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La sombra de Elina (Memorias de Xanadú)

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Buenas, les recomiendo que lean toda mi serie de Memorias de Xanadú para comprender mejor este relato de la serie.

Elina despertó al alba, después de realizarle un oral a sus amos y caer rendida a los pies de su cama fue transportada a su habitación y ahí durmió. Salió de su habitación con intención de dar un paseo, sin embargo no deseaba darlo sola, necesitaba sentirse protegida en ese castillo terrible, pensó primero en Velimount y posteriormente en Ishtar, ellos aunque no le parecían completamente confiables eran lo más parecido a alguien que la quisiese (la palabra "amos" le pasó rápidamente por la cabeza, cosa que la turbó), era evidente que Tollan la había olvidado y nadie en toda Xanadu iría a buscarla.

-Mierda- Dijo mientras esto pasaba por su cabeza, nuevamente había pensado en su esposo, en ese maldito mentiroso traidor, lo odió por primera vez, su solo recuerdo le lastimaba, se preguntaba como podía haber sido tan estúpida para creerle, vaya héroe, rápidamente esbozó su venganza y esta tenía forma de Velimount (más específicamente su gran pene, Elina se sonrojó al imaginarselo), vaya que estaba empezando a enamorarse de él.

De cualquier manera no encontraba a nadie por las cercanías, miro su brazalete y pensó en tocarlo y pedirle a Velimount que le acompañara, sin embargo antes de que pudiera tocarlo dobló el pasillo hacia la izquierda, en dirección a los jardines interiores de Deadtouch y se topó con una monstruosidad, un cuerpo verde enorme, musculado, sin embargo femenino, grande en comparación al delgado cuerpo de Elina, aunque en pechos se parecíanal de ella, su culo, de lo que parecía ser una orco (Elina jamás había visto una mujer orco) era bastante más grande. Elina no lo sabía pero estaba viendo a Ur'ruk momentos después de haber entregado a Tollan a sus amos en el salón de los tronos.

Ur'ruk había sido comendada a guardar las puertas del gran recinto mientras los demonios "conversaban" con Tollan, sin embargo el morbo de ver a Tollan humillado y sabiendo que los demonios podrían hacer que este se desnudara habían hecho que abandonara su puesto y se acercará silenciosamente al balcón que conectaba los patios interiores con el gran salón.

Elina estuvo a punto de ver a su esposo acercarse a Ishtar con el pene erecto, sin embargo llamó primero su atención la orco, que en su éxtasis estaba masturbándose frenéticamente, Elina veía los masivos pechos de Ur'ruk bambolearse debido a la velocidad con la que movía su brazo, su mano libre tapaba su boca y sus ojos, cerrados, la hacían ver como una total pervertida en un marco de éxtasis total. Elina apreció la mano verde y curiosamente fina de Ur'ruk jugar a prisa con su clítoris rosado y abrir sus labios mayores y menores exponiendo por completo su vulva, estaba mojadisima y pidiendo verga.

Cómo sea, Elina, al estar embobada con tremenda visión tropezó y cayó, no fue un sonido demasiado fuerte, la pelirroja apenas se hizo daño, un ligero raspón en la rodilla que produjo una ligera capa de sangre, con eso fue suficiente para sacar de sus eróticas cavilaciones de Ur'ruk, el olor de la sangre y el sonido ligero llamó demasiado su atención. Abrió los ojos y la vio, una mueca de enojo y miedo se formaron en su cara, Elina no noto el miedo, solo noto a esa "monstruosidad" bastante sexy acercarse a ella a grandes zancadas y tomándola por el cuello con su mano humeda de flujo la llevó a los jardines, fuera de la vista de Velimount, Ishtar y Tollan, allí la sentó y con una mirada penetrante y con sus manos aún en el cuello de Elina preguntó

-¿Qué haces aquí zorra?

Elina confundida titubeó

-Yo… no… yo...

Ur'ruk soltó un poco su cuello pero aún la sostuvo firmemente

- No tienes permiso de estar aquí perra, los amos no te quieren aqui

-Pero yo solamente salí a caminar, nadie me dijo...- y ahí fue donde Elina lo comprendió, comprendió que ella era la guardia y no había estado cumpliendo sus obligaciones

-Suéltame o le diré a "los amos" lo mal guardia que eres y me aseguraré que sepan cómo me has tratado

La cara de Ur'ruk cambió, primero el miedo la sobrecogió, sin embargo se relajó y soltó una larga carcajada -Jajaja- miró a Elina retándola -¿Tu crees, perra, que una basura como tú tiene voz y voto ante los amos?- aún así soltó un poco más a la humana, ahora parecía que solamente la posaba sobre su mano resbalosa sobre su cuello

Elina sonrió ante el aire dubitativo de la orco y prosiguió

-¿Ves este brazalete? Es un regalo de Velimount, el siempre me hará caso, y más ante una simple orca (Elina evidentemente no conocía el gentilicio de los arcos) tan detestable como tú- la sombra que hasta hace un momento podía parecer normal que se desprendía de Elina ahora parecía más grande, a cada palabra se iba haciendo más oscura

-Ahora zorra orca, más te vale que te refieras a mi con respeto pues yo soy la zorra personal de los amos y por ende soy superior a ti- su voz cambió a la par de la sombra, cada vez más arrogante e imponente.

Mientras tanto Ur'ruk había empezado a achicarse, reconocía la oscuridad y el mal creciendo en Elina y eso aunado a el miedo ya existente a los amos la habían hecho achicarse cuál perrita lastimada, finalmente soltó a Elina y dió un paso para atrás, juntó sus manos en la espalda, bajo la cabeza y susurró

-Lo siento señorita Elina

Estás palabras rompieron el hechizo oscuro que invadía le mente de la pelirroja y está sintió una terrible confusión respecto a lo que acababa de pasar, sin embargo sabía que ahora estaba en la mejor posición, ahora podía irse libremente y olvidarse de esa despreciable mujer orco, sin embargo algo durante su trance oscuro la había cambiado, ahora se sentía muy caliente, sus pezones molestaban bajo su albornoz negro que los demonios le habían proporcionado. Ahora que veía a la orco semidesnuda recordó hace esos breves momentos cuando la cachó masturbándose y se sorprendió mojada.

-¿Se encuentra bien señorita?- dijo Ur'ruk con un hilo de voz al notar los pezones erectos y la mirada lujuriosa que Elina le lanzaba.

Elina no respondió, simplemente tomó por el cuello a la mujer orco, la pegó a uno de los pilares que rodeaban el jardín y la besó, la escena era impactante una mujer humana de 1,68, delgada y bella tomando por el cuello con una mano y por el coño con la otra a una orco de 1.89, fornida y semidesnuda y ambas besandose con pasión y desenfreno.

Elina deseaba dominar a la zorra que tan mal la había tratado, nuevamente la sombra, por detrás, creció, y así lo hizo, Ur'ruk sintió como la ponía a cuatro patas sobre la banca que estaba a un lado del pilar, Elina luego comenzó a explorar la vagina de la mujer orco con la mano. Empezó pues a masturbarla, hacia un lento mete-saca y de vez en cuando le pegaba una nalgada

-¿A quien le dijiste zorra y perra, orca estupida- resonaban las nalgadas cada vez más fuerte en el jardín

-Respondeme sucia orca puta- Elina hablaba firmemente, no gritaba pero parecía a punto

-A nadie, a nadie señorita Elina- respondía entre jadeos Ur'ruk, ella se quejaba pero a la ves estaba chorreando, la saliva escurría de entre sus labios así como el flujo caía por sus piernas y salpicaba con cada nalgada

-¿Señorita? Para ti soy ama Elina ¿Está claro?- sus nalgas abundantes estaban ahora rojas y las manos de su ama ahora estaban marcadas en ese imponente culo.

-Si ama, siiiii- Ur'ruk se corrió abundantemente cuando Elina regreso a masturbarla después de castigarla, sin embargo ella ya había causado demasiado placer y no había recibido nada a cambio -esto va a cambiar ahora mismo- pensó.

Y sin darle un respiro a la orco la tomo del cabello y la acerco a sus pechos cubiertos por el albornoz, la hizo chuparlos y morderlos para finalmente desprenderse de su ropa y sin darle tiempo a respirar reanudar su faena en sus masivos melones, de vez en cuando ella misma peliizcaba los pezones de la orco y esta soltaba gemidos o muecas de dolor, depende de que tan fuerte Elina jugará con ellos, cuando estuvo satisfecha, dirigió a la zorra a su vulva, Ur'ruk comenzó a lamer y chupar como si su vida dependiese de ello, Elina genia y gemía como hacía tiempo no lo hacía, nuevamente recordó el grandioso sexo que había tenido aquella mañana con Tollan, sexo que ahora se sentía tan lejano. Esto enfureció a Elina nuevamente y luego de darle una sonora cachetada a Ur'ruk tomó sus cabellos y la apretó más contra su sexo para finalmente correrse y mojar completamente su cara.

Elina estaba muy cansada, dejó a Ur'ruk desmayada en el jardín y regresó a su cuarto, sintiéndose extraña, extraña a si misma, sabía que esa no era ella, ella no era dominante…

Tales gemidos ocurridos en el jardín interior hubieran sido escuchados en el salón de los tronos, "el Gran Recinto" si Ishtar no hubiera estado gimiendo con la misma intensidad a causa de Tollan...

Pues he regresado después de mucho tiempo, quiero continuar con esta serie y de verdad me motiva mucho que califiquen mi relato, por eso les pido que lo hagan, así me dan a entender que les gusta la historia y que puedo continuar escribiendola, saludos.

(9,50)