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El regalo de cumpleaños

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En este cuento Vali se sincera y en una suerte de catarsis me señala que desde ese momento aprendió con quién podía meterse y con quien no, porque por ser una zorra que pensó era más inteligente que el resto, recibieron ella y su inseparable e igual de caliente amiga, la lección de su vida.

I

El amigo del hijo de Vali cerraba la puerta tras sí. Ya no sería una molestia para ella, por lo que satisfechos, brindamos con champagne y follamos como perros en celo todo el resto de la mañana hasta la hora del almuerzo pasada. De vuelta del baño, Vali sentada sobre la cama, desnuda, hablaba por celular.

Mis ojos no podían evadir verla… Valeska es una mujer de 1.50 m con mentirosos 45 años, de blanca piel, cabello semi ondulado, largo, color castaño claro con matices más claros que lucía hasta media espalda.

Expresivos y vivaces ojos, acompañaban un generoso par de labios que enmarcaban a una delineada y hermosa boca. Cuello largo y estilizado, senos más bien pequeños, pero perfectamente formados, ambos coronados por sendos y definidos pezones.

De escasa cintura como la mayoría de las bajitas, sin embargo, ostenta un sexy par de margaritas en medio de la espalda baja, justo encima de su proporcionado y bien formado culo que si bien grande no es, al igual que sus pechos, es de formas perfectas y con el tamaño adecuadamente proporcionado a su tamaño y complexión. De piernas estilizadas y largas con bellos y refinados pies.

Una forma de describir a Valeska es afirmar que es de las mujeres que se ven bien con y sin ropa sin ser una modelo inmaculada. Y es quizás por la soltura de cuerpo con la que se desenvuelve o su rostro de niña de bien o ambos… Volví a la realidad al notar que la charla llegaba a su fin.

Vali: si chini… no me olvidaré… pilas doble a y el pan. Yo también. Besos.

Yo: no te cansa esta doble vida?

Vali: un poco, a veces…

Yo: y por qué sigues viviendo igual…

Vali: porque me acomoda y tiene sus beneficios… excepto cuando me pasan cosas como la que viví con esos pendejos que a pesar del miedo igual lo disfruté, pero igual me sentí usada sin mi consentimiento y eso no me agrada…

Yo: Entiendo… oye… y qué pasó con la foto?

Vali: aquí la tienes… rómpela después de verla, porfa…

Yo: oye chica… me contarías algún día la historia que hay detrás de esta foto…

Vali: -sacándola con gentileza de mis manos para mirarla, me dijo casi con nostalgia, pensé,- Era una pendeja con 19 años recién cumplidos. Era mi fiesta de cumpleaños organizada por mi novio de entonces, supuestamente para disfrutar con las amistades. Menos mal que me acompañaba una amiga… pues resultó que el muy desgraciado solo convocó a 7 invitados, todos hombres, cada uno de ellos con una plausible explicación por la ausencia de sus parejas… que el niño, que el baby shower de la hermana y así… Cuento corto… nos emborracharon y follaron, por el coño y la boca, sin misericordia a cada una, de dos en dos por toda la noche… -por casi 5 segundos guardó un solemne silencio, tiempo en el tampoco dejó de mirar la instantánea. De pronto siguió.- Otro día te cuento los detalles, si aún los quieres escuchar, solo te adelantaré que después de ese día nunca más fui la misma. Ese día comencé a ver al sexo como una eterna y constante búsqueda del placer carnal en todas sus manifestaciones… En ese cumpleaños me volví la puta que ahora soy…

Yo: eres la puta con más garbo que conozco… -sonreí cálidamente- te puedo hacer una pregunta más?

Vali: la que quieras…

Yo: por qué el papá de ese pendejo tenía la foto en su poder?

Vali: al comienzo ni me lo pregunté, luego no logré establecer conexión alguna entre el tonto y mi foto… pero luego, por algo que mencionaste, lo supe… este loco una vez nos dijo a mi marido y a mí en una conversación sobre fútbol de barrio, que conocía a varias personas de mi juventud, nombrando solo a uno. Curiosamente ese uno aparece en segundo plano en la foto. Maldito…

Yo: entiendo… te quiere tener en sus manos, Vali… quería meterte miedo, pero a mi entender no tienes de qué preocuparte… tienes la foto y por si todo falla y si lo que temes es que se entere tu esposo, él al ver la imagen se dará cuenta que es de hace mucho tiempo y que por ello no le debes ninguna explicación por ello…

Vali: yo no entendería eso… pero sé que tienes razón…

Vali miraba la foto con ojos que no logré descifrar. Arrugaba la frente, juntaba las cejas, débilmente sonreía. La observaba sin querer interrumpir sus pensamientos, por lo que con el fin de darle intimidad, me levanté para ir en busca de algo para la sed.

Vali: para dónde vas, Cris???

Yo: a la cocina… quiere que le traiga algo?

Vali: por qué eres tan gentil conmigo si lo único que soy es una puta…

Yo: tal vez lo seas, pero eres una con estilo… y me agrada eso… Además para ser sincero no eres mi esposa…

Vali: y si lo fuera???

Yo: si lo fueras… de partida nunca me hubieras contado nada de tus vivencias y si supiera que me engañaste… no te lo perdonaría…

Vali: y por qué no???

Yo: porque los hechos demuestran que sigues incurriendo en lo mismo… y creo que no es porque tu esposo no te satisfaga, sino porque lo necesitas… digamos que tienes vocación de puta…

Vali: jajaja… tal vez tengas razón… me gusta estar contigo porque siempre me subes el ánimo…

Yo: y porque te gusta mi corneta… no lo niegues…

Los dos: jajaja…

Vali: aún quieres escuchar la historia de esto???

Yo: todo el rato, chica… todo el rato… qué haces?

Vali: prepararme para contarte lo de esa noche… por???

Yo: porque a menos que sientas frío, no necesitas ponerte nada encima… Así como estás, piluchita, es mucho más que buenísimo…

A partir de las siguientes líneas será Valeska o Vali quien narrará en primera persona la historia.

II

El día que cumplí los 19 años, recuerdo que fue un jueves, lo celebré con mis padres, abuela y Hugo, el primer pololo que me permitieron en la casa. Hugo es 6 años mayor que yo y manteníamos una relación seria desde hace casi dos años. Siendo los últimos meses algo agitados.

Dije agitados, porque alrededor de tres o cuatro meses antes del cumple, lo fui engañando con cada uno de sus 7 amigos del barrio con los que mantenía una relación desde la niñez, en venganza a un tonto beso que se dio con otra tonta por ahí.

Dado que Hugo nunca dio muestras de saber nada, pues sabía, era muy celoso y de enterarse ya algo habría hecho en represalia, no le di más vueltas al asunto, olvidándolo. Tremendo error de mi parte. Ese día con mi familia se comportó como siempre. En el momento de los regalos, al entregarme el suyo me dijo al oído, -este es el primero, el otro te lo daré el sábado, en la casa que nos prestó mi tío para tu fiesta, qué le parece?-.

El día del cumpleaños, con Silvana, mi amiga del alma, decidimos arreglarnos juntas en su casa. Ella, 5 cm más alta que yo, de complexión parecida, pero más voluptuosa, sobre todo porque la Silvi se gasta aún el medio ni que culaso.

Pelo negro, abundante, largo y ondulado, ojos almendrados y una generosa boca, sobresalen en un rostro atractivo. Para la ocasión, se puso una minifalda hasta medio muslo de algodón strech ajustada y larga hasta una palma sobre la rodilla.

Yo en cambio, terminé decidiéndome a favor de un ajustado peto negro sin sostenes para arriba. Lo combiné con una minifalda de mezclilla celeste, larga hasta medio muslo y unos zapatos rojos con los dedos descubiertos y una caña sobre el tobillo unida por tiras rojas tipo sandalia romana, pero con taco alto.

Hugo pasó por nosotras a las 8 pm en punto. Media hora después llegábamos a nuestro destino. La casa parecía vacía, pues ninguna ventana dejaba traslucir luz desde el interior. Mi negro, al parecer leyó la decepción en mi cara, pues puso su mano en mi hombro y como contando un secreto, dijo: -están todos invitados a las 9, chiquita.- y sonrió.

Hugo: vengan… entremos… tengo todo listo…

Silvana: -en cuanto las luces iluminaron el interior.- wow… tu tío… parece que tiene dinero… es muy linda.

Yo: si, amor… es igual de bella como la recordaba… y el tío willy?

Hugo: en la parcela reparando no recuerdo qué… -Silvana abrió una puerta de madera con un traga luz rectangular en el centro casi tan largo como la puerta misma.- esa, Silvi, es la habitación que uso yo cuando vengo a quedarme. Y ésa, -dijo apuntando a otra puerta al fondo de la habitación donde nos encontrábamos.- es la pieza del tío. No lo intenten. Siempre está cerrada, excepto cuando él está.

Yo: por qué no le ponemos color a esto para que de una vez, parezca una fiesta de cumple…

Hugo: esa es mi chiquita… pónganse cómodas mientras cumplo el deseo de esta hermosa mujer.

Luego de besar tiernamente mis labios, dio media vuelta y partió. En menos de 5 minutos quedó todo funcionando y nosotros tres, acomodados en tres sitiales alrededor de una mesa que soportaba el picadillo y los vasos.

Conversamos animadamente los tres durante un rato hasta que un comentario misógino respecto a las capacidades de una mujer en el juego de suelo que requiere, elasticidad, equilibrio y fuerza, conocido en Chile con el nombre de twister. Lo reté en ese mismo momento, contestando que ni la ocasión ni la ropa eran las adecuadas. No repliqué, pero no lo olvidé.

Nos servíamos la tercera ronda de tequila con limón y sal, las 10 pm estaban a escasas vueltas del segundero cuando los invitados comenzaron a llegar. El primero fue su mejor amigo, Daniel. Dado que venía solo, nos explicó que la Jime, su pareja, se encontraba en cama con fiebre, pero que le enviaba a Vali, todo su amor.

De ese modo, fueron apareciendo sin sus parejas, Carlos que terminaron, Claudio que nadie pudo cuidar al niño, Pablo, Pancho que no le dieron permiso, los gemelos José y Pato (todos sabíamos que no tenían pareja) y Arturo que el hijo de ella se enfermó y no quiso dejarlo con nadie más. En el fondo, cada uno tenía una excusa plausible para por lo menos, llegar solos. Cuando ya estábamos todos, noté una curiosa casualidad. Había follado con cada uno de los hombres que se encontraban en la habitación.

Durante las siguientes dos horas, bailamos, bebimos, bailamos, bebimos, bebimos, bailamos, bebimos, bebimos, bebimos y por supuesto, reímos a carcajadas en innumerables ocasiones. No recuerdo en qué momento la Silvi pasó de bailar, animada, con Carlos, Pancho y los gemelos a hacerlo solo con los gemelos. En todo caso, parecía a gusto.

Mientras Silvi contoneaba sensualmente su cuerpo para los gemelos, yo bailaba algo más desinhibida por el tequila pero no tanto como mi amiga con Pancho que de dejar a mi amiga llegó sin perder el ritmo a mi lado, sumándosele Carlos y luego Claudio. Me hacía la de la chacra cada vez que al oído alguno de mis parejas de baile me decía lo rica que estaba o por qué no nos íbamos a otro lado.

No faltó el más audaz que acompañó sus soeces palabras con un sutil pellizco al pezón de mi seno derecho que me propinó por detrás por lo que no alcancé a individualizarlo. En fin, dijo, -te follaría aquí mismo, putita.-

Miraba continuamente a mi Hugo. Cada vez que lo hacía, encontraba sus ojos enfocados en los míos con intensidad. Conversaba con Daniel de manera fluida y cercana, pero sin perderme de vista en ningún momento. Eso me gustaba.

Bailamos por otra hora más, pero al cabo, cansados y acalorados. Corrimos los muebles hacia los costados y nos sentamos sobre la alfombra, uno al lado del otro, formando un círculo. Daniel, ocioso, tomó una botella vacía de grolsh, la acostó y comenzó a hacerla girar.

Daniel: y si jugamos verdad o prenda –reto… quién se anima.

Hugo: yo le entro… ven Vali… juega también…

Yo: -me sentí acorralada e incapacitada para negarme.- está bien… háganme lugar, por favor.

III

Resultó divertido al principio, pues las preguntas eran superfluas o banales. Pero después de llevar jugando poco más de una hora, en un momento dado, las preguntas y pruebas comenzaron a cambiar, poniéndose cada vez más picantes y audaces, hasta que…

Daniel: -la botella apuntaba a Claudio- Has follado con alguno de los presentes? Verdad o prueba…

Claudio: cuál es la prueba…

Hugo: debes chuparle el pito al Pablo por 30 segundos.

Claudio: en ese caso… prefiero verdad… la respuesta es sí…

La botella giró una vez más. Una vez inmóvil, su gollete apuntaba a mi persona… tragué saliva. Miraba a Hugo, porque pensaba que él preguntaría, pero fue Daniel quien habló.

Daniel: Y tú, chica, has follado con alguno de los presentes???

Yo: y cuál sería la alternativa a contestar?

Hugo: te trataremos como a una puta que contratamos para saciar nuestros más bajos apetitos y cumplir todos aquellos sueños que nos hacen despertar mojado…

Yo: si… -era obvio, pensaba yo, que Hugo pensaría que me refería solo a él... me sentí aliviada-.

Hugo: mmm… es que no te lo dije… se lo dije o no se lo dije? –Hablando a sus amigos.- no estoy incluido en la pregunta por lo obvio de la respuesta… Entiendes???

Yo: -con mirada desafiante- te daré mi respuesta solo si tú me respondes si acaso tienes alguna preferencia especial por saber la verdad o que cumpla el reto…

Hugo: ya que lo preguntas y dadas las circunstancias, te diré que por lejos prefiero cumplas el reto…

Yo: -los 5 amigos me miraban como si el hambre los devorara por dentro y yo fuera un pollo asado-. Quieres que me traten como a una puta… a mí… a tú mujer… en qué estás pensando? Te convertiste en un pervertido… qué harás tú… mirar o participarás???

Hugo: mira cabrita… estoy al tanto de todo…

Yo: de qué hablas… quieres hablar claro???

Hugo: córtala con fingir que no sabes de qué hablo.

Pablo: todos le contamos… así que te sugiero dejes de hacer el ridículo… -alzando el tono.- puede alguien bajar el volumen de la música, por favor.

En cuanto la cortina de música desapareció, todos oímos con claridad los típicos sonidos que se emiten en una follada. Silvi, aullaba como perra en celo. La voz de uno de los gemelos de súbito alcanzó el volumen suficiente para ser escuchada nítidamente.

Gemelo 1: baja los decibeles, será mejor, perra… o el que te escuche querrá participar de la fiesta que tenemos acá… te gusta la verga de mi hermano, putita??? –jadeos fueron la respuesta- y ahora… me la chuparías mientras gozas con la de mi hermano??? Eso, putita… cómetela toda… dale fuerte bro, así es como más le gusta…

Después de eso, no fue necesaria mi respuesta. Antes que pudiera reaccionar cuatro brazos fuertes tomaron cada una de mis extremidades, acostándome mirando al techo y abriéndolas al máximo de sus posibilidades y otras tantas más, tocándome con aspereza todo mi cuerpo. El bikini había desaparecido y por primera vez, sentí miedo cuando vi a Hugo, mirándome como si estuviese viendo la filmación en vivo de una película porno conmigo como protagonista.

Nunca antes había visto esa mirada en sus ojos. Fría y calculadora, soberbia y retorcidamente lujuriosa. Quería castigarme por mis infidelidades y las humillaciones que de ellas derivaron para su persona y no ocultaba, al contrario, resultaba evidente que lo estaba gozando.

Hugo: te voy a dar una alternativa a tu dilema… es fácil. Deténganse por favor, amigos… Opción A: eres una buena perra y por ello además de usarte, te haremos gozar… Opción B: eres una perra poco cooperadora y solo te usaremos sin preocuparnos si acaso lo gozas o no…

Yo: seré una buena perra… lo prometo…

Hugo: una lástima… pero en fin… suéltenla… será nuestra putita como su amiguita ya lo es de los gemelos y por cierto, de todo aquel que quiera sumarse a su fiesta privada… Volviendo a ti, -me dijo- quiero que saques ese bikini y vengas para, entre mis piernas, te pongas en 4 de manera tal que puedas chuparme la verga. Amigos… definan el orden en el que, uno tras otro, se la follarán…

Yo: -arrodillada antes de quedar en 4- y no que me harían gozar…

Hugo: nunca especifiqué el orden… mis palabras fueron además de usarte, te haremos gozar… y me estoy ateniendo a su sentido literal para honrarlas a ellas, a nosotros y por supuesto a ti.

A partir de ahora, el relator vuelvo a ser yo, Cri.

Vali: nunca admitiría que lo dije, Cri, pero si soy sincera, aún no estoy segura si me lo merecía o no, pero de lo que sí estoy segura es que aquella vez sentí más miedo y dolor que placer y… sentí que fui algo así como marcada… tuve esa sensación hasta que los conocí a ti y tu amigo JC… Ustedes lo cambiaron todo… especialmente tú Cri… me tratas de tal manera que… que no quiero separarme de tu lado y eso me está comenzando a asustar…

Yo: enamorarte de un amante es una estupidez típica de un adolescente… enfócate mujer… te trato bien no solo porque es lo que corresponde haga, sino porque así soy yo con todas las personas… Atento, cordial, amable, bueno para escuchar… La única razón por la cual recibirías un golpe de mi parte es que en un momento de mucha calentura, tú me lo pidieras… me pidieras que te golpeara…

Vali: Uy que rico…

Yo: tu problema principal es que eliges a tus amantes con los ovarios cuando deberías hacerlo con tu cerebro para una vez hecha la elección recién ahí pasarle el control al clítoris y no antes o al revés. Entiendes…

Vali: no… más o menos… si po… pero…

Yo: y dale con que las gallinas mean… por qué mejor no sigues con la historia aunque más o menos me imagino lo que pasó.

Vali: Versión resumida o cuento corto: fue Claudio quien comenzó y menos mal, pues si bien su verga era grande y gruesa, la de Pablo era descomunal…

Nuevamente toma la primera persona Valeska desde el siguiente reglón.

Ahí estaba yo. En 4 patas, comiéndome la polla de Hugo con la boca y al mismo tiempo, siendo, bruscamente follada por el coño que a pesar de tenerlo mojado, la brutalidad con la que fui penetrada, solo causó dolor.

Claudio me folló el coño a todo ritmo por largos 20 minutos, acabando, por órdenes de Hugo, entre mis nalgas para que escurriera por el ano antes de caer. Fue eficazmente reemplazado por Carlos, repitiendo casi calcado el modus operandi de su antecesor. En otras palabras, penetró en mi coño de una sola y brusca puntada, comenzó de inmediato con un ritmo salvaje, pero a diferencia de la anterior, la follada de Carlos duró poco más de 5 minutos, repitiendo el mismo ritual al acabar.

Durante todo ese tiempo, Hugo mantuvo mi boca ocupada con su erecta verga, llevando el ritmo de la mamada, utilizando mi pelo como verdaderas riendas. Aumentó la velocidad del mete y saca casi al mismo tiempo que Carlos, pero lo mantuvo casi dos minutos después que éste eyaculara, acabando en la entrada de mi garganta, obligándome a tragar la mayor parte de su semen. Aquella fue la segunda vez que probé el sabor del semen y… como en la vez anterior, no logré determinar si me gustaba, Sin embargo, al menos sabía no me desagradó.

Hugo: -en cuanto sacó su verga de mi boca- trágatelo todo, puta… eso… y ustedes tienen permiso para darle duro a esta perra… sin golpes… no queremos moretones o marcas en la piel…

Entonces, entre Pancho y Daniel me dieron vuelta, dejándome acostada de espalda. Pancho separó mis rodillas empujándolas con una mano en cada una de ellas. Y como sus amigos, penetró mi coño ásperamente, iniciando un mete y saca tosco y arrítmico. De pronto, a mi derecha, vi una sombra acercarse. Era la verga parada de Daniel ofreciéndose como un codiciado dulce.

Mi boca se abrió gracias a la presión que ejercieron las manos de Hugo sobre mi mandíbula. Nuevamente estaba siendo bruscamente follada por dos pollas. Una en mi boca y la otra en mi coño. Luego de un rato, acabaron ambos casi al mismo tiempo, salpicándome los pechos y el estómago con abundantes fluidos seminales.

Nuevamente fui puesta en 4 y penetrada por Claudio y Arturo por el coño y la boca respectivamente y follada como si fuera una puta, porque a partir de ese momento, comenzaron a tratarme como si de verdad fuera una cualquiera no solo en el trato físico, sino también en el verbal.

Por momentos sentía como llegaban, audibles, los aullidos, casi gritos de mi amiga provenientes de la otra habitación. Perdí la noción del tiempo en la penumbra del lugar y ya no diferenciaba una polla de otra… Solo recuerdo claramente que durante horas fui follada por el coño y la boca por al menos, tres parejas distintas.

Al final, cuando todos estaban saciados incluso hastiados de sexo, nos dejaron tranquilas. Entonces, nos vestimos y cuando estábamos a punto de salir de la casa, apareció Hugo, interponiéndose entre la salida y nosotras.

Hugo: supongo que sabes por qué te pasó esto o no… puta descarada… no me esperes a tomar onces… ni hoy ni nunca más… en cuanto a ti, Silvi… debo decirte que eres una diosa… y follarte fue de película… ya lo sabes… cuándo quieras…

Yo: eres un idiota pervertido…

Hugo: si… y tú una puta en celo…

Silvana: vámonos, Vali… -ya fuera de la casa, agregó,- menos mal que te deshaces de este parásito, bueno para nada… te sacaste un cacho de encima, amiga… y no sé cómo duraste tanto con alguien que folla tan mal…

Las dos: jajaja

Yo: me duele todo, especialmente el coño y mandíbula, pero no recuerdo haberlo gozado y tú…

Silvana: tampoco, amiga…

Yo: tú me conoces, amiga y sabes que no soy lesbi…

Silvana: yo tampoco, pero sí… vamos…

El relator vuelvo a ser yo desde acá en más.

Yo: y…

Vali: y qué?

Yo: y qué pasó con tu amiga Silvana…

Vali: ah no… no seas pillín… esa es otra historia…

(9,25)