así sigue así Huguito mucho mejor, mmm así, que rico.

Vaya que mi tía estaba disfrutando el masaje y tengo que admitir que frotar esa piel blanca y suave era también un deleite, sentir como mis manos tocaban a placer la espalda tan sensual de mi tía, además de lo que ella decir y sobre todo en ese tono casi casi cachondo me empezó a excitar, entre el masaje y las pastillas mi tía empezó a entrar a un estado de semi inconciencia ya que su voz se iba apagando al paso de los minutos y ya no decía ninguna palabra solo emitía sonidos de placer por el masaje y la disminución de dolor de su migraña.

—Mmmmm, haaaaaaa, mmmm, mmmm, haaaa.

Y así se pasaron 15 minutos en donde solo era el masaje y esos quejidos de placer, para terminar el masaje me fui a la parte baja de la espalda, llegando hasta la frontera de la cintura y la sabana que cubría el resto del cuerpo de mi tía, estaba a punto de terminar y de irme de ahí cuando de pronto mi tía dijo con voz somnolienta y suave…

—Sigue así papi más abajo mmmmm más abajo Oscar Mmmm.

¿Qué dijo? o ¿Qué diablos fue lo que escuche? Acaso mi tía había dicho el nombre de su ex, el tal Oscar Benavides ¿a ese Oscar se refería? Estaba tratando de comprender y al momento que iba a hablarle a mi tía para que me respondiera, ella volvió a balbucear…

—Ándale Oscar frótame más abajo… mmm… acaríciame las nalgas… anda papi… hazlo…   

A mis adentros pensaba ¿Qué carajos pasaba? Mi tía estaba ya semidormida y soñaba con su ex, aquel que tanto daño le había hecho, traicionándola con otro hombre y ahora pedía que la acariciara, pero era claro que mi tía ya se había olvidado o no razonaba que el que le estaba proporcionando su masaje era “yo” su sobrino Hugo, el hijo de su hermano mayor, yo tampoco podía explicarme como me pedía eso y que yo no me atrevía a bajar las manos más allá de la sabana y solo atine a decir con voz trémula y casi silenciosa…

—¿Eeeso quiiiereees? ¿quiereees que te sobee tus nalgas?

—Siii Oscar frótame mis nalguitas mmm y dales besitos también mmm

No lo podía creer quería que tocara y besara sus ricas y exquisitas nalgas ¡¡¡yo!!! Este simple mortal, no podía creer que esto estuviera pasando, pero en un momento de locura y de lujuria es que  me decidí a aprovechar la oportunidad  y tomando aire le quite la sabana y cual sería mi sorpresa que no tenía puesta su tanga, ni bóxer ni nada, completamente desnuda y entonces comencé a frotarle sus nalgas, con el miedo de que  mi tía recobrara la conciencia y entonces si no me la acababa ni con ella y mucho menos con mi papá, pero fueron más mi deseo que otra cosa y seguí frotando y empecé a deleitarme con esos dos perfectos pedazos de carne que me pedían que me los comiera a besos, mi tía empezó a decir…

—Así papi, así mi rey mmm que rico mmm anda mi reye bésalos, mmm

Yo sin dejar de frotar me acerque y la empecé a besar en sus nalgas, al mismo tiempo que comencé a tener una erección como nunca la había tenido, no sé si por la emoción de estar con esa hembra tan rica o por el hecho de que fuera mi tía y empecé a besarlos tiernamente pero el deseo empezó a crecer en mí y comencé a succionarlos y darle tremendos lengüetazos que recorrían cada centímetro de tan perfectas nalgas, ella al sentir el raspar de mi lengua gemía más 

—Mmm así Oscar, sigue así mi amor mmmm

No me agradaba que mencionara el nombre de aquel fulano, pero dada las condiciones no me iba a aponer de exigente que dijera mi nombre y seguí en mi faena  de ensalivar todas sus nalgas y empecé a bajar por el dorso de su muslo y entonces me llego a mi nariz ese olor que solo las mujeres emanan y que proviene de la caverna del amor, un olor fresco, agradable, apetecible y mi boca y nariz empezaron a dirigirse hacia su vagina muy despacio a base de besos  y más lengüetazos  empecé a abrirme paso entre sus nalgas y poder dejar al descubierto esa enramada dorada que tapaba con timidez su vagina, mi tía seguía gimiendo y nombrando al tal Oscar, entre más devoraba esa rica vagina mi pene se ponía más erguido y duro, las venas de mi miembro amenazaban con explotar y entonces en lo que le hacia el amor a mi tía con mi boca, me saque mi miembro y comencé a masturbarme de una forma desenfrenada que mi mano con mi miembro se fundieron en un solo objeto de placer, para esto mi tía seguía inconsciente y decía:

—Si mi vida sigue así mmm, mmmm, mmmm

Tanto quejido solo significaba que mi tía se estaba corriendo y así lo corrobore cuando empezaron a fluir sus líquidos vaginales y eso me éxito mucho más y apresure mi masturbación y con un quejido de ella y mío también me corrí tremendamente dejando en el piso las huellas de tremenda puñeta que me había impuesto al tiempo que deje de acariciar a mi tía y ella también cayó en un letargo de satisfacción y se durmió plenamente.

Limpie con pañuelos desechables mi desorden ya que había tirado tanta leche que ensucie la alfombra del piso, parte de la sabana y brinco incluso en las pierna de mi tía, acto seguido me fui de la recamara de mi tía y me fui a mi cuarto con la mente rebobinando los instantes vividos en la recamara de mi tía Lulú; así pasaron varias horas y al atardecer llegaron mis papas con mi hermanita del famoso bautizo, mi señor padre venía con demasiadas copas encima y mi mamá venia cansadísima de haber estado cuidando a mi hermanita y a mi papá quien se metió inmediatamente a dormir y mi mamá todavía baño a mi hermana, plancho su ropa del uniforme, preparo las cosas del desayuno del día siguiente, paso a ver si mi tía no se le ofrecía nada quien se encontraba en su cama todavía durmiendo y me pregunto que como había estado, le dije que se había tomado sus medicamentos y que me había pedido que le untara la pomada en la parte de su espalda adolorida, claro que omití decirle del masaje extremo que le di y me pregunto que si quería algo de cenar a lo que le conteste que no y ella me dijo que entonces ya se retiraba a dormir ya que estaba exhausta  y me dio mi beso y se fue.

Eran como las 8:30 p.m. y mi casa estaba más silenciosa que un cementerio. Vi un rato más televisión y también me dispuse a pernoctar no sin antes volver a evocar lo sucedido en la mañana y cerré mis ojos y evoqué esas preciosas nalgas en mi boca haaaa al mismo tiempo que me comencé a masturbar y yo solito balbuceaba para mis adentro…

—¿Así está bien tía?  ¿quieres más besitos en tus nalguitas?

Y para sentirme más cómodo me bajé el bóxer y me seguí masturbando y diciendo al mismo tiempo que seguía recordando en mi mente las preciosas nalgas y exquisita vagina de mi tía Lourdes… Ya mi erección estaba tremendísima y estaba en la parte de mayor deleite cuando de pronto sentir una presión en mi pene que me provoco dolor y quise gritar y una mano me tapo la boca, abrí los ojos desmesuradamente para tratar de ver en la obscuridad de mi cuarto que demonios estaba sucediendo y quien era el intruso que me tenía agarrado de mi verga y tapándome la boca, cuando una voz me susurro algo que me petrifico de inmediato…

—¿Con quién estas soñando para estar dándote tremenda masturbada, sobrinito querido? ¿Acaso seré yo la que está en tus sueños? Heeee ¡¡¡respóndeme desgraciado!!!

Demonios era la voz de mi tía Lulú, algo había pasado y descubrió lo que había sucedido en la mañana, pensé que estaba acabado y que de seguro le dirá mis padres y este será mi fin, mi mente empezó a cambiar las eróticas imágenes por golpes y gritos de mis padres y diciéndome que me mandarían a la cárcel o a un manicomio, en esos pensamientos atroces estaba cuando mi tía me pregunto…

—¿Qué demonios paso en la mañana Hugo? ¿Qué sucedió con el masaje?

—Nada tía, absolutamente nada tía Lulú

—¿Cómo que no pasó nada? Y por qué desperté con mi vagina reseca de mielecita que solo me pasa cuando hago el amor, respóndeme y luego en mi cuarto hay ese olor a semen y manchas en la alfombra sabanas y mis muslos ¿heee? Respóndeme Hugo…

Al tiempo que me apretaba con mayor fuerza mi verga que extrañamente no se había puesto flácida sino todo lo contrario disfrutaba que esa mano delicada y femenina la tuviera agarrada con fuerza y le conteste con mucho temor…

—Te lo juro tía que no pasó nada grave, es que tu empezaste a nombrar a tu ex Oscar y me pediste que te diera de besitos en tus nalgas y yo… pues me deje llevar por el momento y te las bese y luego te masturbe tu vagina con mi boca y al mismo tiempo que me masturbaba pues me vine y ensucie tu cuarto, esa es la verdad te juro que no pasa nada más…

—¿Así que no soñé que el desgraciado de Oscar me hacia el amor? Pero en realidad ¡¡¡fuiste tú!!! Pero esto no se va a quedar así, claro que no. Tienes que pagar por tu atrevimiento.

Inmediatamente pensé que estaba perdido y que iría a decírselo a mis padres y ahora a esperar lo peor y en eso estaba cuando de pronto paso lo inverosímil, mi tía Lulú empezó a tragarse mi verga en su boca al tiempo que me decía…

—Acuéstate bien y vamos a darnos placer mutuamente.

Yo todavía sin salir de mi asombro, ya no dije nada y me acosté tan largo era y mi tía se posó encima de mí y me empezó a succionar con mayor frenesí mi verga, yo comencé a realizar lo mismo con su rica y exquisita vagina y al mismo tiempo le agarraba sin mesura sus ricas y grandes nalgas ese paraíso de amor era mío totalmente en ese instante, nos estábamos haciendo un rico y sabroso 69, dos cuerpos entregados la pasión y a la lujuria; de pronto ella dejaba el palo de mi pene y se chupaba mis testículo y los acariciaba con su lengua sin meter las manos todo con su boquita angelical sentía yo que iba a explotar de tanto placer, mis inexpertas amigas me habían hecho el sexo oral de una forma tan simple que no había palabras para explicar lo que mi tía me estaba haciendo, yo no podía quedarme atrás y mi lengua se metió lo más profundo que pudo dentro de su caverna de amor, y eso la hizo gemir de un place intenso, electrizante y empezó a salivar ese jugo vaginal que empezó a recorrer toda mi boca y mi cara, mi tía se estaba viniendo encima de mí al tiempo que gemía y se movía rítmicamente para producirse mayor placer, y ella me dijo lo siguiente…

—Que rico papi, que sabroso te estas comiendo mi panochita mmm, eso merece que te de un beso negro…

¿Qué es eso? Pensé y cuando le iba a preguntar sobre tal acto sentí su boca y su lengua estimular mi ano, iba a protestar de inmediato, pero al sentir la punta de su lengua adentro de mi culo, sentí una satisfacción enorme y muy grata y mi verga crecía más de lo normal y se endurecía como roca y mientras su boca y lengua estaban ocupadas con mi culo sus manos no dejaban de estimular mi pene yo seguía succionándole sus líquidos vaginales, pero estaba yo disfrutando más ese famoso beso negro. De pronto mi tía se enderezo y me dijo con voz segura y dominante…

—Penétrame yaaa Hugo, hazme tu mujer cógeme duro y rico

Sin decir más me monto y se ensarto en mi duro miembro y con movimientos primero elípticos empezó a acomodarlo dentro de sí para pasar a un movimiento de hacia adelante y hacia atrás yo me dejaba llevar por esa hembra que sabía lo que quería y era devorarse mi miembro hasta arrancármelo si era necesario; yo mientras frotaba sus pechos y sus nalgas al tiempo que le decía…

—Así tía… házmelo así… que rico coges tía

—Sssh cállate y concéntrate en mi amor, acaríciame y cógeme duro, aguanta lo más que puedas porque daré una larga y exhaustiva cabalgata. Necesito que resistas todo lo que puedas ¿entendiste sobrinito? ¿Lo podrás hacer? 

—Si mi amor soy tuyo cógeme, que aquí está tu macho mmm.

Dicho esto último mi tía paso a un movimiento más rápido de atrás hacia adelante, yo comencé a sentir que la sangre me hervía por dentro, más aun cuando sentí la tibieza de sus jugos vaginales deslizándose por mi verga hasta llegar a mis testículos, mi tía se estaba dando otra tremenda corrida, tanto tiempo sin usar su vagina estaba como desquiciada teniendo un orgasmo tras otro, de pronto paso de ese movimiento a saltar encima mío sacando y metiendo mi verga en su vagina una y otra y otra vez sin dar piedad y cuartel al tiempo que me decía en voz muy bajita para no despertar al resto de la familia…

—¿Te gusto mi vida?, ¿te gusta cómo te monto papi? ¿Quieres que te siga montando? mmmgggmm ¿quieres que te siga cogiendo así de rico? mmmmgggmm

¡¡¡Siiii!!! cógeme como tú quieras y como se te antojeeeee hazme venirme por favoooor

Todavía ¡¡¡nooo!!! Aguántate otro poco que viene lo mejor mi amor.

¿Cómo? ¿Era posible que me diera todavía más placer? Tenía que admitirlo tendría yo el cuerpo y la edad de un hombre, pero en las artes sexosas era un analfabeta, mi tía Lulú me estaba dando una cátedra y al mismo tiempo presentaba yo el examen final en hacer el amor. Como buen aprendiz deje que la maestra me siguiera conduciendo y llevando por esos caminos del placer.

De pronto mi tía se quitó de encima mío y me jalo hacia ella para darnos tremendos besos en donde nuestra bocas y lenguas se fundieron en una sola, su lengua jugueteaba con la mía y esa sensación era indescriptible porque al mismo tiempo que sentía que me ahogaba, me producía un placer electrizante que hacía que no solo mi verga siguiera erecta sino todo mi cuerpo estaba encendido excitado sudoroso era increíble lo que pasaba. Acto seguido me aparto de su boca y se acomodó en el suelo parada de nalgas empinadita y con los brazos y cabeza al piso y me dijo con voz jadeante…

—Me vas a penetra por mi culo primero despacio y poco a poco iras aumentando la velocidad de tus penetraciones, hasta que lo hagas lo más rápido y fuerte que puedas, en ese momento ya no pares hasta que tu leche inunde mi culo ¿entendiste mi amor?

Yo solo asentí con la cabeza aparte de que esa hembra me había cogido de tal forma descomunal y gratificante y todavía me daba su enorme culo no lo pensé más y me fui sobre ella como perro desbocado y jarioso y tal como me lo dijo la penetré primero muy suave no sin antes darle tremendos lengüetazos para lubricar ese culito suculento y así empecé poco a poco despacio a darle más ritmo y velocidad al tiempo que ella me prendía ardientemente con sus frases de amor…

—Así dale papi dale más mmm dale más papi así de sabroso que rica esta tu verga dentro de mi culo mmm

—Quieres mi lechita tía la quieres toda anda dímelo te gustaría tener mi lechita anda dimeeee

—Si mi amor dame tu lechita dámela toda escúrrete en mí, báñame con toda tu tibia lechita anda mi amor que espera dale a esta perrita lo que quiere mmmggmmm

No me lo hubiera dicho dos veces por que empecé a embestirla con fuerza y pasión mis manos se sostuvieron de sus perfectas nalgas al grado de dejarle mis marcas de mis manos en sus posaderas; yo estaba desbocado y eufórico y le decía…   

—Que rica estas mi cieloooo, que rico culito, estas muy buena tía que rica estas mmm te quiero seguir cogiendo por siempre mmm este culito es mío y de nadie más mmm mamita que rica tu cuevita…

—Si papi, muy rica tu verga ya vente que espera, ya vente mi amor dame lo que quiero ya.

Luego ella apretó su culo atrapando mi verga en ese nido de amor, pareció que el tiempo se detuvo por un instante y solo sentía la tibieza y humedad de su culo lamiendo, saboreando, exprimiendo mi pene yo deje de hacer y ella con su tremendo culo hizo eso exprimirme hasta la última gota de semen de esa noche de lujuria y pasión desbordante, era increíble esa sensación  de como un culo podría hacer eso y solo atine a decir un haaaaaa y me desparrame todo en ella, la cantidad de semen era increíble a tal grado que todas sus nalgas y mi pelvis se quedaron impregnadas de toda esa viscosidad blanca ya que todavía ella se seguía moviendo ya más lentamente, dando por terminada la cogida que mi tía Lulú me había propiciado.

Ella se levantó y ya no pronuncio ninguna palabra más, solo se despidió de mi con un tremendo beso lleno de agradecimiento y de cierta promesa de que esos encuentros se seguirían dando en el futuro próximo.

Han pasado ya dos meses de ese primer encuentro y como se los dije anteriormente, me convertí en el amante oficial de mi tía Lulú y cada que podemos cogemos con singular alegría una mañana mi papá le pregunto…

—Oye Lulú ya van varias semanas que te veo mucho mejor y eso me da mucho gusto.

—Si hermano, encontré una nueva terapia que me está recuperando al cien por ciento, espero seguir así en franca mejoría y que tú me permitas estar un rato más en tu casa y con tu linda familia… 

—Claro hermana el tiempo que quieras o tú qué opinas Hugo…

—Si papá si esa terapia es buena para mi tía pues que siga con ella…

—Ese es mi muchacho.

Si mi papá supiera que yo soy la terapia de mi tía, capaz que me deshereda ja ja, mientras a seguir curando a mi tía Lulú quien yo creo necesitara sesiones extras para que su recuperación sea más rápida.  

FIN

(9,40)