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Los albañiles

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Somos una pareja madura, llevamos casados 25 años, cuatro hijos, ella tiene 50 se llama Vivian, yo 51 Alberto, nos llevamos relativamente bien, en lo sexual hemos tratado que la rutina no nos atrape, hemos hecho una que otra locura, nada extremo, ya habíamos conversado sobre algunas fantasías, algunas las hemos hecho realidad, otras no, como por ejemplo un trío HMH, ella es muy resistente a incluir terceras personas.

Vivian es una mujer hogareña, tranquila, seria, de vestir normal, en fin una pareja normal, teníamos que remodelar la parte trasera de la casa y estuvimos buscando quien. Encontramos dos albañiles uno en sus 35 moreno delgado, el otro un poco mayor se le calculaba unos 40 años, moreno un poco más alto que yo fornido, aun así se veía un poco maltratado por la vida, muy bien recomendados por un vecino, por lo que los contratamos.

Durante el trabajo noté que volvían a ver a Vivian con morbo, siempre serios y respetuosos, cada vez que salía ella a dejarles un refrigerio, se le quedan viendo el culo cuando les daba la espalda, Vivian es de vestir jeans ajustados y blusas no muy escotadas tiene rico culo, no es de andar exhibiéndose.

Hacia días le había comentado lo que había visto, pero ella no le dio el importancia, pero noté que le gustó. Eso fue miércoles, el viernes la convencí de que se pusiera un vestido que le llega a la mitad de los muslos que se le ve muy bien, le resalta bastante el culo y los pechos, no obtuve mucha resistencia por parte de ella, por lo que sospeché que le gustó la idea pero no lo admitió, ese día tuve salir varias horas, cuando regrese al final de la tarde, escucho música al fondo de la casa en la terraza, me escabullí en silencio, vi que estaban tomando.

Vivian estaba con ellos, ya estaba media borracha, bailando, trataban de manosear un poco pero ella no les dejaba, pero aun así continuaba bailando, en eso se le cae el vaso a Vivian, al caer le mojó las piernas, así que el más joven toma un pequeño paño, se agacha y le dice a Vivian qué si le puede secar las piernas, a lo que ella con dudas accede, ahí él aprovecha para pasarle el pañito por las piernas, sacando sus dedos por el borde del paño, por el ángulo que tenía podía verle sus nalgas y vagina por debajo, cada vez subía más sus manos hasta unos escasos centímetros de las nalgas, ella solo daba pequeños saltos pero lo permitía.

Ellos al notar que se dejaba, empezaron a tocarle su vagina muy disimuladamente por encima de la tanga, el otro le comenzó a tocar los pechos suavemente con sus dedos, con la otra le acariciaba las nalgas ya habían notado que tenía sus pezones durísimos, porque estaba sin sostén, ella solo le ponía las manos sobre la de ellos, dejando salir pequeños gemidos cada vez que le rosaban su vagina y le apretaban sus pezones, el de abajo la inclinó un poco sobre un sillón que tenemos ahí atrás le subió el vestido, dejando descubiertas sus nalgas ella trataba de bajarlo pero no con intensidad por lo que siguieron manoseándola ya le pasaba su mano por debajo del hilo, que lo tenía todo metido.

El que estaba limpiándola empezó a darle besos en las nalgas mientras le rosaba con los dedos la vagina, el de arriba le terminó de subir el vestido sacándole sus pechos, empezó a chupárselos, le agarraba el otro apretando su pezón entre sus dedos, ya ella estaba muy excitada, estaba muy mojada se le notaba, le temblaban las piernas, el que estaba besándole las nalgas se levantó se bajó los pantalones se sacó la verga el otro hizo lo mismo, le tomaron cada uno una mano para que se las sobara.

El más joven la tenía gruesa no muy grande el otro estaba más dotado, mientras se las acariciaba los manos de los dos albañiles parecían pulpos recorriendo todo su cuerpo, ella les tocaba los huevos, los masturbaba cada vez más fuerte, se le notaba a Vivian que lo disfrutaba tener dos vergas y cuatro manos solo para ella, el mayor le dijo que quería sentir esa boquita de señora fina en su verga, Vivian lo volvió a ver con cara de excitación y le dijo que se la iba a chupar como nunca se la habían chupado, se puso de cuclillas agarrando las dos vergas, empezó a chupárselas -Vivian la chupa muy bien- en ese día la vi chupando como nunca lo había hecho, les acariciaba los huevos se los chupaba se turnaba con cada una, prácticamente se la estaban cogiendo por la boca, el menor no pudo más y le tiró la leche encima de sus pechos.

El otro al verle los pechos llenos de semen no pudo contenerse, igual se vino pero Vivian le sostuvo el pene dentro de su boca seguía chupando y succionándolo mientras se venía, ese hombre le temblaban las piernas mientras se regaba, Vivian lo chupaba con más intensidad, mientras seguía masturbando al menor, ellos seguían manoseando sus pechos, mientras se la chupaba se le notaba lo empapada que estaba ya se había venido, se levantó se inclinó sobre el sillón se corrió el hilo a un lado y los volvió a ver por sobre su hombro y dijo que quería que se la metieran, duro quería sentir que tanto querían culeaársela, se acercó el mayor sosteniendo ese verga morena grande y gruesa, se la rosaba por su ano, se la pasaba por su húmeda vagina, una y otra vez.

Vivían gimiendo con cada roce, de un momento a otro se la metió de una sola embestida, Vivian soltó un fuerte gemido volviéndolo a ver con esa cara de puta que nunca le había visto, le entró fácil por lo mojada que estaba, la sujetó de las caderas la empujaba hacia él y hacía afuera, cada envestida dura y fuerte sacándole gemidos a Vivian, mientras el otro le metía la verga en la boca, ella se la mamaba con intensidad le acariciaba los huevos, se intercambiaron de posición, siguieron dándole duro, mientras con sus manos le agarraban las nalgas y sus pechos.

El joven mientras la penetraba le acariciaba el ano con el dedo índice, ella ya se había venido varias veces le temblaba el cuerpo tenía sus piernas empapadas temblorosas no tenía ya control de nada, a despensas de los albañiles, ponía esa cara de puta deseosa, pidiendo más hasta que uno se vino en su boca y espalda, el otro se la sacó le abrió las nalgas y le tiro la leche en el ano, ella solo gemía y gemía ya extasiada toda chorreada le decía que sentía su semen deslizarse por su culito.

Vivían se volvió, se tiró en el sillón toda sudada su pelo mojado, por la cogida que le acababan de dar, su cuerpo lleno de semen, ellos se volvieron a ver y como celebrando que se la habían cogido, ella tomó el paño del suelo y se fue para el baño, ahí se dio cuenta que yo había visto todo, me vio nos quedamos mirando con cara de excitación noto que tenía una erección descomunal, me agarró de la mano, nos metimos al baño y tuvimos sexo como nunca lo habíamos tenido.

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