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Cuando fui asistente de una madura (2)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

S: ¡¡Que rica estás!! 

C: ¡¡Ah!! ¡¡Uhm, uhm!!

S: Mi mama si que sabe escoger ¡ricas putas!

C: ¡¡Ah!! ¡¡La tienes riquísima!!

Estaba yo en cuatro recibiendo la verga de 23 cm de Santiago, el hijo de Margaret, el muy cabrón me estaba rompiendo el culo de una manera ¡salvaje y rica!

S: toma puta, uhm, ¡¡ah!!

C: ¡¡¡Que rico, ah!!!

Su semen me lleno todo el culo, aun goteando me jalo el cabello y dirigo su verga a mi boca para que se la limpiara y me tragara hasta la última gota de leche que escurría de el.

S: Esta fue una rica velada, oye te veo el sábado en mi departamento ¿te parece?

C: ¿El sábado? no puedo, es el cumpleaños de mi hija, no puedo ir.

S: ¡Bueno! Tal vez tu marido deba enterarse que te coges a tu jefa, ¡jaja!

C: Está bien, haber que me invento, ahí estaré.

Mi relato anterior les hable como me volví amante de mi jefa, todo iba muy bien hasta que su hijo mayor, Santiago, nos descubrió.

Nos hizo un escándalo, amenazó con difamarme, su madre me dijo que fuera hablar con él y negociar, el muy maldito me pidió las nalgas a cambio de su silencio, así que desde ese día era la puta de su madre y la de él.

Él me citó el sábado a su departamento y pese a que era el cumpleaños de mi hija tuve que inventarme algo bueno y cambiarlo para el domingo, por suerte mi hija aceptó, así que me arreglé y fui al departamento de Santiago.

Me puse un traje de minifalda gris que me gusta mucho, me encanta como resalta mi figura, ademas que mis muslos quedan al aire, me encanta ese traje y lo acompañe con unos tacones negros.

Llegué a la casa de Santiago, él abrió, bebía una cerveza extranjera y vestía un traje, se veia muy bien.

Santiago en ese momento tenía 24 años, era alto, medía 1.90 cm, fornido, piel morena, ojos claros, todo un carita, sin contar que tiene una verga grande, gruesa, de esas que me gustan.

S: Me da gusto que vinieras.

C: ¡Casi me obligaste! no espera, ¡me obligaste!

S: ¡¡Jaja!! Que hermosa te ves, pero ponte cómoda, estamos esperando a alguien, mientras ¡bebe!

Sus palabras me hicieron enojar, el muy maldito había invitado a alguien, seguro un amigo, ahora no estaba lista para doble penetracion, pero ni hablar, quien me manda a meterme en líos.

Bebí un par de copas, él estaba a mi lado acariciándome las piernas y me pedía que le acariciara la verga, me besaba el cuello y los labios, admito que besaba muy rico.

Me recosto en el sofa y bajo a mis piernas, las besaba sensualmente, levanto mi falda y comenzo a hacerme un rico ¡sexo oral!

C: ¡¡Ah!! ¿No que esperábamos a alguien? ¡ah!

S: No puedo esperar a comerme tu rico ¡¡coño!!

Su boca devoraba toda mi concha, yo me retorcia de placer, a pesar de estar siendo extorsionada me la pasaba muy rico con Santiago.

Sus dedos entraban a jugar con mi clítoris, su lengua estaba en mi culo saboreandolo todo, entrando y saliendo haciéndome gemir ¡fuerte!

C: ¡¡¡Ah!!! Que rico, Santiago, ¡¡uhm!!

S: ¡¡Adoro lo puta que eres!!!

Su lengua, sus dedos, todo lo que hacía me estaba haciendo tener un rico orgasmo, me retorcí como lombriz ¡y me vine en su boca!

Abrí mis ojos mientras respiraba agitadamente, ¡me quedé anonadada y sorprendida cuando vi a Margaret a lado de su hijo sonriendo y perversa!

M: Vaya que se la pasan ¡¡super bien!!

C: ¡Mar… margaret!

M: Tranquila cariño, no estoy aquí para detenerlos, al contrario, solo vengo por diversión.

Ella sonriendo se desabotonó su falda y la dejó caer, justo en ese momento Santiago se acercó a ella y ¡comenzaron a besarse!

Me quedé muda y con la boca abierta, Santiago y Margaret se besaban apasionadamente, sus manos apretaban con fuerza las tetas de su madre ¡mientras le arrimaba su rico palo en las nalgas!

M: ¿Que pasa cariño? ¡No te quedes ahí!

S: Vamos nena ¡únete a la fiesta!

Santiago le quitó la blusa a su madre y le besaba la espalda, noté por sus gestos que Margaret lo disfrutaba, no se cuanto tiempo llevaban haciendo eso pero me excite demasiado y comencé a desnudarme por completo.

Me acerque a la inusual pareja y los bese a ambos primero a la madre y después al hijo, Margaret me acariciaba las nalgas y me mordía los pechos mientras Santiago me metía su lengua ahogándome.

Ambas desnudamos a Santiago, recorrimos todo su deliciosos cuerpo, él grababa la acción, no me incomodaba para nada ser grabada mientras mi lengua se dirigía a su dura verga.

Margaret la tomó con sus manos y me tomó del cabello dirigiéndome a la punta que escurría riquisimo, yo abrí mi boca y comencé a succionar sus jugos, mientras Margaret me besaba el cuello y mis tetas.

S: ¡¡Que rico chupas!! Uhm, ¡¡agh!!

M: Si, Cindy es una tragona, ¡jaja!

Margaret comenzó a chupar las bolas de su hijo mientras yo me ahogaba metiéndome todo lo que me cabía de su verga, él solo grababa y gemía del placer que su madre y yo le generamos.

Ahora yo le chupaba sus bolas y su madre tragaba su verga, en el inter nos besábamos apasionadamente y luego ambas besabamos su verga con nuestras lenguas, el solo se retorcia y gemia riquísimo, coloque su verga en mis tetas y lo masturbaba y chupaba al mismo tiempo, Margaret se puso detrás mio abrazandome y llevó sus dedos a mi clítoris apretandolo con fuerza haciéndome gemir ¡mientras me comía el pene de su hijo!

S: ¡¡Que rico, agh, ah!!

M: ¿Te gusta hijo?

S: Ah, máma que rico es coger contigo y la puta que conseguiste ¡lo chupa de lujo!

Santiago no aguanto mas y comenzo a venirse en nuestras caras, ambas abrimos la boca y tragabamos su rico semen, Margaret y yo nos besabamos con el semen en la boca, Santiago sonriendo grababa el momento, después de eso nos fuimo a su cama.

Ya en la habitación, me acosté boca abajo y Margaret me besaba de cuello a mis talones, su lengua recorría cada parte de mi, yo estaba super humeda.

Santiago se colocó detrás de su madre y mientras Margaret me besaba las nalgas su hijo le abrió las nalgas y le chupaba su rico y apretado culo.

C: ¡Ah, uhm, que rico!

M: ¡Mmm! Asi Santi, comete a máma.

Me di la vuelta y tomé de la cabeza a Margaret llevándola a mi concha mojada, ella sedienta bebió todo mi néctar y me hacía gemir de placer, mientras su hijo le comía su culito y su coño.

C: ¡¡Ah, uhm, agh!!

M: ¡Me encanta tu vagina, es tan rica!

Santiago se puso de lado y volvió a grabarnos, esta vez me deje llevar por mis deseos y acosté a Margaret para comermela toda, mi boca no quería despegarse de la suya, mis manos buscaban sus grandes tetas, bajaba lamiendo su abdomen para comerme su rico coño.

S: Así, comete a mi máma, Cindy, ¡que puta eres!

M: Ah, me encanta Cindy, uhm, agh, ¡ah!

Yo no dejaba de lamer su coño, su clítoris era mio, Margaret se retorcía, mientras Santiago ya estaba duro como iceberg.

Me puso a cuatro patas y tomándome del cabello empezó a penetrarme riquísimo, mientras yo ¡seguía comiéndole el coño a su madre!

Mis gemidos eran de placer único, Santiago me la metia y sacaba con fuerza, me daba de nalgadas, empujaba mi cabeza para que devorara a su madre mientras tanto Margaret disfrutaba de mis dedos ¡en su culo!

Margaret se puso a cuatro a lado mio y mientras nos besabamos Santiago me penetraba a mi y luego a su madre, una metida y una metida, era lento pero placentero.

S: ¡¡Que ricas están, uhm!!

M: Así hijo, mata a mami con tu verga, ¡uhm!

C: Si, uhm, que rico, ¡¡uhm!!

Santiago era todo un semental y mientras en ocasiones embestía con fuerza a su madre a mi me tenía empinada metiéndome los dedos y luego al revés, yo disfrutaba de su rica verga en mi, mientras a su madre le mete cuatro dedos con fuerza.

C: ¡¡¡Santiago!!! Mas, dame mas, ¡¡agh!!

S: ¡¡Asi putas!! Que rico gimen, tengan, uhm, ¡¡tengan!!

M: ¡¡Agh!! Esto es el cielo, ¡¡¡ahg!!!

Margaret no tolero más y se vino en un squirt de lujo, yo aun estaba firme y mientras margaret estaba tumbada retorciéndose de placer, me acosté en la cama boca arriba levante mis piernas y jale a Santiago, el respondio metiendomela con fuerza, besándome y mordiéndome, Margarte se puso a lado de nosotros y nos besaba, Santiago levanto mis piernas y besaba mis pies mientras su madre me mordía los pezones.

M: ¿Te gusta? ¿Cindy, estás disfrutando?

C: Me encanta, agh, uhm, seré su puta, cojanme para siempre, agh, uhm, ¡¡ah!!

S: ¡¡Bien dicho, uhm!!

En un riquísimo patitas al hombro recibí la verga de Santiago, Margarte me metia sus dedos en mi culo y no dejaba de lamer mis tetas, de vez en cuando se besaba con su hijo, ¡que momento mas pervertido en mi vida!

C: ¡Llename de tu semen, damelo papi, dame tu leche!

M: ¡¡Correte hijo!! ¡Dejala llena de ti!

S: Como gustes perra ¡¡aquí voy!!

Me embistió con fuerza y mientras yo gritaba de placer él comenzó a venirse, su leche salía con fuerza, yo sentía, llegaba a mi garganta, yo también me vine expulsando chorros de placer, ¡¡el mejor orgasmo de mi vida!!

Terminamos acostados besándonos los tres, luego él se acostó y como hienas hambrientas su madre y yo devoramos su rica verga hasta dejarlo seco.

S: Que rico, mmm, ¡son unas putas!

C: ¡¡Me encanto!! ¡Están locos! ¡Pero me gustó!

M: Y esto apenas comienza cariño, apenas comienza!

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