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El lado oscuro de Luna (Capítulo I)

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La sesión.

Le pregunté ¿Cuál es tu nombre? Al cual respondió entre dientes y de mala manera — "Luna".

—¿Por qué estás aquí?

—Tuve que venir obligada ¡Casi que arrastras! Mi madre se empeñó en que debía tener ayuda especial, dice estar muy preocupada por mi, no entiende nada de lo que me está pasando "según ella" de un tiempo para acá yo estoy muy diferente; y más aún desde que regresé de Cancún México, un viaje que me regaló por haberme graduado con honores en la carrera universitaria de administración. Según mi mamá ha notado muchos cambios radicales, y que ya no soy la misma.

Siempre me he caracterizado por ser una chica tranquila, entregada a los estudios y al deporte, siempre de buen humor y sumisa ¡Bastante diría yo! Soy de pocas amistades y ni siquiera novio he tenido, no soy de vestir sexy, solo cuando hago ejercicios que me pongo mi ropa deportivas ajustada y ya. Creo que paso desapercibida por completo.

Ella piensa que me pasó algo terrible y no quiero hablar de eso porque estoy traumatizada o avergonzada. Que estoy pasada de grosera y mal contestona, que casi no hablo con ella, cuando siempre hemos sido tan unidas y nos contamos todo "bueno casi todo"

—¿Qué edad tienes?

—24 ¿Acaso eso importa?

—¡Sí! Solo debes responder a mis preguntas, necesito conocerte y así poder evaluar tu conducta ¿Vives sola con tu madre?

—Sí, desde que mi padre se fue al descubrí la infidelidad de mi madre con su propio hermano, pienso que eso le rompió el corazón y sin armar un escándalo descomunal e intentar agredir a los infieles, tomo sus cosas y se fue.

Recuerdo que entró en mi habitación, me besó en la frente y me dijo "siempre estaré para ti".

Sólo era una niña cuando eso pasó, para ese momento no entendía mucho de esas cosas, al ir creciendo y entrando en la pubertad fue cuando concientice el porqué de las constantes visitas de mi tío a casa cuando papá no estaba; y el por qué mi madre se ponía ropa insinuante para esperar a que llegara ¡Ojo! Hasta el sol de hoy ella piensa que yo no sé nada del asunto ¡Oh! se hace la demente. Cree que me comí el cuento que mi padre se fue porque consigo empleo en otro país y decidió más por su trabajo que por ella, pero que estaba segura que él me amaba. Prefiero que siga pensando eso a que sepa que escuchaba sus alaridos de perra en celos cuando mi tío la follaba en la misma cama donde dormía con mí padre.

Yo Nunca perdí el contacto con mi padre y de verdad él se había ido a Madrid a trabajar en el área de mercadeo con una multinacional.

—¿Tienes contacto con tu tío?

—En estos momentos no. Los primeros años digamos que sí por no entender lo que estaba pasando o inconscientemente prefería hacerme la pendeja, y de una u otra manera bloqueé muchas cosas. Todo seguía igual con él, pero con la ausencia de papi ya las visitas se hicieron más frecuente y mi madre se entregó a él en caída libre sin importar nada, pienso que ya no amaba a mí padre y en vez de terminar la relación corrió como una puta despertada a los brazos de mi tío.

—¿Cómo te sentiste al caer en cuenta de lo que estaba pasando?

—Sentí rabia y decepción, pero más coraje me daba lo tonta que fui y no darme cuenta sino cuando crecí, seguía tratando con mucho cariño a mi tío y hasta ya lo sentía como si fuera mi padre.

Ellos siguieron con sus lujuriosos encuentros en mi casa a escondidas ya que él es un tipejo casado y tienes dos hijas contemporáneas conmigo; y la excusa perfecta para ir a casa era traer a mis primas para que yo no me sintiera sola, y mientras jugábamos él aprovechaba para revolcarse con mamá.

No soy quien para levantar juicio contra ellos ¡Pero coño, no sean tan descarados!

Mi madre sigue siendo una mujer hermosa de excelente cuerpo y linda de cara, a pesar de sus 45 años se conserva muy bien, le gusta vestir a la moda y ejercitar como una loca, es una mujer que llama mucho la atención por ser tan alta (1,78 cm) cabello castaño oscuro largo y abundante, casi le llega a la cintura, buenas tetas, grandes nalgas y excelentes curvas. Eso me hace entender el por qué mi padre se enamoró de ella y al mismo tiempo volvió loco a mí tío.

—¿Sientes algún tipo de envidia hacia tu madre?

—¡Nooo! Para nada, además me parezco mucho a ella, tanto en cuerpo como en rostro, hasta nos sirve la misma ropa y calzado, nunca sentiría envidia de ella, al contrario siento un poco de lástima por qué a pesar de ser una mujer hermosa, profesional e independiente, sufre de una soledad desesperante, ya no sale mucho y su círculo de amistades se ha ido cerrando, pienso que se enamoró del hombre equivocado y que tiene sentimientos de culpa por el engaño a mi padre, es más ya no se ve muy frecuente a mí tío por la casa desde que se consiguió una chica en su trabajo de unos 30 años que desplazó a mí madre y a mí tía política.

—¿Cómo es ahora la relación con tu tío?

—Digamos que lo evito mucho, trato de no tener ningún tipo de contacto con el —¿Por qué? —Siendo honesta, siento que me ve con ojos de hombre con ganas de cogerme, cuando estamos reunidos en familia "que pocas veces pasa" para donde me muevo él va y eso me incómoda, por más que trato de evitarlo él me persigue haciendo preguntas sobre mí que no le interesan.

Un día estando yo en casa escuché que él llegó, saludó y preguntó por mí, mami le respondió que estaba en mi cuarto, no pasó mucho tiempo cuando sin tocar la puerta entró a mi habitación, yo estaba parada frente al espejo de cuerpo completo dando la espalda a la puerta, veía toda mi silueta, el buen trabajo que estaban haciendo los ejercicios y como me quedaba lo que traía puesto, tenía un shorts corto, realmente era muy corto, tipo cachetero, de esos que te dejan las nalgas desnudas y se meten por el medio de la vagina separando los labios, así tengas ropa interior puesta de lo ajustado que quedan; y un top blanco sin bras, de esos que se marcan los senos por completo, al estirar la tela se trasluce un poco y se puede ver hasta el color marrón claro de mis areolas, y como mis tetas 36 de copa y los pezones estaban un poco endurecidos por el frío, más se notaban.

Él se me quedo mirando y dijo "hola sobrina bella, estás hecha toda mujer, eres idéntica a tu madre". Solo lo miré con un poco de rabia y le contesté "¿Qué carajo haces aquí, no sabes tocar la puerta? Me quedé catatónica y el seguía con la vista en mi entrepiernas y las tetas, su cara era sádica y morbosa, él se acercó a mí e intento besarme el cual rechacé de inmediato, sus manos se posaron en mis nalgas el cual apretaba fuertemente y mis senos quedaron pegados al pecho de él, con ambas manos y sacudiendo la cara intentaba que no me besara y lo empujaba para despegarlo de mi.

Lo pateé en los testículos cosa que no atiné bien pero me soltó, eso me provocó asco, él se fue y yo me tiré boca arriba en la cama, me puse a pensar en lo sucedido y todo lo que ese hombre había hecho en mi casa, causando la ida de mi padre y el dolor de la ruptura de mi hogar, pero sentía una sensación extraña en mi entrepiernas y mis pezones estaban que reventaban y no era precisamente por el frío, cuando metí la mano dentro de mi ropa íntima estaba mojada, muy mojada y eso me causó repulsión conmigo misma, también pienso que serían las hormonas alborotadas dignas de mi edad.

Era una sensación de rabia y excitación; y eso no me lo podía permitir. Necesitaba calmar mi excitación, aún qué parezca mentira no podía controlar las ganas de masturbarme, aún con mi mano metida en la pantaleta rozaba mis labios y tocando mi clítoris sentía cómo mis dedos estaban empapados con mis espesos fluidos, mis dedos se deslizaban por la raja húmeda hasta llegar al ano, acariciaba con la otra mano mis tetas, no aguantaba más el deseo y me puse a imaginar que estaba teniendo sexo en el baño de chicas con un profesor de física que es bien apuesto y así termine de complacerme hasta llegar a mis múltiples orgasmos.

Me quedé en mi cuarto y no salí para nada, cosa que a mí madre se le hizo extraño, tocó la puerta de mi habitación y yo me hice la dormida. No paso mucho rato cuando escuché los gemidos de mi madre y el sonido de las fuertes nalgadas que le propinaba mí tío diciéndole "siempre serás mi puta y mi perra, no lo olvides" al cual ella contestaba que "SÍ" entre jadeos y gritos, creo que la lujuria les hizo olvidar que yo dormía en la habitación justo al lado.

—¿Qué edad tenías cuando eso pasó y en algún momento habías sentido una atracción por él?

—Tenía 18 años recién cumplidos, hacia unos meses había saliendo de secundaria, y de verdad lo veía como lo qué es, un familiar cercano y el amante de mi mamá. No creo haber tenido un deseo sexual por él. Sentía cariño, pero mientras fui creciendo me alejé de él por completo, tenía sentimientos encontrados, justo por todo lo que le estoy contando.

—¿Cómo ha sido ti vida íntima? ¿Cómo conectas con el sexo opuesto?

—No tengo mucho que hablar de mi vida íntima, como dije anteriormente, he sido entregada a los libros y al deporte, no soy de las chicas que le encanta andar provocando erecciones a todos los chicos, me visto bien pero discreta en la ropa exterior, no soy fiestera, tengo pocas amigas y en realidad mí intimidad ese conmigo, en la privacidad de mi zona de confort y mis pensamientos, haber ¿Conectar con el sexo opuesto? Se me dificulta un poco, porque en el medio que me desenvuelvo son contemporáneos y en realidad los encuentro bastante inmaduros para mis gustos. Siempre me han llamado la atención los tipos mayores, así cuarentones ¡Oh! Hasta cincuentones jajaja jajaja jajaja. Y no es de ahorita, desde muy niña veía las revistas y ya me gustaban mayores.

La primera vez que tuve contacto sexual fue a mis 18 años, y digo contacto sexual porque no hubo penetración, fue con un chico de 30 años que conocí cuando estaba trotando. Te contaré desde un principio.

Ese día me desperté como todos los sábados a las 7:30 am, debía ir a trotar en un parque cerca de mi casa, me levanté con el morbo a millón y antes de salir de la cama me pegue una masturbada divina, acostumbro a dormir con ropita sexy abajo, tenía un tanga hilo de color rosa y una franelilla sin sostén, me puse boca abajo parando la cola y metí una mano dentro del hilo, ya mi vagina estaba tan húmeda que los dedos patinaron sin dificulta alguna, ella es grande, de labios carnosos, y mi clítoris se sale por encima de ellos, yo le llamo cariñosamente "mi totonita".

Con mi mano la cubría por completo, la frotaba, apretaba y en una de esas me coloque boca arriba y abrí las piernas pegando amabas rodillas de la cama y las platas de los pies pegaron una con otra haciendo una forma de corazón, saque la mano de ahí y me la llevé a la nariz, de verdad nunca lo había hecho, tenía un olor excitante, entre sudor y fluido vaginal, no tarde en rozar los dedos de nuevo y luego llevarlos a mí boca, eso me gustó aún más, no sé si eso es normal que me guste el olor y el sabor de mi vagina, pero lo que sé es que eso me calentó más.

Entonces decidí masturbarme con la otra mano y oler la que anteriormente estaba dentro de mí tanga. Eso me hizo acabar varias veces y sacarme hasta gemidos de placer, terminando de hacer eso me fui a duchar y luego busque unos lycra color beige claro de mi madre que son mucho más atrevidos y no se los ponía por que los compro equivocadamente una talla menos, me puse un hilo de encajes de color blanco, cuando me coloque esa prenda me pare frente al espejo y dije ¡WOW! Pareciera que estoy desnuda, los encajes se marcaban como un relieve sobre la lycra, adelante se delineaba mi totonita por completo y atrás se podía ver el diminuto triángulo alargado que dividida mis nalgas y terminada perdiéndose entre ellas, de verdad era divino verme así en el espejo, me puse arriba un brasier que hacía jugo con la parte de abajo y sobre eso una sudadera que me quedaba a media nalga, así disimula un poco lo que mostraba la ajustada prenda.

Volviendo al tema. Ese mismo día conocí al chico que te mencioné anteriormente, al llegar al parque hice ejercicios de calentamiento y él estaba ahí, cruzamos miradas y el termino el calentamiento antes que yo, se acercó a mí y me preguntó ¿Vas a trotar? Le dije sí y él me dijo ¿Podemos hacerlo juntos? Respondí que sí, dimos un par de vueltas sin cruzar palabras, nos detuvimos y fue cuando me dijo —eres hermosa, y tienes un cuerpo increíble, te dejaba ir unos pasos adelante para verte por detrás, yo respondí ¿Te gustó lo que vistes? —realmente sí ¡Ver tus nalgas vibrar al ritmo de tus pisadas mientras tortas en ese ajustado pants. Es delirante!

Esas palabras me excitaron y más viniendo de un hombre que apenas estaba conociendo, me invitó a tomar un jugo y seguimos conversando de todo un poco, el me miraba de arriba abajo mientras yo lo incitaba con mí lenguaje corporal, de pronto me dijo que sí quería ir hasta su auto y yo dije que sí, el aparco en un sitio bastante retirado donde no pasaba casi nadie, me abrió la puerta y yo sin pensarlo entre, cerro y se dirigió a su puesto, estando dentro del carro comenzó a besarme y yo correspondí como si lo conociera, su mano fue a dar a mi entre piernas y yo al sentir el calor de su mano abrí más las piernas, él cómo pudo fue quitando el ajustado lycra hasta llevarlo a mis tonillos, mientras yo quitaba su franela empapada de sudor, el quito mi sudadera y saco mis tetas del brasier, ya mi mano estaban apretando su hermanita erecta y el mamaba mis tetas con desesperación, bajo mí pantys y comenzó a acariciar mi totonita, yo para ese momento la tenía depilada la línea del bikini y vellos rebajados que solo tapaban la raja y poco más, cuando intento meter los dedos, le quite la mano y le dije —soy virgen y no deseo perder el virgo con unos dedos, el quedó atónito y me dijo —no pienso quedarme con esta calentura que tú provocaste así que vamos a ver que hacemos para bajarnos las ganas.

Elegantemente quito mis zapatillas y termino de quitar la ropa, puso una de mis piernas en el tablero del carro y la otra en el espaldar de la butaca del chófer quedando yo con la espalda recostada a la puerta y bien abierta para él, y fue cuando por primera vez en mi vida sentía una lengua lamiendo mis carnosos labios vaginales y luego chupando y lamiendo mi clítoris, fue tan divino lo que me hacía sentir que acabe chorros de mi néctar cristalino y espeso. Mi cuerpo se estremecía y mi vagina tenía espasmos, él se quitó y se sentó derecho, bajo toda su ropa y dejo al descubierto su gran pene, de verdad era grande y grueso, me dijo ahora te toca a ti.

Nunca me había metido una verga en mi boca, pero deseaba hacerlo, de verdad sentir esa vaina en mi boca tan grande y gruesa me ponía a millón, no sabía cómo hacerlo, me acordaba de unos videos porno que había visto e intentaba imitar a la tipa del vídeo, pero que va, realmente no sabía, y fue cuando él me tomó por el cabello y comenzó a subir y bajar mi cabeza como un balón de Básquetbol mientras se inclinaba hacia adelante, sentía como el glande rozaba mi garganta y aún quedaba un pedazo de su pene fuera de mi boca. Pensé que iba a vomitar, literalmente me estaba ahogando con esa gran verga.

Luego se pasó para los asientos de atrás, se puso de rodillas y me dijo que me pasará para atrás, al pasarme me senté pegada a la puerta y el tomo ni cabeza con ambas manos apretando mi cabello y me llevó hasta su mástil y comenzó a follarme la boca, sacando y metiendo, mientras lo hacía yo apretaba mi vagina y me masturbaba, el seguía embistiendo mi boca hasta llegar más allá de mi garganta, yo aguantaba la respiración para ni ahogarme y fue cuando sentí un chorro de leche con gran presión llenando mi boca y más, el semen salió hasta por mi nariz, yo lo saque de mi boca y lo seguí masturbando hasta sacar todo, su leche corría por mis tetas hasta llegar al ombligo. Me vestí, me despedí y más nunca supe de él. Fin de la historia

—Entiendo, bueno se terminó el tiempo, no volveremos a ver en la próxima sección —¿Cómo así. Eso es todo? No me dijo nada, solo se sentó ahí a escuchar y no dijo ni una sola palabra, eres un fraude —nos veamos la semana que viene.

Salí muy molesta de ese lugar, me hacía una y otra vez la misma pregunta ¿Para qué carajo mi madre me hace ir a un sitio donde supuestamente me van a ayudar con no sé qué? Pero al mismo tiempo me pregunté ¿Por qué fui tan gráfica al contar mi vida? El solo necesitaba saber los porque y no los detalles, creo que se me fue la mano al ser tan específica en contarle hasta la ropa íntima que uso y darle los detalles de mi vida íntima ¿Pero por qué no me detuvo? Diciendo que no continuara, que no necesitaba los detalles ¿Será que le gustó mi historia o me está analizando?

Continuará.

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