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Los pecadores

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Mientras estábamos cenando, pensamientos calientes invadían mi cabeza y es que a un lado de mi esta mi prometida y del otro estaba su tía Lourdes (Loulu) a la que me cogí una semana atrás.

¡Ella vestía un vestido entallado negro con un escote que dejaba ver sus grandes tetas! Ella coquetamente me mostraba sus tetas mientras que su mano por debajo de la mesa acariciaba mi entrepierna. Yo estaba nervioso y excitado a la vez, ya que Leticia estaba a lado mío y no se percataba de lo que sucedía.

Pasaron unos minutos y ella se levantó hacia la cocina, me lanzo una mirada tan candente que no me quedo más que seguirla, hice como que iba al baño, pero entre por la otra puerta de la cocina, ¡ella estaba de espalda en la barra sirviéndose una bebida yo me acerque aceleradamente la abrace por atrás y comencé a besarle el cuello!

L: ¿No te pudiste resistir a mi verdad?

Lu: ¡Estas buenísima! ¡Eres una provocadora!

L: ¡jajá el que prueba repite conmigo!

Comenzamos a besarnos pasionalmente, yo le acariciaba sus nalgas con fuerza, ella me abrazaba y subía su pierna para enredarme con ella, mi boca bajo a sus grandes tetas ¡las cuales se las saqué por encima del escote y comencé a mamárselas!

Lu: ¡Me encantan tus tetas!

L: Chúpalas papi, ¡son tuyas!

¡Ella comenzó a bajarme el pantalón y acariciar mi pene que cada vez se ponía más y más duro! ¡Yo subía su vestido para acariciar sus ricas piernonas! Las risas de los demás se escuchaban, la adrenalina subía de nivel, de pronto ella se puso de rodillas frente a mí y comenzó a jugar con mi verga, ¡daba lamidas como si fuese paleta y su mirada picara me ponía a mil!

Lu: ¡Sí! ¡Que rico chupas!

L: ¡Que verga más sabrosa!

¡Seguía chupándomela tan rico que a veces se me olvidaba que nos podían cachar en la movida!

Después de estimularme con su boca y ponérmela durísima, se sentó en una silla que estaba cerca, se levantó el vestido, ¡se quitó la tanga y me pidió que se la metiera toda! ¡Yo la obedecí y la empecé a penetrar suavemente mientras devoraba sus grandes tetas!

L: ¡Así! Métemela rico Luis!

Lu: ¡Me encanta tu vagina aprieta delicioso!

L: Dámela, ¡dámela toda!

Lu: ¡Nos van a descubrir!

L: ¡Que rico! que nos vean papi, que vean como cogemos!

Lu: ¡Eres una puta loca jajá!

Me senté en la silla y ella se dejaba caer de sentones, al mismo tiempo yo apretaba sus tetas y le jalaba el cabello, eso la excitaba más, su rico movimiento de caderas era maravilloso, una licuadora experta en triturar vergas y es que ya me habían contado que durante su juventud fue muy solicitada, ¡que su marido murió porque la descubrió con su compadre! Y mil historias así, siempre tuve morbo con ella y al verla como devoraba mi verga, ¡me sentía el más suertudo del mundo!

L: ¡Que dura amor! ¡Dámela toda!

Lu: ¡Muévete más! ¡Tritura mi verga!

L: ¡Dios! ¡Me excitas demasiado!

Me puse de pie y a ella la recliné sobre la silla, comencé a darle de golpes en las nalgas antes de meterle mi cabezón en esa pose, las risas en la mesa seguían, ¡al parecer nadie se había percatado de nuestra ausencia y yo comencé a penétrala fuertemente! Apoyándome de sus caderas comencé a embestirla, el ruido de mis huevos chocando en ella me excitaba más, la tomé del cabello y con fuerza comencé a jalarla, ¡mientras con otra mano comencé a apretar sus tetas!

L: Luis eres el mejor, ¡que rico coges!

Lu: ¡Tú también eres una diosa!

L: ¡Métemela móntame como buen vaquero que eres!

Lu: ¡Si soy tu amo! ¡Tu vaquero y te monto rico puta!

L: ¡Me pone a mil que me digas groserías cabrón!

Lu: ¡Su puta disfruta mi verga como la ramera que eres, pídemela toda perra!

L: Dámela papito, ¡Soy tu funda!

La charla me ponía a mil, las palabrotas que le decía la excitaban más, ¡ella también se movía riquísimo! Yo apretaba y arañaba sus nalgas, su cabello ya estaba todo despeinado por mis jalones, ¡gemíamos un poco fuerte ya no nos importaba que nos fueran a descubrir!

L: ¡ah! Luis eres maravilloso, que rico hombre tiene mi sobrina!

Lu: Tía tú también eres de lo mejor, ¡te quiero coger siempre!

L: Seré tu perra siempre que quieras, ¡puedes tenerme cuando gustes!

Lu. Vale lo hare tía, serás mi puta personal!

Seguí penetrándola con violencia hasta que sentí como comenzó a escurrirse, me empapaba toda la verga, ¡eso me puso más cachondo y comencé a darle hasta que ya no pude más y me vine dentro de ella!

L. Hijo que rica leche me das!

Lu: ¡Tómala puta tómala!

L: ¡Ah dios mío! ¡Sí que rica leche!

Me quede pegado a ella unos minutos, después ambos comenzamos a arreglarnos, ella se dio una manita de gato me beso y salió rumbo a la mesa cuando estaba por hacer lo mismo…

Y: ¡Así que tú eres el amante de mi mamá!

Era Yesenia la hija de Loulu, estaba parada mirándome con odio o excitación la verdad no lo sé, tampoco sé cuánto tiempo llevaba ahí, ¡en ese momento un escalofrió recorrió mi cuerpo!

Lu: No es lo que parece, ¡es que no pude evitarlo!

Y: Lo sé, mi mamá tiene esa suerte de traer pendejos a los hombres, ¡pero tú te casas en un mes!

Lu. Por favor no digas nada te lo suplico!

Y: ¡Hipócrita que eres, pero no diré nada, yo no le voy a arruinar su vida a mi prima, así como tú lo pretendes!

Salió rumbo a la sala, no dijo nada, pero a la mañana siguiente me mandó un mensaje que decía “Pasas por mí a las 9:00 am me llevaras a la escuela, serás mi esclavo ya que, de lo contrario, el video que les tome llegara a mi prima”.

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