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El juego de las llaves (Parte 2)
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Continuando con el relato anterior, cuando nos levantamos y decidimos contarnos que había pasado la noche anterior, mi esposa me escribió en un texto que solamente había mamado la verga de Juan, le había hecho una rusa con sus tetas y la alcanzó a penetrar hasta qué Juan terminó fuera, y que no había sido nada del otro mundo, obviamente no le creí; al ver que estaba echando mentiras yo no más le dije que su hermana me había mamado la verga y la penetre hasta que termine pero que me había puesto un condón, obviamente eran mentiras ya que la disfruté al natural.

Pasó una semana y Sandra hizo un grupo en whatsapp donde estábamos todos los que jugamos y dijo que si volvíamos a jugar el fin de semana, que fuéramos a su apartamento lo cual todos aceptamos y fuimos el sábado. Llegando al apartamento estábamos todos y dijo que había invitado a su tía que venía con su pareja de visita a la ciudad, nos dijo que si no había problema a lo qué todos dijimos que no.

Nos pusimos en la mesa y decidimos empezar el juego más temprano para tener más tiempo, se volvieron a explicar las reglas y el tiempo para estar con cada uno aumentó a 5 horas. Cuando estábamos en la mesa Juan se acercó a mi esposa y pude escuchar cuando le susurró al oído:

Juan: ojalá que me vuelvas a tocar otra vez tú maldita perra.

Mi esposa se hizo como si nada hubiera pasado y le dio un trago a su bebida; bueno chicas es hora de sacar sus llaves.

Así quedaron las cosas:

Tío Jesús con Mariana; Roberto con cuñada Alma; Yo con tía Angélica; Pedro con Sandra; Luis con mi esposa; Juan con cuñada Rosa.

Cuando estábamos así parados escuché que Sandra dijo:

Sandra: va estar muy aburrida tu esposa porque a Luis no se le para y cuando se le para dura 1 minuto en terminar, así que no te preocupes.

Todos salieron, la tía y yo decidimos quedarnos en casa de Sandra.

La tía Angélica media 1.60 o poquito menos, sus tetas eran operadas y estaban algo grandes, su culo era algo notable y sus piernas algo torneadas, de la cara no estaba mal, el pelo era negro con algo de canas.

Al estar solos le pregunté qué si le explicaron lo del juego, a lo que la muy zorra me dijo ya, por eso estoy aquí, a lo que me aventó contra el sillón y comenzó a desvestirse y a bailar un poco, eso pe puso al mil, ya que quedo completamente desnuda pude ver su hermoso cuerpo y pude notar que no estaba depilada del todo su vagina aún me marcas excite mas.

Vio que mi pene estaba ansioso por salir a lo que me quito el pantalón y bajo mi bóxer y pude ver como reboto mi pene y casi le pega en su cara.

Tía: está de muy buen tamaño y tiene buen grosor, habrá que probarla.

Y si comenzó a mamar mi pene se lo metía todo a la boca y casi se ahogaba cada que hacía esa acción, se lo sacaba de su boca y comenzaba a chuparme y succionarme los huevos, cuando iba acabar le dije que ya no aguantaba más y agarro mi pene y se tomó toda la leche caliente.

-Ahora te toca comerte mi vagina cabrón así que dale sírvete.

Se acostó en el sillón y abrió sus piernas para que yo empezara hacerle sexo oral, le lamía su vagina y le metía dos dedos, ella grita y gemía de lo excitada que estaba, después de un tiempo pude ver como salían sus jugos vaginales y como echaba su cabeza hacia atrás del orgasmo que había tenido, siguió por montarse en verga, lo cual ella se sentó y medio la espalda, yo mordía su espalda y tocaba sus tetas con una mano y con la otra mientras ella se penetraba yo tocaba su vagina, los dos terminamos en un lago orgasmo, la muy perra me dijo ahora sigue mi culo, así que empiézalo a lubricar, a lo que comenzó a mamarlo y meterle los dedos, luego cuando vi que estaba listo puse mi pene en la entrada de su culo y lo fui introduciendo noté que dolía porque ella apretaba sus nalgas, pero después se lo introduje todo, con una mano le agarre el pelo y lo jalaba, con la otra le daba de nalgadas, ella gritaba que le pegara mas fuerte que eso la excitaba, pude ver como ella gritó de placer de semejante orgasmos, cuando yo termine pude notar como la leche inundó su culo y al momento de sacarla, como se le desbordaba la leche por las piernas, ella se comenzó a vestir al igual que yo. No pasó mucho tiempo cuando empezaron a llegar los demás.

Comenzamos a beber y a platicar, vi cuando Sandra se llevó a mi esposa a la cocina, muy disimuladamente las seguí y escuché su conversación.

Sandra: como te fue? Lograste tener sexo con él?

Mi esposa: para nada, no se le paraba por más que hice intentos y nada, al último tuvo una pequeña erección que logre mamársela un minuto cuando él terminó, qué noche tan más aburrida, tendré que llegar y tener sexo con mi esposo, y a ti como te fue.

Sandra: la verdad me la pase muy bien Pedro es muy caballeroso y me comió la vagina como nadie más.

Mi esposa: te confesaré que la vez pasada Juan me trato como una perra me hizo correrme varias veces e inundó mi vagina de leche.

Sandra: pues ojalá me toque para la otra

Vámonos dijo Sandra mañana nos mandamos mensaje, salí corriendo y me puse en el sillón, horas más tarde nos fuimos a la casa y obviamente llegue a complacer a mi esposa, pero quedé pensando en lo que dijo de Juan.

Continuará.

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