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La cuarentena sigue y el morbo también

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Después de haberle propuesto un trío a mi papá, resultó que él y mamá sostenían relaciones sexuales con Miguel. Miguel era un señor de la edad de mi papá, tan cercano a la familia que siempre lo vi como si fuera el hermano de mi padre. Ahora entendía porque tanta unión jaja. Y si un día entre los dos se cogieron a mi mamá, hoy me tocaba que esas vergas me penetraran y también me hicieran suya.

En este relato voy a contar lo que pasó hace días. Papá compró por Internet: condones, lubricante, viagra y una bomba de vacío. Miguel habló previamente con mi papá para evitar malos entendidos o alguna incomodidad cuando viera el incesto tan caliente que practicamos. Obviamente Miguel aceptó y pues en cuánto todo estuvo listo pusimos día y hora.

Un día martes llegó Miguel a nuestra casa. Yo estaba nerviosa y excitada, íbamos a llevar nuestra depravación al siguiente nivel. Tenía puesto un short de mezclilla y debajo una tanguita roja de encaje, una playera blanca que transparentaba mi brazier negro. Estaba muy bien arreglada, maquillaje y cabello impecables. Me había limpiado y depilado a conciencia, hasta el punto de hacerme un lavado anal.

Papá: Ya llegó

Papá se levantó para abrir la puerta. Escuché como se saludaban y un momento después Miguel y papá entraron en la sala.

Miguel: Hola Jessica. Cómo estás?

-Bien, tío! A usted qué tal le va? -le pregunté. Cabe mencionar que siempre lo he visto como alguien querido

Me levanté y lo abracé. Pero esta vez lo miré a los ojos con la lujuria de saber lo que iba a pasar entre nosotros. Nos sentamos los tres en la sala y platicamos de forma muy tranquila. Cuando sentimos que las aguas se habían relajado un poco papá tomó la iniciativa.

Papá: Entonces Miguel cambiando de tema, ya te explique todo por teléfono. Lo que va a pasar solo quedará entre nosotros tres. Te animas?

Miguel: pues claro! A eso vine, y viendo a Jessica pues ni como decir que no

-Ok. Pues si no es mucha molestia es igual que con mi esposa, te vemos en el cuarto: papá

-Si, no te preocupes. Me dejas darme un baño antes? Vengo muy acalorado por el sol -mi papá le hizo una seña de aprobación

-No te tardes! -le grite mientras caminaba al baño

-Hija, estás segura? No haremos nada que no te guste -papá

-Si quiero! Yo te pedí esto y me harías muy contenta si me haces todo lo que quieras -le dije esto último sobando su verga por encima del pantalón

-Vámonos para el cuarto entonces -contestó

Entramos a la habitación y estaba un poco desordenada. Solo tendimos la cama y nos pusimos en ropa interior cuándo Miguel entró en toalla.

-Perdón por el desorden -le dije a Miguel

-Se ve que ya lo han hecho bastante… -Miguel

Volteé a ver la habitación y vi que había varias envolturas de condones en el piso y otras en los muebles. En eso Miguel sin ningún problema se quitó la toalla y su verga quedó colgando de forma pesada. La tenía más gruesa que muchos hombres incluyendo la de papá, aunque de largo era bastante normal. Miguel se la empezó a acariciar de forma lenta.

-Vamos a dejar unas cosas claras antes: -Dijo papá- Si no quieren ver o hacer algo lo tenemos que decir. La otra es que tenemos que usar condón todo el tiempo. De ahí en fuera pues pasémosla bien.

Yo miraba con deseo. Me excitaba como mi papá y su amigo se ponían de acurdo para meterse dentro de mí. Me sentía como una puta sucia.

Miguel es delgado pero con algo de panza, su pecho está lleno de pelo. Sus manos son grandes y toscas. En el cabello ya tiene algunas canas. Era un maduro que no tenía nada especialmente atractivo pero que me iba a hacer sentir su erección bien adentro. Sin ninguna contemplación iba a cogerme hasta vaciarse las veces que quisiera, aunque le dolieran los huevos. Me quedé absorta viendo como acariciaba su miembro mientras platicaba con mi papá sobre cómo se iban a tomar su viagra.

Mi papá recargado en el tocador. Corpulento y bofo, lleno de pelo en el pecho, piernas y brazos. Lo veía como una perra desesperada, mordiendo mi labio. Ese mismo hombre que me dio la vida, hoy me iba a dar una vez más semen del que yo nací pero, había ido más lejos al decidir que me compartiría con otro hombre igual de enfermo y degenerado que él. Debajo de ese bóxer se encontraba todavía tranquila, la verga que ya me había puesto a gritar como una desesperada al estar bien metida en mi vagina o ano. Me excitaba la idea de ser cogida hasta el punto del agotamiento por hombres que estaban lejos de niños bonitos. Yo me considero atractiva, supongo que el hecho era ese, meter más morbo a la experiencia que me iban a dar.

-Oigan, y van a cogerme al mismo tiempo siempre? O me van a dar uno a la vez? -pregunté ya nublada por la excitación.

-Pues si me la dejas un ratito estaría rico -dijo Miguel.

-Ah si tío? Me quiere para usted solo? -le pregunté.

-Claro, si quieres ya los dejo un rato, pero la idea sería los tres -decía papá -aunque creo que sería bueno que se conozcan antes para estar más cómodos. Les voy a dar un ratito a solas y regreso

Entonces mi papá se acercó a mi y dándome una nalgada me pidió que tratara bien al "tío" Miguel. Después pasó a lado de Miguel y le dio un manotazo en la su verga que ya estaba a media erección.

-Órale cabron! Se te antojó verdad? -bromeó Miguel- me los voy a coger a los dos

Los tres nos reímos y mi papá salió de la habitación cerrando la puerta. Miguel y yo nos acercamos. Yo comencé a acariciar y estrujar sus pelotas, envueltas en ese saco de piel colgante y peludo, mientras se masturbaba. En eso dirigió su mano a mis pechos y los acarició sobre el sostén. Después metió su otra mano a mi tanga y acariciaba mis húmedos labios vaginales. Yo empecé a acariciar su pecho, a veces pellizcaba sus pezones mientras seguía masajeando sus bolas para estimular la producción de semen.

-Entonces te cogiste a mi mamá? -le pregunté

-Me la estuve cogiendo durante años -contestó

Deje de tocarlo di un paso atrás y me quite lentamente el brazier. Mostrarle mi belleza me hacía sentir muy sucia. Él me veía con vicio y se estimulaba el miembro que ya estaba bien parado.

-Te gustan? -pregunté

No contestó, sólo se abalanzó sobre mí y me las empezó a lamer y succionar de forma riquísima. Lo acariciaba mientras lo hacía como si fuera un pobre hombre hambriento. Baje mi mano a su pene que ya se sentía bien grueso y duro, empecé a pasar mi pulgar por la salida de su glande. Pronto la excitación y mi masaje en el ojillo de su uretra empezaron a hacerlo producir mucho líquido preseminal. El seguía mamando mis ya húmedos pechos debido a la saliva, y su mano frotaba mi coño de forma implacable por encima de mi mojada tanga. Estábamos a lanzar pequeños gemidos por lo calientes que nos pusimos

-Vamos a la cama, tío Miguel -le dije yendo a recostarme

Se quedó parado mientras me veía. Su glande estaba muy lubricado y con una gota de líquido escurriendo, hasta creo que daba pequeños saltos debido al bombeo de sangre.

-Te excita pensar que soy tu tío verdad? -preguntó mientras se acostaba a mí lado.

-Siii, estoy muy caliente ahorita -le dije tomando su mano para chupar sus dedos de forma lenta

Después me quite la tanga y viéndolo a sus ojos lamí la parte que estaba visiblemente más húmeda. Metí mis dedos en su boca y sujetando su barbilla le metí mi tanga. Después lo empecé a masturbar mientras tenía dos dedos suyos jugando dentro de mi vagina. Nos mirábamos a los ojos con un deseo increíble y nos mantuvimos en esa masturbación mutua varios minutos, su líquido preseminal era tanto que me mojaba la mano y alcanzaba para lubricar su palo.

-Quieres que te la mame? -pregunté

Asintió con mi tanga en su boca “cómetela”

Se acostó y quedó prácticamente sentado a la orilla. Entonces lo tomé de la cadera y lo jale hasta que sus nalgas salieron del colchón. Él se tuvo que recostar y yo me puse en medio de sus piernas. Le empecé a pasar la lengua por todo su miembro. Lo lamia como un helado, incluyendo sus bolas. Jugaba con mi lengua en su frenillo y todo su glande. Se la escupía haciendo mucho ruido para ponerlo más duro. Después de eso me la clave hasta la garganta de un solo golpe. Miguel soltó un jadeo que me hizo saber que lo hacía bien

-Ah! Qué rico la mamas -dijo ya con su boca libre

-Te gusta?

-Siii! Eres una mamadora de primera

-Pues dale las gracias a mi papá, me tiene practicando mucho.

-No mames, le voy a estar bien en deuda a ese cabrón! Ahhh! Así! Cómetela perra!

-Ah! O sea que ya no soy tu sobrina, ahora soy una perra! -le dije esto y le di una ligera mordida en la cabeza de su verga y se la seguí mamando

-Jaja. Es que me pones bien caliente Jessica

-Pues de eso se trata tío -dicho esto empecé a masajear su glande con mis amígdalas. (Tú me entiendes)

Así estuve unos minutos hasta que me levante y le pedí que se pusiera en 4.

-Qué quieres hacer? -preguntó

-Te voy a hacer mi perra jaja -y le di una buena nalgada en su flojo culo.

Me agache y empecé a comer sus testículos como una puta arrastrada mientras masturbaba su hinchada macana. Después fui subiendo con mi lengua masajeando su pirineo, soltaba saliva que le escurría hasta sus huevos. Fue cuando llegue a su ano y le pedí que se masturbara mientras yo abría sus nalgas para tener mejor acceso a su ano y lamerlo bien, saboreando su sabor deliciosamente ácido. La verdad pocos hombres acceden a éstas cosas pero esos no saben lo que se pierden. Empecé a meter poco a poco un dedo bien lubricado. Me pare y rasguñaba toda su espalda mientras masajeaba su ano por dentro.

-Eres mi perra tío? -le pregunté sintiéndome poderosa y sensual

-Ahhh! Ahorita me la vas a pagar! -contestó gimiendo

-Pues ojalá, me hace falta sentir una buena cogida, quiero que me hagas sentir mucho.

-Cállate y sigue lamiendo golfa.

-Te gusta tu sobrina? -le pregunté abriendo sus nalgas y hundiendo mi cara en su ano.

-Ay qué rico! Eres una sucia!

Entonces escupí en su culo y le metí mi dedo:

-Soy una puta, que se está dando unas cogidas con su papá y ahora con su tío

-Ahhh! Que puta! Te voy a encular! -gimió de gozo

Me acosté y se puso de rodillas en medio de mis piernas. Entonces abrí mi mojado sexo con las manos, exponiendo mi intimidad de forma obscena y le dije que me penetrara.

-Ay qué rico! Te está escurriendo la panocha -dijo esto viendo mi sexo con una cara de perverso que me fascinó.

-Métemela ya, así sin condón tío! No quieres sentir mi humedad en tu verga?

-Es que tu papá dijo que todo era con preservativo -dijo poniéndose sobre mi.

-Nada más tantito! Es que es muy cuadrado con eso -tomé su pene y lo jale hasta la entrada de mi vagina- Empújala

Miguel sin más me la fue hundiendo lentamente mientras los dos veíamos fijamente como nuestros juguetes se iban uniendo. Cuándo me la metió toda se nos escapó un alarido y empezó a machacar mi coño con su palo. Yo me apretaba los pechos cómo si se me fueran a zafar con la verguiza que me estaban dando. Duramos menos de 5 minutos cuándo le pedí que se saliera, su pene salió de mis entrañas paradísimo y baboso.

-Ahorita vengo, síguetela jalando.

Salí de la habitación desnuda y cuando llegué a la sala buscando a papá, lo vi sentado con su verga metida en la bomba de vacío que había comprado.

-Papá, ya quiero que estemos los tres.

-Ahorita, primero dame unos minutos más para la bomba -dijo- llévale una pastilla de esa caja a Miguel.

Tomé la pastilla (viagra) junto con agua y fui con Miguel. Entré y él estaba estimulando suave su verga para mantener su erección. Como pude me subí sobre él y me metí su verga, sin moverme; puse la pastilla en mi boca y se la di en medio de un beso junto con unos movimientos de mi pelvis. Le pasé el agua y me volví a retirar de su miembro saliendo de la habitación.

Llegué con papá y me pare sobre el sillón para que me chupara la vagina, en la que hace poco había estado la verga de Miguel. Seguramente mi papá sabía que ya me la había metido pero no sabía que en mi vagina había fluidos preseminales por no haber usado condón. Así estuvimos varios minutos hasta que me dijo que ya estaba listo.

-Ya me voy a quitar esto –dijo.

Me senté a un lado y me quedé de piedra cuando vi que se le había puesto más grande que nunca. Estaba más venosa, gorda y larga

-No manches se te puso muy grande! Qué tiene esto? -pregunté mientras revisaba el aparato.

-Es especial para reventar hijas jaja -dijo papá exprimiendo su verga para sacar líquido cristalino.

-Jajaja! Y bien reventadas! -le dije- me vas a dar unas metidas bien duras! A ver si aguanto

-Pues con todo lo que me has platicado seguramente se te va ir sin problemas.

-Oye! Estás diciendo que estoy bien abierta?!

-No! Pero ya tienes bastante experiencia! No te hagas.

-Jaja poca! Lo normal jaja -dije divertida.

Pues ya vamos al cuarto -dijo papá levantándose.

Entramos al cuarto y Miguel tenía mi tanga envuelta en su palo y la usaba para masturbarse. Me hinqué en la cama y les pedí que se pusieran de pie para darles unas mamadas de verga. Acercaron sus penes hasta que me los restregaban por la cara. Yo los sujete y me fui alternando entre uno y otro, me metía sus huevos a mi boca y les pedía que me pegaran en la lengua con su miembro. Cuándo empezaron a gemir me metía sus glandes al mismo tiempo, después me puse más juguetona y masajeaba sus cabezas entre si, embarrando de fluidos la verga del otro.

-Que rico la chupas! -Miguel

-Pues mi papá me tiene todo el día practicando -dije- verdad?

-Pues ya tenías mucha práctica perrita –contentó.

Me pare y de pie en la cama nos empezamos a besar. Pasaba de una boca a otra, cuando uno me sacaba la lengua otro la metía, a veces ni bien la sacaba uno cuando el otro ya la estaba metiendo. Por segundos sus lenguas se juntaban en mi boca, compartiendo no solo saliva sino también los fluidos que sus vergas habían emanado en mi boca. Los dos estaban súper calientes y yo pues ni que decir.

-Me maman un rato? -les pregunté

-Pues claro que si -Miguel

Me acomodé haciendo un 69 con mi Miguel. Atrás de mi se puso papá y entre los dos me daban un montón de sexo oral. Solo sentía como me comían el ano y la vagina al mismo tiempo. A veces ya ni podía chupar el pene de Miguel porque no podía parar de gemir tal cual puta incestuosa. Ahí si duraron por lo menos 15 minutos, en los que llegué como dos veces al orgasmo. Sentía delicioso tener su aliento caliente en mis partes, y sus leguas lubricando a profundidad mi cuerpo, me sentía muy expuesta y sucia por la forma en como me comían estos hombres.

Hubo unos minutos en los que solo sentí a Miguel dedeando con ansia mi vagina. Hasta que mi papá tomó mi cadera y me fue metiendo su vergota, la sentía muy grande. La bomba de vacío valió cada centavo, había hecho de mi padre un verdadero negro.

-Mmmm! Ayyy! Papi con cuidado, se te puso muy grande! -grite- siento que me llegó hasta el útero! Ayy! Ahh!

-Se le ve enorme! -dijo Miguel

-Papá más despacio! De verdad que se te puso muy grande! Ahhh! Ahhh! -decía con una mezcla de dolor y placer

-Pobrecita! Le está doliendo -Miguel

-Me está reventando! Ah! Ah! Ah!

-Ni con tu novio habías sentido así? -preguntó papá, hincándome su verga bien adentro y cuándo sus huevos se pegan a mí vulva todavía me sigue empujando en un acto vil y duro- no que te gusta tanto la verga que hasta te cogiste conmigo y me pediste un trío?

Tenía razón. Yo estaba sintiendo el poder de su verga erecta porque así lo pedí y aparte pedí que buscar a otro hombre para que ambos me rellenaran a placer. Me calentó pensar que mientras mi propio padre me cogia como a una cualquiera, a abajo de mi, su amigo se la chaqueteaba viendo como cogíamos padre e hija, esperando su turno. Viendo a centímetros la verga de mi papá entrar en mi vagina

-Ah! Ah! Ah! -empecé a gemir de placer y morderme los labios

-Bien que te gusta, no te hagas! Toma por puta! Toma!

-Ay papá! Ah! Ah! Ah! Dame por puta! Ah! Ah!

Papá empezó a darme lento pero con golpes de cadera secos y fuertes. Cada vez que me daba una penetrada hasta lo más profundo yo jadeaba, además Miguel seguía estimulando mi clítoris con su lengua lo que detonó mi orgasmo.

-Yaa! Yaa! Voy a terminar! Ay! Ay! Qué rico! Ahhh!!

-Termina! Ándale hija! Ahh -me animaba papá.

-Ay papi! Me pones muy mal! Ahhh! Ah! Ah! Muy puta… -Dije lo último en chillido

Yo estaba jadeando aun cuando mi papá me dio una nalgada y se salió. Me acosté boca arriba para dejar a Miguel levantarse. No tardó nada cuando se puso sobre mi y me la dejó ir. Mi orgasmo no había terminado y sólo empecé a acumular otro debido a la cogida que mi tío postizo me daba. En eso estábamos cuándo mi papá me la metió en la boca y ahogó mis gemidos durante el tiempo que su amigo me cogió. Sólo cuándo alcance mi orgasmo la sacó para dejarme gritar a gusto, mientras mi cuerpo temblaba horrible con Miguel empujando suavemente dentro de mí.

-Qué rico! Qué rico! Ayyy! Ahhh! -gemía- está bien caliente tu verga! Mmm

-Pues así nos pusiste hija de la puta de tu madre -dijo mi papá- eres igual que ella

-Imagínate lo caliente que saco la leche Ayyy! Aprietas más que tu mamá! Ahhh! Qué calientes salieron las dos -dijo Miguel moviéndose sin sacar su pito de mis entrañas

-Pues échamela! Ah ah! Ah! Quiero sentir tu leche

-Pues si quieres por el culo hija, por la vagina todo con condón -dijo papá- imagínate el desmadre si sales embarazada de cualquiera de los dos

-Igual que con su mamá, no? -le preguntó Miguel a mi papá

Mire a mi tío con mis ojos entrecerrados por el placer. Imaginando lo que sentía después de haberse cogido a mi mamá junto a mi papá y ahora metía esa verga en la hija.

Entonces mi papá se acostó y yo lo monte. Gemía escandalosamente mientras batía mi sexo sobre su macana súper parada. Así lo estuve cabalgando varios minutos hasta que me pare para montar ahora a Miguel que se encontraba acostado junto a nosotros. Lo cabalgue como una perra, le quería dejar en claro que era mejor que mi mamá para coger. Puse mis pies sobre la cama y me daba unos sentones que hacían vibrar el colchón y se escuchaban en toda la habitación. Yo gritaba a pulmón, en cada sentón sentía como me abría toda con su gruesa verga. Así estuve unos 20 minutos, pasando de una verga a otra, haciéndolos gemir en cada ronda. Llegó el momento en el que yo estaba sudando de tanto ejercicio.

-Ya demne ustedes! -me acomodé en 4 en la orilla del colchón

Ellos se pusieron de pie atrás de mi y me tocaban con impunidad la vagina y el ano.

-Qué rica panocha tiene tu hija -dijo Miguel- mira como escurre

-Pero este anillo no se queda atrás -dijo mi papá metiendo dos dedos en mi culo

-Te gusta por el chiquito? -Le preguntó mi papá a Miguel

-Si es para ti yo tengo una oferta -Miguel

-Jaja! Que amable! Ten te traje un regarrote! -mi papá dijo eso clavándome mientras se reía. Cuándo estamos cogiendo me pone muy cachonda que sea un poquito corriente.

-Verdad que tiene un pitito tu papá? -me pregunto Miguel

Yo solo reí por su comentario entre gemidos, mientras mi papá me la dejaba ir bien duro.

-Verdad que tengo un pitote hija? -preguntó mi papá

-No mames, me llamaron porque no puedes solo -Miguel

-No mames! Es para que veas como coger de verdad! Ahh! Mira que ricas nalguitas tiene Ah!

Entonces sentí un líquido en mi ano y enseguida dedos entrando. Yo estaba ardiendo con eso. Aparte Miguel me besaba mientras me acariciaba toda

-Ya quiero probar su culo! Dame chance -Miguel

Mi papá se salió y mi tío me la empezó a meter lentamente hasta que sus huevos tocaron mis labios vaginales

-Ay pero que rico tienes el chiquito -dijo masajeando mis caderas mientras su miembro permanecía quieto dentro de mi

-Apenas si lo sientes verdad hija? -preguntó mi papá

-Lo importante no es el tamaño si no como la usan -dije tratando de reírme con una verga dentro

Fue cuando Miguel se empezó a mover. Mi culo estaba bien acostumbrado al sexo anal y por eso en pocos minutos ya me estaban cogieron bien rico por ahí. Se turnaban más rápido que antes y sentía sus penes muy hinchados. No les quedaba mucho

-Me puedo venir adentro de tu culo? -preguntó Miguel

-Siii! Ya quítate el condón! Ah ah! Ah! -grité. En ese momento el que estaba dentro era mi papá.

En cuando salió Miguel tomó posesión de mi culo y la sentí sin nada. Que rico era poder apreciar y disfrutar de la verga sin nada. Sentí como estaba más hinchada que antes, durante un par de minutos estuvimos fornicando así, entre gritos y jadeos. Me hizo llegar al orgasmo anal una vez antes de terminar.

-Me voy a venir! Ahh! Ahhh! -grito

-Vente! Dame la leche! Dámela! Ahhh! Ah! Ah! Vacíate!

Gritó como pinche animal y me dio una embestida brutal, todo mi cuerpo hubiera caído si no es porque me tenía bien agarrada de mi cintura. En ese primer grito sentí un fuerte chorro en mi recto, la sacó y me la volvió a meter con fuerza lanzando otro chisguete de semen en lo profundo de mi, repitió esa acción varias veces hasta que terminó de eyacular.

--Ay qué rico! Dije dejándome caer en la cama -siento tu leche muy adentro

Yo también ya voy a terminar -me avisó papá- quiero que te lo tomes

Como pude le empecé a hacer una garganta profunda tremenda. Mi papá solo se puso a gemir mientras con mi garganta estimulaba su orgasmo.

-Ya! Ya me la vas a sacar! Ah! Ah! Ahhh!

Pegué mi nariz a su pubis y deje que eyaculara hasta el fondo de mi garganta, directamente hacia el estómago. El presionó mi cabeza por unos segundos hasta que se dejó caer en la cama y yo extraje su verga de mi boca. Me había tomado todo lo que le salió. Nos acostamos en la cama para recuperar vigor.

Y gracias al cialis no tardaron mucho en recuperarse…

Mientras Miguel usaba la bomba de vacío yo estuve haciendo un 69 con mi papá. La verga de Miguel quedó muy gruesa y con ese torpedo me dejó muy abierta del ano principalmente. Me llevó al orgasmo 3 veces en los más de 15 minutos que me cogió brutalmente de forma continua, estaba tan grueso que mi papá y yo estábamos de acuerdo que mi recto se sentía algo flojo. Miguel se ganó mi reconocimiento absoluto por semejante sodomizacion. Hicimos otras posiciones en las que ellos se turnaron y disfrutamos a lo grande.

En esa segunda sesión duramos casi una hora manteniendo relaciones sexuales sobre aquella cama, sus erecciones se mantenían rudas y yo como campeona recibiendo y mamando. Mis machos me la metían en el recto sin condón y por la vagina con, para evitar cualquier embarazo. Terminaron bañados en sudor por tanto ajetreo. Yo terminé bañada pero con el semen de Miguel en las nalgas y el de mi papá en las tetas.

Al último le pedí a mi papá que me dejara a solas con Miguel. Y cuando cerré con seguro hicimos un delicioso coito durante más o menos 40 minutos. Le pedí que no se pusiera condón y fue riquísimo sentir la lubricada penetración de su verga, sentir sus venas, su calor, ver cómo me la sacaba toda babosa y escurrida de nuestros fluidos. Me sentía como una perra, subí de nivel mis gritos, pidiendo a mi tío postizo que me diera unas nalgadas fuertes con la intención de que papi escuchara. Que solo se pudiera imaginar a su nena siendo tomada por otro, sin saber en qué posición se la estaban metiendo ni por qué orificio la están penetrando.

Después de que Miguel me lleno el culo de su caliente esperma, nos quedamos dormidos sobre la cama. Por ese día ya no tuvimos más sexo. Estaba más que satisfecha y ellos tenían que tener tiempo para hacer que sus huevos produjeran más leche o al menos eso pensé.

En la madrugada me desperté y estaba sola en la cama, camino hacia el baño escuche ruidos que venían de la sala, fue ahí cuando me quedé sin aliento al ver como mi papá se cogia a Miguel sobre el sillón. No podía creerlo, mi padre se veía tan viril y masculino al estarle metiendo su verga a Miguel, nos había enculado a los dos sin ningún pudor. Miguel se quejaba y en su cara veía el placer de tener a mi padre dándole una cogida. Ese hombre con el que había tenía un trío riquísimo y que me había hecho sentir una perra llegando al orgasmo varias veces, ahora, ahora era un pasivo que disfrutaba de ser enculado hasta el fondo como todo una puta. Una puta como también lo soy yo.

Me gustaría saber si quieres saber algunas cosas que pasaron después. Creo que ya te imaginarás lo caliente que se puso todo, es sólo que entiendo si para algunos los detalles de esa madrugada serían motivo de desagrado.

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