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Carla: La amiga Mica seduce a su propio padre

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100 % real. Especial cuidado en cambiar el nombre y actividad presente y pasada del señor involucrado (papá de Mica). Respecto a Mica, desde siempre su identidad y la de su familia está resguardada.

De inmediato de terminado el desfile que les he relatado, mientras llevábamos de regreso a sus casas a Lu y Mica, Mica, que nos tiene a los otros tres una confianza total, se sinceró con nosotros.

—No saben! Estoy segura que conozco a un señor de los espectadores del desfile, uno de los que eligió capa y máscara!

-Como lo vas a conocer, estaba totalmente cubierto!

—Por los zapatos! Conozco desde siempre esos zapatos! Son los favoritos de… de…

-De quien?

—De mi papá!

-Estás segura?

—Segurísima! Le son muy cómodos, los usa muchísimo! Me debe haber identificado! Me vio en lencería, y siempre me ve mas o menos así, en bikini en la playa, y para colmo no me di cuenta y mostré que tengo leche en las tetas!

Que hago? Me voy a volver loca!

Nuestra opinión fue unánime.

-Solamente podés hacer dos cosas; esperar y ver que pasa, o llamarlo para reunirse y aclarar… y por supuesto, contarle a tu marido!

—Sí, sí, claro, pero se imaginan que angustia?

—Tranquila! Pensá que él también fue al desfile, está en falta!

—Uyyy, sí, cierto, eso me tranquiliza un poco.

Al día siguiente, no había novedades, salvo que Mica había contado todo a su marido, B, que lógicamente sabía y aprobaba que ella hubiera ido al desfile, y básicamente le dijo lo mismo que nosotros… esperar, o encararlo ella, pero le agregó:

—Y, amor, si te calienta, cojan, no me molestaría!

Lo cual agregó mas leña al fuego de dudas de Mica.

Esperó y nada. Aunque una consecuencia secundaria fue que el tema excitó enormemente a B.

—No sabés Carla como me está cogiendo! Hasta dos veces por día! Y siempre me dice al oído “imaginate que soy él”.

Pero para Mica evidentemente se hacía pesado mantener el tema en espera, sin saber si su padre se lo reprocharía o que iba a suceder, o cuando.

Lo habló con B y decidió conversarlo con su padre, sabiendo que los dos tendrían cosas que reprocharse, o que esconder de común acuerdo, o incluso amarse, pues ya B había logrado convencer a Mica de que sería super excitante.

Lo que sigue es reconstrucción de los hechos, basado en las mas que detalladas conversaciones de Mica con Carla y también algo que B me ha contado.

Queda sobrentendido que los diálogos son reconstruidos y los hechos responden, de la mejor manera que puedo contarlo, a lo que hemos recibido de primera mano.

—Hola papá, quisiera llevarles a la niña para que quede con ustedes hasta mañana, almuerzo con ustedes y de tarde viene a solucionarme un par de problemas de electricidad aquí en casa, así trabaja tranquilo y la bebé no molesta.

Aclaremos que el padre de Mica, llamémosle Raúl, comenzó siendo electricista y luego pasó a tener una pequeña compañía de instalaciones y reparaciones eléctricas, que le da un muy buen pasar.

—Claro hija, sabes que nos encanta que la dejen con nosotros de vez en cuando.

Así lo hicieron, Mica les llevó la niña con todo lo necesario para que la cuidaran un día entero, almorzó con ellos, y al fin del almuerzo volvió a su casa junto al padre, para la supuesta reparación eléctrica.

En el viaje a la casa de Mica, parece que hablaron de cualquier cosa, y Mica le dijo ante pregunta del padre, que ya le mostraría los problemas que debía solucionar.

Llegados, pasaron por el omnipresente ritual del café, y ante la nueva solicitud del padre para ver el problema a resolver, ella le respondió claramente.

—No es un problema eléctrico papá, es por el problema del desfile.

—Desfile? Que desfile?

—El desfile en Carrasco de hace casi una semana.

—No sé de que me hablás nena (suelen él y la esposa, llamar nena a Mica).

—Le erró, se cubrió la ropa y no habló, pero llevó sus zapatos favoritos, esos mismos que tiene puestos! (Muchas veces se dirige a él en trato de Usted, cosa bastante común).

Parece ser que la cara del padre se puso súbitamente de color rojo y luego palideció, sin responder.

—Y sí, era yo la del desfile, obviamente me reconoció verdad?

—Sí.

—Y que hacía allí?

Cero respuesta.

—Fue a buscar algo nuevo? Es conocido de La Tejedora?

—Ehhh… sí.

—Y mamá?

—No lo entenderías, ha perdido interés, será la menopausia. Pero me estás interrogando, y vos a que fuiste hija?

—B lo sabe, hace mas de dos, casi tres años, Carla y Lu me sedujeron, con B incorporamos a A y Sergio, y hoy en día intercambiamos libremente.

—Pero ahí no era eso!

—No, era para buscar otros contactos, a lo mejor rentados, que no necesitamos dinero pero nunca viene mal.

—Que increíble! Y cuanto les cobrarías?

Mica menciona una cifra, alta.

—No puedo creerlo.

—Y Ud. paga?

—He pagado algunas veces. Y una vez una señora recomendada por La Tejedora aceptó divertirse gratis.

—Se habrá divertido esa señora, supongo, mamá me dijo cuando iba a casarme que ojalá B tuviera menos que Ud. porque parece que Ud. tiene bastante

Y ahora dīgame, sin mentir, que piensa hacer?

—Te ruego no le digas a tu madre, y tu haz lo que quieras, si estás de acuerdo con tu marido…yo me callaré, sigue con lo tuyo.

—Ahhh la responsabilidad es mía! Y ahora le pregunto, y sea sincero , muy sincero, a cual del desfile prefiere?

—No me vas a destruir? Puedo confiar? Me gustaron todas.

—Todas? Entonces yo también le gusto?

—Tampoco lo tomes así, no quise insinuarte nada, ni ofenderte.

—Bueno, al menos le gusto a mi señor padre! Yo no diré nada, también me quemaría yo frente a mamá. Por que le gusto?

—No quise decir que me gustaras en este sentido del desfile, simplemente te reconozco hermosa, y me extrañó verte en esa vertiente sensual y luego casi insólito lo que hiciste de sacar leche.

—Yo sabía, yo sabía, a veces en la playa como que me mira me mira de manera especial.

—Mica! Soy tu padre!

—Sí, padre recalentado y excitado. Párese! Me doy cuenta perfectamente que finge jugar con el almohadón para taparse la entrepierna. Párese!

Parece ser que el padre no se paraba. Y Mica siguió presionándolo.

—Ves que no te parás? Querés saber algo? (Pasaba de tratarlo de Ud. a tutearlo, libremente), costumbre muy uruguaya.

—Tengo una amiga que desfiló y es la mejor en todo, y la coge el tío, el medio hermano y el padre…

—Mica! Piedad! No doy mas! Terminemos con este tema!

—Y como terminamos? Cogemos? Mire que yo me animo…O hacemos como que nada pasa? O voy y le digo a mamá?

—Como que te animas?

—Me animo, lo juro! Quiere verme en bolas?

—Hija, hijita, no seas cruel, no me animo…

—Le disgusto?

—Nooo!

—La tiene parada?

—Ehhh… si.

—Cuanto hace que no coge?

—No se… como un mes.

—Venga. Y se fue al dormitorio y ella pasó al baño.

El padre, parado en la puerta del dormitorio, parecía un pollo mojado, según Mica.

Reapareció Mica, en lencería, bustier y tanga, ambos de encaje turquesa con bordados en rosa.

La tanga, hilo, por delante dejaba transparentar unos pelitos recortados en forma de V, el resto a cero. Muy vistoso.

—Nena! Hija! No me hagas esto! No me provoques así!

—No te provoco papá, me dijiste que en el desfile te gustamos todas, y por ello deduzco que estoy incluida, después me confirmaste que la tenés parada, me seguiste al dormitorio, pudiendo irte… y ahora me mirás desesperado. Te di a elegir si nos olvidamos de todo y aquí estás, mirándome… será que vas a aceptarme?

—Es que te veo bella, provocadora, no sabía que sos así.

—Entonces cogemos? Parque yo tengo ganas, muchas ganas!

—Pero Mica! Si ni siquiera tengo preservativos! Te imaginarás que no ando con ellos en el bolsillo.

—Pero papá! Va a cogerse a su hija y piensa en usar protección? Protegerse de que?

—Me volvés loco, que hago te aviso y la saco entonces?

—Nooo… me acaba adentro, bien adentro, es lo que quiero y me encanta, y mas siendo usted, imagínese! Quiero la pija que me hizo, la leche que llenó a mamá (algo así le había contado Carla que le dijo a su propio padre)… cójame por favor, desde el desfile que lo deseo. Ahí, Mica exageró, pues en el desfile era todo preocupación, pero después el marido la había guiado a cogerse al padre, y lo de que Carla lo hace con sus familiares, le había encantado.

Se acercó , y se puso a desvestirlo. Él, entregado. Salió el sweater, la camisa, le quitó los famosos zapatos, y se apreciaba un buen bulto. Le quitó los pantalones, y el bulto ya era bien notorio bajo el boxer.

Pero hasta ahí llegó. Se retiró y comenzó a mostrarse, de frente, de perfil, de espaldas. La verdad, está bien de todos lados, se recuperó perfectamente del embarazo y de la cesárea solamente queda una cicatriz apenas visible de color rosado.

La lencería casi transparente mostraba o sugería todo, y ella a cierta distancia del padre, se quitó todo, bustier y tanga para quedar totalmente desnuda.

—Ves papi? Esto es lo que vas a tener, esto es lo que te espera, quiero ser toda tuya, que dispongas de mi y yo de vos.

—Hija, hija, no puedo creerlo, como puedes ser así? Como me provocás y me traés a esto?

—No hemos hecho nada, puede decirme que soy una degenerada e irse…

—No, no, pero es que me cuesta, por momentos quiero, en otros momentos me digo si no me arrepentiré…

—Acercate papá, pero desnudo.

El padre obedeció, la verga enhiesta, venosa y un tanto gruesa y larga, bien apuntando hacia arriba apareció cuando se sacó el bóxer.

—Ve que me desea papá? Nunca vi una verga mas dura creo, a lo mejor así, pero mas dura no. Vení, por favor. Y nos contó que lo atrajo hacia ella y comenzó a frotarse toda contra él.

A continuación se arrodilló a chuparle la pija, que ya estaba “lagrimeando” pre seminal.

—Así papito mío, así, bien caliente lo quiero. Si voy a ser suya que valga la pena, mi amiga me dijo que los polvos con la familia son los mejores.

Él no hablaba, respiraba hondo y se dejaba llevar. La pija como hierro, las manos acariciando el culo y la concha de Mica, que se había parado nuevamente y le besaba el cuello.

De pronto él le buscó la boca, aunque con los labios cerrados, y Mica se le ofreció totalmente según contó, abriendo su boca y lamiéndole los labios. Raúl le manoseaba los pelitos recortados en V, y llegó a meter algún dedo en la concha ya húmeda de su hija.

Pasó a acariciarle las tetas, y ella se recostó mas contra él, poniendo uno de sus pies sobre la cama.

La invitación era evidente y el macho terminó de sobrepasar los escrúpulos de padre, arrimó su pija a la concha, la enfiló y la metió de golpe, con algo de trabajo dado el calibre de la poronga.

—Ahhh bramó Raúl al meterla finalmente! —Sííí Por fin! Gritó Mica.

Lo tomó de los hombros y lo obligó a caer hacia la cama, él encima, en misionero.

Cogeme cogeme suplicaba Mica.

A esa altura, Raúl bombeaba desenfrenado pero aún así atinó a preguntar:

—Adentro? Segura amor?

—Échela adentro y no me saque la pija, aunque se ablande déjela adentro.

—Ahhhh fue al parecer la exclamación del padre el volcar en ella toda la leche acumulada en tanto tiempo.

—Eran chorros calientes, nos dijo después Mica al reunirnos.

El padre cumplió el pedido de ella, le dejó la verga adentro aunque se ablandó un poco, y echado sobre ella comenzó a chuparle las tetas.

—Si papito sí, tomate mi leche también, le dijo al ver que ya el néctar brotaba de sus senos y era bebido por su padre con desesperación.

—No saben que manera de tomar teta, nos diría después.

Finalmente la verga se salió de la concha de ella, derramándose un poco de leche, que Mica, a esa altura ya descontrolada, lamió en la sábana antes de acostarse frente a frente con su padre, ambos de costado, para una larga sesión de besos, mimos y caricias que según Mica hacía que parecieran novios!

Ella lo masturbaba y él le acariciaba la espalda y la raya del culo, muy dulcemente. Se besaban. Inevitablemente, la verga de don Raúl comenzó a erguirse nuevamente, y fue el momento de que ella se pusiera en 69 para chupar pija mientras él le homenajeaba concha y culo con largos lengüetazos.

Cuando el miembro estuvo nuevamente a punto fue la hora de Mica montarlo, de frente a él.

Primero le refregó bastante la concha sobre la pija, luego llegó el momento de apuntarla en la entrada de la concha y en un solo movimiento, facilitado por la concha llena de leche, jugos y saliva, descender sobre la verga metiéndosela a fondo.

Le entró toda, una sensación hermosa diría Mica después. Ella se puso casi a saltar sobre él, subiendo hasta que la pija estaba al borde de salirse, y bajando hasta quedar pelitos contra pelitos, mientras él le acariciaba ya sea el culo, la cicatriz o le chupaba las tetas sacando leche y tomándosela.

—Me acabo! Gritó Mica, y entró en una seguidilla de gemidos y temblores.

Se recompuso, siguió subiendo y bajando hasta que las manos del padre apretaron la cintura y la mantuvo quieta, moviéndose él apenas y lanzándole de nuevo tres o cuatro chorros de semen.

Ella se dejó caer sobre él, lo mimó, él respondía con caricias y tomando teta, hasta que finalmente ella se bajó a limpiarle la pija hasta dejarla limpia y reluciente, sin rastros de leche.

—Papá! Nunca pensé que pudiera ser así, que manera de gozar!

—Amor, como me has hecho esto? Me has hecho descubrir algo muy escondido, y no sé como haré para reprimirme!

—Reprimirse? Reprimirnos? Quien habla de eso? Venga cuando quiera, definitivamente soy suya, mi cuerpo y mi mente son suyos igual que de mi marido, dudé, estuve sintiéndome mal, no sabía que hacer, pero éste es el camino!

Un mar de caricias mutuas los inundaba mientras él repetía “ gracias hija” “gracias hijita amorosa”.

Él le acariciaba la concha y todo lo que escurría iba a parar a sus dedos, que le daba a chupar a ella, y luego se besaban y seguía jugando.

Al final, visto que ya era casi el atardecer, se ducharon, cuidando de no mojarse el cabello para no despertar sospechas en la madre de Mica, se vistieron, Mica con una simple bata sexy, y entre mimos y besos y volvieron al living.

Allí sentado, los esperaba B, que había llegado al final del segundo polvo pero se contuvo y no entró al dormitorio al oír, cuando se acercó a la puerta de la habitación, los gemidos y mimos y la conversación amorosa de los nuevos amantes.

—Hola amor! Por qué no entraste?

—Hola amor! Hola Raúl! No entré porque al acercarme a la puerta oí que estaban muy ocupados, y quise que disfrutaran solos, ya habrá tiempo de estar juntos.

Raúl, nervioso, solamente atinó a decir: Mica me dijo que estaba todo bien, ella me incitó, me dijo que estabas de acuerdo…

—Obvio! No nos ocultamos nada, yo fui quien pensó primero que les gustaría, y creo que acerté.

Mica se sentó en la alfombra frente a B y le dijo algo así como: Cierto amor, y te agradeceremos siempre lo que nos has hecho descubrir. Creo que voy a ser una buena putita, de mi padre y de alguno que me pague.

—Debo irme, dijo Raúl, debo volver a casa. Puedo preguntarles algo? Podría volver? Fue solamente por hoy?

—Pero papi, ya se lo dije, vuelva cuando quiera y cogemos, venga lleno de leche, tenemos mas cosas por descubrir.

—Volvé cuando quieras Raúl, es nuestra, es mi mujer, es tu hija y tu amante, por lo que oí lo disfrutaron, y veo la sonrisa de ella y sé que quiere mas! Siempre serás bienvenido.

—Hijita, te vas a reír… debo cortarme los vellos? Igual tu madre ya no me ve…

—Sí, papito, sí, así impresiona todavía mas grande de lo que es, y quiero hacerle las chupadas de su vida y se chupa mejor depilado, como B.

—Bien, me voy, mañana aprovechemos el domingo y vengan a almorzar a casa y después ya se traen a la niña.

—Buena idea! Hasta mañana, dijo Mica, tenemos cosas que hacer con B ahora, ja ja. Y por cierto, que le va a decir a mamá que estuvo reparando?

—Uyyy sí, digamos una tostadora, que tuve que ir a comprar resistencias nuevas, y las conexiones de la bomba del lavavajillas, así en caso de que pregunte, contestamos lo mismo.

Lo atrajo, lo besó apasionadamente, y miró a B: Que feliz soy de tener el mejor marido del mundo. El mas amoroso y motivador, te amo. Y te amo a ti papi, me fui dando cuenta estos días y hoy lo confirmé.

Nuevo beso de lengua, esta vez a uno y otro, y: —Gracias de nuevo! Y acompañaron a Raúl gasta la puerta.

Piensan que eso fue todo? Pues no! Completaré el relato en una segunda entrega, que subiré junto a esta.

(9,50)