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Complaciendo a mi esposa (1)

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Mi nombre es Alejandro, tengo 43 años mi estatura es: 1.72 m, soy moreno claro, cuido mucho mi salud, hago ejercicio y soy originario de una provincia mexicana. Actualmente estoy casado desde hace más de 12 años con una bella mujer de 29 años llamada Andrea, es muy bonita de la cara, sus labios son redonditos, tiene cabello negro y largo, de piel apiñonada y posee grandes y hermosos ojos. ¡De cuerpo ella se conserva muy bien a pesar de que ya tenemos hijos, de los cuales no tiene caso hablar! Ella mide 1.69m, tiene unos pechos pequeños pero apetecibles, unas largas y grandes piernas las cuales ha trabajado muy fuerte en el gym durante los últimos años, obviamente posee unas pompas grandes redondas y bien paraditas dignas de una mujer a quien hay que hacerle el amor bien rico.

Durante toda mi vida he tenido la dicha de tener sexo con muchas mujeres hermosas, pero nunca había conocido a una persona como mi esposa Andrea. Desde que éramos novios me di cuenta que a ella, no le daba pena intentar cosas como darme sexo oral, ponerse ropa sexy cuando íbamos al hotel, hacer posiciones donde podía gozar al máximo su belleza y sin embargo cabe mencionar que ella era una mujer con un cuerpo muy delgado y casi no tenía pompis cuando éramos novios jejeje. Conforme fueron pasando los años, me di cuenta de cómo le iban creciendo las nalgas, sin necesidad de hacer ejercicio, fue ahí donde me di cuenta que ese era el regalo y la herencia de su abuelita! la cual también gozaba de esos privilegios, ¡pero, aclaro algo! “Nunca me llamo la atención la abuelita ni nada por el estilo” simplemente son cosas de lo más natural y que sin querer uno se da cuenta. Bueno sigamos y espero que les guste esta historia que es real y 100% verídica.

Desde siempre hemos tenido sesiones de sexo muy apasionado lleno de lujuria, ya que ella es una mujer muy fogosa. A ella le encanta hacerme sexo oral, le gusta estar arriba de mí y se mueve con una fuerza tan frenética que a veces no aguanto y tengo que decirle que pare tantito porque ¡ya me voy a venir! Me gusta ponerla de a perrito y disfrutar su culo ya que sus nalgotas son dignas de una diosa del placer y la lujuria. Estoy seguro, que soy la envidia de muchos ya que ella es mucho más joven que yo, está bien buena y me ama con todo su corazón. Sin embargo, siempre eh tenido una inseguridad muy grande respecto al tamaño de mi miembro el cual no mide más de 15 cm y tiene longitud normal, tanto que cuando mi esposa me hace sexo oral puedo ver como desaparece todo mi miembro en su boquita y se lo come como cualquier artista de las películas xxx.

Conforme fue pasando el tiempo me di cuenta que ella poseía una cavidad la cual yo no llenaba con mi miembro, por lo tanto, mis movimientos deben ser más frenéticos y cuando teníamos sexo yo terminaba antes que ella dejándola con ganas. También hemos tenido sesiones de sexo en donde la hago venir y le he provocado squirting en muchas ocasiones. Al pasar de los años comenzamos a explorarnos un poco más y comenzamos a ver películas porno para después acabar en sexo salvaje.

Cuando ya teníamos como siete años de casados, un platicando con ella; salió el tema de que, si en algún momento de nuestra vida habíamos probado marihuana, ¡yo le dije que sí!, ella también asumió que en sus años de estudiante, tuvo la oportunidad de fumar y después ver una película de miedo en su casa, me platico que fue un viaje muy raro, pero que si le había gustado la sensación de lo que había experimentado con la hierba. Para lo cual yo le comenté:

¿Y no te gustaría volver a repetir esa sensación?

-Si! pero un día que estemos solos, no me gustaría que se diera cuenta de ello.

Ok vere con quien puedo conseguir y fumamos.

¡Está bien que sea un día sábado entonces para que veamos una película de terror!

Paso algún tiempo y un día sin querer, llego mi suegra un viernes. Me dijo que si le prestaba a mis hijos para pasar un fin de semana con ellos.

Sin más el día viernes estuvimos mi esposa y yo solos, aprovechamos para hacer compras e ir a cenar. fuimos al centro de la ciudad a dar la vuelta y cuando pasamos por una sex shop, decidimos comprar un conjunto de lencería para ella. Al llegar a la casa le pedí que se lo pusiera. ¡Ella me dijo que no! que ya se había bañado en la mañana y que no quería volver a bañarse, además que ya era noche, que mejor descansáramos porque el otro día yo me tenía que levantar para ir al trabajo y ella al gym. Lo cual me pareció razonable, aunque yo ya traía unas ganas de verla con ese conjunto de lencería como no se imaginan. Nos acostamos, apagamos las luces y al darme la espalda repego con mi miembro esas nalgotas, pude sentir como las movía y las frotaba con mi pene que poco a poco se puso bien rígido. Al cabo de un rato ya estábamos en cucharita y yo le metía mi verga y ella jadeaba de placer, también recuerdo que ese día me dieron ganas de ponerle mis dedos en su boca y comencé a sentir como ella sacaba su lengua como queriendo chupar mis dedos, como si lo estuviera haciendo con un pene, eso me calentó mucho y no tarde en venirme, al cabo de unos minutos me quede dormido.

Al otro día me levante temprano y todo transcurrió normal, llegue a mi casa y ella me preparo de comer para que después fuéramos a comprarle ropa ya que con los hijos luego es muy difícil porque no se están quietos y no podemos concentrarnos en las tiendas y es todo un show hacer comprar con los niños gritando. Recuerdo que cuando estábamos viendo los tenis y al cabo de una hora ella no se decidía lo cual me empezó a desesperar y le dije que ahí se quedara y que yo iría a echar un vistazo a la tienda de música. Cuando entre a la tienda de música, me encontré a un amigo que era un marihuano de primera, había ido a comprar un disco y nos saludamos y aproveche para decirle que si no traía un poco de esa hierva y me dijo que ¡no! Pero que si lo acompañaba cerca de ahí… conocía a un wey que vendía. Y pues para no hacerles el cuento más largo me fui con el rápido comprar un poco de marihuana. Recuerdo que no tardamos mas de 10 minutos cuando ya estábamos tocando y comprando fue de ahí donde me despedí de el y decidí hablarle a mi esposa para decirle si ya había comprado los tenis:

Que paso amor ya te compraste tus tenis?

Ya amor!

Ok; entonces voy por ti

Espera! Solo voy por mi crema y ya vienes va?

Ok.

Ya sabia que el ir por su crema eran otros 15 minutos así que pues no queda de otra mas que esperar, de regreso pase por la sex shop y no se porque me dieron ganas de entrar otra vez y al ver los consoladores me di cuenta que uno solo era como una funda y le pregunte a la señorita que estaba ahí que eso que era? y me dijo que era una extensión de pene y que sirve para usarlo como condón y que además da al miembro más volumen y tamaño para un mejor placer. Entonces lo compre al mismo tiempo que compre una pastilla para mejorar el desempeño durante el sexo. Después de esperarla y pasar a la sex shop, nos encontramos y me dijo:

-Ya compré mi crema! ¿Y tú que compraste?

-¡Un poco de hierba para los dos! ¡Y para ti!… Un consolador (Y le enseñe lo que llevaba la bolsa)

- Alex! Te pasas jajaja.

- ¿Vamos a cenar?

– Si!

Estuvimos conversando y nos tomamos algunas cervezas, pasamos un buen rato disfrutando de nuestra compañía, hasta que decidimos que era hora de irnos. Subimos a la camioneta y me di cuenta que las cervezas ya habían hecho efecto… Llegando a nuestra casa después de cerrar la puerta, le di un beso y pude sentir como su lengua, me indicaba que mi esposa linda y hermosa, ¡ya venía caliente! ¡Nos seguimos besando y yo le apretaba sus nalgotas! Entonces le dije que se pusiera la lencería negra que habíamos comprado un día anterior...

Se metió al baño, y yo me puse la extensión de pene que había comprado. Me quede sorprendido al ver como se veía de grande mi bulto, también estaba pesado, sentí la longitud y me dio mucha confianza. Mi esposa tardo en salir de cambiarse ella ni siquiera sospechaba que mi miembro, había crecido y había aumentado su longitud. Pase de 14 o 15 cm a 22. Me abroché mi pantalón e hice un cigarro y me dispuse a esperarla con una película xxx.

Cuando salió del baño… Se veía hermosa, y bien cachonda, delante de mi tenia a una hembra, con ganas de que le dieran un cogidon... me quede con la boca abierta.

Ella: Como se me ve?

Se dio la vuelta, y vi sus nalgas cubiertas por la lencería, me dieron ganas de irme sobre de ella, pero me aguanté.

Yo: Te ves bien buena mi amor!

Prendí el cigarro y después se lo pasé jejeje… pude ver como le daba unas fumaditas, pero con eso nos bastó para ponernos bien calientes. Después de un minuto sentimos el efecto y con las cervezas que nos tomamos durante la cena, nos mareamos aun mas. Jejeje Nos desconectamos de la realidad y quedamos callados cerca de un minuto después comenzamos a ver la película xxx. La película era de un trio HMH, yo deje que acabara la película y cuando le le puse mi dedo índice, en sus labios y comenzó a chuparlo y mamarlo con los ojos cerrados, como si fuera un pene… Comencé a jugar un juego de roll y le dije...

Yo: Que ricas nalgas tiene “señora” ¿me deja morderlas?

Ella: Si joven!

Yo: Oiga señora y nadie viene aquí? no quiero problemas!!

Ella: No! nadie viene hoy

Yo: Entonces si me la puedo coger toda la noche?

Ella: Si!!! Hazme lo que quieras no te preocupes.

Le bese su espalda hasta bajar por sus nalgas, le quite la tanga, meti mi cara en medio de ellas y le bese su ano con la punta de mi lengua, (ella gemía). Me quite mi pantalón y playera quedándome en bóxer,

me puse nuevamente detrás de ella y bese su cuello y por primera vez le di un arrimon con la vergota que traía exclusivamente para ella. ¡Ella no dijo nada! no se si no se dio cuenta el tamaño de mi paquete, ¡yo creo que sí! sin embargo no dijo ni una sola palabra. Entonces tomé su mano y la puse en mi pene gigante, el cual estaba cubierto por la extensión y ella comenzó a masturbarme, mientras yo masajeaba su clítoris.

Yo: Te gusta mi pene señora?

Ella: Si!! me gusta!! me encanta tu vergota papi!

Yo: Me la quieres chupar?

Ella: Si!!! déjame chupartela!

Yo: es toda suya.

Se la acerque a su cara sin quitarme el bóxer y ella sacaba su lengua, chupaba mi bóxer, se notaba claramente que estaba llena de lujuria y en sus ojos veía a mi querida esposa bien fascinada con nuestro nuevo juguete grande y grueso, estábamos solos en nuestra casa jugando a un juego de roll y cada uno dejaba ir su mente como si se tratase de algo real con un extraño, ella cerraba sus ojos y con el efecto de la hierba pudo escapar de su realidad y disfrutar del juego de roll.

¡La jale de sus manos hacia mi! Y le di un beso apasionado, rosábamos nuestras lenguas, luego besé su cuello y ella solo gemía de placer… Me dispuse darle unas ricas chupaditas en su conchita mojadita, baje por su pelvis y pude sentir el dulce y saladito sabor que desprendía, le pasaba mi lengua por todos lados muy despacito y luego subía a su clítoris, estuve un buen tiempo gozando su conchita. Después la giré y pude ver nuevamente esas pompis, que me enloquecen, las mordía y besaba, le pasaba mi lengua en su ano y le daba nalgadas. La puse en posición de perrito y mi esposa encantada porque se iba a comer una verga de 22cm. Le metí la puntita muy lentamente haciendo movimientos pequeños, le daba nalgadas, se las deje bien rojitas de tanto pegarle y le dije:

Yo: Te gusta mi vergota señora?

Ella: Si me encanta joven!! ,me encanta esa vergotaaaa uuufgh

Yo: Te la meto toda?

Ella: mmmm aahh si!! Pero poco a poquito joven!! La tienes muy grandeee aaagh

Yo: disfrútela señora porque me la voy a coger toda la noche

Ella: Si! Toda toda la noche quiero sentir tu vergotaaa aghhh!!

Yo: Pero esta segura que no viene su esposo?

Ella: jajaja

Yo: (nalgada fuerte) Le hice una pregunta?

Ella: aaay No!!! No viene!

Yo: Segura?

Ella: si joven, no viene, estoy segura!

Yo: Entonces disfrute de mi vergotaaa!

Ella: Si papito métemela toda bien rico, coogeme!! Mmmmm uuufghh

Cuando se la metí toda y comencé a moverme lentamente, fui subiendo poco a poco la intensidad de mis embestidas, empecé a moverme rápidamente y a darle unos metidones y pude escuchar como se quejaba de placer, vi como apretaba las cobijas con sus uñas disfrutando como nunca, empezó a gritar de placer y decía “métemelaaa papi así así… aggh aghhh mmmm.... métemela no pares!!! Dame toda tu vergaaa ohhh!! por favor aggg” Unos minutos después saque mi pene, le di la vuelta, levante sus piernas en mis hombros y se lo meti todo de un solo golpe!! fueron pocos los segundos que pasaron cuando sentí el squirting que le estaba provocando. Saque mi pene de su conchita y se lo puse en su boca para que mamara y después le metí otra vez la vergotaa y le provocaba otro squirting, después fue otro, y otro y otro ¡y no se cuantos mas! hasta que sentí que ya no aguante y me salí para derramar mi lechita en su cara!

Ese día quedamos super cansados y le pregunte si le había gustado jugar asi. y me dijo que mientras solo fuera un juego no había problema!

Después de esa noche, mi esposa y yo nos volvimos más abiertos en el sexo, cada que podíamos dábamos rienda suelta a nuestro placer, las fantasías y jugar a los juegos de roll fueron parte de nuestra esencia, los juguetes de la sex shop que adquirimos se convirtieron en nuestros cómplices de noches le locura y placer. Se podría decir que experimentamos casi todo lo que los esposos pueden probar.

Por otro lado, mi esposa se inscribió al gym y después de cinco años se fue poniendo más y más buena, el ejercicio dio grandes resultados y esas nalgotas comenzaron a crecer de una forma tan hermosa que a donde quiera que íbamos, siempre llamaba la atención de los hombres, muchas veces vi a más de uno, pillándola y comiéndosela con la mirada, aunque ella no usara ropa sexy en la calle. Simplemente llamaba la atención por su físico y su hermoso rostro.

Un día sin querer le dije:

-Oye amor la dieta y el gimnasio me salen muy caro ehh, y al final yo no gano nada.

- Hay amor, ¿apoco no te gusta que este buenona y que me disfrutes?

- Si amor si me gusta, solo que siempre usas ropa floja y no te veo muy bien.

-Pues si me visto así, es porque luego hay hombres muy groseros.

-Tú no te fijes en eso amor, no te estoy diciendo que te vistas como una piruja, solo que si me gustaría, ¡que la ropa que usas este un poco más pegadita!

-Pues un día acompáñame cuando me valla a comprar ropa y me dices cual te gustaría que me compre, va?

-Yo, sí!

Y así pasó, ahora cada que íbamos de compras yo la acompañaba a comprarse ropa, le escogía prendas de calidad, que hacían verse de forma educada y al mismo tiempo que marcaran esas curvas que tiene. Le compre vestidos formales y pegaditos, faldas un poco cortitas, pantalones entallados, y mucha lencería. Sobre todo, me gustaba mucho como se veía con un pantalón blanco que usaba con una tanga que se le transparentaba un poquito jejeje. También la acompañe a comprar ropa deportiva para que pudiera ir al gimnasio y ella se sintiera mas bonita y sexy.

Los resultados no se hicieron esperar, muchos hombres se volvieron super educados con ella, sobre todo el instructor del gimnasio quien era un chavo más o menos de su edad. Recuerdo que en una ocasión estaba lloviendo muy fuerte y le dije que me quedaría más tiempo a trabajar y que no podría ir por ella al gym, como normalmente lo hacía. Ella no llevaba dinero, para el taxi, ni tampoco iba a esperar el camión por la fuerte lluvia. Me preguntó: ¿Y ahora como le hago para irme? Le dije que pidiera de favor a su instructor, si la llevaba a casa y que yo le pagaba la gasolina. Al poco tiempo sonó mi celular y era mi esposa comentándome lo siguiente. Oye me dijo Roberto (el instructor) que si me lleva pero que espere a que cierre el gym porque no puede salir en este momento. El gym lo cerraban a las 10 pm normalmente, para ese entonces ya pasaban de la 9. Le dije a mi esposa que no había problema, que lo más importante era que ella llegara segura a casa.

Ella asintió. Enseguida, me llego un mensaje de mi jefe que decía... “Ya vete a descansar, mañana le seguimos”. Así que arranqué el coche y me fui al gimnasio para caerle de sorpresa a mi amor. Cuando llegue eran las 9:30, me sorprendí al ver que el gym ya estaba cerrado y solo estaba el coche de Roberto, pensé que seguramente acababan de cerrar y ya no tardarían en salir. Le marque al celular, de mi esposa y no me contesto, hasta la tercera llamada.

-Bueno?

-Hola amor que haces?

-Estoy en el gym esperando a que cierren y tú?

-Ahhh; pues aquí en el trabajo aun (así le dije para ver que me decía)

-Órale amor, pues Roberto ya casi va a cerrar, cuando valla para la casa te aviso ¿vale?

-Si amor.

Espere y espere, desde las 9:30 y hasta las 10:15 salieron del gym. Observe como ella se subió rápidamente al coche mientras Roberto cerraba las instalaciones. Por la lluvia, no notaron que yo estaba a lo lejos, con el coche observando “todo parecía normal”. ¡Pero yo por dentro sentía celos y coraje! Mientras me preguntaba “¿Porque tardaron tanto en salir?” Después, sonó mi celular.

-Bueno!!

-Hola amor ya voy para la casa.

-Si amor, está bien con cuidado. Yo también ya voy de salida, entonces llegaremos casi igual.

-Si amor!

-Dile a Roberto que no se valla a ir que me espere para darle lo de la gasolina.

-Si amor yo le digo!

-¡Oye amor, pero no te vayas a quedar en el coche platicando con él, porque luego los vecinos son chismosos. Si llegas antes... hazlo pasar a la casa!

-Si amor.

Los seguí con mi coche hasta nuestra casa, todo seguía “normal”, doblaron la calle para llegar al domicilio, Roberto estaciono el coche justo fuera de la puerta de mi casa y mi esposa se bajó, se despidió con un beso en la mejilla y saco las llaves para abrir la casa. Entonces llegué y ella dijo... ¡Mira ya llego! ¡Me baje y salude a Roberto y le di las Gracias por ayudarnos! El me dijo, que no me preocupara, que tampoco le pagara la gasolina. Se despidió muy gentilmente y se fue!

Entrando a mi casa, saludé a mi esposa y le di un beso, los dos dijimos que veníamos muy cansados y que nos dormiríamos después de cenar. Ya en la noche al estar a solas me dijo ¡que se sentía muy sudada, que se iba a enjuagar el cuerpo para dormir bien! Entro al baño, se quitó la ropa y se comenzó a bañarse. Yo aproveche para entrar al baño con el pretexto de lavarme los dientes y aprovechar para salir de mis dudas. Entré, ella tenía la cortina de la regadera, no me podía ver, voltee y vi su pantalón y su tanga en el bote de la ropa sucia, lo tome en una pequeña fracción de minuto, lo mire y me di cuenta que la tanga negra, estaba empapada de los fluidos de mi querida esposa. Me fui de nuevo a la recamara y la cabeza me daba vueltas, no podía estar tranquilo, sentía que ella había tenido relaciones con su instructor, se habían fajado, o algo así.

Salió del baño, después entre yo y nuevamente vi su tanga mojada, la olí, me di cuenta que ese líquido que venía de su vagina era como cuando tiene un squirt, entonces con mi lengua chupe la tanga y me di cuenta que era salado, transparente y me sabia como cuando yo le hacía sexo oral, Sali del baño apague las luces y me acosté. Yo sentía celos y tenía ganas de reclamarle, pero al poco rato me tranquilice, porque yo se que ella me ama y que ningún hombre puede bajarme a mi esposa. Después se me empezó a poner dura la verga al imaginar cómo se la cogía su instructor, asi que en la posición de cucharita, le chupe su nuca y ella se movió como retorciéndose del placer. Le dije:

-Amor!

-Mande amor?

-Quieres verga? (Y le pegue mi miembro en sus nalgas.)

-ayyy, ¡sí! ¡Si quiero!

Me puse detrás de ella y sin más ni menos la penetré y me di cuenta que su vagina ya estaba mojadita y lista para que me la cogiera, Por el coraje o la excitación la empecé a penetrar fuerte y ella jadeaba y me chupaba mis dedos como si fueran una verga. Yo disfrutaba de sus nalgotas e imaginaba como el instructor se la cogía, no tarde mucho en venirme.

Al otro día en mi trabajo, ya con más calma y la mente despejada pensé “No debería enojarme, todos sabemos que una mujer hermosa siempre va a tener quien se la quiera follar. Además, yo tengo la culpa por dejarle vestir así, sé que ella no me dejaría por ese wey”.

Pasaron algunos días y entonces le dije:

-Amor se ve que el instructor es buena onda no?

-Si amor, es muy respetuoso, y siempre me ayuda con mis rutinas. Pero con todas es super respetuoso.

-Pues yo estoy en deuda con él. Ese día te dije que lo invitaras a pasar a la casa para invitarle un trago.

-¡Hay amor si, lo se! Pero pues, eso no se lo dije. ¿Cómo crees que voy a invitar a un hombre si no estás tu?

-Amor yo no tarde nada en llegar ese dia!

-Si pero no es bueno que una mujer meta a un hombre a su casa.

-¿Porque no?

-Pues porque luego se mal interpreta.

-Eso si ¡tienes razón! Pues ojalá algún día podamos tomar una cerveza o algo.

-Si gustas lo invito un dia de estos.

-Invítalo el viernes.

-Deja le pregunto vale?

-Si amor!

Se llego el viernes y al llegar a mi casa me di cuenta que mi esposa había preparado ya la cena, al verla se veía chulísima, tenía puesto, un pantalón de piel negro que se le ajustaba mucho y que hacía resaltar sus pompis, suéter de color negro un poco escotado. Yo me metí a bañar me cambié y me puse guapo. ¡Cuando llego Roberto mi esposa se miraba muy feliz! lo invitamos a pasar, cenamos y nos tomamos un Wiski, y estuvimos así, por un par de horas. Me platico que era soltero, que no tenía novia porque acababa de terminar con ella. ¡Y muchas otras cosas más! La verdad a mí me pareció muy tranquilo, educado y respetuoso.

Entonces le dije:

-Roberto! ¡Te encargo mucho a mi esposa, entrénala muy, muy fuerte!

-sí señor no se preocupe así será.

¡Ella solo me volteo a ver! Al poco rato se fue Roberto y ella me pregunto ¿porque le dijiste a Roberto que me diera un fuerte entrenamiento?

-Pues si amor, lo que quiero es que te pongas más sabrosa y que esas nalgotas se pongan más duras. Además, él es respetuoso y le puedo confiar que te cuide para que no te vayas a lesionar.

-Este bien amor yo le voy a echar más ganas en el gym. ¡Gracias!

Y así comenzó todo, el y ella se volvieron los mejores amigos, cuando él podía la traía a casa, le ayudaba a hacer sus ejercicios, sobre todo los de pierna. Se ponía detrás de ella y le ayudaba a mantener el equilibrio por el gran peso que le ponía a las barras. Aunque yo sabía que posiblemente ella me estuviera engañando, ya no sentía celos, al contrario cuando ella regresaba del gym, yo me sentía excitado. Nuestras relaciones mejoraron bastante y su cuerpo aún más.

Un día mi sobrino de 5 años, le dijo si le dejaba jugar con el celular, ella se lo prestó. Al cabo de unos minutos mi esposa salió a la tienda y dejo al niño solo con el celular. Cuando ella salió le pedí el celular al niño solo unos segundos “para ver la hora” jejeje.

Entonces entre a su carpeta de fotos privadas donde yo sabía que tenía fotos en tanga, escogí una no tan provocadora y se le mandé a Roberto. Rápidamente puse el celular en modo avión y se lo regresé al niño. Cuando ella regreso yo seguía normal como si nada hubiera pasado jejeje.

Después en la noche ella me dijo:

-No manches!

-que amor?

-te vas a enojar!

-por qué?

-ve lo que hizo este chamaco! ( Y me mostro la foto que había mandado).

-Ay amor yo no sé, para que prestas tu teléfono!

-no manches que va a decir Roberto?

-pues ya le dices la verdad y ya!

-Oye... no te enojes amor!

-no, no lo estoy, además él siempre te ve empinada agachándote y así, no creo que se impresione!

-jajaja pues sí, pero me da pena.

-Pues ya ni modo lo hecho, hecho esta. Pero háblale de una vez y explícale!

-Me da pena.

-Pues sí, pero háblale porque no tiene que divulgarse esa foto.

-Si está bien!

Entonces tomo su celular y le marcó.

-Roberto?

-SÍ.

-oye mi sobrino te envío una foto que no te debió llegar.

-jajaja si ya me di cuenta.

-Estoy con mi esposo. Él sabe de esto y pues te pido por favor que la borres y me disculpes.

-No te preocupes lo hago de inmediato!

Después le pedí a mi esposa, que me lo pasara por teléfono...

-Roberto?

-Que tal señor ¿cómo esta?

-muy bien Roberto, antes que nada, una disculpa es que el niño pues envió esa foto. La verdad es que esas fotos yo se las tome a mi esposa para ir evaluando los resultados del gym y te felicito! Sin embargo, el niño al mover las aplicaciones te la mando sin querer. Espero no incomodar y nuevamente una disculpa.

-No tiene por qué disculparse señor. En este momento la borro.

-Gracias Roberto me caes muy bien y pues gracias por tu gran amistad.

-Si está bien señor! ¡Buenas noches!

-Buenas noches Roberto.

Después de aquel suceso me di cuenta que mi esposa me era fiel, porque de ser otra persona, me hubiera ocultado lo de la foto. ¡La abracé y le dije que la amaba con todo mi corazón!

Los meses transcurrieron y Roberto se fue convirtiendo en más que un amigo, a veces lo invitábamos a cenar o hacíamos actividades junto con él. A veces iba con una muchacha, luego con otra y así... se notaba que era un mujeriego de primera. Pero con mi esposa nunca vi nada raro.

Un día, al final de una fiesta que tuvimos en mi casa, nos quedamos solos los tres tomando unos tragos. Ya en confianza y al paso de las copas, me pidió permiso para bailar con mi esposa. Yo accedí y puse una música de salsa. Ellos bailaron como tres canciones y yo hice como que “tomaba mucho y después que ya me estaba durmiendo”. Entonces me levanté y me fui a acostar sin decir nada. Ellos me alcanzaron rápidamente y mi esposa me pregunto ¿que a donde iba? y yo dije cosas sin sentido y actúe como si de verdad ya no pudiera más con el alcohol. Lo que no sabían era que yo había dejado mi celular grabando en un lugar estratégico. Cuando me acostaron Roberto le dijo a Andrea:

-Ya me voy.

-Si está bien.

-¡Espérame en la sala y te acompaño a la puerta, nada más déjame acostarlo!

-Si, no te tardes.

Andrea me acostó, salió a de nuestra recamara y cerró la puerta con cuidado. Pasaron como 10 minutos, subió mi querida esposa, se quitó la ropa, se lavó los dientes y se acostó. Después de unos 15 minutos me levanté fingiendo que aún estaba super borracho y fui a la cocina por algo de refresco porque tenía mucha sed.

Tomé mi celular y vi algo que me dejo en petrificado.

Mi celular alcanzo a grabar el momento exacto en donde ella va bajando las escaleras y él está esperando, caminan hasta donde ya no se ve desde nuestra recamara y se dan un beso, luego el la besa del cuello y le agarra las nalgas. Ella lo hace para atrás como diciéndole que ahí no hiciera eso. El le dice algunas cosas que no se alcanzan a escuchar, y luego se saca la verga y pude ver que la tenía grande y gruesa. Vi que ella le empieza a masturbar mientras el le da besos en el cuello y le sigue tomando por las nalgas, después ella se bajó, se colocó frente a esa gran verga, y comenzó a mamarla con mucha lujuria el cerraba los ojos y le sujetaba su cabello. Claramente se vio que las mamadotas que le dio mi mujer a Roberto, lo hicieron sentir en el cielo y rápidamente comenzó a venirse. Ella dejo que él se viniera dentro de su boca, se comió su semen y lo despidió.

Estaba más que claro, que ellos ya cogían desde antes. Entonces escuche:

-Alex, estas bien?

-Si ya voy para arriba.

-ok

Subí super caliente y me hice el borracho, me desnudé por completo y mi esposa al ver mi erección me dijo:

-Ay Alex....

-Que amorcita?

-Lo tienes bien parado!

-jajaja es normal.

-Mmmm que rica verga tienes mi amor

-¿Quieres?

-¡Ya sabes que sí!

Y se lo acerque a su cara, ella abrió su boquita, saco su lengua, cerro sus ojos tiernamente y comenzó a mamármelo bien ricooo. Con su lengua subía y bajaba, se lo metía adentro y movía su cabeza atrás y adelante, con su mano masturbaba mi tronco y le daba besitos a la cabecita de mi pene, yo estaba a punto de explotar pues me daba cuenta lo mucho que le gustaba mamar la virilidad de los hombres a mi querida esposa, me di cuenta que era la mejor mamadora de verga que había conocido, me daba cuenta que media hora antes ella había mamado la verga de otro y no se cansaba de mamar. Hasta que derrame mi lechita dentro de su boquita....

Ella se comió todo mi semen. ¡Obviamente! Yo no la iba a dejar con las ganas. Me pegue a sus pompas y al cabo de un rato ya la estaba penetrando con mi verga bien parada y diciéndole que me gustaban sus nalgas, que había hecho crecer en el gym. Le di una nalgada y gimió, entonces tome una pequeña bandera que teníamos en el cuarto, le quite la varita y le pegue en sus nalgotas, grandes, carnudas y redondas, la puse de a perrito, la amarré de los brazos a la espalda, con la cara en la almohada y vi su colita bien indefensa jajaja. Tome nuevamente la varita y le di golpecitos que al principio le gustaron, pero poco a poco subí la intensidad y le di varias nalgadas y ella seguía gimiendo, baje mi cabeza y le hice sexo oral mientras ella seguía en posición de

perrito, lamia a mi esposa desde su raja hasta su ano y luego bajaba y sentía como le escurría el líquido... Saque del cajón la extensión de pene que tenia y que me lo hacía crecer de 15 a 22 cm. Luego me puse un condón y la empecé a penetrar fuertemente, mientras ella gritaba de placer ah, ahh ahhh. Tome la varita y comencé a darle sus nalgadas cada vez más fuerte, se las deje bien rojitas de tanto pegarle con la varita, mi esposa se quejaba y sentía el placer de la fuerza de un hombre sobre de ella, gritaba y gemía de placer, desconectada de la realidad... oh, ohhh, , uhhm.

Hasta que empecé a escuchar que me decía oh, ¡ya no!, ya no! Agggh... ¡¡Ya no aguantooo!! Yahaa!!! Uuugf.

¡Pero yo no paraba cada vez se lo metía más fuerte y ella se seguía quejando y gimiendo de placer ya amor yaaa! Ya papiii... yaaa, mmmm. La voltee subí sus piernas en mis hombros y ella seguía con las manos amarradas en la espalda y la tome fuerte de sus muslos y se lo metí de un golpe...

Mmmm, yaaa! ouhhh.

Y llego el primer squirting que me mojo todo mi vientre, luego otro, y otro y otro. Ella decía:

Yaaah, no! Oooh, ohhh. Me voy a desmayar. En serio que fueron mas de 6 squirt los que tubo esa noche. Yo ya no aguate más, me quite la extensión y me empecé a jalar la verga, mientras veía su cara cansada, con sueño. Le acerque mi verga en su boca. Mi esposita saco la lengua y nuevamente derrame mi lechita en ella. Algunos le cayeron en su lengua otros en sus mejillas, otros en sus pechos.

Se dejo car sobre la almohada, se volteo, me dio la espalda y me pego sus nalgotas de diosa, en mi verga rosada y flácida. Y nos quedamos dormidos.

Continuará.

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