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La inicié en el cuckold y ahora no piensa en otra cosa

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Unos días después del primer trio con Joaquín, mi mujer estaba muy excitada y no dejaba de hablar de hacer un nuevo encuentro, habíamos charlado que, ya que eran muchas las propuestas de tipos, no valía la pena repetir con nadie, salvo que haya sido algo deslumbrante, cosa que a mi no me entusiasmaba, tampoco era cuestión que se caliente con algún macho y me termine dejando, yo sabía que me amaba pero no quería arriesgarme demasiado.

A los dos nos parecía y sobre todo a ella, mucho mejor cambiar la monta cada vez, en la variación está el gusto.

Un tipo que le llamó la atención, aunque estaba por encima del rango de edad inicial, fue Antonio un señor de 48 años, muy pintón por lo que se veía en sus fotos, y por lo que mostraba, estaba más que bien dotado, Lau le había agarrado el gustito a sentir una verga grande, y esta era de las que más llamaron su atención.

Antonio decía tener una pija de 20 x 5 y eso estaba más que bien, sé que hay cosas más grosas, pero yo tenía muchas ganas de ver como alguien le hacía la cola y eso ya era suficiente, ella no estaba muy decidida a entregar el culito a cualquiera pero ya íbamos a ver como la convencía.

Este hombre parecía tener más experiencia en el tema que el chico anterior, y eso también le entusiasmó a Laura que parecía más lanzada y decidida, evidentemente dar el paso inicial la liberó de algunos prejuicios y se mostraba mucho más interesada en hacerme cornudo.

Antonio en las charlas previas, nos comentó que le excitaba mucho cogerse a la mujer de otro, eso tenía para él un condimento especial, y que si no nos molestaba le gustaba hablar durante el encuentro haciendo hincapié en los cuernos que el marido de turno se estaba comiendo, el de turno en este caso era yo.

Lauri me confesó que eso le parecía divertido y quería jugar un poco con eso, yo imaginaba que el tipo iba a humillarme verbalmente mientras se cogia a mi mujer, y la verdad, debo decir que parte de mi placer radicaba en sentirme de esa manera, no lo puedo negar.

Supongo que en todo hombre cornudo que disfruta como se garchan a su mujer, hay una alta cuota de masoquismo.

Así que sin pensarlo demasiado combinamos un encuentro con Antonio, debido a lo charlado y habiéndolo visto en un par de video llamadas, decidimos decirle que venga directo a casa, a tomar algo y que si todo estaba bien, sobre todo para ella, la cama estaría muy cerca.

Este hombre apuesto vino un viernes a la noche y nos sentamos a hablar y tomar una copita para entonarnos un poco en el sillón del living, después de un rato de charla, nos miramos con mi mujer y ella me hizo un gesto con los ojos que significaba que quería irse a la cama con este tipo.

Antonio era muy seductor y se lo veía muy seguro de sí mismo, hasta se tomó la libertad de plantear que prefería que yo solo mire y no tenga ningún tipo de contacto físico con Laura mientras ellos estaban en la cama.

Antes que yo conteste a ese requisito, mi mujer lo aceptó de inmediato, entonces en ese momento dije que tenía que pasar al toillete para darles el espacio que supuse necesitaban, y como en la cita anterior con Joaquín, cuando volví se estaban besando apasionadamente, esta vez Lau tenía un vestido ajustado con un cierre en la espada que ya Antonio estaba bajando cuando volví al living.

Me quedé parado en la entrada viendo como en segundos mi mujer quedaba totalmente desnuda, ya que no tenía ni tanga ni corpiño debajo del vestido, y Antonio le comía literalmente sus hermosos pechos y pezones duritos que eran una tentación para cualquiera, en un movimiento muy rápido la puso con las piernas abiertas sobre sus hombros, se bajó el mismo los pantalones, tampoco tenía su ropa interior, por lo que quedó a la vista la estupenda verga que mi mujer se iba a comer entera, y ya estaba a punto de cogerla cuando dirigiéndose a mi, dijo

-¿querés ver cómo me cojo a tu mujer?

-si cógetela, es toda tuya esta noche

-ahora vas a ver cómo te hacemos cornudo, te la voy a coger bien cogida

El tipo era un lanzado y mi mujer estaba embelesada con la situación, y el tipo siguió.

-a ver nena, abrí bien las piernas, y levantalas así el cornudo ve bien como te hago el orto.

-no Antonio por favor no, así no, me va a doler.

Entonces yo intervine y le dije a Lau...

-date vuelta y ponete en cuatro así te abrís bien

Laura casi lloriqueando y un poco arrepentida me dijo...

-no papi, ¿por qué me haces hacer esto? No, por favor mi vida.

-vamos amor, si a vos te gusta, dale el gusto, danos el gusto a los dos, quiero ver cómo te hace el orto

En ese instante ella fue como que se resignó, se puso como una perrita, arqueó la espalda un poco y paró bien la colita que se le abrió increíblemente, entonces Antonio dijo:

-tenés un culo hermoso nena, mereces una buena verga adentro, como te voy a gozar, mira cornudo, mira bien como me la cojo a tu mujercita.

El tipo resultó medio bruto, pero mi mujer necesitaba un tipo así decidido, sino nadie iba a hacerle el culo delante de mí.

Ya la tenía en posición para hacerle el culo, y yo le dije...

-vamos nena, tócate la conchita, pajeate vos amor mientras te hace la cola.

Entonces ella se puso a manosear el clítoris mientras Antonio se la empezó a culear, ni bien se la apoyó en su agujerito, Laura me miró y me dijo...

-por favor, no me hagas hacer esto, por favor mi amor

-vamos mami, hacelo por mi nena, entregate

-por favor papi, por Dios no dejes que me lo haga, me duele amor, nooo, ohh maldito, noo, no seas malo.

Antonio ya no la dejo hablar más, empezó a empujar y lentamente fue entrando muy de a poco, ella me miraba con cara de no puedo, comenzó a lloriquear, la vi aferrarse muy fuerte de la manta que había sobre el sillón, buscó una mano mía para apretarla, como si eso la ayudara a sentir menos dolor, no se quejó más porque ya no podía ni hablar, juro que sufrí con ella, me dolió a mí verla así, me acerqué y la acaricié el cabello para que se afloje, y de a poco se relajó, logró dilatarse, y empezó a disfrutar un poco, el masturbarse la ayudo mucho y en ese instante él le dijo...

-vamos mami, mostrale a tu marido que puta sos, vamos linda ya está ya la tenés casi toda adentro, un poquito más, aguantala, tenés un orto hermoso.

Gimió por la paja que se estaba haciendo y al relajarse Antonio logró metérsela toda, se la dejó adentro un poco sin moverse mucho, se quedó quieto casi del todo, disfrutó un instante tenerla clavada, y apenas se movía, la tenía demasiado grande para su culito y se apiadó de ella, se la sacó y fuimos al dormitorio donde la puso boca arriba, le separó las piernas, le chupo la conchita un rato y luego se la cogió mientras me decía...

-Mirá como me garcho a tu hembra después de que le rompí el culo, te gusta verla coger con otro, ¿no cornudo? Te gusta verla gozar con otro, y verla bien cogida, que puta es.

-ay mi amor que pija tiene este hombre, como me coge, es increíble, estoy por acabar mi vida.

El tipo se puso un poco intenso, pero a mi mujer le gustó, pensé que se iba a espantar, pero estaba contenta, nunca la había visto tan excitada, después de darle un ratito por la vagina, la hizo sentar en el borde de la cama y él se paró frente a ella y poniéndole la pija en la boca, le dijo...

-toma, ahora chupamela bien mirando al cornudo de tu marido, mostrale como te gusta chupar una buena verga, hasta que me salte la leche

-nooo, pero no la quiero tragar, tírala en mi cara.

Entonces él le agarró los dos botoncitos que tiene de pezones y se los estiró un poco apretándoselos levemente y ella se metió todo lo que pudo esa chota en la boca, hasta que él le dijo que le iba a tirar la leche, él sacó la pija y se pajeo muy cerca de su boca, ella la abrió y sacó la lengua para recibir el esperma de este tipo, y empezó a tirar chorros muy espesos de semen sobre la lengua de Lau, nunca la había visto ser tan puta con alguien como esa vez.

-mira como disfruta mi leche, mirá qué linda putita tenés de mujer, cornudo

Luego nos pidió disculpas por si se había excedido en su forma de hablar, pero entendimos que era un juego y como tal lo aceptamos.

Lau quedó chocha con lo sucedido y contrariamente a lo que yo esperaba, estaba feliz con todo lo que había hecho, cada vez está más guarra y cerdita y a mi cada día me da más placer verla cogiendo con otros.

Cuando nos quedamos solos, hablamos sobre lo sucedido, yo pensé que iba a estar avergonzada pero no, por el contrario estaba feliz y excitada, hasta quiso chuparme el pene a mi y hacerme acabar, yo tuve una erección por un rato pero pese al esfuerzo de mi mujer por darme placer, yo no pude acabar y mi pija comenzó a bajarse, Yo le dije que no se preocupe, yo era feliz viéndola a ella gozar y eso era para mi más que suficiente, sé que no la convencía del todo, pero de alguna manera había recuperado su deseo sexual y eso nos tenía contentos.

Luego me dijo que la actitud arrolladora de Antonio y mi insistencia para que se deje sodomizar, al principio le molestó un poco, pero después le gustó y la fantasía de que la obliguemos a hacerlo la excitó muchísimo.

Le gusto que nos haya humillado verbalmente a ambos y me pidió otro hombre que guste de la misma fantasía, pero quería que esta vez la hicieran sentir más puta y a mi más cornudo, alguien que prácticamente nos insulte, alguien que busque una pareja de sumisos.

Con tal de darle el gusto a ella, yo estaba dispuesto a lo que sea, así que le dije que me ocuparía de conseguir alguien que busque eso.

Y no tardó en aparecer el candidato, pero eso se los contaré en el próximo relato.

Esto sigue y se pone cada vez más intenso.

He creado un monstruo, jaja.

Espero que les haya gustado y pueden dejar un comentario aquí o escribirme a mi correo [email protected].

Besos a todos mis lectores.

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