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Me cogí a mi cuñada (Parte 3)

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Nos besamos muy suavemente unos 3 o 4 minutos. De repente se separó y se metió enseguida en la cama, del lado opuesto al mío y se metió bajo las sábanas.

La verdad fue cuestión de segundos, poco pude disfrutar verla con la lencería.

Me dijo que se lo había puesto para no dejarme mal pero que estaba muy nerviosa, que mejor platicáramos.

Saqué enseguida mi celular y puse videos de Franco Escamilla, nos empezamos a reír con sus chistes y entre carcajada y carcajada, se iba relajando hasta quedar abrazada de mí.

Yo ya alcanzaba a ver pegadas a mi pecho, sus deliciosas tetas guardadas aún en el babydoll.

De repente me dice:

-Apaga el celular, vamos a platicar

Y me pregunta:

-¿Honestamente, ya has hecho esto antes?

Y yo:

-¿A qué te refieres?

Ella:

-Serle infiel a mi hermana

Y yo:

-Sí, con pena, pero reconozco que sí

Ella:

-¿Muchas veces?

Yo:

-Algunas

Ella:

-Mmm muy mal cuñis

Lo dijo con un rostro que reflejaba molestia, pero al mismo tiempo no dejaba de abrazarme

De repente se volteó, me miró fijamente y me dijo “me gustas mucho, pero me da miedo hacer esto, está muy mal”

Y le dije: “no te preocupes, ya con tenerte en mis brazos me siento bien; es más si quieres sentirte más cómoda ve al baño y ponte la ropa del trabajo”.

Y ella: ¿No te gustó cómo me veo?

Yo: Casi no te vi

Ella se paró con la sábana enrollada, caminó frente al espejo y se la quitó frente a mi.

Me le quedé viendo y me bajé de la cama, me acerqué y le planté tremendo beso.

Nos estuvimos besando sin tocar ni nada, como 3 minutos fácil, solo acariciando sus brazos y cintura.

Entre que llegamos, se bañó y estuvimos viendo chistes, ya habían dado casi las 9, me había tomado casi una hora besarla bien, con pasión.

La puse de espaldas a la cama sin dejar de besarla, la hice sentarse y con cuidado le abrí las piernas.

Sin darle tiempo a decir que no, me hinqué frente a ella y sobre la tanguita del conjunto empecé a pasar mi lengua sobre su panochita.

Ahí se dio por vencida a resistirse, se recostó, abrió más las piernas y empezó a gemir.

Enseguida hice a un lado su tanguita.

Un poco peludita para mi gusto, vellitos color castaño medio (aunque no me fascinan, los de ella me gustaron) toda rosadita su panochita y súper mojada.

Tiene la panocha súper pequeñita (tal vez por eso mejor le hicieron cesárea).

La cicatriz del nacimiento de su hija casi no se le nota.

En fin, me puse a mamarle salvajemente y en menos de 3 minutos estaba teniendo su primer orgasmo.

Tenía mi cara empapada entre mi saliva y sus fluidos.

Al sentir su orgasmo y escuchar los gritos que daba, enseguida me bajé el pantalón y la trusa, me saqué la verga y sin decirle, se la metí.

Le entró todito de un jalón pues estaba mojadísima, apretaba delicioso y gemía exquisito.

Mientras se la metía le saqué las tetas. Uff! Pezón entre café y rosadito, tiene los pezones como invertidos y las areolas medianas. De tanto mamarle se le brotaron los pezones bien paraditos.

Se las empecé a mamar mientras la cogía y ella me decía “¿te gustan mi amor?” y yo “siii”.

Así estaba dándole cuando no aguanté y me vine dentro de ella. Pero como seguía teniéndola dura la seguí cogiendo sin parar un buen rato más.

Al sentir mi leche ella tuvo otro orgasmo y me dijo “¿viste por qué te pedí la pastilla? (me pidió que llevara una pastilla postday, por si pasaba algo (mañosa jaja)”.

Me tiré en la cama a su lado, ella estaba tirada exhausta con la tanguita a un lado... me fijo y mi leche le chorreaba de su panochita peludita hacia su pierna, delicioso.

Así nos quedamos al menos 4 o 5 minutos, descansando.

De repente me dice: “no sabes cuánto quería que pasara esto, desde hace mucho”.

Me acerqué a ella y le dije “yo igual, la verdad, desde que te conocí me gustaste muchísimo”.

La abracé y nos dormitamos unos 5 minutos.

De repente desperté y ella al mismo tiempo. Nos empezamos a besar y ya vino el segundo round.

Cuando sentí mi erección, saqué unas toallitas húmedas que siempre ando cuando voy a los moteles, me limpié bien los restos de leche y sus fluidos y estando ella acostada, le puse la verga cerca de su cara y le dije “mámalo”

La primera cogida fue intensa pero más romántica, sin embargo, noté en ella al ponerle la verga en la boca que estaba tan excitada que no diría que no a nada.

Enseguida me tomó la verga con sus manitas y se la puso en la boca.

No puedo decir que fue la mejor mamada de mi vida, pero lo hace bien, se la traga toda y le gusta tenerla dentro de la boca. Entre más la mamaba más notaba que le gustaba ser sumisa.

Al tiempo yo le metía los dedos en su panochita y con un dedo jugaba con la entrada de su culo. Mi leche aún estaba saliendo de su panochita así que la usaba como lubricante para el ano.

De repente empecé a meter mi dedo en su culo y ella con su mano me detuvo.

Me dijo “no cuñis, nunca lo he hecho por ahí, no me gusta”.

Y yo: Déjame intentarlo, si te duele o no te gusta te la saco.

Obvio ya con la verga adentro no se la sacaría.

El caso es que me dejó seguir jugando con mi dedo dentro de su culo, de repente la puse de perrito y se la empecé a meter, sin demasiado cuidado. Estaba muy caliente y aunque decía que no, notaba que disfrutaba ser sometida.

La verdad, los primeros 2 o 3 minutos del anal, no le gustaron, decía “me duele, me duele mucho” y yo “aguanta cuñis, por fa, esta riquísimo tu culo”.

No me di cuenta de en qué momento le estaba hablando sucio, pero de repente ella misma me dijo “está muy gruesa tu verga”.

Obvio al decirme eso más dura se me puso y empecé a darle durísimo por el culo y a darle nalgadas.

Ella gemía no sé si de dolor o placer, pero gemía muy rico.

Le pregunté si le gustaba la leche y me dijo “no mucho”.

Con eso fue suficiente para decidirme y justo cuando iba a soltarle el chorro de leche se la saqué del culo y aprovechando que tenía su cara recostada en la cama, no pregunté y acerqué mi verga hasta su mejilla izquierda y le tiré ahí la leche. Era mi segunda venida y aún salió mucha leche. Le cayó en la mejilla, sus labios, nariz y cabello.

Me dijo “ay cuñis ni me preguntaste” limpiándose con sus dedos la leche.

Le di una toallita húmeda para limpiarse la cara.

Me recosté y me dijo mira.

Me mostró una toallita con la que se limpió el culo y tenía sangre, no mucha, pero sí manchitas.

“me desvirgaste por ahí, te dije que no quería”.

Y yo:

-Perdón, pero se ve hermoso tu ano rosadito y se me antojó

Ella:

-¿Y te gustó darme por ahí?

Yo:

-¿Por el culo? Sí

Ella:

-Sí, por el culo, a eso me refiero, eres un cochino

Yo:

-Me excita hablar sucio

Ella:

-Mmmm a mí no tanto pero equis

Se volvió a acostar a mi lado y empezamos a hablar de cosas sexuales.

Según ella sólo ha tenido 2 parejas: el papá de su hija y su ex quien la desvirgó vaginal; nunca había hecho anal aunque el papá de su hija siempre se lo ha pedido; nunca le habían tirado la leche en la cara, solo su primer novio se le había venido una vez en la boca; nunca había ido a un motel lujoso motel porque su ex y el papá de la niña tenían poco dinero.

Le dije, “vamos a bañarnos”.

Y ya en la regadera con agua calientita le lavé bien el culo y panocha, y me bajé a mamarle su panochita de nuevo, ya que estaba listo con la verga parada me la empecé a coger ahí bajo el agua. Ahí si tardé como 30 minutos dándole y no me iba a venir aún pero ya era tarde, así que le pedí que hiciera venirme con su mano. Ella ya se había venido otra vez cogiéndola de perrito ahí parados así que sin dudarlo me agarró la verga y mientras le mamaba las tetas me la jalaba con su mano izquierda. Justo cuando le dije “me voy a venir” se empinó frente a mí, se abrió las nalgas y puso mucha saliva en su culo y me dijo, échamelo aquí dentro. Se la metí enseguida y tras unos 10 empujones le llené el culo de leche.

Parece fantasía pero no lo es, Cecilia había pasado de ser mi cuñis, la niña tierna y cariñosa que había sido siempre, a ser mi puta.

Al salirme de su culo, pasó sus dedos por su culo. Logró tomar un poco de semen con su mano y se lo llevó a la boca.

“Sabe rico” me dijo.

Aún con la verga dura de ver a esa mujer desnuda y cogida por la panocha, culo y boca y bañada de mi leche; terminamos de bañarnos y nos vestimos.

Decidió tirar el babydoll, porque la casa donde vive pues es la de mi suegra y ella a veces le ayuda con la lavada de ropa y le entraría duda de por qué compró un nuevo babydoll. Así que ahí lo dejó de regalo sobre la cama. Espero que si alguien decidía usarlo lo lavara bien antes, pues tenía semen y fluidos por todos lados.

El perfume sí lo llevó pero dijo que lo sacó a pagos con una amiga

Había pasado casi 3 horas. Así que fui lo más rápido a su casa y la dejé a una cuadra de la caseta de vigilancia.

Llegando a mi casa, mi esposa ya dormía.

Me di un baño caliente y me recosté.

Al revisar mi celular, tenía 21 mensajes de Cecilia no leídos.

Estaba demasiado cansando, relajado y deslechado. Decidí leerlos el día siguiente.

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