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Al final acabé follando con mi sobrino
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Tiempo de lectura: 10 minutos

Hola. Me llamo Klary, soy una mujer de 60 años y esto ocurrió hace tres años.

Todo ocurrió en el transcurso de mucho tiempo y por fin y estoy feliz por haberlo hecho, me follé a mi sobrino preferido. Siempre lo había sido y lo sigue siendo. No nos arrepentimos en absoluto.

Yo vivía en el pueblo donde me había creado y estaba casada con un hombre de costumbres antiguas, machista, que solo pensaba en su trabajo y sus cosas. De mí nunca se había preocupado, al menos cómo mujer.

Mi hermana vivía en una ciudad no muy lejos donde había formado su familia con un hombre, de cuya relación, tenían dos hijos.

Todos los veranos venían a la casa del pueblo los cuatro y el pequeño Ser era mi sobrinito, al cual consentía y mimaba, a veces en exceso.

Se divorciaron y el hermano mayor por trabajo se fue al extranjero, aparte que no le iba lo del pueblo, a Ser si, y venía con mi hermana todos los veranos.

De siempre era muy cariñoso y mimoso conmigo, siempre me abrazaba y achuchaba.

Pasaron los años y ya en su adolescencia esos abrazos y achuchones empezaron a pasar también a roces y miradas lascivas.

Yo como mujer lo había notado y me hacía gracia pensando en que se le pasaría con el tiempo.

Al contrario de lo que pensaba cada año iba a más, me espiaba mientras tomaba el sol en la piscina, en la ducha y siempre que podía rozaba su entrepierna, ya grande y dura, contra mi cuerpo.

Yo por aquel entonces tenía 54 años, unas tetas enormes, una cadera redonda con un culazo nada caído por la edad. Ser ya tendría 23 años y su descaro, añadido a mi falta de sexo, me empezó a poner nerviosa y decidí hablar con él.

Le dije que no podía ser, que era su tía, que si se enteraba su madre, etc.

Tía, ya tengo 23 años y se como me pones, no es obsesión, es deseo. Pero si así lo quieres, así será.

Él siguió igual, me espiaba y se pajeaba pensando en mí.

Un día lo oí en la ducha, la puerta estaba entreabierta y con sigilo miré para adentro. Allí estaba mi sobrino desnudo con su polla grande y dura en la mano, pajeándose a la vez que decía.

Sii tía, siii!! Uuf!! Tomaa!!

Su polla reventó salpicando una enorme corrida contra la mampara. . Toda cachonda ya empecé a acariciar mi ya humedísimo coño viendo a mi sobrinito. Enseguida me llegó un orgasmo que me hizo dar un gemido mudó m placer que no pasó desapercibido para él. Miró para la puerta sonriente.

Al día siguiente no podía mirarle a la cara, solo podía mirar su cuerpo y su abultada entrepierna, él se había dado cuenta y se rozaba contra mí más que nunca poniéndome muy nerviosa y caliente a la vez.

Esa noche volví a espiarle cuando oí el ruido de la ducha, al asomarse le vi en la bañera con un conjunto de ropa interior mía en la mano mientras se masturbaba.

No veía su polla mientras se acariciaba pero él de repente se levantó y salió de la bañera y mirando hacia la puerta se corrió otra vez entre gruñidos de ooh! Tía Klary!! Tomaa zorra!!

Me fui a la cama sabiendo que me había pillado espiándole pero aún y así al llegar a mi habitación me metí en mi cama, mientras mi marido dormía en la suya y cogí un juguetito y me lo introduje pensando en la polla de mi sobrino y como me lo follaría al cabronazo de él.

Entre mi calentura y el llegar de mi orgasmo no me había dado cuenta de que había dejado la puerta abierta y él me estaba mirándome desde el pasillo.

Ese verano la cosa no pasó de ahí.

El año siguiente no vino porque ya trabajaba y no tenía vacaciones.

Yo sólo pensaba en follármelo como una zorra, pensaba en él todos los días, incluso en mis húmedos sueños estaba él. Ahora entendía lo que le pasaba a él años atrás.

De vez en cuando nos mensajeábamos o hablábamos. Sabía que decirme para ponerme cachonda.

Como mi marido no me atendía, aparte de mis juguetes, de vez en cuando me iba a la ciudad donde quedaba con un hombre para satisfacer mis necesidades sexuales. Solía quedar en un hotel con un hombre casado del que también me aburrí. Solo quería a mi sobrinito, me tenía loquita, quería follármelo.

Llegó el verano siguiente y llegó el día de su llegada, me había enterado que se había echado novia y los últimos meses, ya casi ni hablábamos.

Fue mi marido a buscarle a la estación y yo me preparé un poco para su llegada. Estaba nerviosa y caliente a la vez y no sabía que ponerme para estar atractiva para él. Ya tenía casi 57 años y medio sentía mayor y arrugada para él.

Bajó del coche y se dirigió a mi sonriente.

Hola tía Klary! Qué guapa y sexy estás, por ti no pasan los años!

Vaya suerte tienes tío!!

Mi marido me miró de arriba abajo con cara de asco mientras mi sobrino me agarró de la cintura y apretándome contra el como siempre hacia para sentir música tetazas contra su pecho me dio dos besos y al ver a mi marido de espaldas a nosotros, bajó su mano y agarrando mi culo lo apretó contra su entrepierna dónde un enorme y duro bulto se apoyó contra mí.

Me miró sonriente mientras yo mordiendo mi labio inferior le dije en voz bajita mientras mi mano acarició su paquete:

Fuuu! No sabes como me alegro de que estés aquí Ser…

Subió arriba a deshacer su maleta y dijo que después se ducharía. Me guiñó un ojo y subió las escaleras.

Yo lo miraba de arriba abajo, es moreno de piel, estaba más fuerte pero sin un gramo de grasa y un culete de escándalo, además se había afeitado la cabeza y hecho un pequeño tatuaje. Joven, fuertote y con pinta de malote y de empotrador.

Noté como mi coño se había humedecido y a los pocos minutos subí a por él con la excusa de cambiar las toallas y ayudarle con la ropa y a mi marido le mandé a por pan sabiendo que se entretendría en el bar.

Oí salir a mi marido con el coche mientras yo subía las escaleras directa a por mi sobrino.

Entré en su habitación y me lancé hacía él, me había oído subir y se estaba quitando los pantalones, yo quité su bóxer y agarré su polla ya casi dura con la mano diciéndole:

Follate a tu tía cabronazo!!

Me quitó el top blanco que llevaba liberando dos enormes tetas un poco caídas por la edad y la ley de la gravedad. Jijiji! Rápidamente bajó mi malla negra y mi tanga a la vez. Tiró toda mi ropa y me empujó contra la pared comiendo con ansia y deseo mis tetas mientras su mano frito mi raja comprobando que estaba a punto.

Joder tía!! Exclamó.

Me levantó contra la pared agarrándome por debajo de mis muslos. Agarré esa polla gorda y dura, llena de venas y pasé la punta en la entrada de mi jugosa cueva, mientras entrelazábamos con deseo nuestras lenguas me fue bajando poco a poco mientras esa polla, dura como nunca había sentido, se introducía dentro de mí mientras él me dejaba caer poco a poco hasta metérmela entera dentro.

Al sentirla dentro y con un pequeño alarido entre satisfacción y placer miré con cara de zorra y le dije:

-Fóllate a tu tía cabrón. Follamee!!

Empezó a embestirme contra la pared como un animal, yo gritaba de calentura placer al sentir semejante hombre y era mi sobrinito… Ufff!

Se paró con toda su polla dura cómo nunca había yo sentido y me dijo mientras me llevaba en volandas hasta la cama:

-Que te folle?? Te voy a reventar tía!! Llevo toda la vida deseando follar contigo!!

-Hazlo y estate preparado que después voy yo a romperte esa polla tan dura. Le contesté.

Me tiró a la cama y agarró mis piernas poniéndolas encima de sus hombros para caer encima de mí clavándomela otra vez.

Agarró con fuerza mis enormes tetas y sacó su polla de mi coño y volvió a metérmela con fuerza hasta que noté sus huevos pegando contra mi culo.

Así empezó un mete saca lento y brutal mientras yo pasé de un pequeño grito de dolor a un alarido de placer…

Empezó a follarme cada vez más rápido y yo nunca había sentido algo así… Uff!! Tuve un primer orgasmo, seguido de otro y otro más…

El seguía con su mete saca brutal y yo gritaba de placer, con mi coño chorreante de mis propios fluidos… -Uuh!! Siguee!! Siii!! Sigue Ser!! Sigue!! Cabrón!! Aaah!!

Entonces él, después de más de 10 minutos dándome duro con cara de cabrón, aumentó aún más el ritmo de sus embestidas hasta que empezó a gruñir como un animal haciéndome saber que su corrida era inminente y yo a la vez estaba también llegando a donde nunca había llegado. Agarré con fuerza su culo con mis manos y lo acompañé en sus movimientos hasta que noté que mi orgasmo llegaba y le grité:

Ahoraa!! Ahora!! Siii!!

Sii tía sii!! Tomaa tía!! Tomaa!!

Paré su culo con fuerza contra mi cuerpo y noté bajar mi orgasmo por mi vagina mientras el gruñendo me grito:

Si tiia! Ahora!! Tomaa!!

Levantó su culo con fuerza y en otra embestida noté su lechaza caliente mezclándose con mi orgasmo…

Que buenoo!!

La sacó y embistió otra vez volviendo a llenarme de leche caliente una se quedó dentro de mi mientras mi cintura se contoneaba sintiendo su polla aún durísima dentro de mí..

Él me susurro al oído:

-Llevo años deseándote y lo sabes tía. No sabes lo que acabas de empezar… Jajaja!

-Jijiji!! No te confundas sobrinito! Esto acaba de empezar, has conseguido que salga la zorra que llevo dentro…

-Me encanta haberlo conseguido tía…

-Uummm! No sabes lo que te espera cabrón!! Vas a saber lo zorra que es tu tía!! Jiji! Y lo necesitada que está…

– Si se lo necesitada que estabas, porque a partir de hoy no te va a faltar nunca tu sobrinito…

Uuuf!! Mi niño… No sabes la bestia que acabas de despertar…

Nos separamos entre besos y caricias sabiendo que mi tío, su marido, podría volver en cualquier momento.

Al poco rato llegó mi marido, yo estaba preparando la cena y él como siempre se sentó esperando el plato de comida en la mesa.

-Hora de cenar gritó, para que lo oyese mi sobrino.

-Voy tío!! Ahora mismo bajo, acabo de salir de la ducha…

Entonces oí como bajaba las escaleras y se acercaba a la cocina y le saludé sin mirar.

-Hola Ser! Que quieres de cena?

-Comerá lo que haya! Contestó mi marido.

– Igual no quiere lo mismo que tú, igual no le gusta… Dije yo.

Entonces mi sobrino ya estaba detrás de mí y agarrando mi cintura por detrás se acercó a mí y asomando si cabeza por encima de mi hombro dijo el cabrito:

Yo como de todo tía, no te preocupes por mí, bajó la mano hasta mi ratito todavía palpitante de la anterior follada y me dijo al oído:

Sobre todo lo que no se come él! Sshh!! Ja!

El cabrón volvía a tener esa polla gorda y dura contra mi culo. Eso me excitó sobremanera…

Se va a enterar este cabrón pensé… uuuf!! Cómo me tiene otra vez…

Empecé a servir la cena y, por supuesto, primero a mi marido, que estaba justo enfrente de mi sobrino.

Antes de servirle la sopa, dejé el puchero en la mesa y detrás de mi marido me abrí los botones de la bata delante de mí sobrino y cogiendo el caso comencé a servir dejando que viera mis enormes tetas, con las que tantas pajas se había hecho, a través del sujetador.

No os había dicho que en su adolescencia acostumbraba a coger mis sujetadores y pasearse con ellos, cosa que yo enseguida me di cuenta pero no dije nada. Los restos que dejaba eran visibles. Jijiji!!

Fui a su lado, me puse detrás de él y empecé a servir su plato apoyando mis tetas encima de él, mientras yo notaba su nerviosismo. Él mientras mantenía, o lo intentaba, una conversación con mi marido.

Entonces yo le pregunté:

-Que tal andas de chicas? Con esa planta que tienes no te faltarán no?

-Bueno tía, puees… Que quieres que te diga. Se hace lo que se puede…

Entonces ministro marido en modo machista le empezó a decir que aprovechase la juventud y que se dejase de ataduras de mujeres…

Follate s todas las que puedas!!

Eso hago tío, eso hago. Contestó mientras dure mano acariciaba mi pierna por debajo de la mesa.

Me senté a cenar en mi sitio, casualmente al lado de mi sobrino. Enfrente de mi marido y empezamos a cenar, llegaron los postres y la sobremesa. Mi sobrino no dejaba de mirarme cuando me levantaba a por algo, entonces me levanté a recoger la mesa y fui al fregadero para pasar los platos en agua y mi sobrino se levantó para ayudarme. Acercó los platos a la encimera mientras se rozaba contra mí, su polla resaltaba por el pequeño pantalón de pijama corto que llevaba puesto, le acaricié esa polla con la mano y noté que no llevaba nada debajo, entonces abría el lavavajillas y me agaché poniendo mi culo contra ella que de repente volvía a estar durísima y él no se despegaba de mí…

Luego se separó y totalmente empalmado se dirigió a la mesa y se sentó diciéndome.

Tía! Saca una copa que me voy a quedar seco.

Ahora mismo Ser! Que no te falte de nada. Un Whisky?

-Perfecto tía! Y otro para el tío.

-No, yo me voy ya a la cama que mañana me tengo que levantar temprano para trabajar. Quedaros vosotros y no dejes que tu tía te aburra mucho.

-Vale tío descansa. Yo con la tía nunca me aburriría…

Aquí el único aburrido eres tuu, dije entrando en la sala con una copa en cada mano.

Le di una a mi sobrino que ya estaba sentado en el sofá y dejé la otra en la mesa. Se oyó como cerraba la puerta de la habitación que teníamos con camas separadas. Subí rápidamente y entré a la habitación a coger ropa limpia y sexy y a darme una ducha. Me di una ducha rápida y negro aseguré que ya dormía antes de bajar.

Bajé las escaleras y fui a la sala donde estaba mi sobrino viendo la TV.

Entré quitándome la bata que me había puesto para tapar una braguita medio tanga de encajes muy sexy. Mi sobrino giró la cabeza y al verme silbó:

Fiuu!! Fiuu!! Pedazo de mujer, te estaba esperando tía!! Joeerrr!!

Sin mediar palabra fui hacia el que se levantó a recibirme. Entrelazamos nuestras lenguas mientras él me sobaba las tetas, el culo, enfundó todo el cuerpo con pasión.

Quieto!! Exclamé mientras lo empujaba al sofá. No podemos meter ruido esta noche que se despierta y tu me haces gritar. Por la mañana haremos todo el ruido que quieraa. Jiji!. Ahora déjame a mí…

Me puse de rodillas y entre caricias en su polla y mirándole con cara de zorra le quite el pantalón del pijama. Fui acercando mi boca a su olla y mamíferos sus huevos.

Fui lentamente subiendo con mi lengua a través de duro gordo y venoso.

Él disfrutaba mirándome relajado hasta que mi boca se abrió para empezar a tragármela.

Mirándole a la cara mi boca abierta descendía y su polla iba desapareciendo delante de sus ojos de asombro.

Me dieron dos arcadas cuando pasó por mi garganta pero me la tragué entera. Nunca había tragado una así de grande pero entró hasta dentro.

Buuaaahh!! Tíaaaa!! Joder!! Te la has…

Saqué esa polla de mi boca y levantando la cabeza que dije:

Me la voy a comer toda, toda. Tú relájate y disfruta sobrinito… Ahora me toca a mí…

Me la volví a meter en la boca y me empecé a comer con ansia… Ohh!! Me encanta esta polla!!

Él, al poco rato, ya no aguantaba más. Yo notaba que se iba a correr y me sacó la cabeza con sus manos.

Entonces le miré y le dije entré suspiros:

-Dale la leche a tu tía en la boca!!

Quité sus manos de mi cabeza y volví a engullirla entera y a comerla con gusto hasta que su corrida llenó de su leche mi boca, leche que tragué con gusto relamiéndome mientras seguía chupando y saboreando esa polla…

Mi sobrino con la boca abierta mirando al techo con un gesto de absoluto placer acompañaba con sus manos mi cabeza. Solo rebufaba como un búfalo, sin poder gritar para no despertar mi marido…

Fuuu! Cómo eres tan zorra tía?

Y más que voy a ser le contesté…

Sonriendo me dijo:

Imaginaba lo cachonda que podías ser pero para mí grata sorpresa, eres muy zorra tía, lo vamos a pasar…

– Si mi niño, si no lo quisiera, no habría empezado…

– No nos vamos a arrepentir tía, verás…

Entonces me levanté y me fui a la cama para no levantar sospechas con mi marido. Había mucho verano con mi sobrino por delante…

A las 6 salió mi marido por la puerta de casa, siempre le oigo cuando arranca su coche y por lo visto mi sobrino también. Le oí moverse por fuera de la habitación y asomarse a mi puerta, me hice la dormida pero él no tardó en entrar.

Creyendo que yo dormía quitó la sabana que me cubría y empezó a acariciar todo mi cuerpo con delicadeza, suavemente acariciaba mi cuello, mis tetas, mis muslos.

Se tumbó a mi lado y estuvo observándome mientras me acariciaba un rato largo hasta que su mano acarició mi raja ya húmeda para su sorpresa. Ya sabía que no dormía y me susurro so oído:

Buenos dias tía Klary! No vengo a follar contigo, solo quiero hacerte el amor como nunca has soñado. Relájate y disfruta. Yo también lo haré…

Soy toda tuya Ser, haz el amor a tu tía, deseo sentirte y sentirme a la vez.

Me dio un beso en la boca y besó mi cuello, lamió mis orejas y bajó a mi pecho. Estuvo más de media hora disfrutando de ellos, yo jamás habría pensado lo caliente que eso me podía llegar a poner… Mmmm!

Siguió con el resto de mi cuerpo jugando en todos los lados con su lengua. Cuando metió su cabeza en mi entrepierna y empezó a jugar alrededor de mi coño peludo, ya tuve mi primer orgasmo, sin que todavía lo habría lamido.

De repente su lengua se deslizó desde el agujero de mi culo, por toda mi raja, hasta mi clítoris suavemente. No imagináis esa sensación de placer, de deseo contenido y de falta de esto que mi sobrino me estaba dando.

Lamió suavemente y con maestría mi coño durante al menos 15 minutos entre mis orgasmos y gemidos de placer.

Luego empezó a subir su cabeza lamiendo mi cuerpo, se volvió a encontrar con sus deseadas tetas y se deleitó con ellas para luego acercarse a mi cara basándome.

Entonces le dije:

Dale esa polla a tu tía que te la ponga bien, que tu boca boca ha parado de darme placer.

Como es bien?

Me preguntó mientras empecé a notar como despacio y suave su polla se introducía dentro de mi.

Así está bien tía?

Fuu!! No pensaba que… Fuu!! Si cariño si, perfecta.

Empezó a hacérmelo despacio y profundo en misionero mientras mis orgasmos sucedían uno tras otro. Más de 20 minutos después y aumentando el ritmo poco a poco llegó el momento de su corrida. Sudorosos y satisfechos los dos nos corrimos juntos. Yo no sabía cuántas veces me había corrido pero esto fue especial, más que sexo.

Estoy muy agradecida de que me hayas hecho el amor así sobrino pero tu y yo sabemos que nosotros mejor follamos y punto no?

Jajaja; si tía siii!

Es lo que seguimos haciendo mi sobrino y yo hoy día. Yo dejé a mi marido y vine a la cuidad cerca de él y hoy día ambos tenemos pareja pero no podemos dejar de tener sexo.

Porque no una mujer mayor puede sentirse así de viva. Verdad?

Soy una mujer de 60 años y zorra como tres de 20.

Si os ha gustado puedo seguir contando como siguió el verano,

Podemos intercambiar fotos mías y de mi sobrino…

Hasta la continuación de la historia amigos.

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