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Las visitas nocturnas de mi papi

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Bueno, en mi primer relato conté las cosas que me marcaron en mi vida. Una de ellas fue los recuerdos de cosas que pasaron con mi padre.

Acá voy a ir más en detalle de esos momentos y cuyos recuerdos hasta el día de hoy me estimulan sexualmente.

Como ya conté una de las cosas que más recuerdo son sus visitas a mi cama por la noche.

Este relato fue rechazado inicialmente, así que voy a iniciar aclarando que esta primera vez ocurrió cuando yo ya tenía 18 años para que no quede como que me abusaba de niña lo cual no correspondería publicar acá y creo que la confusión o falta de aclaración de mi parte fue la razón del rechazo.

El solía abrazarme y hacerme cucharita, como un acto de cariño y de complicidad padre-hija, siempre me decía que no le cuente a mi madre, pero eso ocurría de día y conmigo despierta. Una noche, desperté y la situación era completamente diferente.

Lo que me despertó fue un sueño de tipo sexual, por lo cual inicialmente tuve la confusión de si estaba soñando o no. Cuando caigo en la realidad, era mitad de la noche, un día en que mi madre no estaba porque había viajado a visitar su familia en Córdoba, tenía a mi padre acostado detrás mío y haciéndome cucharita, como muchas veces lo hacía, pero esta vez conmigo dormida. Su respiración era agitada y se movía, muy muy suavemente, apoyando y refregándose contra mi culito.

Pude sentir su erección a través de mi short y sus calzoncillos. Sabía que eran calzoncillos porque sentía la piel de sus piernas con la piel de las mias desde bien arriba.

En ese momento me quedé petrificada, no sabía como reaccionar. Pero claramente sentí que era sexual y no simplemente cariño y que él no quería despertarme.

Poco a poco, pasó sus manos hacia adelante, como abrazándome y muy suavemente, metió su mano por dentro de mi remera.

Su erección se sentía dura y su pene iba pasando de abajo hacia arriba y hacia abajo por la raya de mi culito.

Cuando su mano alcanzó mis tetas, su respiración se agitó un poco mas y presionó un poco mas su pija en mi culo.

En ese momento yo sentí que mi concha comenzó a latir, sentía un deseo de tocarme o que él me toque.

Mis pensamientos eran confusos, mi papi estaba haciendo esto? Y a la vez, que lindo se siente!!

Yo ya sabia sentido su pene erecto en otras ocasiones estando sentada sobre él, y esas veces también me había excitado, pero siempre pensé que era yo la que tenía pensamientos y deseos inapropiados. Esta vez, claramente era él, por lo cual esto era aún mas placentero.

Mantuve los ojos cerrados para que no sepa que me había despertado.

Con su mano izquierda acariciando suavemente mis tetas, se separó un momento, hizo algo que yo no no podía ver y volvió a pegarse a mi. Se había sacado los calzoncillos. Sentí su pija ya liberada y mojada meterse entre mis piernas y comenzar a entrar y salir. Sentí que me empapé toda, un torrente de calor me invadió y me sobresalté, lo cual hizo que me moviera automáticamente.

Mi padre se apartó y se quedó inmóvil. Yo me maldije a mi misma, quería que siguiera!

Di un suspiro simulando seguir dormida, moví mis rodillas hacia adelante y sacando un poquito el culito hacia atrás.

Al cabo de un minuto, sentí la mano de mi papi que acariciaba muy despacio mis piernas e iba subiendo y subiendo hasta alcanzar mis glúteos. Poco o poco iba corriendo mi short y tocando mas y mas de mi culito.

Lo sentí moverse y de pronto senti que me daba un beso en mi culito y luego se puso a oler entre mis piernas. Corrió un poquito el short y mi tanga, olió profundamente y paso muy despacio su lengua por mi conchita.

Yo sentí excitación pero también vergüenza. Es que sentía que estaba empapada. Se daría cuenta que estaba despierta?

Su lengua pasaba despacio y profundo, lo escuchaba oler y también sentía un movimiento y un sonido como plap plap plap. Se estaba masturbando.

Yo seguí en esa posición. El me bajó, de forma extremadamente lenta, muy de a poco, el short y la bombacha. Yo quería que siguiera con su lengua, mi cuerpo explotaba de sensaciones y mi cabeza no lograba entender ni procesar, solo sentía deseo.

Luego de lo que me pareció un siglo, sentí que me abría las nalgas y por primera vez sentí su pene resbalar en la raja de mi culito. Lo apoyaba un poco mas fuerte en la entrada de mi ano y seguía, arriba y abajo hasta mi concha, donde también hacia un poquito de presión pero no la metía.

Entre el jugo que salía de mi conchita y su pija totalmente babosa, mi culo era una pista de patinaje donde el pene de mi papi se deslizaba libremente. Me encantaba cuando presionaba en la entrada de mi culito y en mi conchita, quería que entre.

Se acomodó con la punta de su pija apoyada en la entrada de mi concha, paso su mano hacia adelante para tocarme las tetas y se quedó así un ratito, haciendo un pequeño movimiento hacia adelante y atrás y besando muuuy suavemente mi cuello. Podía sentir cada sensación, su respiración agitada y entrecortada y su cuerpo temblando. Sus dedos acariciando mis pezones, su cuerpo transpirando pegado al mío, su panza en mi culo y espalda y su pija a punto de entrar en mi conchita haciendo ese movimiento que tanto me excitaba.

De pronto se detuvo, su pija latía sola, se apartó, sacó su mano de mis tetas y lo escuche exhalar aire y decir muy despacio “ahhhhggg, uffff” al ritmo de su respiración totalmente agitada y contenida.

Yo inmóvil. Al cabo de un minuto, me subió mi bombacha, mi short, me acomodo bien mi remera, me dio un besito en la frente y se fue.

No podía dormirme, me latía mi concha. Llevé mis manos a ella, me monté en mi almohada y me refregué hasta que mi cuerpo explotó de placer, sentí que empapé mi mano, el short, la almohada, todo. Mi cuerpo temblaba. Hermoso orgasmo pensando en la pija babosa de mi papi en mi culito.

Al otro día, mientras él miraba tele, yo me le senté encima. Quería ver que hacía. Hizo lo mismo de siempre, se hizo el tonto, me acomodó sentada bien en su pija y me hacía mover apenas. Yo sentía su erección crecer y crecer, pero ahora sabía que no era yo, era él disfrutando de apoyar su pija en mi culo. Lo dejé un rato, me recosté sobre su pecho para que me abrace y luego me fui a mi habitación.

Esa noche, se volvió a repetir todo, casi casi de la misma manera, pero él avanzó mas. En un momento lo sentí que se paró, yo estaba contra el borde de la cama, mirando hacia el lado de afuera y con mi culito obviamente regalado hacia adentro para que mi papi pudiera hacer sus cosas.

Siento muy cerca de mi cara, plap plap plap. Sentí un olor fuerte que me encantaba. Entreabrí apenitas mis ojos para ver. Su pija se encontraba a milímetros de mi boca y nariz y el se masturbaba ahi. Abrí apenas mi boca, quizás la pusiera ahi, quería que lo haga.

Tomó mi mano, también muuuy lentamente, casi en cámara lenta. Mi papi la colocó en su pija la sostuvo haciendo cerrar mis dedos sosteniéndola. Sin mover mi mano mi papi se empezó a mover hacia adelante y hacia atrás, haciendo que mi mano lo masturbara a milímetros de mi boca.

Como dije, yo mantenía mis labios apenas abiertos. En un instante, en el movimiento, la cabeza de la pija de mi papi se posó en mis labios. Solo mi miedo a que se terminara todo hizo que no me moviera, porque casi casi que abro la boca y me la meto. El olor era embriagador, sentía ganas, muchas ganas de chuparla, quería sentir su sabor tanto como estaba sintiendo su olor.

Creo que fue demasiada excitación para mi padre. Fueron tres segundos o cuatro que su pija totalmente mojada por su liquido pre-seminal estuvo apoyada en mis labios, yo moví mi lengua y cuando hizo contacto con su glande él se apartó, la sacó de mi mano y atajó con su remera los chorros de semen al tiempo que jadeaba en forma contenida para no hacer ruido.

Nuevamente después de un rato que se había ido de mi habitación, yo me masturbé oliendo mi mano, que había quedado con olor a su pija.

Esto ocurrió muchísimas veces, durante años, nunca mas que eso, durante años yo me masturbaba imaginando el día que me dejara chupársela, oliendo los olores que dejaba en mi, porque no me limpiaba y mi culo, mi entrepierna, mis manos quedaban pegoteados y con olor a sexo. Me encantaba olerme las manos, lamerlas y tocarme después de cada visita nocturna de mi papi. También aprendi a disfrutar mas de sus apoyadas cuando me tenia sentada arriba de él, haciéndome la tonta pero disfrutando de sentir su pija parada en la raya de mi culo, sabia como moverme para que nadie pensara mal, pero haciendo que se refregara en mi. Me excitaba saber que mi padre se calentaba con mi culo y siempre pensé en esos encuentros nocturnos como algo en lo cual teníamos la complicidad, yo haciéndome la dormida y el fingiendo que no se daba cuenta.

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