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Descubriendo mi sexualidad (parte 1)
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Acababa de fallecer mi perrita. Ya 10 años con ella y me sentía terrible. Era parte de la familia. Y al otro lado del cuarto se escuchan unos gemidos; constantes, ahogados y el empujar de una cama de madera, algunos susurros que se podrían descifrar como groserías. No estaba de humor y sólo quería dormir pero esta mezcla de tristeza con enojo y algo de excitación me estaba volviendo loca. Después de varios minutos se detuvieron.

Al otro día que me desperté vi salir a mi sobrino. Realmente es sobrino político, es nieto de la hermana de mi padre. Algo enredado lo sé. Me saludo ya que salimos casi al mismo tiempo y yo saludo pero estaba molesta aún, no había dormido correctamente.

Fui los restos de mi perrita que crearon. Llegue a casa y empece a llorar, mi hermana me consola un poco. A partir de ese día me sentía sola. Ni mi hermana ni yo no habíamos casado. Sin embargo ya teníamos hijos pero nuestras parejas no vivía con nosotros. Que extraño en estos días (sarcasmo).

Empece a salir con mi hermana de viaje para distraernos, ella igual estaba triste porque la casada se sentía sola. La verdad es que nos sirvió porque nos acercamos un poco más. Nunca fuimos tan unidas a pesar de haber vivir toda la vida aquí.

En esas vacaciones estuvimos en la playa. La verdad nos sentó muy bien a amabas. Aunque también, por lo menos yo, me di cuenta que mi cuerpo ya no era el mismo. Oscar, el hombre con el que salía y a veces se quedaba conmigo a dormir, no era la gran cosa es la verdad. Es más bien muy pasivo y en la cama algo tibio. Pero a mi edad tener alguien a mi lado ya es como ganancia. O eso pienso. Mire mi cuerpo mis caderas aunque algo grandes ya tienen algo de estrías y celulitis, no soy perfecta. Aunque eso si mis nalgas son carnosas. Tengo algo de pancita y soy bajita. Mis senos son pequeños, diría la talla pero igual ni saben, son como del tamaño del unas toronjas normales.

Estuvimos en la alberca, ambas llevábamos shorts y playeras con un bikini de bajo. Muy de señora no? Si es lo que somos. Nos metimos al mar una hora más tarde y como es de suponer, salimos mojadas. Ahí encontramos una pareja de chicos. El chico se me quedo mirando, toda la playera la traía pegada. Me miro con morbo y vi que tenia toda la verga marcada en su traje de baño. Me excite y tome la toalla para irme a enjuagar. Me sentí extraña.

En la cena decidí ponerme un vestido. No me sentía del todo cómoda pues mis piernas ya no son las de antes. Pero total no puedo estar cuidándome siempre del que dirán así que me lo puse. Salimos a cenar y platique amenamente con mi hermana sobre nuestras vidas. Ambas coincidimos que en el amor no habíamos tenido suerte pero teníamos a nuestros hijos; ella una hija y yo un hijo, ninguno vivía ya con nosotras. Compartimos algunas experiencias y me sentía más tranquila. Un par de señores, ligeramente menores como por cinco años nos sacaron a bailar. No bailaban tan bien pero fue divertido. Él que bailo conmigo me coqueteo un poco y se sintió bien saberse deseada.

Al llegar al cuarto no pude casi dormir. Me había dado cuenta que a pesar de que mi cuerpo no es perfecto ni que soy sexy, o no me considero. Aún atraía a varios hombres. O será que los hombres son tan calientes que se tiran cualquier cosa con hoyo? Podría ser pero retenía miradas y eso me bastaba. La idea la tuve en la mente.

Quizá para ustedes les parezca un poco exagerado pero crecí en una familia algo reservada y atenida a la expectativa de los demás. Sin mucho cariño, mi padre murió cuando era joven y mi madre era dura. Al final de toda esa carga terminamos sin una familia como tal y me costo muchos años aceptarlo.

Cuando regresamos de las vacaciones la verdad me sentía bien y me costo renunciar a esa tristeza del hogar. Pero me intente sobreponer y llevar mi vida lo más normal posible. En la entrada del edificio me encontré con mi sobrino Marco. Nos saludamos y nos ayudo a subir las maletas. Platicamos un poco, nos reímos. Recordé que mi computadora (era de ambas) no servía y le dije que si después podría revisarla, me dijo que si e intercambiamos números. No teníamos nuestros números y eso que vivimos tan cerca!

En el trabajo me arregle un poco más de lo normal. Medias, falda y blusa blanca con un saco. Mis caderas resaltaban y mis santos aunque ya algo caídos, con el sostén se mantenían en su lugar jaja. Notaba las miradas de los alumnos y de algunos de mis compañeros. Trabajo en una escuela como administrativa. Mis compañeras me dijeron que me veía bien, que hace tiempo no me arreglaba. Eso me hizo sentir con un poco mas de confianza y yo les regrese el halago. Salimos a comer y la pasamos genial la verdad. Hablamos mucho de hombres, cosa que no habíamos hecho. Por ejemplo no sabia que Clara, ya una señora casada, miraba el porno y fantaseaba con hacerlo anal. A su edad unos 45 años no lo había hecho. Curioso, nos dijo que no tenía la confianza con su marido. Sara nos contó que a ella le gustaba que la tratarán mal, que le dijeran groserías y que si con su marido así eran. Yo le dije que no se veía su marido que fuera de esos hombres. Todas nos reímos. Yo les confesé que me gustaría que me lo hicieran salvaje. Alguna vez tuve un novio de más joven que me trato fuerte en la cama. Pro desde entonces nadie más.

Debo confesar que a Oscar no lo había presentado en las reuniones del trabajo. Siempre iba mal arreglado y su actitud es de un hombre más bien tranquilo y pasivo. Aunque eso si me hace reír mucho. Por favor hombres vístanse bien, hagan reír a sus mujeres y preguntones que es lo que más les gusta. No vaya a ser que les pongan los cuernos.

En fin esa noche subimos al cuarto. No les conté. Tenemos un cuarto como de servicio que usamos como cuarto de visitas. Ahí suelo dormir cuando Oscar viene a quedarse y mi hermana se queda en el departamento. Ya saben por privacidad. Por eso escuche a mi sobrino teniendo sexo porque están juntos los cuartos. Cuando llego en la noche nos calentamos mucho e hicimos el amor. Pero me quede con ganas, no pasamos del misionero y de lado y muy poco tiempo. Quería más pero él o ya no quería o no podía. Me masturbe e intente ponerlo duro pero ya no se pudo. Ya ni siquiera tuve ganas de seguir tocándome.

Para colmo de la noche mi sobrino estaba con alguien. Escuchaba gemidos pero estos eran mas como chillidos, de una voz de esas chillona aguda. Pero eso no impedía que me excitara y más como estaba. Le decía cosas a mi sobrino como; dame mas si si entieramela toda, vamos si quiero verga. Nunca lo había hecho así y me sorprendió algo, pero también estaba muy caliente. Soporte unos veinte minutos así. Y Oscar roncando dios.

Al otero día no me los encontré. Salí temprano al trabajo. Me baje a bañar, me arregle y otro día más. Todo el día estuve pensando en platicar con Oscar acerca de nuestras relaciones. Mil escenarios me plantee.

Cuando llegue en la noche del trabajo recordé que tenía que renovar mi INE (identificación en México) y me encontré con que mi computadora no funcionaba el internet. Reinicio el modem, en fin todo lo normal y nada. Entonces le mande mensaje a Marco. Me respondió a los minutos y me dijo que pasaba en una hora que llegará del trabajo. Cuando llego mi hermana iba al mercado para la semana. Ahí me dio el morbo de mi vida. Lo vi y recordé Lo de la noche. También lo mire a él, ya era un hombre, se veía fuerte. Debo decir que lo vi crecer prácticamente, ahora tiene 26 años. Y está de más pero tiene buenas nalgas y un bulto que bueno no es normal creo. Lo vi cuando se agacho debajo del escritorio para ver el modem que estaba debajo y el CPU. Si lo se mi computadora es vieja.

Sin darme cuenta estaba excitada y mi corazón latía fuerte. Debió ser una combinación de todo. Las platicas con mis amigas, el sexo feo de la noche anterior, los sonidos de la chica esa y los pensamientos que no he podido sacarme todas estas semanas.

— Listo tía creo que ya esta.

— A ver hijo deja veo si entra a internet —me senté en la silla a esperar.

— Ya debería tía. Iba a salir o por qué tan arreglada tía?

— jaja que dices hijo siempre voy así a trabajar

— Si la he visto estos días se viste diferente, no me diga que tiene por ahí un galán jaja

— Una se arregla para una misma no para los hombres

— Ya ya tía era broma lo se —me sentía un poco agresiva.

—Pero si… me he arreglado diferente era topa que tenía ahí arrumbada

— Le queda bien tía. Mire ahí dele click, si ahí y su internet es este. Creo que sólo estaba desconfigurado pero ya lo reinicie todo y le cambie el nombre.

— Oh bien, ya puedo entrar hijo muchas gracias. Ahora tengo que apurarme a hacer el tramite del INE. Oye quieres un café?

— Si tía esta bien

Estuvimos platicando muchas cosas triviales, divertidas. Note que Marco era seguro, carismático y de un humor inteligente además hablamos un par de cosas como de la vida y pude notar que tenía un criterio bueno. Pero después las cosas cambiaron a un plano extraño que me excito pero me dio miedo.

— Y que tal va con Oscar tía ? La buena vida con él se levanta super tarde quisiera ser él jaja

— jajaja es un holgazan, pero bueno es que también trabaja en las tardes.

—Oh ya no sabía, yo no podría trabajar de noche que me desvelo

— Qué dices si si te desvelas jaja

— Por qué lo dice tía ? —ahí sentí que había caído como en una trampa o me había declarado yo sola

— Bueno no te acuestas a dormir jajaj —reí nerviosa

— bueno tía algunas amigas con las que salgo —me sentí decepcionada

— Tienes muchas?

— No la verdad solo fueron de una ocasión. No sabía que se escuchaba tía jaja perdón

— Si algo —estaba nerviosa

— Yo nunca los he escuchado jaja

— Que cosas dices hijo ! Yo no grito así —me arrepentí de decirlo pero se me salió

— A lo mejor no la han hecho gritar

— Ya basta ! Debemos detenernos.

— No quería ofenderla tia, pensé que bromeábamos

— Esta bien no te preocupes. Gracias por lo del internet.

— Esta bien tia, descanse nos vemos

Esa noche me la pase pensando todo. No estaba siendo yo. Solo pude concluir que estaba caliente y mal atendida por mal que suene. Y que no había disfrutado realmente de mi sexualidad a pesar de que había ya tenido señales de que no le era indiferente a los hombres.

Mis dedos estaban frotándose contra mi pijama; acariciando mi coño, presionando los labios. Metí mi mano en mis bragas y sentí la humedad escapándose, mis dedos se llenaron de la viscosidad y frotándose contra mis labios, parecían que se besaban. No pude evitar tocar mi botón y con las yemas de mis dedos ir de un lado a otro, presionando, haciendo figuras. Con voluntad propia dos de mis dedos se deslizaron sin resistencia, dentro de mi se movían delicioso, mi cadera empujaba pidiendo un hombre, pero los dedos jugaban dentro, tocando, rozando, entrando y saliendo cada vez más rápido y regresando a mis labios con mas jugos que antes. Mis caderas empujaban fuerte contra el rose de mis dedos en mi clitoris. Mi otra mano tomo parte clamando otro par de dedos, entrando y saliendo y la otra mano acariciaba mi hambriento clitoris. Mi cadera necia como resistiendo y pidiendo un trozo más grande, mi mano necia entrando y saliendo hasta que me corrí.

Mi corazón latía fuerte queriendo escapar y con susto me percate que había mojado las sabanas. Jamás me había masturbado así, o sacado eso. Pero estaba sudando, acelerada, excitada, hambrienta.

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