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Carla: Entregada a un nuevo socio del padre, disfruta

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Real 100%. Sabíamos que la sociedad o corresponsalía del padre de Carla con un estudio jurídico de la vecina orilla iba a incluir sexo, lo intuimos. Pero no nos imaginamos que incluiría un sexo tan bueno como para enloquecer a Carla, por como la cogió el involucrado, y a mi, por ver quizás las mejores imágenes de fornicación al presente.

Debido a las vacaciones que hemos tomado, forzosamente por separado, se han atrasado algunos relatos, y trataré de ser menos extenso para ir poniéndonos al día, pues hay mucho material.

Parte 1. Primer encuentro.

La noticia es importante pero la resumiré. El estudio de abogados del padre de Carla y su hijo, venían negociando y finalmente concretaron, una corresponsalía con un estudio de Buenos Aires, conocido, grande pero no enorme, ni de alto perfil.

Llegaron a acuerdo total, para seguir los casos de cada uno en el otro país, ahorrando tiempo y viajes, y con un buen resultado económico para ambos estudios en los honorarios devengados por los casos.

El dueño y cabeza jurídica del estudio argentino, llamémoslo Abo, para no dar ni la mínima pista del nombre real, vino a Montevideo a finalizar la formalización del acuerdo y el padre y hermano de Carla, sabedores de su libertad personal (viudo) planificaron agasajarlo. Y no se les ocurrió nada mejor que meter a Carla en el asunto. Enterados Carla y yo del tema, dijimos: Por qué no? Y el asunto siguió adelante. Pasemos por alto muchos detalles laborales, el caso es que era a comienzos de enero, Uruguay sin actividad jurídica por Feria Judicial, pero igualmente la parte de notariado de los estudios trabaja. Personalmente, yo pasando días en Montevideo y en Punta, y Carla, por separado, mayormente en Punta en un apartamento junto a su amiga y futura socia Pía. Se las imaginan, mucha Playa Brava y casino a la noche, con total libertad y mucho millonario brasileño suelto.

Lo concreto es que para este encuentro arreglamos estar en Montevideo, mayor libertad, y sumarnos a un almuerzo cuando ya hubieran terminado de formalizar el acuerdo. Así se hizo.

Luego nos enteramos que el papá de Carla había puesto en conocimiento de Abo el hecho de que tenía una hija muy liberal que recién hace unos meses ha conocido, y de cuya existencia la esposa no sabe nada por el momento.

Le contó que es muy liberal y que está “mas o menos en pareja” con un señor mucho mayor, ja ja.

Llegamos, nos presentaron, compartimos almuerzo y los invitamos a tomar café al apartamento del golf, oportunamente alquilado por dos días. Carla lucía un vestido floreado, veraniego suelto y muy corto sin ser escandaloso. Obviamente sin corpiño, con lo cual se marcaba a full el movimiento de sus tetas al caminar o en cualquier movimiento.

Llegamos, comenzamos la charla animados por el café. A eso de las tres de la tarde, algún bostezo salió del padre de Carla, y yo me sumé con un bostezo fingido.

Era el momento de hacer base, “atacar” y “gratificar” al nuevo amigo; al menos si no se resistía ja ja.

José, el padre de Carla tomó la iniciativa, podríamos dormir una siestita, el cansancio de las negociaciones de ayer y hoy de mañana se siente, y hay dormitorios suficientes

-Buena idea! -Dije yo.

-Voy a ver que todo esté en orden, acepta la idea de José verdad? -Dijo Carla dirigiéndose a Abo.

-Sí, claro, -dijo él.

-Voy a preparar todo y ya vengo…

Se fue Carla, y Abo me dijo por lo bajo:

-Te felicito, es una belleza y muy simpática!

-Soy afortunado dije, y es bueno saber que uno no debe aferrarse a la fortuna sino disfrutarla!

-Seguro la disfrutas…

-Cada vez que podemos, y como sea! Nos gusta variar.

-El dormitorio para el visitante está listo! Dijo Carla, mientras se acercaba “cubierta” solamente con un camisolín blanco que apenas tapaba la tanga ,justamente una micro tanga negra. Las tetas totalmente visibles a causa de la transparencia de la tela del babydoll.

-Y esto? Dijo Abo.

-Te dije que mi hija y futura abogada es muy liberal dijo José, muyyy…

-Y yo la apoyo, tercié.

-Pues me parece Sergio, por lo que veo, que vas a pasar una muy linda siesta. Perdón pero no he podido evitar ver…

-Puede mirar cuanto desee, dijo Carla, al fin y al cabo pienso estar en la siesta con usted, o contigo, puedo tratarte de tu? Y se fue hacia el dormitorio. Luciendo su culo apenas partido al medio por el hilo de la tanga.

-Deberíamos pasar al dormitorio, sugerí a Abo, mientras José dijo: Yo me retiro un rato.

-Me asombra que se muestre así delante de del padre!

-Mas bien temprano que tarde los verás cogiendo y no te asombrará, por cariño o venganza Carla coge libremente con su tío, su medio hermano y su padre. Aunque reconozco que la relación con su padre tiende a mejorar. Pasamos al dormitorio?

-La verdad, me cuesta entender… pero me gusta! Y dos años de viudez, casi sin sexo lo vuelven loco a uno!

Caminamos los pocos pasos que nos separaban del dormitorio. Allí estaba Carla, recostada en la cama, sin babydoll, solamente conservaba la tanga, sobre su costado derecho y tocándose levemente una teta y los pelitos que sobresalían de la tanga. Abo no se resistió, fue hasta el lado opuesto de la cama, le miró el culo a gusto, volvió al frente y preguntó: -Es en serio?

-Muy en serio, dije yo. Es tuya, le encanta y me encanta.

Carla se puso de pie, se paró frente a él y comenzó a desprenderle la camisa mientras lo besaba apasionadamente, metiéndole ella la lengua.

Le sacó la camisa, le lamió las mejillas, y pasó a quitarle el cinturón y bajarle los pantalones, mientras él le acariciaba la concha y los pelitos.

Pasó luego a bajarle el bóxer, dejando al descubierto una pija muy aceptable sin nada de particular, y buenos huevos, aunque, seguramente porque no esperaba acción, todo muy peludo ja ja.

Había llegado el momento de calentarlo a full, Carla lo empujó hacia la cama, de espaldas y con las piernas colgando al piso. Ella se arrodilló en la alfombra, le hizo levantar las piernas y sostenerlas, y procedió a un largo beso negro, con ocasionales golpes de la punta de un dedo al ano, pero sobre todo, mucha lengua ya sea lamiendo y con pequeños golpes de la punta de la lengua al esfínter. Abo estaba desesperado, enloquecido, gemía, le acariciaba la cara, hasta que ella pasó a un breve 69, deleitándolo con su concha, y finalizado ante el pedido de él: -Quiero cogerte!

Gustosa, Carla se ofreció a misionero poniéndose de espaldas en la cama.

Lo que siguió fue algo maravilloso, probablemente la mayor muestra de entusiasmo y calentura que cualquier macho haya obsequiado a Carla.

Fue en misionero, sí, pero después de refregarle la verga reiteradamente en concha y pelitos se la metió lentamente, gozando esa divina concha.

Y a continuación, nada de apoyarse él en los codos y rodillas o pies; simplemente se dejó caer apoyando todo su cuerpo sobre ella,pecho con pecho, cara con cara, piernas contra piernas, y la verga metida hasta los huevos.

Se besaban, le acariciaba las tetas fregaban un cuerpo contra el otro. Él era la imagen viva de la calentura sexual. Le comía los labios, la lengua, mordiscos de oreja.

Y bombeaba y bombeaba dentro de ella, sin prisa y sin pausa. Carla cada vez mas caliente, gemía, excitada por tener todo ese peso directamente sobre ella, y un macho super caliente.

Increíblemente, pues le cuesta siempre, Carla acabó antes que él, arqueando la espalda y con un gemido largo y suave.

Comenzó ella a hablarle al oído ey antes de un minuto, Abo se volcó dentro de ella, “ unos chorros que sentí con placer, intensos, tibios y seguramente muy abundantes” .

Quedó él un par de minutos tirado sobre ella, la verga ya blanda, hasta que ella pidió que se la diera a limpiar, limpieza que disfrutaron ambos.

“No sabes Sergio como disfruté ese polvo! Una maravilla tener los cuerpos en contacto 100 % y él haciéndome de todo”.

Mientras le limpiaba la verga chupándosela, Carla lo calentó aún mas si es posible con un dedo en el culo, en cinco minutos, repitieron penetración y pose, con la variante de que Carla le cruzó las piernas por encima de él, apretando al máximo el cuerpo de él sobre ella.

Nunca se lo habían hecho así, hasta ese día, todo el peso del macho sobre ella, besándola y babeándola, la verga metida hasta la base y los testículos golpeando. Una cisión incomparable para mi, que lo disfruté hasta el mas mínimo detalle.

Y para Carla, “te juro Sergio, sentía la calentura de él, ese hombre me deseaba a mas no poder y obtenía real placer”.

Otra vez acabaron, aún sin que Abo sacara su miembro de dentro de ella, ya chorreaba. Incluso él fue capaz de seguir bombeando mientras ella le hablaba al oído.

“Le sugerí que quería volver a verlo y coger así”

Nueva limpieza, chupada, y aparece el padre, preguntando: -Te gusta mi hija?

-No puedo expresar con palabras lo que me hace sentir…es divina, una diosa!

-Te dijeron que yo también sé lo que se siente? Aunque quizás conmigo no es tan fogosa.

-Sí, Sergio me lo dijo.

-Carla, por que no te quedas aquí con Abo toda la noche? Cerramos la cuenta del hotel y él trae su valija. Cenamos y pasan la noche.

-Yo no puedo, vuelvo a Punta del Este, pero creo que ambos aceptarán gustosos, dije.

-Me encantaría! Dijo Carla

-Acepto de todo corazón, dijo Abo.

Con ducha de ellos juntos terminó la tarde y yo me fui. Ellos hicieron lo del hotel y mas tarde cenar y conversar.

Y llegó la noche. Por supuesto Carla había llevado su lencería ‘de novia’ y la lució con ellos antes de que el padre los dejara solos.

Por las dudas, o casi certeza, de que habría anal, Carla se preparó.

A partir de aquí, reconstruyo a través de lo relatado por Carla cuando nos vimos nuevamente.

Antes de que el padre se retirara, y ya con Carla con la lencería de ‘novia’ y habiéndola ya Abo visto desnuda y cogido, ella se puso a hacer mimos a Abo y a José en el sofá del living.

Y para confirmarle a Abo lo dicho acerca del padre, le hizo una linda chupada de pija a su papi, mientras el visitante la manoseaba y lamía por todo el cuerpo.

Cuando José acabó, Carla les mostró todo el semen dentro de su boca y lo hizo desaparecer.

El padre se retiró, y Carla, seductora en su lencería blanca acordó con Abo los términos ( en todo sentido, sin dejar nada en el aire)de las visitas que ella haría a Bs.As. cada vez que él la invite.

Para su sorpresa, Invitó a Carla a alojarse en su propio apartamento, pues desde su viudez vive solo, lo cual fue aceptado de muy buen grado por Carla.

La noche fue larga, nunca pensé, me dijo Carla, que me iba a chupar y lamer tanto todo mi ser.

Fue tremendo, todo, desde lamerme los pies a chuparme el clítoris, besos con transferencia de saliva.

Y un tercer polvo en nuestra pose favorita! Cuando acabó, dijo Carla, me saqué la leche que chirreaba de mi conchita y me la llevaba a los labios, y luego nos besábamos… que delicia.

Y después de dormir un poco, fue el turno de mi chiquito, me dijo.

Le pedí en cucharita y me lo hizo, entrando como me gusta, despacio y sin parar hasta los huevos.

Al terminar, no te imaginas el obsequio que me hizo al irse! Y nos despedimos hasta vernos en su país.

Parte 2. Visita a Buenos Aires.

Nuevamente, escribo en base al relato y fotos de Carla.

A los 15 días del primer encuentro, y habiendo hablado por celular para contarse cosas casi todos los días, llegó la indicación para que Carla lo visitara, con un comentario muy gráfico pero poco elegante de parte de Abo: Estoy con las bolas que revientan, llenas de leche!

Carla, que estaba en Punta del Este con Pía, ya les contaré, preparó todo y se fue por dos días.

Fue tratada a cuerpo de reina, me cogió a mil me dijo. Siguieron con esos polvos de desesperación sexual de parte de él, con todo su peso sobre ella, y ella disfrutando y abrazándolo con sus piernas. “Me las arreglé para sacarle una acabada chupándosela también una delicia!”.

Y hubo algo llamativo, me dijo Carla :almorzando en una parrillada muy conocida de P.M. No menos de cinco ‘colegas y conocidos’ se percataron de que estaba Abo conmigo y pasaron a saludar, sería casualidad?

No creo en esas casualidades le dije a Carla ja ja.

Ciertamente volvió contenta, con su regalo principal, super cogida y a prepararse para la siguiente visita.

Y por cierto, a partir de fin de febrero, les estaré relata do un hecho sorpresivo, más que positivo, que ha ocurrido, involucrando a Carla y a Pía, y por supuesto a todo el resto.

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