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Dora la mamadora (Segunda parte)

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Personajes de esta entrega:

María:

Es hija menor de Dora y Lucas Melo. Hermana de Kevin y Lina. Es una chica de 18 años de edad. Es bajita, solo mide 1,60 metros de estatura. Esta chica es alegre, risueña e ingenua, pero así mismo, a veces se le ve triste y desesperanzada. En ocasiones, se siente poco querida y abusada por su familia. Sueña con independizarse y hacer libremente lo que quiere. Ella es muy bonita, se parece a la famosa actriz porno Jynx Maze. No es delgada, pero tampoco llega a ser gorda, para nada. El que tenga la oportunidad de follársela siempre va a encontrar de dónde agarrar muy bien su cuerpo. Tiene ojos marrones y cabello negro, medio largo y ondulado. Sus cejas son pobladas y rectas. Sus labios son gruesitos y carnosos.

Generalmente mantiene con su boquita un poco abierta y se le notan bien sus dientes frontales superiores, e incluso su lengua, eso da mucho morbo. El color de su piel es canela clara. María tiene un soberbio culazo, es grande y redondo, muy bonito. También es poseedora de un buen par de piernotas tonificadas. Fuera de sus ricos labios mamadores, sus piernas y su culazo, son sus tetas lo que más llama la atención en los hombres, pues son grandes y bonitas, y como usa camisetas sin brasier, se le mueven mucho al hacer cualquier movimiento. Tiene vello púbico en forma de triángulo invertido y una suculenta vagina grande y rosadita, con sus labios vaginales hinchaditos.

Ella es encantadora, es charladora, dinámica, generosa, y bastante infantil. Le gusta jugar, cantar y bailar. Se la pasa con sus amigos en discotecas y en paseos. Está con sus hermanos en grado décimo, y como ellos, no es tan buena estudiante tampoco, ha repetido varios años escolares, y aunque a última hora trata de esforzarse no logra tener buenas calificaciones nunca. Demuestra ser poco inteligente, no piensa para hablar ni para actuar, y termina en problemas. Es muy lenta para pensar, pues capta las cosas muy tarde. Sus compañeros y amigos se aprovechan mucho de ella por ese motivo, y así, muy a menudo, se la logran llevar a la cama muy fácilmente, pues es evidente que ellos no la buscan sino solo para que los atienda sexualmente. Ella no lo ha querido admitir todavía, pero existen rumores de que está asistiendo mucho a unas reuniones y cultos de una extraña secta que está operando en el país desde hace un tiempo y que es la putita del líder.

Ella cuando no está portando su uniforme de colegio, viste, con vestidos como los de su madre, es decir, cortos, de escote y de tiranticas a los hombros, pero generalmente, viste con camisetas ajustadas y sin brasier. Muchas de esas camiseticas son ombligueras o escotadas. También usa faldas cortas de jean o de tela, que le llegan a la mitad del muslo y unas zapatillas tipo tenis con medias tobilleras. Es muy dada a hacerse peinados de diversas maneras, trenzas, moños de muchas clases y coletas a los lados. A veces no usa maquillaje, pues está en el colegio, así se ve hermosa, pero cuando lo usa queda super mamasota. Al igual que su madre y su hermana Lina, ella huele a una exquisita fragancia que estimula la sexualidad masculina.

Lucas Melo:

Esposo de Dora y padre de Kevin, Lina y María. 40 años de edad, 1,80 metros de estatura. Robusto y fornido. Cabello corto y negro. Piel morena. Ojos negros. Es jefe de personal en una empresa de un amigo suyo. Su sueldo no está nada mal. Tiene toda clase de amigos, incluso algunos muy peligrosos, con los cuales tiene negocios un tanto turbios. Es un personaje machista, tosco y egocéntrico, sin embargo, ha respondido en el hogar. Constantemente, trata de tocar más allá de la cuenta, a sus hijas, de las cuales una de ellas, María, le ha cogido cierto fastidio. Lucas es de buen genio, aunque muy grosero y morboso. No le importa piropear a otras mujeres frente a su esposa, hijos y demás familia, e todos ellos saben de sus constantes infidelidades.

Dora lo perdona porque sabe que ella también ha sido bastante infiel y también se ha sentido satisfecha sexualmente con su portentoso miembro, pues tiene una poderosa verga de 25 centímetros que no se cansa nunca a pesar de tener la edad que tiene. A demás Lucas tiene un buen capital e importantes influencias. Lucas también sabe de las infidelidades de su mujer y le encanta escuchar, de su propia boca cómo otros le dan por el culo, mientras le hace el amor; o por el teléfono, al mismo tiempo que la puta de su secretaria Claudita u otra mujer se lo está mamando. Es un pervertido, pues mira más allá de lo debido a sus propias hijas, ellas están ya bien formaditas y mayorcitas y él les insinúa cosas sin ningún tipo de disimulo o vergüenza.

Don Milcíades:

Amigo de negocios de Lucas Melo. 55 años de edad. Mal sujeto. Dueño de unos prostíbulos en Bogotá. Un sin vergüenza y depravado de tiempo completo. Bajito, pues mide 1, 57 metros de estatura, gordo, barrigón, calvo, carirredondo, de piel rojiza, feo, suda a toda hora, su cara es grasosa y llena de granos, es ordinario y mal hablado. Es un tipo bastante desagradable. Se convierte en un pulpo y en un sátiro cuando está junto a una muchacha. A su actual mujer, Milena, de 25 años de edad, la conoció en uno de los prostíbulos de su propiedad. Con su esposa anterior tuvo dos varones y cuatro muchachas. Sus hijas se llaman Edna, Sabrina, Gina y Carol, de las cuales Edna y Sabrina atienden uno de los puteaderos. Sus hijos ayudan a custodiar y manejar los antros de su padre. Con Milena tiene un bebé de 2 años de edad.

Y para recordar, también están:

Dora:

Madre de Kevin, María y Lina. Esposa de Lucas Melo. Tiene 38 años de edad. 1,70 metros de estatura. Es muy bonita, su porte es elegante, muy glamurosa, sus facciones y movimientos son delicados y muy femeninos. Casi siempre está sonriente y le gusta reír a carcajadas muy sonoras. Su cuerpo es esbelto. La señora es blanca y rubia, de cabello liso, sedoso, suave y largo. Tiene ojos grandes, expresivos y grises, pestañas largas, cejas seductoras y finas que se elevan desde la parte de la nariz hacía afuera y cuando se van aproximando a la parte externa presentan un ángulo casi recto hacia abajo y terminan en forma puntiaguda. Su mirada es profunda y en ella se ve picardía y viveza. Su cara es alargadita, sus pómulos son sobresalientes, su boca grande, con unos rojos labios, siendo su labio inferior gruesito, y el superior un poco más fino. Sus dientes son blancos y parejos. Su quijada es pronunciada y hasta cierto punto aguda. Su nariz es larga, recta y apunta hacia abajo. Se viste casi siempre con vestidos de tiranticas a los hombros y generoso escote, o con camisas escotadas y faldas cortas de tubo o de vuelo. A veces se pone medias veladas y otras veces no.

Casi siempre usa zapatos de tacón, aunque esté en la casa. También es amante de usar collares, aretes, pulseras y anillos, y mantiene muy perfumada y muy maquillada. Sus manos son pequeñas y cuidadas, de uñas largas y pintadas casi siempre de rojo. Algo que a ella le da malgenio es que no la crean capaz de hacer las cosas, la discriminación positiva y que la reten. Ella es muy liberada, en los temas del sexo se lo sabe todo y no se escandaliza por nada, es defensora de la libertad sexual y el libre desarrollo de la personalidad. Es experta en mamar y sexo anal. Ella da mucho morbo. En varias ocasiones se ha dado cuenta de las miradas provocadoras de su hijo hacia ella, lo ha visto masturbándose desesperadamente mirando fotos suyas y de sus hijas, pronunciando con lujuria sus nombres, y por esta razón quiere darle un merecido estímulo sexual.

Kevin:

Hijo de Dora y Lucas Melo. Hermano de María y de Lina. Tiene 22 años de edad. 1, 80 Metros de estatura. Musculoso, acuerpado y poseedor de una larga, gorda y venosa verga de 25 centímetros de longitud. Tiene cabello abundante, negro y lacio. A veces se hace una pequeña coleta. Tiene ojos negros y un poco saltones, cejas pobladas y nariz larga. Es muy velludo. Sus manos son grandes y fuertes. Es muy vago, vicioso y manipulador, ha perdido muchos años de colegio, por eso aún está cursando grado décimo junto a sus hermanas a pesar de su edad. No es nada aplicado, su indisciplina es terrible. Es machista, tosco, ordinario, egocéntrico y vulgar. Es un obseso sexual, llegando al punto de ser un depravado. Sueña con follarse a su mismísima madre y a sus putísimas hermanas, pero no se ha atrevido a tanto, solo a intercambiar algunos comentarios morbosos con sus hermanas y a tener ciertos tocamientos con ellas. Su padre y su madre son muy permisivos y pacientes con él, lo adoran y le dan todo lo que quiere y necesita. Kevin tiene una gran confianza en ellos y ellos son muy alcahuetes con él. Su novia Tatiana lo quiere mucho, está locamente enamorada de él, pero él solo la busca para tener sexo con ella y para que le haga las tareas del colegio, le haga favores y le de dinero, la mangonea muy fácilmente. Sus amigos son patanes igual que él, e incluso él ha tomado el mal ejemplo que le da su padre, el cual también es un machista y un completo gañán.

Después de tremenda corrida que tuvo Kevin sobre su madre, y de consentirse un poco entre juntos, Kevin alcanza a ver con el rabillo del ojo, por la ventana, entre las cortinas, la silueta de su hermana aproximándose a la puerta de la casa.

Kevin: ¡Ohhh mamá! ¡Llegó María!

Dora: ¡Ay! ¡Que me ve empelota! ¡Subo a cambiarme mijo!

Kevin: ¡Ve rápido mami! ¡Caramba! ¡¿Dónde putas quedaron mis calzoncillos y mis pantalones?!

Dora alcanza a medio arreglarse el vestido y a subir por las escaleras como alma que lleva el diablo, pero Kevin se confía, y ve abrirse la puerta, con tan mala suerte que no solo entra su hermanita María sino también su padre y don Milcíades, quienes quedan asombrados al principio de ver a Kevin sin pantalones y con la verga al aire aún medio parada. Después del asombro, Milcíades y María comienzan a reírse.

Lucas: ¡¿Pero qué vergas significa esto?!

Kevin: ¡Puta vida!

Kevin decide relajarse y sin siquiera intentar taparse con las manos se sienta en el sofá y para colmo de la sinvergüencería se coge la verga y comienza a jalársela y sobársela lentamente, mientras mira con morbo a su hermana, y dice:

Kevin: ¡Hola papá! ¡Hola Milcíades! ¡Hola hermanita!... ¡Puedo explicarte esto papá!

María no le quita el ojo de encima a la insinuante verga de Kevin mientras chupa su chupetita. Ella tiene una camiseta escotada rosadita, una falda blanca corta de tela y de prenses. También tiene sus acostumbradas medias tobilleras rosadas también, y sus tenis blancos. Se ve muy hermosa, y sobre todo por sus dos coletas de cabello a cada lado de la cabeza, las cuales le dan un aspecto de niña inocente. En la parte central de la cabeza se le ve un canal divisorio de sus cabellos. Su perfume a esencia de frutas tropicales es cautivador. Venía de la calle, no se sabe de dónde, pues al igual que sus hermanos no quiso asistir al colegio, y a pocos metros de la casa se encontró con su padre y con Milcíades.

María: ¡Pégale papi!

Kevin: ¡Ve y me pegas tú! ¡Perra!

Lucas: ¡Ya, ya, ya! ¡Basta! ¡Calla esa jeta, María! ¡Yo veré que hago, no seas metida!

Milcíades: Jajaja ¡Esto está muy divertido! ¡Tranquilos! ¡Calma! ¡No pasa nada! ¡No te preocupes mijo! ¡Uno es libre de estar en su casa como se le dé la regalada gana! ¡¿Sí o no Lucas?!

Lucas contrariado se acerca a su hijo y dice:

Lucas: ¡Al menos tápate! ¡Sin vergüenza desgraciado! ¡¿No ves que tenemos visita?!

María: ¡Qué descaro! ¡No puede ser que mi hermano sea un pervertido exhibicionista!

Kevin: ¡A ti que te importa! ¡Miren quién habla! ¡La zorra del colegio!

Lucas percibe el olor intenso a semen que hay en la sala y se queda mirando toda la cochinada que sobresale en el piso, en la alfombra.

Lucas: ¡Óyeme pedacito de hijueputica! ¡¿Acaso te masturbaste sobre la alfombra y los muebles¡? ¡Cochino!

María: ¡¿No te aguantaste las ganas de irte a desfogar con tus putas?¡ ¡Cochino!

Kevin: ¡Cállate perra! ¡Y limpia eso! ¡Son órdenes de mi mamá!

María: ¡Uy si! ¡Qué tal! ¡Hazlo tú! ¡Puercote! ¡Oing! ¡Oing! (Hace sonidos de puerco).

Kevin: ¡Apúrate con la limpieza! ¡Perra de la servidumbre! ¡Límpialo con la lengua!

El jefe de la casa coge a Kevin de una oreja y este automáticamente le retira la mano con agresividad y decisión.

Kevin: ¡Papá! ¡Ven y te cuento lo que pasó entonces! ¡Vamos arriba! ¡Tengo una buena explicación! ¡Tal vez no me creas, pero te la diré!

Lucas: ¡Milcíades, espérame aquí un momento, ya vengo!

Milcíades: No te preocupes, esperaré aquí sentado.

María: ¡Te van a pegar, pervertido! ¡Te van a golpear! ¡Te van a colgar! Jajaja ¡Ojalá te ahorquen marranote de finca! jejeje ¡Lero, lero, candelero! Jijiji

María ofende a Kevin sacando su lengua, y este lentamente se acerca a ella y con una mano le alza la falda. A la chica se le alcanzan a ver unos calzoncitos blancos pequeños. María pega un grito y rápidamente pone sus manos sobre su falda. Milcíades se quita sus lentes oscuros y queda lelo viendo a María.

Lucas: ¡Kevin! ¡Deja quieta a tu hermana!

María: ¡Papi! ¡¿Si ves lo que Kevin me hizo?! ¡Pégale ahora sí! ¡Ese puerquito está acostumbrado a tratar así a las mujeres! ¡Ve y le alzas la falda a la puta de tu novia! ¡Marrano!

Su hermano tiene el impulso de lanzarse contra ella para golpearla. Rápidamente su padre lo detiene.

Lucas: ¡Basta! ¡He dicho basta! ¡Tú, chica! ¡Ponte a hacer lo que tu hermano dijo! ¡Limpia esa cochinada!

María: ¡Pero papi! ¡Si yo no lo hice!

Lucas: ¡Hazlo! ¡Trae los implementos y ponte a limpiar!

María: ¡No! ¡Yo no lo hice! ¡No voy a limpiar nada!

Lucas: ¡He dicho que limpies ese semen! ¡Si no lo has limpiado cuando venga te golpearé a ti! ¡¿Has entendido?!

María: ¡Si, señor! ¡Es injusto! ¡Llego yo cansada de afuera y me ponen a mí a limpiar las cochinadas de otros que no hacen nada y si se la pasan de vagos!

Mientras Lucas y Kevin suben las escaleras, este último con la verga y el culo al aire, María va de mala gana a traer los implementos de aseo para limpiar el semen de Kevin y el vómito de Dora del piso, obviamente sin saber que en esa alfombra también hay líquidos viscosos salidos de la boca de su mami. Don Milcíades se sienta cruzado de piernas en el mismo sofá que minutos antes Kevin y su madre salaron.

Arriba, en el cuarto de Kevin, Lucas pregunta:

Lucas: ¡¿Y dónde está tu mamá?!

Kevin: Se está bañando, al parecer. Después de esa señora mamada que me dio quedó hecha un desastre jejeje

Lucas: ¡¿Cómo dices?!

Kevin: ¡Mamá me hizo una mamada! ¡Me chupó la verga!

Lucas: ¡¿Qué es lo que estás diciendo?! ¡Malparido!

Kevin: ¡¿Qué no lo estás oyendo?! ¡Que la perra de mi mami es una puta mamadora! ¡Me chupo la puta verga hace apenas unos minutos! ¡Lo mama rico!

Kevin grita lo anterior a toda voz, se escucha por toda la casa, lo alcanza a oír su hermana María y don Milcíades, los cuales ponen cara de asombro y paran oreja al instante.

Lucas: ¡Violaste, a tu mamá! ¡Pedazo de hijueputa!

Kevin: ¡Noo! ¡Solo sucedió! ¡Ella quiso! ¡¿Ok?! ¡Ella tuvo la iniciativa y se me insinuó! ¡Yo solo le hice caso! ¡Mamá lo disfrutó! ¡Lo disfrutamos juntos! ¡Solo fue una puta mamada! ¡Por Dios! ¡Una mamada no le hace daño a nadie! ¡¿Te pones así solo porque ella me mamó la verga?! ¡Pensé que eras moderno, pero me doy cuenta que eres un anticuado! ¡Pensé que te iba a gustar y que te ibas a excitar!

Lucas: ¡Contéstame con la verdad! ¡¿Violaste a la puta de tu madre?! ¡¿Dónde está ella?!

Kevin: ¡Por supuesto que no la viole! ¡Lo que te he dicho es la verdad!

Lucas: ¡¿Seguro Kevin?! ¡Mírame a los ojos! ¡¿Sabes qué?! ¡Te voy a demandar malparido!

Kevin: ¡Que sí, hombre! ¡Que no la violé! ¡Jueputa! ¡Tanta maricada por una simple mamada que me dio la puta de mamá! ¡Mamá le hace mamadas a cualquiera! ¡¿Por qué razón a mí no me puede hacer una?! ¡Por Dios! ¡Sé civilizado, papá!

Lucas: ¡Pues qué lástima mijo! ¡Hubiera sido mejor que tu como el segundo hombre de la casa hubieras demostrado tu virilidad de una vez comiéndote a esa puta de mierda! ¡Le hubieras metido la verga por esa chocha! ¡De todas formas es muy rico lo que me estás contando! ¡Jueputa! Jejeje

Kevin: ¡Papá! ¿¡No estás enojado!?

Lucas: ¡Claro que no! ¡Al contrario, estoy excitado y dichoso! ¡Te asusté! ¡¿Verdad?! Jajaja

Kevin: ¡Puto! ¡Yo si decía que tú no actuarías así, pa! ¡Pues con lo morboso y pervertido que eres! ¡Ya se me estaba haciendo raro! ¡Si tú eres un bacán!

Lucas abraza a su hijo y este le da un coscorrón suavecito a su padre.

Lucas: ¡Bien hecho, mijo! ¡Te felicito! ¡Estoy orgulloso de ti! ¡Eres todo un varón, Kevin! ¡Este es mijo! ¡Caramba! ¡Un verdadero machote! ¡Sigue contándome cómo la puta de mi mujer te lo mamo, mientras vamos a nuestro cuarto y nos comemos entre juntos a esa puta! ¡¿Te parece?! ¡¿Le damos duro a esa perra por el culazo y por la chochaza?!

Kevin: ¡Si, papi! ¡Ella es reputa! ¡Démosle por el culo!

Lucas: ¡Qué rico! ¡Espera le grito desde aquí a Milcíades que me espere!

Lucas sale al balconcito, mira para abajo y descubre a Milcíades sentado en el sofá, medio agachado, mirándole el culo a su hija, pues ella está de rodillas, con el culo hacía arriba y con la falda corta subiéndose, bajándose, volviéndose a subir, y así sucesivamente, mostrándole los calzones a su amigo mientras limpia la alfombra con vehemencia. Lucas carraspea y luego le pide a Milcíades que lo espere un rato.

Kevin: ¡Papá, mira que a la puta de mi mami hasta le puse un apodo! ¡Dora la mamadora! ¡¿Cómo te parece?! ¡Es que mamá lo mama tan rico! Jajaja

Lucas: ¡Excelente! ¡Cómo no se me ocurrió antes ese apodo! ¡Dora la mamadora! ¡Preciso! ¡Excitante! ¡Déjate así y vamos ya! ¡Vamos a culearnos a la puta de tu mami!

Juntos salen del cuarto, y mientras el hijo le narra algunas cosas de lo sucedido al padre, entran al dormitorio matrimonial.

Mientras tanto en el piso de abajo, en la sala, María sigue dando un espectáculo a los ojos de Milcíades, pues está limpiando la alfombra poniendo las rodillas y las manos sobre ella. La muy putita no se da cuenta que le está mostrando todo el culo al viejo verde ya que su pequeña falda se levanta un poco más con cada movimiento y le está enseñando una buena parte de la punta de los calzones y todas sus piernotas al dueño de los puteaderos más famosos de la capital del país. El Viejo no le quita el ojo de encima y se agacha para poder ver más. Ese asqueroso se excita, y sin dársele nada se afloja los pantalones, se los baja con todo y calzoncillos y se comienza a hacer una paja viendo el soberbio culo de María. Su verga es pequeña pero gruesa, con muchos pelos, y se pone tiesa en un santiamén.

Milcíades: ¡Oye María! ¡¿Si escuchaste lo que yo escuche!?

María sin darse cuenta de que el hombre se pajea, se voltea y ahora le deja ver las tetas por entre el escote al viejo sinvergüenza. Se mueve muy rico ese par de grandes tetotas entre la camiseta de la chica de coletas.

María: ¡Creo que sí! ¡¿Qué escuchó usted don Milcíades?!

Milcíades: ¡Que tu mami es una puta que le gusta mamar vergas y que se la chupó a su propio hijo! ¡Así si quién no eyacula de esa forma tan tremenda y quién no mancha la alfombra! ¡¿Si o no chica?! ¡Si a uno se lo mama su propia mamita pues obvio que debe eyacular grandes cantidades de leche, y empuercar todo! ¡Sobre todo si la puta está tan buena como la zorra de tu mami!

María: ¡Uyyy! ¡Don Milcíades! ¡No hable así de mi mamá! ¡Mire que ella es una santa!... ¡Aunque yo escuché lo mismo eso no le da derecho de…!

De un momento a otro María voltea a ver a don Milcíades y se da cuenta de que el viejo se masturba frenéticamente, y ella no deja de mirarle la peluda y cochina verga.

María: ¡Ohhh! ¡Por Dios!... Jijiji ¡Don Milcíades guárdese eso!

Milcíades: ¡Tu mami no es ninguna santa! ¡Al contrario es toda una puta diabla! ¡Todos los amigos de tu papá lo sabemos! ¡Hasta él mismo lo sabe, lo acepta y lo favorece!

María: ¡Don Milcíades! ¡¿Usted se está masturbando?! Jijiji

Milcíades: ¡¿Ute se etá mastulbando?! (Voz de remedo) ¡¿Pues no ves que sí?! ¡Tonta! ¡Ven ayúdame, chica!

María se pone roja como un tomate, se levanta y queda de rodillas frente al detestable personaje.

María: ¡Don Milcíades no haga eso! ¡Mire que después eyacula sobre el piso y los muebles y me ponen a limpiar a mí!

Milcíades: Jajaja ¡A ver mamita, suelta esa esponja y ese bote y pon tus manitas aquí sobre esta rica poronga! ¡¿Te gusta?!

María: ¡Otro día don Milcíades, está muy rica su poronga, pero figúrese que tengo que ir a hacer unas cositas! ¡Ahora vengo! ¡Hablamos al rato, señor! Jejeje

María se intenta levantar para marcharse, pero Milcíades la agarra de una coleta y la agacha con violencia tirándole con fuerza la colita, y pone su cabeza sobre su nauseabundo guamo. El hombre sin dársele nada le mete a la fuerza su olorosa verga a la boca y la obliga a mamar.

Milcíades: ¡Eso rica putita, hazme una buena mamada como las que la puta de tu mamita está acostumbrada a hacerle a todo el mundo, en especial a su propio hijo!

Milcíades con sus manos mueve la cabeza de la chica para darle el ritmo a la mamada, y ella mientras mama comienza a llorar silenciosamente.

Milcíades: ¡Eso cariño! ¡Succiona! ¡Así! ¡Amor!

El tosco hombre empuja la cabeza de la muchacha hasta que la nariz de ella toca su pubis y a esta le intenta dar una arcada. Milcíades permite que ella de un respiro, le saca la verga de la boca y hace que ella lo mire a la cara, a los ojos.

Milcíades: Jajaja ¡Esa arcada te hizo llorosear los ojos más bueno…! ¡Los tienes rojitos como una marihuanera! ¡Me gusta! ¡Me haces acordar de mi hija pequeña, a Carito! ¡Ella es como de tu edad! ¡Y es una rica putita como tú! ¡Es muy viciosa! ¡Tengo muchas ganas de que deje el colegio y se ponga a trabajar en mis puteaderos con sus hermanas mayores! ¡Sigue mamando verga! ¡Putita!

María: ¡Su verga huele a diablos! ¡Vaya a que se la chupe su puta hija y su grandísima perra madre! ¡Viejo hijueputa!

Milcíades le da una sonora bofetada, la escupe en la cara y le grita:

Milcíades: ¡Chupa la verga! ¡Maldita mujerzuela! ¡He dicho que siguas mamando! ¡Hija de las mil putas! ¡En otra oportunidad me la chupara tu putísima madrecita, a la cual le daré hasta por el reverendo culo hasta que me canse! ¡Chupa! ¡Perra malcriada! ¡Chupa o te doy otro guarapazo!

La chica por su propia iniciativa se lame las manos, mira al hombre con ira, toma esa verga con las manitas y comienza a masturbarlo frenéticamente y con violencia.

Milcíades: ¡Ahhh! ¡Perra! ¡No tan duro! ¡Toma!

El asqueroso viejo retira con fuerza las manos de la muchacha de su verga, le pega otra bofetada, y le rompe la camiseta. Ese buen par de tetas salen esplendorosamente al aire. Luego se las aprieta, se las estira, se las palmotea y se las manosea tan duro que la chica grita de dolor. Después le da una nueva bofetada y María vuelve a gritar.

Milcíades: ¡¿Si ves ahora lo que se siente?! ¡zorra! ¡Házmelo con ternura y cariño! ¡Puta!

La amenazada y asustada María se mete la verga a la boca inmediatamente y sin decir nada. La chica comienza a mamar la verga de Milcíades con suavidad. Los movimientos de mamada que hace su cabeza son extremadamente morbosos y excitantes.

Milcíades: ¡Ahhh! ¡Así si! ¡Eso ya es otra cosa! ¡¿Si te fijas que podemos entendernos, mija¡? ¡Es que no tienen por qué ser necesarias las puteadas y los putazos! ¡Ya nos vamos entendiendo, mijita!

Milcíades toma en cada mano cada coleta de cabello de la chica y las levanta. Las mantiene agarradas así levantadas mientras la cabeza de María se mueve al ritmo de la buena mamada. María se relaja, se serena y decide colaborar con el corrompido señor.

Al tiempo que estaba sucediendo todo lo anterior, en el segundo piso, padre e hijo entran al cuarto matrimonial donde doña Dora apenas sale del baño de la habitación con una toallita envolviendo su cuerpo, se ha acabado de bañar. La intención de padre e hijo es culearse a la mujer. Ella se sorprende, y aún más cuando ve que ellos se despojan totalmente de su ropa y se comienzan a masturbar mientras le llaman puta, perra y zorra.

Ella no dice nada, pues es evidente lo que está pasando. Ahora la mamá de Kevin está orgullosamente, masturbando los dos miembros. Los tres están sentados al borde de la cama, ella sentada entre los dos. Mamá Dora mira morbosamente a cada hombre a la cara y luego a cada miembro con una sonrisita de puta. Los ojos de la mujer brillan de morbo, y se ve en ellos reflejada una gran perversión. Los hombres tienen sus ojos cerrados, se sienten medio adormilados, disfrutando el placer que les proporciona las manos masturbadoras de la señora. Es como si ellos estuvieran dopados por el morbo tan terrible que produce el hecho de ver que se está cometiendo un incesto madre e hijo.

Kevin: Mmmmm ¡Mamá!

Dora: ¡Dime hijo!

Kevin: Mmmm ¡Qué puta eres!

La mamá y el papá se ríen de las palabras que acaban de escuchar de boca de su hijo.

Dora: ¡Lo sé mi amor! ¡No hay necesidad de que lo digas! ¡Soy una puta cochina e inmoral! ¡Te excita que yo misma me diga así? ¡Pues escucha esto! ¡Soy una prostituta de calle sin redención alguna! ¡Yo sé que ustedes me quieren follar!

Lucas: Mmmmm ¡Dora! mmmm ¡Putilla! ¡Deja de hablar y comienza a mamar nuestras vergas! ¡Perrita!

Dora, aún está envuelta en la toalla y con el cabello mojado. La exuberante mujer se agacha y chupa la verga de su marido. Kevin en ese momento abre sus ojos y mira atentamente como su mamá se lo chupa a su papá, pues nunca había visto eso, y su pene se infla aún más, cosa que nota su mami, quien suelta una sonrisita y decide ahora mamar la verga de su hijo. La mujerzuela se agacha a chupar el falo erecto de su pervertido hijo e inicia la mamada. Kevin se estremece al sentir nuevamente los labios y la lengua de su mami sobre su nabo, y comienza a emitir gemidos. Su padre mira con atención, es la primera vez que ve a su mujer chuparle la verga a su propio hijo. Es un momento de gloria y de gran excitación en su vida, no puede creer que al fin esté viendo un incesto real madre con hijo y sobre todo en su propia familia.

Lucas: ¡Vieja degenerada! ¡Si fuiste capaz de mamárselo a tu hijo! ¡Que puta eres!

Kevin: Mmmm ¡Ohhh! ¡Papá! ¡Mamá debería ser puta callejera! ¡O Trabajar en películas porno! ¡Cómo me gustaría verla en la calle, en una esquina, ejerciendo de puta vulgar y descarada o en la pantalla haciendo mamadas y duros anales!

Lucas: ¡Si! Jajaja ¡Haciendo bukakes y estando en orgías! ¡Va tocar que mis amigos le den el visto bueno para que tu mamá trabaje en sus películas! ¡¿Si te acuerdas de Rosco y de Vito?! ¡Son unos pornógrafos amigos míos! ¡Les voy a hablar a ver si les interesa hacer películas con tu madre!

Kevin: ¡Wow! ¡Eso sería genial! ¡Si, me acuerdo de esos manes! ¡Habla con ellos, pa! ¡Cuanto antes! ¡Quiero ver a mi mami en películas porno portándose como la puta que es!

Lucas: ¡Tal vez tú también seas contratado! ¡Si les comento que ustedes hacen incesto, ellos no podrán rechazar la propuesta! ¡Al contrario, estarían interesadísimos! ¡Incesto entre madre e hijo casi no existe, al menos no se ve tan fácilmente! ¡Nos pagarían una fortuna por la participación en sus películas!

Kevin: ¡Ufff! ¡Claro papi! ¡Es porno familiar! ¡Muy bueno! Jajaja

Dora se levanta y se agacha ahora al lado de Lucas para mamarle la verga, pero antes de eso dice:

Dora: ¡Que buenas ideas tienen para conmigo, par de depravados! ¡Yo quiero ser puta y actriz porno! ¡¿Cómo lo supiste, Kevin, mi amor?! Jejeje

Todos ríen mientras Dora ahora se lo mama a su esposo.

Kevin: ¡Cómo chupa de bueno Dora la mamadora! ¡¿Si o no, pa?!

Lucas: Mmmm ¡Es la mejor mamada que me hace en la vida esta mamadora! Jejeje ¡Suéltale la toalla a la perra! ¡¿Quieres?! ¡Kevin!

Kevin obedece y le quita la toalla a su madre, la deja como Dios la trajo al mundo. Kevin le ve el culo y aprovecha para acariciárselo.

Kevin: ¡Tienes un excelente culazo mami! ¡Qué barbaridad! ¡Severas nalgotas!

El joven le agarra las nalgas a su madre y luego le da unas buenas y sonoras palmadas en ellas.

Lucas: ¡Ahora chúpaselo a nuestro hijo, cariño! ¡Quiero verte emputecida totalmente con y para él!

Su madre se levanta mira a su hijo, sonríe, le guiña un ojo, se agacha y se mete su largo y grueso nabo a la boca.

Lucas: ¡Santo Dios bendito! ¡Cómo es de puta mi mujer! ¡Quién lo creyera! ¡Cómo se lo mamá a nuestro hijo! ¡No lo puedo creer! ¡Vida hijueputa! ¡La vida es un pañuelo! ¡Definitivamente todo puede ser posible en este mundo! ¡Me case con la mujer más puta y marrana del mundo entero!

Kevin: ¡Tiene unos labios y una lengua la cosa más viciosa, pa! ¡Qué mamada tan rica! ¡Papá! ¡Tócale y apriétale las tetas a la puta esta!

Lucas: ¡Seguro hijo! ¡Toma perrita! Jejeje ¡Están deliciosas! ¡Se sienten como más hinchadas que antes! Jejeje

Kevin: ¡¿De qué puteadero sacaste a esta prostituta, papi?! ¡¿Dónde rayos la conociste?!

Lucas: ¡De una taberna! ¡La conocí en un antro! Jajajaja

En este momento se escucha unos gritos de mujer desde la sala de la casa. (Son los gritos que María lanzó como producto del maltrato a sus tetas y de las bofetadas que le propinó Milcíades). Dora se saca la verga de su hijo de la boca y pregunta:

Dora: ¡¿Y esos gritos!?

Lucas: ¡No sé! ¡Voy a mirar!... ¡Ah no…! ¡Ya me acordé! ¡Es que llegué con María y Milcíades! ¡Milcíades me está esperando en la sala, allá está acompañado de María! ¡Malo, malo el cuchito debe estar tratando de divertirse con nuestra hija! ¡Como es tan mañoso! ¡El viejito apenas ve una mujer y se enloquece, sobre todo si es jovencita y bonita, y más aún si está solita! ¡Cuando lo vi por el balcón ya le estaba mirando el culo! ¿Será que voy a ver qué sucede? ¡Tal vez ya le esté agarrando las tetas a la chica!

Dora: ¡Si, mi amor! ¡Ese viejo es un depravado! ¡Qué tal quiera violar a mi chica! ¡Qué tal la esté violando ya!

Kevin: ¡No mami! ¡Eso no está pasando! ¡La imbécil de mi hermana está bien! ¡Deja así que ya no se escucha nada! ¡Si ese viejo la estuviera violando se escucharía un gran alboroto! ¡Mejor sigamos aquí tranquilos con nuestras mamadas! ¡Propongo que sigamos aquí disfrutando! ¡Dora la mamadora, te toca chupar el plátano de mi papá ahora!

Lucas: ¡Si! ¡Es mi turno, putilla! ¡Chúpamelo, mamadora!

Dora se despreocupa y vuelve a su oficio de mamar verga, se lo mamá a su marido ahora con más fuerza.

Lucas: ¡Kevin! ¡Kevin! ¡Frótale la raja a tu mamá!

Kevin: ¡De una pa!

Lucas: ¡¿Cómo te parece esa rajita?!

Kevin: ¡¿Rajita?! ¡Rajota, querrás decir! ¡Está bien peludita y babosa!

Lucas: ¡Métele un dedo en esa rajota! ¡Mijo!

Al escuchar eso, la mamá de Kevin abre las piernas mucho más, y Kevin deja de tocarle la cuca y sus pelitos, y le mete el dedo corazón de una de sus manos, mientras que con la otra le agarra duro una teta. Doña Dora pega un gritico.

Kevin: ¡Wow! ¡Se siente de pelos! ¡Oye pa! ¡Nosotros somos un poco depravados! ¡¿Eso no será malo?!

Lucas: ¡Qué malo va a ser, mijo! ¡Nosotros solo gozamos y hacemos gozar! ¡No le estamos haciendo daño a nadie!

Kevin: ¡Tienes razón pa! ¡Le voy a meter otro dedito más a mi mami por esa cuca!

Lucas: ¡Dale! ¡Métele tres, cuatro, la mano completa, lo que quieras! ¡Ella aguanta mucho! ¡Dorita quiere que uno le meta de todo por esa concha! ¡Mírale la carita de pervertida y de mamadora!

Kevín: ¡Si, papi, tiene una cara de puta que no puede con ella! ¡Esta puta sí que suelta jugos de su chocha! ¡Le tengo metidos tres dedos!

Lucas: ¡Frótale el clítoris, hazla gozar y gritar de placer!

Kevin le tiene ya cuatro dedos metidos en la panocha a su señora madre, los mueve rítmicamente en un mete y saca muy guarro. Le suelta la teta para empezar a frotarle el clítoris con los dedos de esa mano, mientras ya casi mete toda la otra mano dentro de esa profunda vagina materna. Dora gime, hace sonidos animalescos, y su cuca hace movimientos de succión al igual que su boca viciosa. La mano de Kevin siente que está siendo atraída hacía adentro y que no puede sacarla fácilmente. Dora sigue mamando la verga de su marido con gran ahínco.

Kevin, se agacha para verle mejor la vagina a su madre. Ya tiene toda la mano adentro y la mueve en forma circular y luego de adentro a afuera y de afuera a adentro varias veces sin sacar la mano completamente. Su madre gime y se retuerce de placer, aun así, no deja de chuparle la verga a su marido. Kevin saca la mano lentamente de la vagina materna y se la mira, toda llena de líquidos.

Kevin: ¡Wow! ¡Vaya! ¡La chocha de mi mamá está tan mojada y encharcada que se le pueden meter pececitos adentro y hacer un acuario!

Lucas: Jajaja ¡Hay que meterle un pulpo adentro como hacen las asiáticas en las películas genki genki japonesas!

Kevin: ¡Uichh! Jajaja ¡Papá, eres un degenerado! ¡Pececitos, pero de esperma más bien!

Lucas: ¡También! ¡La cuestión es que hay que meterle algo en la chocha!

Kevin: ¡Oye! ¡Me pregunto a qué sabe esto! ¡¿El líquido que le saqué a mamá de su chocha con mi mano sabrá a lo mismo que sabe lo de las otras mujeres?! ¡No hay otra forma de saberlo más que degustándola! ¡Probemos!

Kevin abre su boca, saca su lengua y se lame la mano. Su mami se saca la verga de su esposo de la boca para mirar a su hijo lamer su mano toda untada de sus fluidos vaginales y da un grito fuerte de excitación y sorpresa y dice casi a grito entero:

Dora: ¡Ahhh! ¡Jueputa! ¡Ufff! ¡Marica! ¡Eres un puto cerdo! ¡Qué lindo! ¡A qué te sabe mi cuca?!

Kevin: ¡Eso soy mamita! ¡También soy un hijo de puta! Jajaja

Dora: ¡Qué cochinote eres! ¡Mi hijo es bien pervertido! ¡Yo tratando toda la vida de educarlo de la mejor manera y miren, se me deseducó en un momentico! ¡Me gusta mucho que seas así de indecente y vulgar papito!

Kevin: ¡Tus fluidos saben y huelen a raro! ¡Como a queso! ¡Pero bueno, eso me excita, mami! ¡A ver te lamo la chocha! ¡Te devuelvo el favor de la mamada! ¡Ahora yo te voy a mamar la cuca!

El hijo de Dora inicia una espectacular lamida y chupada de cuca. Su madre se descontrola y da un horrísono grito. Después dice lo siguiente:

Dora: ¡Ahhhh papito! ¡Dame lengua! ¡Así! ¡Eso! ¡Si! ¡Si! ¡Carambolas! ¡Este nene si sabe chupar y lamer cuca! ¡Eso mijo! ¡Con los dientes! ¡Mi clítoris! ¡Qué delicia! ¡Ohhh!

Lucas: Jajaja ¡Si sigues gritando y hablando así de duro te van a escuchar María y Milcíades! jejeje

Dora: ¡A mí que me importa! ¡Qué me escuche cualquier hijueputa por ahí!

Dora, en lugar de bajarle el volumen a su voz, antes grita y habla más fuerte.

Dora: ¡Ahhhh! ¡Dame lengua papito! ¡Dame! ¡Dame Kevin! ¡Mi amor! ¡Eso papi! ¡Si! ¡Si! ¡Qué lengua tiene este demonio!

Lucas: Jajaja ¡Esta perra antes habla más duro para que la escuchen! ¡Es que es severa pervertida! ¡No le importa nada!

Kevin: ¡Vuelvo y repito, papi! ¡¿De dónde conociste a semejante perra?!

Dora: ¡Pues al parecer me conoció en la calle! Jajaja ¡Sigue dándome lengua! ¡baboso de mierda!

Kevin: ¡Pues para ser tan puta, debió de haberte conocido en la calle, mami! Mmmm ¡Tu cuca es la babosa mami! ¡Me tienes como para que me dé un infarto mami! ¡Todo pensé hacer hoy menos estar en estas contigo y con papá! ¡Me premió la vida!

Lucas: ¡Ya dije que conocí a esta puta en una taberna! ¡Estaba borracha! ¡Me la lleve a la cama esa misma noche!

Kevin con las dos manos abre por juntos extremos la cuca de su mamita y ve el profundo huecazo y se hace el que habla por ahí haciendo ecos.

Kevin: ¡Hola!... ¡Hola!... ¡Hola!...

Kevin hace reír a sus padres con sus ocurrencias, pero en esas aspira un pelito de la cuca de su madre por la boca.

Kevin: Qrr… qrr… Cof, cof, cof… qrr (sonidos de carraspeo y tos). ¡Uich! ¡Me tragué un pelillo de tu cuca, mamá!

El hijo comienza a toser más fuerte y a darse golpecitos en el pecho con el puño, y todos sueltan una carcajada.

Kevin: ¡Mami! ¡¿En serio yo salí por aquí?!

Sus padres ríen divertidos.

Dora: ¡Si mi amor! ¡Por aquí salió mi hermoso bebé! ¡Tu verga era pequeñita! ¡No me imaginé que cuando crecieras fueras a tener semejante vergón tan grande y tan rico! ¡Y mucho menos que te lo fuera a mamar!

Kevin: Jejeje ¡Mamá! ¡Te estoy haciendo un examen ginecológico completo! Jejeje

Dora: ¡¿Qué me recomiendas mi doctor hermoso?!

Kevin: ¡Te recomiendo una mano de verga reáspera por esa puta cuca!

El hijo de Dora y Lucas sin ningún reparo se coge la verga y de una se la mete en la abierta y babosa vagina a su madre. Ella pega un estridente grito de gozo y se estremece todo su cuerpo.

Dora: ¡Ahhh! ¡Papito! ¡Me lo clavaste de una en la panocha! ¡Cielos!

Lucas: ¡Uicchh! ¡A Kevin si le rinde!

Kevin: ¡Es que ya es hora, pa…! ¡Ohhh! ¡Mami! ¡A que tampoco te imaginaste que te iba a meter mi verga por la chocha alguna vez!

Kevin agarra las piernas de su madre por los tobillos abriéndoselas y elevándoselas e inicia una buena serie de movimientos de penetración. Sus padres ponen una cara de sorpresa increíble.

Kevin: ¡Ahhh! ¡Mamasota! ¡Ohhh! ¡Dios! ¡Te estoy dando por la cuca! ¡Changos! ¡Se siente sabroso! ¡Ufff! ¡Ya sabíamos que esto iba a pasar! ¡No le veo nada malo! ¡Ya te había metido hasta una mano adentro!

Lucas: ¡Claro hijo, no te preocupes! ¡Pues a esto vinimos!

Dora: ¡Santo cielo! ¡Estoy muy excitada! ¡Mi propio hijo está metiéndome su vergota en mi cuca! ¡Esto es muy depravado! ¡Soy una mala madre! ¡Dios! ¡Ohhh! ¡Ufff!

Lucas: ¡Al contrario, qué buena madre eres! ¡Entrégate al placer, mi amor!

Dora: ¡Eso hago!

Lucas: ¡Chupa mi verga, marranaza!

Lucas no pierde detalle de cómo su hijo penetra a su mujer. El papá está encantado, y mete su estupenda verga en la boca de la caliente mujer, la cual está acostada boca arriba. Kevin horada agitadamente la vulva de Dora y al tiempo dice miles de palabrotas, debido a la excitación y al morbo. El joven se acuerda de las escenas más atrevidas que ha visto en las películas porno de incesto, siempre quiso tener sexo con su madre, y ahora la fantasía está cumplida, tiene a su mamita abierta de piernas dándole duro por esa peluda chocha. En todo el cuarto se escuchan los gemidos que emiten estos tres personajes. Dora aúlla en todos los tonos.

Ahora Lucas le pone las huevas en la cara y se las restriega. Dora se las lame y se las mete en la boca mientras con juntas manos masturba la tremenda vara del hombre.

Lucas: ¡Es mi turno de penetrar a la mamita! ¡Kevin!

Kevin saca su potente miembro de la vagina de su mamá y se dirige a darle verga por la boca a dicha señora. Ella se pone en cuatro sobre la cama y a la vez que Lucas la penetra con salvajismo, Kevin le clava su instrumento en la gran boca de labios mamadores y siente que cuando su padre le mete duro la verga por la raja, ella hunde su miembro hasta su garganta por el empuje enérgico que le proporciona los impactos de Lucas.

Kevin: ¡Así! ¡Chupa la verga mamá! ¡Eso! ¡Dora la mamadora! ¡Eres lo máximo!

Lucas: ¡Folla perra! ¡Dame cuca! ¡Sí! ¡Muévete! ¡Qué raja la de esta marrana!

Kevin: ¡Dale duro, papá! ¡Destrózale la chocha a esta Zunga!

Lucas: ¡Si! ¡Toma puta! ¡Así se les da a las zungas! ¡Así hay que tratar a las mujerzuelas de calle! ¡Tiene la vulva supremamente encharcada!

Kevin: ¡Qué bien, pa! ¡Desde aquí se escucha ese chapoteo! ¡Dale más a duro a Dora con esa batidora! Jejeje

Lucas: Jajaja ¡Oye, Kevin! ¡¿Qué sentiste dándole por la raja a esta puta?!

Kevin: ¡Sentí que su vulva me succionaba el pipí, pa! ¡¿Y tú que sentiste al ver que el cochino de tu hijo se lo metía a la marrana de tu mujer?! ¡¿No sentiste celos?!

Lucas: Jajaja ¡¿Un poco?! ¡Pero ya estoy acostumbrado a que mi mujer sea una puta! ¡Sentí mucha arrechera y morbo! ¡Casi me vengo en la boca de la cerda! Jejeje… ¡Tiene una chochaza espectacular! ¡¿No?!

Kevin: ¡Y una bocaza estupenda!

Lucas: ¡Choca esa mano, campeón! ¡Por la puta de tu mamá!

Padre e hijo, situados cada uno a un extremo de la hembra, se dan una palmada en la mano. Están muy contentos. El padre sigue follando esa rica cuca y silba una alegre melodía de circo mientras el hijo mira morbosamente la buena figura de Dora y emite un grito estilo Tarzán clavándole la verga de forma enfurecida por la boca a su madre.

Kevin: ¡Ven papi, quiero que nos la mame a juntos al tiempo!

Los tres se incorporan. Dora se pone de rodillas en el piso y los hombres se ponen de pie uno a cada lado de la promiscua mujer. Ella toma cada verga en cada mano y las pajea con avidez, mientras sonríe muy contenta. Mira golosamente la verga de su hijo y luego la de su marido. Después, su pícara mirada se enfoca en los ojos de cada macho. Los enloquece aquella mirada de puta complaciente. Kevin palpa las tetas de la hembra y luego lo hace Lucas.

Sin que su mano derecha suelte la verga de su marido y sin abandonar la paja que le hace, la lasciva mujer se decide a chupar primero el cipote de su hijo. Su boca se aproxima a la punta del falo de Kevin, y mientras sigue masturbándolo con la mano izquierda, empieza la mamada. Kevin echa su cabeza hacia atrás, poseído por el placer, y dice:

Kevin: ¡Me siento en el cielo! ¡Mamá!

Lucas: ¡Disfruta de la boca de la puta de tu mamá, campeón!

Kevin: ¡Dora la mamadora es genial!

Kevin mira la mamada que le proporciona su madre y ve lo hermosa que se ve mamando y desnuda, con sus tetas moviéndose como flanes. Esos pezones están hinchados y bien parados. El cabello mojado la hace ver fenomenal.

Ahora, Dora saca de su boca el pipí de su hijo, y sin dejar de pajearlo voltea su cara y se mete la de su esposo enseguida. Él le agarra la cabeza y sigue el ritmo de la rica mamada. Luego, ella hace lo mismo con su hijo para proseguir nuevamente con la poronga de Lucas. Esta alternancia se repite varias veces hasta que ella aproxima juntas vergas con sus manos a su boca y les da lengua en las puntas. Finalmente, se las mete juntas al mismo tiempo a la boca. Los hombres inician movimientos como de penetración dentro de esa boca mamadora. Kevin le escupe en la cara a su madre y Lucas al ver esto no aguanta más y siente que su verga va a eyacular.

Lucas: ¡Ay! ¡Me vengo! ¡Mi verga va a explotar! ¡Joder!...

Kevin saca su miembro y Lucas se corre dentro de la boca de Dora la mamadora. Es mucho el semen que expulsa porque se desborda de la boca de su mujer y comienza a salirse por entre los labios de la magnífica señora.

Lucas. ¡Ahhh! ¡Sii! ¡Eso es! ¡Así! ¡Válgame Dios! ¡He quedado sin palabras! ¡Ufff!

Kevin: ¡Wow! ¡Sin palabras no, sin semen será pa! ¡La muy puta se lo está tragando todito! ¡Vea pues! ¡Qué corrida! ¡Excelente, pa! ¡Te felicito!

La madre de Kevin y mujer de Lucas se acaba de tomar toda la corrida, Lucas retira su miembro y la dama queda saboreándose los labios y relamiéndose los dedos de las manos.

Lucas: ¡Hijo, si quieres sigue con ella, mientras recargo un poco!

Kevin: ¡Vale, papi!

Dora: ¡Kevin, quiero que tú te corras dentro de mi cuca, mi amor!

Kevin se sintió en la gloria al escuchar las morbosas palabras de su madre y sin hacerse rogar la agarró de un brazo, la levantó y la lanzó fuertemente sobre la cama.

Kevin: ¡Ahora veras! ¡Puta!

Lucas se sienta y mientras se masturba mira como su hijo se lanza sobre su madre y la folla con violencia. Madre e hijo hacen el amor en plena cama matrimonial. Kevin le da verga con fuerzas a su progenitora por la encharcada raja a la vez que le agarra las tetazas y se las comprime y afloja muchas veces, se las chupa, se las besa, se las lame. Ella grita y gime de la felicidad, se siente feliz sexualmente. Está levantando la casa a gritos. Su hijo para callarla un poco la besa en la boca y la mujer llega al orgasmo.

Kevin: ¡Esta perra está orgasmando, papá!

Lucas: ¡Si, me estoy dando cuenta! ¡Sigue dándole verga!

Kevin: ¡Se siente muy rico! ¡Su cuca está expulsando chorros de buen néctar! ¡Jajaja! ¡Qué delicia! ¡Estoy sintiendo algo que siempre quise sentir, eso es a mamá orgasmando mientras le doy pipí!

Dora grita y gime sin importarle que la escuchen a cuadras de distancia.

Dora: ¡Ahhh! ¡Grrr! ¡Uhhh! ¡Grrr! ¡Wow! ¡Como dice la zorra de la Esperanza Gómez, qué rico, jueputa! Jajaja

Kevin: ¡Se nota mucho que lo disfrutaste grandísima puta! ¡También se nota que miras mucho porno de la buena Esperanza! Jejeje

Dora: ¡Completamente, corazón!

Dora, totalmente poseída por el placer, no mide sus palabras y agrega:

Dora: ¡Ahora, quiero toda tu leche dentro de mí! ¡Embarázame! ¡Cabrón! ¡Embaraza a esta puta! ¡A ver si eres tan macho y tan berraco! ¡Embaraza a tu propia madre!

Kevin: ¡Ahhh! ¡¿Me estás retando?! ¡Puta!

Dora: Jajaja ¡Ahora soy yo la que te reto a ti, gran huevón!

Lucas: ¡Uhh! ¡Remata a esa perra! ¡Campeón! ¡Dale lo que quiere!

Kevin: ¡De una!

Todos han perdido la razón, ninguno está pensando en las consecuencias de sus acciones, solo quieren dar rienda suelta a sus más oscuros deseos. Kevin vuelve a darle por la cuca a su mamá como a rata en balde mientras la besa en la boca y le amasa las tetas. Se revuelcan los dos en toda la cama, dan giros, dan gritos, se dan palmadas, se acarician, dan vueltas y más vueltas con gran ímpetu, la cama se destiende y chirrea. Los movimientos de penetración de Kevin son bastante rudos, tanto así que se ve saltar por el aire con gran fuerza sobre su mamita, metiéndole la gigantesca poronga hasta lo más recóndito de su vagina y de su útero.

Kevin: ¡Toma puta asquerosa!

Dora: ¡Dame pipí! ¡Perro hijueputa! ¡Que rico! ¡Dame! ¡Dame!

Lucas: ¡Pero esta gente excitada si se trata de lo lindo! ¡Ufff! Jejeje ¡Son muy groseros!

Kevin: ¡Estoy que me corro! ¡Mamá! ¡Ahhh! ¡Puta madre! ¡Me estoy viniendo!

Dora: ¡Eso lléname toda la puta cuca con tus mecos! ¡Se siente como si me estuvieras echando litros de aceite caliente! ¡Qué rico jueputa!

Kevin se viene dentro de su madre, jadea, gime y dice palabrotas. Él y su madre están juagados de sudor. La señora lo besa en la cara y lo abraza mientras sus piernas lo atenazan contra su cuerpo. Lucas aplaude.

Lucas: ¡Formidable! ¡Grandioso! ¡Excepcional!

Kevin, después de tanto moverse expulsando litros de semen en la cucaza hambrienta de su señora madre, se queda quieto como muerto. Tampoco dice nada. Su cabeza queda inamovible entre las tetas de su mami. Dora lo acaricia y le besa la cabeza.

Lucas: ¡Bien chino! ¡Todo un semental! ¡Y eso que ya te habías corrido antes! ¡¿De dónde demonios sacas tanto semen si ya habías expulsado un montón sobre tu mami y sobre la alfombra de la sala?! ¡Yo vi semejante corridón allá abajo!

Dora: Jejeje ¡He ahí la pregunta! ¡Es un hermoso misterio! ¡Kevin produce semen a montones! ¡Mijo! ¡Mijo! ¡Amor!¡levántate! ¡Estuviste espectacular! ¡Me dejaste la chocha llena de abundante leche caliente! ¡Creo que me embarazaste! ¡No recuerdo haber tomado ningún anticonceptivo! ¡Ay carajo!

Lucas: ¡Quedó agotado! ¡Campeón! ¡Levántate!

Dora: ¡Amor! ¡Levántate!

Lucas: ¡¿Será que se murió?!

Dora: ¡No! ¡Aquí siento su respiración en mis tetas! ¡¿Pero, parece que le dio como un ataque?! ¡Mijo! ¡No nos asustes!

Kevin no se mueve, pero de un momento a otro le muerde una teta a su mamá y salta repentina y violentamente sobre ella pegándole un susto, la mamá grita y él se levanta.

Kevin: ¡Aquí estoy! Jajaja ¡Mami, te amo! ¡Estuviste genial! ¡Eres toda una puta!

Dora: ¡Ay! ¡Hijueputa! ¡Me asustaste! ¡Maldita sea! ¡Cabrón de mierda! Jajaja

Kevin: ¡Espero haberte embarazado, mi Dora la exploradora, digo, la mamadora!

Dora: ¡Yo creo que sí! ¡Con toda esa leche que me echaste dentro de la raja! ¡Cómo no! ¡Eso es lo más posible! Jejeje ¡No quise darte cuca esta mañana para evitar situaciones y mira ahora! Jejeje ¡Eres un perro! ¡Hijo! ¡Un enfermo! ¡Mira que embarazar a tu propia mamá! ¡¿Si ves tú en lo que me conviertes?! ¡Me estás convirtiendo en puta! ¡Dios! ¡Las cosas que me haces hacer! ¡Si quedo embarazada es por tu culpa! ¡Cabrón! ¡Sabes que no puedo decirle no a tu puta verga y te aprovechas de eso! jejeje

Kevin: ¡Pues tenemos un hijito y listo! ¡Será todo un hijueputa igual que yo!

Lucas: ¡Ustedes fuera de ser muy morbosos son también muy groseros! ¡Qué seba! ¡Qué boleta! Jajaja

Kevin: Jajaja ¡Un burro hablando de orejas! ¡Papá, eres genial! ¡Nunca cambies mi viejo!

Lucas: ¡Gracias mijo! ¡Pero aquí los geniales son ustedes! ¡Qué sabroso incesto hicieron! ¡Sobre todo esta puta tan cachonda que tengo por esposa!

Kevin: ¡Nunca pensé que se me fuera hacer realidad mis sueños! ¡Mi mami es mi puta!

Dora: ¡A propósito de putas! ¡Mientras follábamos, ¿no les pareció a ustedes escuchar como gritos y gemidos de María?!

Aunque Kevin ya se estaba imaginando que Milcíades le estuvo metiendo mano a su hermana, en su mente sabe perfectamente que si escuchó aquellos gritos, y aun así lo niega. Su madre recalca que ella los había escuchado muy bien, y Lucas dice:

Lucas: ¡Debe ser que Milcíades quiso divertirse un poco con ella! ¡Ustedes saben que el viejito es muy juguetón con las mujeres! ¡No hay misterio!

Dora: ¡Tengo que ir a ver! ¡No quiero que ese viejo se aproveche de ella!

Lucas: ¡Déjalos! ¡El viejo es un pulpo! ¡Pero no creo que se atreva a hacerle nada a mi hija! ¡Por mucho le tocará las tetas! ¡No más!

Kevin: ¡Si mami! ¡Tú tranquila! ¡Deja que se diviertan sanamente!

Dora: ¡Pero ese hombre es peligroso! ¡Es un abusivo! ¡Y mijita es tan putita!

Kevin: ¡Eso no pasa nada! ¡Como dice papá, él no se va a atrever a hacerle nada a mi hermana dentro de la casa! ¡Menos sabiendo que en cualquier momento podemos bajar a la sala o mirar en los cuartos!

Lucas: ¡Más bien en lugar de estar pensando tonterías y de estar pensando mal del prójimo ven y me chupas la verga!

Dora: ¡Está bien! ¡Si ustedes lo dicen! ¡Pero si ese viejo cochino está violando a mi chica, conste que yo se les advertí! ¡A ver esa verga preciosa!

Lucas se comienza a jalar la verga con más ímpetu. Su mujer se incorpora para succionársela, y es tan rica la mamada que Dora le hace a su marido que él vuelve a venirse, pero esta vez sobre la cara de la puta. La mujer recibe la leche deseosa y cariñosa. Esta vez a Lucas no le sale tanto semen porque había eyaculado tan solo unos minutos antes, pero lo que le sale le queda bien bonito esparcido en la cara de su mujer, la cual coge el falo de su marido y lo succiona, a ella le encanta sorber los restos de semen que quedan en su miembro. Esta vez es su hijo el que aplaude emocionado. Y luego se acuestan los tres en la cama, a hablar sobre lo sucedido y sobre sus planes futuros. Cada hombre coge una teta y juega con ella. Ella les agarra sus vergas.

Paralelamente a los hechos anteriormente narrados, y retomando el escenario en la sala de la casa, Milcíades, el viejo proxeneta y mafioso ya se ha despojado de toda su ropa, se ha puesto de pie, y tiene a María sujeta de sus coletas con sus manos arrugadas, a la vez que esta le mama la verga con energía. Ver sus movimientos de cabeza chupando con destreza esa gorda verga y escuchar sus gemidos es demasiado morboso.

Milcíades: ¡Sigue, mamita, sigue! ¡Eres toda una putita! ¡¿Te gustaría trabajar en mis prostíbulos?!

María sacándose la verga por unos segundos contesta:

María: ¡¿Cómo puta?!

Milcíades: ¡¿Cómo puta?! (Voz de remedo) ¡No! ¡Qué va! ¡como dueña! ¡Pues claro! ¡Idiota! ¡Como puta! ¡Con mis hijas!

María: ¡No me dejarían, señor! ¡Esa vida es dura según tengo entendido!

Milcíades: ¡Ni tanto, pero al ganar un buen dinero te puedes acostumbrar y hasta te gustará, nenita! ¡No es malo! ¡Además tengo entendido que a ti te gusta follar mucho! ¡No creas que soy bobo, me he enterado que eres una de las putillas más usadas y recomendadas del colegio!

María: ¡¿Quién le dijo eso?! Don Milci…

Milcíades: ¡Uhhh! ¡Por toda parte tengo oídos! ¡La gente habla bastante! ¡Hasta tu papá me ha contado y lo comenta por ahí sin importarle nada!

María: ¡¿En serio?! ¡Uichh que maldito es mi papi!

Milcíades: ¡Si, es un hijo de puta! ¡Dice muchas cosas de ti, de tu hermana y de su mujer! ¡Cosas íntimas!

MARÍA: ¡¿Cómo qué cosas?!

Milcíades: ¡Me ha contado cómo otros hombres le han dado por el culo a la puta de tu mamá en algunas orgías que ha organizado! ¡También me ha contado que tú y tu hermana se lo maman a todo el colegio y que él quiere follárselas a ustedes dos!

María: ¡¿Eso le ha contado mi papi?!

Milcíades: ¡Y muchas otras cosas más, mamita! ¡Ven, dame cuquita, perrita!

El viejo levanta a la chica jalándole las coletas y la empuja con fuerza sobre el sofá.

Mílcíades: ¡Quítate esa puta falda y esos calzones, mientras yo me deshago de mi ropa totalmente!

María obedece sin objeciones, está sorprendida con lo que Milcíades le ha contado de su papá y su mamá. Su decepción hace que ya no le importe lo que pase con ella.

María: ¡Si me va a dar por la cuca, penétreme primero suave y después con fuerza! ¡Así es como me gusta, don Milcí...!

Milcíades: ¡Uff! ¡Realmente eres una putita! ¡Insisto que deberías trabajar en mis antros!

María: ¡Déjeme pensarlo un rato! ¡Deme ya por la cuca! ¡Mire cómo la tengo de mojada! ¡¿Sabe qué es este líquido?!

La chica se abre la cuca con sus pequeños dedos, y le salen una gran cantidad de líquidos. Don Milcíades queda atónito ante el puterío de la chica y se pone a tocarle la chocha, no contento con eso le mete en esa raja, uno, dos y hasta tres dedos, y luego le lame esa deliciosa almeja. Sus lamidas se asemejan a las de un perro sediento, pues son rápidas y generan unos sonidos acuáticos. Los gemidos tanto de ella como de él se entremezclan y se expanden por toda la sala.

Milcíades: ¡Yo supuse que eras toda una puta, pero no tanto!

María: ¡Puta su madre, viejo malparido!

Milcíades: ¡Qué mal hablada eres, putilla! Jajaja ¡Me gusta! ¡Así son las putas callejeras! ¡Son muy mal habladas! ¡Tienes madera para dedicarte a la prostitución, mi niña!

María: ¡¿Usted cree?!

Milcíades: ¡Sin duda alguna! ¡Eres muy, muy puta! ¡Te pagaré bien! ¡Además podrás independizarte y hacer tu propia vida!

María: ¡Cláveme su herramienta, y cuénteme mientras tanto cuánto me pagaría si accedo a trabajar para usted!

Milcíades: Jajaja ¡Uyyy! ¡Claro mamita, te la clavaré ya! ¡Por ahí dicen que eres tonta, pero realmente no te veo nada lo tonta!

María: ¡Usted huele tan a feo! ¡¿Por qué huele así?!

Milcíades: ¡Y tú hueles a frutas, mi amor! ¡Tu chocha te huele a frambuesa! ¡Toma putita!

El viejo Milcíades se sube encima de la chica y le penetra con su gorda herramienta la rica cuca olorosa a frambuesa. La chica da un leve grito. El sujeto le da los primeros vergazos lentamente. Gimen los dos. Él viejo le aprieta y le manosea las hermosas y grandes tetas, se las chupa, pero ella se queda muy quieta, como si fuera una muñeca, solo se deja hacer, no hace nada, se nota triste y apenas se limita a gemir, más por el dolor de la penetración que por gusto. Después él comienza a penetrarla con fuerza y a sobarle las tetas con rudeza, la chica comienza a gritar. El viejo le estira las tetas de forma salvaje y la chica grita con más fuerza. Milcíades se sumerge entre semejante par de tetorras y las besa, la chica lo comienza ya a abrazar y a acariciar por la espalda, la cual tiene muchos granos, arrugas, cicatrices, manchas, lunares y punzadas como de puñal.

Milcíades: ¡Toma puta! ¡Qué forma de apretar la cuca tienes! ¡Y estas tetotas me están sacando de quicio!

El señor Milcíades le coge con los dedos los pezones y se los alarga terriblemente, la chica vuelve a gritar, pero Milcíades en vez de dejarle las tetas en paz lo que hace es estirarle los pezones con los dientes y a morderlos. La chica obviamente vuelve a gritar. Después de este grito juntos escuchan unos gritos de excitación y unas palabrotas que suelta Dora desde el cuarto matrimonial ubicado en el segundo piso.

(¡Ahhhh! ¡Jueputa! ¡Ufff! ¡Marica! ¡Eres un puto cerdo! ¡Qué lindo! ¡¿A qué te sabe mi cuca?!)

Milcíades: ¡Estoy seguro que a la zorra de tu mamita se la están culeando entre tu papá y tu hermano! ¡Por tanto tenemos buen tiempo para follar! ¡No vendrá nadie durante un largo rato! Jejeje

María: ¡Ahhh! ¡No más! ¡No más! ¡No me atormente! ¡Deje a mi mamá en paz! ¡Y no me muerda ahí! ¡Usted está loco! ¡¿Mi hermano?! ¡¿Dijo mi hermano?! ¡Mi mami jamás!

Milcíades: ¡Eres una hija de puta! ¡Eres tan zorra como tu mamá! ¡Si! ¡Dije tu hermano! ¡Uno sabe cómo son las cosas!

María: ¡No puede ser que mi madre sea así! ¡Quién la veía! ¡Creo que mamá es más puta que yo! ¡Esto no puede estar pasando! ¡No puede ser! ¡No!

Mientras María dice esas palabras se escucha un fuerte grito y unas fuertes frases, que hacen retumbar toda la casa. Son de Dora y dicen:

(¡Ahhh papito! ¡Dame lengua! ¡Así! ¡Eso! ¡Si! ¡Si! ¡Carambolas! ¡Este nene si sabe chupar y lamer cuca! ¡Eso mijo! ¡Con los dientes! ¡Mi clítoris! ¡Qué delicia! ¡Ohhh!

Milcíades: ¡¿Si oyes, perra? ¡Tu hermano se está follando a la puta de tu mami!

María: ¡No! ¡No es cierto! ¡No puede ser!

Y se vuelven a oír otras sonoras frases de la señora Dora:

(¡A mí que me importa! ¡Qué me escuche cualquier hijueputa por ahí!)

Y seguidamente:

(¡Ahhh! ¡Dame lengua papito! ¡Dame! ¡Dame Kevin! ¡Mi amor! ¡Eso papi! ¡Si! ¡Si! ¡Qué lengua tiene este demonio!)

Milcíades: Jajaja ¡¿Te cabe alguna duda?! ¡Tu hermano es un maldito degenerado que se folla a su propia madre! ¡Tu madre! ¡Tu familia es de depravados! ¡De razón eres tan putita! ¡Toma malparida!

El hombre vuelve a morderle las tetas a María con agresividad, totalmente excitado con los gemidos, gritos y frases obscenas que acabó de oír de boca de Dora, la mamá de la chica que se está comiendo.

María: ¡Por Dios! ¡Milci! ¡No me muerdas las tetas, por favor! ¡Ay!

El salvaje hombre no le hace caso y se dedica a morderle una y otra vez las tetas mientras se las toquetea. También le hace chupones en esas tetotas dejándole esa característica mancha rojita en ellas. María grita fuertemente y en voz alta le dice:

María: ¡Ahhh! ¡Maldito! ¡Viejo hijueputa!

El asqueroso hombre al escuchar eso, vuelve a morderle las tetas, aún más fuerte e igualmente la chica grita, pero… ya comienza a sentir placer, y un mayor grado de excitación con tantas mordidas y con la forma en que el depravado la penetra.

María: ¡Ahhh! ¡Ayayay! ¡Jueputa! ¡Ahh! ¡Me duele! ¡Pare! ¡Pare! ¡Ya no más! ¡¿Ya no más?!

María piensa en que debería dejarse llevar por la situación, igual no podría hacer nada, y que lo mejor es aprovechar este suceso y disfrutarlo. La chica automáticamente deja de sentir dolor y fastidio y empieza a sentir un gran placer y un sabroso morbo y de un momento a otro cambia sus palabras de desagrado y resistencia por unas de gusto y entusiasmo, para sorpresa de Milcíades.

María: ¡Está bien! ¡Usted gana! ¡Siga señor! ¡Muerda mis tetas! ¡Haga lo que quiera conmigo! ¡No está tan mal! Jajaja ¡Usted se parece a Mordelón! Jejeje

Por primera vez la chica ríe. Y Milcíades dejando de morder pregunta:

Milcíades: ¡¿A Mordelón!? ¡¿Cuál Mordelón?!

María: ¡Un personaje de una serie animada de TV!

Milcíades: ¡Ahhh! ¡Pensé que era un amante tuyo! ¡Como eres tan puta!

María: ¡No! ¡Es que usted como es chiquito, negrito y más encima me muerde pues se ajusta a ese personaje de Futurama! Jejeje ¡Me imagino que usted también caga en cantidades! Jejeje

Milcíades: ¡Perra maldita! Jejeje ¡Pero me gusta que ya estés risueña, mamita! ¡Yo sé que te gusta que te folle y te muerda! ¡Putita!

Milcíades la vuelve a morder mientras la penetra con fuerza, y ella lo atenaza con las piernas, lo abraza más fuerte y le comienza a besar la sudorosa y grasosa cabeza calva con ternura. El viejo al notar esto la mira y ella estira su boquita y le da un piquito en los labios. El pervertido se acalora, comienza a sudar más de la cuenta y la baña a ella en sudor, en grasa corporal y en saliva. María se siente como en un horno, el calor que genera el cuerpo del viejo la excita aún más. Milcíades la besa en la boca desesperadamente, y ella no se queda quieta, le responde los besos con pasión. Se escucha un fuerte grito de la señora Dora desde el segundo piso y esto estimula aún más a María quien ya tuteando al infame y horrible personaje dice:

María: ¡Déjame montarte, papi!

El pervertido no lo puede creer, la chica resultó ser más puta que las mujerzuelas que trabajan en sus puteaderos. Esto hace que su grado de excitación aumente, y su verga se ponga más potente. Se levanta rápido, coge a la hermosa mujer violentamente como a una muñequita y la pone de pie, él se acuesta y jala de la mano a María para que se monte sobre él.

Ella sola ya sabe qué hacer, agarra ese viscoso, pero duro y erecto miembro y se lo mete en la cuca y comienza a dar fuertes saltarines como si estuviera montando a caballo, sus tetas saltan al ritmo de esos saltos, son tan grandes que parecen querer salir despedidas por los aires, igualmente sus coletas de cabello saltan de forma excitante. La chica grita de placer, sus gritos y gemidos resuenan por toda la casa. Al mismo tiempo se comienzan a escuchar los gemidos y gritos de su madre, cuando la chica grita luego lo hace Dora, y viceversa, es gracioso, pues cuando una emite un grito o gemido la otra parece contestarle con otro grito o gemido.

El hombre estira sus manos y le agarra las estupendas tetazas, se las aprieta, se las frota, le estira los pezones, hace que ella se agache para que él pueda succionarle los pezones, luego vuelve a dejarla libremente saltando y penetrándose con aquella chica, pero gruesísima verga. La chica toma con sus manos las manos del viejo barrigón y entrelazan los dedos. María sigue propinándose verga a gran velocidad, sus tetas y sus colitas de cabello suben y bajan espectacularmente, y llega el momento en que llega su clímax. La mujercita se corre, entre gritos y gemidos, soltando cantidad de líquido por su rica vagina, mojando el cuerpo de su hombre.

Milcíades: ¡Uf! ¡Que buena chica! ¡Definitivamente te necesito en mis prostíbulos! ¡Eres una fiera! ¡Qué mujerzota! ¡Qué puta!

La chica ríe, lo besa y luego, sube su cuerpo y sigue saltando sobre el vigoroso falo del dueño de los prostíbulos, la chica ahora si se ve contenta, sube su cara mirando al techo, cierra los ojos y en su rostro aparece una tierna sonrisita, después sube sus manitas y a la vez que saltan sus tetas se va quitando los cauchitos de sus coletas liberando su cabello, ahora su cabello suelto bailotea y se viene a su cara, se ve muy incitante ver su cabello caer sobre su cara en un momento y en el otro saltar hacia atrás dejando ver su rostro de puta excitada. La chica gime y grita, y estos gritos se mezclan con los que lanza su madre desde su cuarto.

Los saltos que da la muchacha sobre el falo y las huevas de don Milcíades hacen que ese cabello vuele y se alborote alegremente. Ella tiene una forma muy sensual de moverse, pues a veces cuando tiene el miembro del hombre totalmente adentro de su vagina, se mueve dando círculos sobre el pene con su cadera y su culo. Es una verdadera delicia verla moverse así. También ella misma se coge las tetas, y se estira los pezones, para después de unos minutos dárselos a chupar a Milcíades.

María sigue dando saltarines, a la vez que sonríe y pone una demoniaca cara de placer con los ojos cerrados. Su macho la coge de la cintura y la hace saltar aún más alto, así ella cae con más fuerza sobre su verga, haciendo que esta entre más profundamente en su vagina. Milcíades le agarra las nalgas, se las soba, se las oprime, las disfruta mucho. Las manotas del sujeto le tocan las suaves piernas a la chica, la cual observa sonriente a Milcíades, se miran a los ojos, como si fueran novios, y esto hace que el calvo sienta ganas de eyacular cuanto antes, no se aguanta, retira a la mujer de un empujón, la cual cae al suelo, se pone rápidamente sobre ella, se masturba un poco apunta a la cara de la chica y su verga explota expulsando un severo y largo chorro de esperma en la cara de María. Este primer chorro de semen es seguido de otros tres con la misma potencia, para finalmente salirle solo gotas que van a parar en la alfombra. La cara de la chica queda juagada en semen blanquecino, y ella sonríe. De fondo se escuchan aun los aullidos, gritos y risas que lanza doña Dora y las malas palabras de los hombres que están con ella.

Milcíades: ¡Genial! ¡Estupendo! ¡Fabuloso! ¡Mereces un aplauso, putita! ¡Estuviste regia, mi hembra!

María: Jejeje ¡¿Usted cree que yo podría trabajar con usted?! ¡¿Cuánto me pagaría?!

Milcíades se sacude el miembro sobre la cara de la muchacha, echándole las últimas gotas de esperma encima.

Milcíades: ¡Claro que puedes trabajar en mis puteaderos! ¡Solo necesito que quieras y tengas disposición! ¡Pero tendremos que inventar una excusa para que tu papito y tu mamita no se den cuenta, mi amiga! ¡te prometo que te pagaré bien! ¡Mira mi verga, chúpamela!

María: ¡¿Cuánto me pagarías?!

Milcíades: ¡¿Pero para qué necesitas dinero?! ¡Tu familia tiene bastante! ¡Tu papi gana mucha plata!

María: ¡Quiero independizarme y qué mejor trabajando en algo que puedo hacer bien!

Milcíades: ¡Ahh! ¡Claro! ¡Te pagaría unos qué…! ¡Por ahí unos 20 palos mensuales!

María: ¡¿De verdad?! ¡¿Me pagarías todo eso?! ¡Milcíades, quiero trabajar para ti!

Milcíades: ¡Esa es la actitud, mi vida!

María: ¡Quiero ponerme a trabajar ya! ¡¿Dónde firmo?! ¡Seré una buena putita, se lo prometo! ¡Haré lo que me diga!

MIlcíades: ¡Desde hace mucho tiempo eres una buena putita! Jejeje ¡Ya hablaremos de esos detalles! ¡Por ahora limpia mi verga con tu lengua y chúpamelo!

María limpia con la lengua el falo baboso y maloliente del hombre, su semen huele a diablos, sin embargo, la hija de Dora y de Lucas se lo mete con ganas a su boca y lo mama con destreza.

Mientras tanto Milcíades en su pensamiento dice:

Milcíades: Jajaja ¡Qué putita tan mula! ¡Qué tonta! ¡La muy imbécil cree que le voy a pagar todo eso! ¡Si es yegua! ¡Eso no se lo doy ni a las prepago! ¡Eso no se lo gana nadie! ¡Qué ingenua! Jajaja ¡Al fin y al cabo es la tonta del sector! Jajaja ¡Uf! ¡Pero qué rico lo mama esta zorrita!

María: ¡Milci! ¡Voy a verme al espejo! ¡Quiero ver mi rostro lleno de su leche! ¡Siempre me gusta verme al espejo después de que los manes me echan esa cosa en la cara!

Milcíades: ¡Ufff! ¡Eres reputa! ¡Mira chica! ¡Ahí está el espejo de la sala! ¡Y apúrate, límpiate y vístete! ¡No demoran en venir los folladores del segundo piso! ¡A juzgar por los gritos que escuchamos de tu mami y las palabrotas de tu papá y de tu hermano, para ellos también estuvo buena la faena! Jejeje.

Continúa (Tercera parte).

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