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La calienta huevos de mi hijastra
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Tiempo de lectura: 12 minutos

Transcurría mi cuarto año de casado con mi esposa Andrea junto con su hija Caroline quien ya era mayor edad solo que por el traslado de ciudad repetía su último año de bachillerato, y las cosas marchaban entre la cotidianidad de la armonía, sin embargo había algo que estaba perturbando cada mañana al despertarme, sentir la fragancia del perfume de Caroline mi hijastra que dejaba una estala de olor por toda la casa antes de ir a su colegio.

Por lo general no alcanza a verla pero el olor de su perfume hacia que viera mentalmente más aun cuando unos días atrás encontré a Caroline recostada en nuestra cama, se había quedado dormida mirando la televisión a lado de mi esposa quien me pidió que la acostara como cuando era niña pero ahora era diferente especialmente por su tamaño pues era una señorita más alta y grande que mi esposa lo que me implicaba mayor esfuerzo alzarla meno mal yo también era grande 1,80 cm y robusto, para llevarla a su cuarto como cuando era niña, sin embargo pude con delicadeza levantarla para no despertarla, pero al tomarla entre mis brazos agarre con una de mis manos sus muslos carnosos y suaves gracias a su piyama un camisón claro que dejaba descubierto la mayor parte de sus piernas, provocando en mi un estremecimiento que trate de ignorar hasta llegar al cuarto.

Al recostarla en la cama fue inevitable no detallar a Caroline su rostro bonito de ojos grandes de color marrón, su boca fresca con labios rojos naturales, una cabellera frondosa de rizos de cabello castaño claro, seguía entonces recorriendo su esbelta figura joven de tés blanca y me encontraba con unos pechos suntuosos los cuales se podían observar a través del escote del camisón que estaban recogidos entre sí por la pose de medio lado fetal de Caroline haciéndolos ver sus pechos lo suficientemente nutridos, abundantes y a su vez tiernos. Luego seguí meticulosamente mirando su cuerpo y sus caderas eran exuberantes haciéndola ver tan curvilínea con una guitarra que solo daban ganas de tocarla al igual que sus muslos voluminosos que ya me había trastornado despertando en mí una serie de sentimientos lujuriosos que creía olvidados en mi adolescencia. Caroline era ya toda un mujeronon!

Volviendo a una de esas mañanas en mi recorrido a la cocina vi el cuarto Caroline por unos segundos desee entrar pero me arrepentí, luego fui a desayunar, me tome un jugo de naranja buscando refrescar mis pensamientos pero cada día se me ponía más difícil, tanto que debo confesar que me tocaba tomar viagra para cumplir con mis responsabilidades conyugales con mi esposa Andrea lo cual no me hacía sentir bien, entonces tome la decisión de ir a psicoterapeuta el cual trato de ayudar pero fue mostrarle una foto de Caroline para darme cuenta que tenía un problema pues su expresión lo dijo todo “Uff!! Que Guapura!” refiriéndose a mi hijastra lo cual empeoro la cosas y como dicen por ahí el remedio salió peor que la enfermedad porque por primera vez despertó celos en mí, pero igual nada que no pudiera controlar por lo que fui a casa al llegar me encontré con mi tormento Caroline recién había llegado del colegio se estaba preparando algo de comer y muy dulce ella como siempre me pregunto: ‘Andrés quieres una tajaditas?’ a lo que le respondí afirmativamente y mientras me daba la espalda para preparar las tajaditas.

Nuevamente no pude evitar mirar su cadera que se con su falda colegiala escocesa blanca con azul que llegaba hasta un poco arriba de sus rodillas que hacía ver su cola grande y parada que le combinaba muy bien con sus piernas largas que en realidad podría decir que eran patotas, entonces decide acercarme no solo para ver más cerca sino morbosamente para tomarle la medida y por primera vez fantasear como sería un aproximamiento por detrás de Caroline, pero me dio un remordimiento y le dije: ‘Caroline estoy como cansado voy a ir a ver televisión’ al rato mientras observaba un partido de futbol, Caroline llego al cuarto con la tajaditas que me había preparado y se acostó al lado mío para ver el partido con las piernas recogidas de tal forma que me hizo perder la concentración en el partido pues me dedique a ver sus piernas que realmente se veían más apetecibles que las tajaditas de plátano, y ni con el gol de mi equipo deje de admirar sus piernotas al contrario me imagine haciéndole un gol a Caroline por lo que me toco nuevamente disculparme e irme a duchar con agua fría para enfriar esa calentura que me estaba produciendo Caroline cada vez más frecuente.

Hasta ese momento solo trataba de esquivar las situaciones con Caroline pero era difícil porque tampoco podía rechazarla ya que permanentemente mi esposa le gustaba que compartiéramos como padre e hija o buenos amigos, lo había tratado de hacer hasta ese momento que empecé a sentir esos pensamientos lujuriosos por mi hijastra por lo que tomaba distancia, pero en día a día había muchas situaciones que me colocaban en aprietos con mis principios fueron que no sabía con quién conversarlo o que hacer, lo cierto es que mi problema era que Caroline era una mujer que no pasaba desapercibida en ninguna parte era tan solo ver como la veía tal cual viejo verde vecino que me daba rabia, pero donde fue más evidente fue en una ocasión cuando invite unos amigos a la casa donde abusando de la confianza y con un par de cervezas en la cabeza mis amigos miraban morbosamente a Caroline y sin prudencia alguna me decían: ‘Esa yeguota que tiene de hijastra Andrés aguanta ensillarla no?’ ‘Ponga al galope a esa yegua’ ‘Y ya tiene jinete?’ Y respondí estérico: ‘Ya! Paren la burla, dejen quieta a mi hijastra’ y cínicamente me respondieron: ‘Por eso para dejarla quieta hay que montarla jajajaja…’ Y yo me llene de ira que en realidad eran celos y respondí groseramente: ‘Hijos de puta ya paren la huevonada o se largan’.

Y así los pare a todos sin embargo las palabras hicieron mella en mi cabeza al día siguiente me fui a recogerla al colegio como hacía meses no lo hacía, allí la encontré asediada por unos compañeros que por cierto eran unos langarutos escuálidos pero que se les veía la gana por mi Caroline por lo que con rabia grite: ‘Caroline vamos! Vamos ya!’. Y en el camino no dije nada mas aunque Caroline extrañada trato de preguntarme: ‘Andrés pasa algo?’ ‘Porque viniste a recogerme?’ Y tratando de disimular mis celos le respondía: ‘Nada’. Al llegar a casa extrañada mi esposa también pregunto: ‘Porque vienen juntos?’ y nuevamente airado le respondí a Andrea: ‘Nada no puedo recoger a Caroline?’.

Entonces Carolina ofuscada con mi grosería se subió a su cuarto y mi esposa entonces me puso en cintura: ‘Bueno Andrés dime ahora mismo que te pasa? Porque esa grosería con Carolina’ e intuitivamente ella respondió por mí: ‘Sera que estas celando a Caroline?’’. Si es eso tienes que ver que ella ya es una mujer hecha y derecha por lo que entiendo que quieras cuidarla pero ella tiene que vivir’ Entonces aprovechándome de su argumento le pedí disculpas y reconocí mis celos pero lo que no esperaba fue que mi esposa Andrea fuera a contarle a Caroline y al rato sorpresivamente visiblemente emocionada me dio un abrazo diciéndome: ‘Andrés eres muy lindo por preocuparte por mi’ y remato dándome un beso en la mejilla que me derritió pues no era normal en ella pues era dulce por su timidez pero por el mismo motivo no era cariñosa u afectuosa conmigo, pero desde ese día las cosas tomaron un giro más dramático.

Más dramático porque fue evidente un acercamiento Caroline que repentinamente me pedía favores, consejos y jugábamos con frecuencia con la consola de Xbox, pasando más tiempo juntos que la verdad yo también estaba disfrutando a tal punto que ya no la miraba con ojos lujuriosos sino con mucho afecto, me nacía complacerla regalándole cosas de su gusto como también escuchar sus cosas pero eso cambio un 31 de Octubre que al llegar de mi trabajo vi que se había disfrazado para asistir a una fiesta de mucama sexy y verdaderamente estaba más que hermosa exquisita pero yo solo le dije a mi esposa y Carolina ‘Caroline estas muy bonita’ y entonces ser el fotógrafo para guardar el recuerdo lo cual hice pero mientras le tomaba la foto fue involuntario saborearme ver a Caroline vestida tan sexy que me hizo imaginar que sería una muy rica vagabunda, pero horas más tarde esos pensamientos lujuriosos volvieron a tal punto que me puse muy inquieto por los celos de imaginar que mi Caroline estaría sola en una casa asediada por lobos que seguro quería hacerle la vuelta de asecharla y comérsela, por lo que se me hizo difícil conciliar el sueño y la tranquilidad en cambio mi esposa estaba profundamente dormida.

Ya solo me quedo la alternativa de esperar hasta que me llamo diciéndome: ‘Andrés me recoges es que creo que tome de más’ y en segundos le informe Andrea que somnolienta me decía: ‘Bueno amor cuídense’ y Salí a recoger a Caroline, al llegar entre a la casa porque no se encontraba a fuera y efectivamente un par de rufianes o compañeros la tenía asediada y ofreciéndole alguna bebida que ella trataba de rechazar por lo que ásperamente intervine diciendo con autoridad: ‘Jóvenes claramente Caroline dijo No!’. Y cogiéndola de la mano a Caroline la saque de la fiesta y sin darme cuenta no solté mientras caminábamos unas cuadras para comer algo sentía su mano fría que despertó en mi un sentimiento de protección que nunca había sentido por lo que le puse mi chaqueta para cubrirla del frio y del roció de la madrugada, luego mientras comíamos un par de pizzas charlamos un buen rato de los disfraces y de la noche, pero luego Caroline me propuso irnos caminado lo cual acepte pero lo que más me sorprendió fue que me tomo de la mano durante el trayecto que entre risas fuimos andando hasta llegar a casa, donde el cansancio era tal que ella solo fue al cuartó a recostarse pero me pidió que la abrigara como cuando era niña, lo cual hice solo que también admiraba su cuerpo al igual que lo deseaba.

Luego me iba retirar sol que Caroline me dice: ‘Andrés me regalas un beso de buenas noches?’ Por lo que me acerque y suavemente le di un besito en la mejilla como niña consentida solo que mis labios al sentir su piel de durazno suave me hizo ver la realidad que Carolina era toda una hembra y que merecía que me la comiera a besos, pero solo lo pensé no hice nada solo la deje descansar porque yo no pude solo pensaba en ella.

Al día siguiente después de una larga noche pensando en Caroline al lado de mi esposa que si durmió, me levante muy temprano a desayunar algo en ese momento de repente Carolina aparece y me trata de asustar diciéndome ‘Buu…’. Y con una risa me saluda diciéndome ‘Andrés ven y te ayudo con el desayuno que quieres?’ entonces con esa sonrisa que ilumino el recinto le contesté: ‘Caroline que te parece si hacemos unos huevos con cebolla y tomate con un par de tajadas de plátano?’. A lo que ella me sugirió: ‘Si rico Andrés! Pero tú haces los platanitos para Yo hacer unos sándwich de queso’. Y nos pusimos manos a la obra con el desayuno, sin embargo como la cocina era pequeña tener tan cerca a Caroline me gustaba pero me ponía nervioso pues su camisón blanco estampado con un flor, traslucía su figura y su ropa interior el cual también era blanco, que pude detallar cuando Caroline se agacho para sacar el queso de la nevera la luz de la misma me dejo ver más de la cuenta además, la pose donde prácticamente me evidenció la dimensión de su cola fecunda, lo que me hizo pensar en lo que decía mis amigos: ‘Severa cadera de yegua’.

Y esta situación me provoco la primera erección involuntaria, lo cual me toco disimular inmediatamente sentándome en el comedor pero mi verga no se calmaba, es más se puso más prominente cuando Caroline se sentó también y no solo me ofreció un delicioso desayuno sino el hambre se me abrió cuando vi semejantes muslos carnosos y tiernos todo gracias a que su camisón se recogía al sentarse prácticamente sirviendo unos perniles, lo que hizo que verga se motivara aún más y fuera un desayuno muy nutrido para los ojos, pero en un instante Caroline se percató que yo estaba mirando sus piernas haciendo que ella se incomodara un poco acomodándose su camisón y cubriéndose un poco más, generando un silencio en la mesa pero también una risa tímida de Caroline lo que hizo que me corriera un fresco porque no quería que se molestara conmigo. Luego bajo mi esposa y como si nada salude mientras que Caroline le servía también el desayuno a su madre.

Para la tarde estaba muy tranquilo mirando un partido cuando llego Caroline quien había salido con su madre solo que se adelantó porque Andrea iba a donde unas amigas por lo que Caroline me propuso jugar Xbox (Mortal Kombat Vs Universal) más precisamente nuestro juego favorito pero no contaba con que Caroline se pusiera cómoda y termino con un short que me dejaba ver su mayor atributos sus piernas y una blusa azulita bordada con un cuello U que permitía ver algo de su cadena montañosa “Sus tetas” que se apreciaban como dos bultos frescos.

En ese momento los nervios de joven adolecente se apoderaron de mí no solo perdía con facilidad en el juego sino tartamudeaba cada vez que veía que Caroline en el frenesí del juego movía sus piernotas pero donde la situación se puso más dura literalmente hablando fue cuando gano él una batalla y ella se abalanzo encima mío para celebrar sentándose encima mío sobre la cama y en su arrebató involuntariamente casi por instinto al ver sus muslos apretándome la tome de sus caderas y luego de su cintura mientras su cabello largo caía sobre mi rostro, el cual retiro recogiéndose su cabello pero mientras lo hacía como en cámara lenta también me embobé mirando entre la abertura de su blusa sus voluminoso pechos, lo cual fue muy evidente y con una risa picara de Caroline, me miro a los ojos quitándose de encima de mí y nuevamente ella había provocado una tremenda erección que me puso a pesar: ‘No puede ser Caroline debió sentir mi verga’, pero ella como si nada me dice: ‘Vamos juéguenos otro Andrés’ y me termino salvando fue la llegada de mi esposa Andrea que al oír la puerta hizo que Caroline saliera del cuarto y bajara pronto a donde mi esposa lo que me dio tiempo de ir al baño para bajar mi erección antes de que subiera y se percatara de mi excitación lo cual sería muy bochornoso de explicar que hasta yo estaba impresionado por lo que había provocado Caroline.

Y pensé: ‘Sera que Caroline fue a distraer a mi esposa’. Bueno la cosa se calmó y lo único difícil fue mirar a Caroline a los ojos de ahí en adelante porque no quería que pensara mal de mí, ni que me tuviera miedo pero eso estaba lejos de suceder increíblemente a la mañana siguiente salió en toalla a donde mi cuarto a decirme: ‘Andrés me pasa una toalla’ y tartamudo le respondía: ‘Oootra Cacacaroline’ y ella con una sonrisa me respondía poniéndome más nervioso: ‘Si Andrés para el pelo’ y no me salieron palabras, tampoco sabía cómo controlar mi mirada, que quería mirar su cuerpo pero no podía como tampoco podía sostenerle la mirada a Caroline solo le pase la toalla y al retirarse me descubrió mirándole su cola, riendo nuevamente solo se fue a su cuarto a cambiarse.

Para ese momento me llene de temores era evidente que Caroline era consiente que la miraba con otros ojos por lo que no sabía cómo actuar con ella, pero decidí no hacer nada solo tratar de esquivarla un poco, pero no sabía si la suerte o Caroline no facilitaba las cosas, ya era cotidiano tener situaciones comprometedoras con ella, que no sabía si era cariño de amigo, de padre o de hombre lo cierto era que sudaba petróleo y tenía un problema moral con mi esposa y conmigo mismo pues no sabía si quería a mi esposa o estaba enamorado de Caroline ya no tenía claro nada.

Hasta que un día después de mucho esquivar el contacto físico con Caroline vio que no quería comer una ensalada que había preparado mi esposa Andrea y yo me negaba por tener coliflor, Caroline que recién llegaba del Colegio en su uniforme de colegiala con toda confianza delante de mi esposa Andrea se sentó en mis piernas y me dice: ‘A ver Andrés una cucharada por mi mama’ yo sorprendido y nervioso solo le recibí luego nuevamente me dice: ‘Ahora una por mi Andrés’ y yo trate de negarme con la mano pero Caroline me agarro la mano y me la puso entre sus piernas lo que me hizo sentir sus muslos carnosos, de piel suave y con la frescura de la juventud, dejándome atónito accediendo a recibir una cucharada mas pero también provoco que mi verga se alborotara poniéndose muy tiesa que pensé que Caroline se iba a quitar inmediatamente pero por el contrario con una picardía se reacomodo en mi regazo para seguir dándome cucharadas mientras ella le decía a su madre: ‘Mama Andrés está comiendo juicioso’ y yo paralizado con la situación solo hacía caso.

Al rato se levantó dándome un besito en la mejilla diciéndome ‘Muy bien Andrés’ y mi esposa se acercó diciéndome: ‘Me alegra que Carito tenga una figura paternal y que se quieran’. Esa palabras no solo me hicieron sentir mal sino también me confundieron más por lo que me hicieron ir nuevamente a psicoterapeuta solo que cambie por una mujer doctora pero me fue peor porque ella me dijo: ‘Ella le gusta sentirse deseada como casi todas las mujeres y debe también estar confundida, deberían hablar’.

De camino a casa me puse a pesar como afrontar la situación y en cierta forma me sentía más confundido porque la doctora no supo definir si es que me estaba seduciendo o simplemente estaba jugando conmigo por ser un hombre maduro. Al llegar a casa mi esposa medio una noticia que termino por ponerme más difícil todo: ‘Amor tengo que viajar inmediatamente porque mi padre se enfermó y toca cuidarlo, tendrás que quedarte con Caroline encargado de todo’.

Entonces así como no podía negarme, no podía creer que me estuviera pasado esto era como poner al ratón a cuidar el queso pero no había más remedio quedaríamos solos Caroline y yo en la casa por una semana, pero no esperaba la reacción de Caroline desde el primer día estuvo seria hasta indiferente haciendo que la convivencia fuera más tranquila para mí, pero al segundo día llego Caroline a casa con un joven llamado Camilo de unos 23 años al que presento como su novio lo cual hizo que me corriera un fresco por mi cuerpo pues pensaba que eso iba a calmar las aguas turbias en que andábamos pero luego al ver como coqueteaba con Camilo mi hijastra Caroline me dio unos celos que hizo que me fuera disgustado a mi cuarto, pero segundos después escuche la puerta habían despedido a su novio Caroline y casi corriendo subía a mi cuarto para hacer un reproche: ‘Muy celoso Andrés’ Y sorprendido por la pregunta le dije mintiéndole: ‘No porque? es tu novio, pero como tu amigo te recomiendo que vayas lento con ese joven’.

Y muy contrariada me respondió: ‘Amigo Andrés?’. Y le reitere: ‘Si Amigos eso somos no?’ y muy disgustada tirando la puerta del cuarto se fue, por lo que me dejo también preocupado que fui a verla a su cuarto estaba llorando por lo que le pregunte que le pasaba que confiara en mí y después de insistirle por unos momentos me pregunto seria: ‘Tuviste sexo con mi mama la semana pasada?’ y solo reaccione preguntándole: ‘Por qué me preguntas eso?’ Y entonces desahogándose me conto: ‘Porque mi mama me dijo que quería tener un hijo contigo’. A lo que no supe que responder y crudamente le dije: ‘Caroline no puedo contestar eso, pero es mi esposa y tengo deberes con ella y tú tienes ahora novio’.

Y muy irritada me contesto: ‘Andrés él no es mi novio solo quería vengarme de ti, pero ahora voy acostarme con el’. Y termino por encerrarse en el baño, acabando con la conversación lo me obligo ir a mi cuarto y dejar las cosas así sin embargo Caroline me dijo inquieto muy inquieto, porque no soportaba imaginar que otro se la comiera lo que me enloqueció y esa misma noche al no poder dormir fui a su cuarto al percatarme que estaba dormida prendí la luz, quiera ver su cuerpo por lo que le quite las cobijas su camisón estaba recogido dejándome ver sus patotas que con ojos lujuriosos morboseé sus muslos a tal punto que me anime acariciarlos delicadamente aunque quería apretarlos o morderlos pero no quería despertarla pero entre más comprobé la suavidad de la piel de los muslos de Carolina, se apodero de mi la lujuria que me hizo perder la razón y no aguante más agarre con firmeza sus muslos despertándola y mientras la manoseaba le dije: ‘Caroline te deseo’ y con algo de brusquedad seguí tocándola aunque ella trato de detenerme diciéndome: ‘Andrés para así no!’.

Yo estaba decidido a degustarla toda, por lo que le arranque su camisón dejándola en interiores mientras que ella me repetía ‘Andrés por favor espera’ pero yo estaba muy ansioso y excitado por lo que termine por romperle con fuerza sus pantys blancos que me permitió acceder a Caroline penetrándola de un solo envión que la hizo gritara pero eso solo me impulso para castigarla con mucha energía que Caroline que le toco resistir mi arremetida, que mientras le quitaba el sostén para chuparle sus tetas le hundía aún más, con mayor fuerza mi verga que termino por someter a Caroline a mis caprichos a punta de verga estaba domando a mi yegua, y obediente la obligué a ponerse en cuatro donde me di el lujo de montarla como jinete de carreras, llevando a Caroline a un orgasmo que la hizo gemir intensamente “relinchaba como yegua” tras la eyaculaba donde expulsaba todo mi ganas y deseo por ella, Caroline terminaba por entregarse a mí y yo por apoderarme de ella dejándome más que satisfecho también muy agotado que hizo que quedara dormido al lado de ella.

Al día siguiente Caroline se había marchado como de costumbre a estudiar al llegar a casa, con algo de alevosía me recriminaba la forma tan brusca como accedí a ella, pero la verdad no le preste mucha atención más bien vi una oportunidad de apropiarme nuevamente de su cuerpo solo que ahora en pinta de Colegiala y sin más palabras la tome a la fuerza otra vez a pesar que como yegua arisca se resistía pero luego terminaba cediendo y así fue de ahí en adelante cada vez que se ofrecía mientras que Caroline siempre terminaba por complacerme no sé, si porque le gustaba o porque simplemente estaba domada.

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