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La mudanza de mi tía Carolina

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Aquella tarde recibí a mi móvil la llamada de una de mis tías. Ella vive a unos 40 minutos de distancia de nuestro piso, recién se había mudado a Madrid y estaba con todo el tema de la mudanza y ya que tiene dos niños pequeños aún pues me parece que de poca ayudan le podían servir para estos menesteres.

-Hola Rodri como estas? Sabes necesito tu ayuda, me estoy instalando en el centro y no entiendo nada se cables, quiero dejar colocados los aparatos electrónicos y así cuando venga mi esposo e hijos poder tener todo ordenado. Tú crees que puedas venir por la tarde después de hacer tus labores diarias y echarme una mano con eso, no te preocupes que sabré recompensarte muy bien.

-Bueno tía si te viene bien hoy no hago nada y no tengo universidad pues llegaré sobre las 4 pm, te parece bien la hora?

-Genial querido, así me das tiempo a dejar todo casi ordenado y preparar algo de comer para los dos, ya que hasta mañana no viene mi gente, cortamos y me apresure a salir rumbo a su piso.

Mi tía Carolina es una mujer alta de 1.75 m. aproximadamente, de piel blanca ya que por parte de mis abuelos tenemos descendencia italiana, la he visto hace unos años darle de lactar a su nene el pequeño y tiene unas tetas enormes, de rostro es muy simpática y siempre está de joda, muy alegre, es la hermana menor de mi madre, calculo yo que tendrá unos 44 años. De culo muy marcado y lo que más me impresionaba de ella era la marca que le hacían los vaqueros a su conchita. Como le marcaban esos labios carnosos, era una locura mirarle de reojo la conchita y más aún cuando usaba leggins, que locura.

Al llegar a su piso pensé en como la encontraría, que ropa llevaría puesta, que tan formado tendrá el cuerpo y si esas enormes tetas seguirán de espectaculares. Me abrió la puerta y la encontré en una camiseta blanca y una pantaloneta de color azul. No llevaba sujetador por lo que pude ver, nos saludamos con dos besos y después de conversar un poco le pregunté en que la podría ayudar.

Me pidió que le enchufara los televisores y el equipo de sonido, que el chico que había ido a instalar el internet no tenía tiempo de probarlo en los aparatos que llevan esa conexión, además de colocarle la clave wifi a la portátil y las tabletas de los peques. Bueno venga tía me pongo en eso, ver a tremenda mujer moverse por el piso mostrándose tan sensual, tan excitante y provocativa (esto me lo imaginaba yo, ella solo se desplaza de un lado a otro nada más) me ponía la verga a cien.

Al cabo de un rato yo había terminado de probar el wifi en todos los equipos y funcionaba bien. Sin más que hacer me fui a la habitación de mi tía para avisarle que ya había terminado lo que yo tenía que hacer y me pasaba a retirar. Cuando al asomarme a la puerta escucho gemidos que venían de dentro de su habitación, joder me extrañe un poco ya que salían del televisor de su cuarto, me acerqué sin hacer mucho ruido y si, eran de una peli porno, la actriz a la que le estaban dando verga gemía y gritaba como loca. Pero pensé, mi tía está viendo esto, se habrá olvidado que estoy acá y se ha puesto algo caliente con el wifi, no escuchará el volumen que está algo alto para ella sola y más aún que tiene la puerta abierta.

No sabía qué hacer, me excite mucho al escuchar esos gemidos, pensar que mi tía estaba ahí, tocándose o gritando ella de puro placer. Me sentía un poco confundido, que hago, me asomo un poco y veo que sucede o me hago el tonto y me voy a la sala a esperar que salga de su habitación. Pues decidí asomar un poco la cabeza y ver qué pasaba. Cuán grande fue mi sorpresa al ver a mi tía tirada en su cama, piernas abiertas, con sus dos manos frotarse la vagina por encina de la pantaloneta que llevaba puesta, miré un momento y veía como se estremecía de tanto frotarse, el gusto que ella misma se estaba regalando, como se le volteaban los ojos de tanta excitación y como se ahogaba en sus propios gemidos para no gritar de tanto placer.

Recuerdo que entre y ella tenía una mano en su rajita frotando con delicadeza y la otra mano sobre sus pechos, todo por encima de su ropa, creo yo que si sabía que no estaba sola, pero que seguro le habrá entrado un calentón en ese momento.

-Tía, ya revisé todo y está bien.

Tía: oh cariño, disculpa, oh que vergüenza. No te preocupes, disculpa te haya interrumpido. Hace que tiempo llevas ahí parado

-No, no recién he venido, yo estaba afuera, quieres que te ayude en algo.

Tía: disculpa el espectáculo es que, no sé, no sé que me ha pasado, que vergüenza contigo Rodri. Que podrás pensar de mi ahora?

Me acerco despacio hasta su cama y le acaricio las manos y tomo su mano derecha que es la que tenía en su vagina, le doy un beso y me la llevo a mi nariz para olfatear ese delicioso olor que seguro estaría impregnado en sus dedos.

Tía: cariño que estás haciendo? No hagas eso por favor, no le digas a nadie lo que has visto, me moriría de la vergüenza.

Yo seguía besando sus manos, me metí uno de sus dedos a mi boca y sentí como ella se asombraba de lo que estaba sucediendo en ese momento.

Tía: oh Rodri, no sigas, te lo pido por favor y vamos afuera a tomar algo de aire que nos vendría bien.

Tome su otra mano y la coloque sobre sus tetas, las movía de lado a lado y ella no daba crédito a lo que estaba sucediendo en ese momento, yo la mire fijamente a los ojos y seguí metiendo sus dedos en mi boca, aparte por un momento su mano de mi boca y la coloque sobre su pantaloneta, pero por debajo de ella en clara señal que quería que siguiera frotándose pero esta vez por debajo de su ropa.

Tía: que haces Rodri? ¡¡No!! No lo hagas, ah, no lo hagas cariño, ah, ah ohhh Rodri, oh cariño!

Logre meter su mano por debajo de su braga, hice que llegara hasta su vagina y se metió dos dedos dentro de ella, mi mano sujetando la suya y sus dedos dentro de su vagina, al cabo de un momento los saque y me los lleve a la nariz y terminaron dentro de mi boca.

Tía: ohhh cariño, estás loco lo sabes, que haces, para ya por favor, que esto terminará mal.

Deje de besar sus dedos y me apoyé delante de su vagina, le levanté las caderas y de un solo tirón le retire la pantaloneta, quedo delante de mí esa vagina casi depilada pero igual de jugosa, llevaba puesta una braguita color gris con bordes celestes y dibujos de flores, que tierna, me asomé a sus labios vaginales y le introduje un dedo mío, luego otro y podía sentir la humedad de aquella mujer

Tía: oh cariño!! Que haces!! Ohhh que rico que estés ahí cariño, sigue, sigue por favor, no vayas a parar por nada por favor te lo pido.

Yo no dejaba de jugar con esa cosita rica y tan jugosa, le metía mi lengua y los dedos, oh madre mía como gemía de tanto placer, como se estaba poniendo mi tía. Me bajé los pantalones y le coloqué mi verga en su vagina deseosa de carne.

Tía: nooo, espera, no cariño, ven aquí, déjame saborear esa verga, oh cuanto a crecido desde que te cambiaba los pañales. Estas todo un machote.

Me coloque encima de ella y la agarro con sus dos manos y se la llevó a la boca, se la metió hasta el fondo de su garganta y que bien que me la chupaba, besitos, la mordía, la succionaba, se la metía hasta el fondo y le salían arcadas. Le saque la camiseta que llevaba puesta y poder disfrutar de sus tetas, meter mi verga en medio de tremendos pechos fue lo máximo, que bien lo frotaba.

Tía: tranquilo cariño, no termines aún que tienes que meterme esa verga en mi coñito si, oh que rico se siente tu verga en mis tetas, que caliente tienes la verga cariño, que bien sabe y que dura la tienes. Me darás placer verdad, a tu tía querida si, oh sigue así frotando tu verga en mis tetas.

Intentaba tragarme esas tetas pero era imposible, que pezones tan rosados y que pequeños que eran, parecían casi un lunar en tremendas tetas.

Tía: ven aquí cariño, haz feliz a tu tía, dale placer por favor y no la dejes a medias si, vamos cariño métela ya, no hagas esperar a tu tía si, la quiero dentro y la quiero toda, ohhh, ohhh hijo de tu puta madre, que rico, que rico se siente, si, si muévete más.

Ya estaba dentro de mi tía y como gemía, oh, como se movía, como me arañaba la espalda y como me ahogaba con sus enormes tetas, que placer todo esto, no creo haberlo soñado.

Tía: oh cariño, sigue, sigue vamos, no te pares aún que yaaa, aaayyyy siii ohhh espera ohhh siii ahhh siii, dame más, mas.

Me apretaba contra sus tetas y me mordía los labios y no dejaba de gritar mi nombre, no dejaba de gemir y con sus piernas a echarme más hacia dentro de ella. Yo también sentía que estaba por terminar y en eso...

Tía: oh Rodri siii, ayyy que biennn, que biennn o joder que rico, que bien

Termine también, no podía aguantar más tanta excitación y tanta deseo hacia ella, después de eso nos quedamos juntos un rato. Nos besamos y acariciando nuestros rostros seguimos tirados sobre la cama un largo rato, lo volvimos hacer el resto de la tarde, recuerdo llegue a mi casa muy tarde, cansado y con las piernas temblorosas, que día para más intenso con mi tía Carolina.

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