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Me llenaron el culo de semen (3)

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Mi hermana Tania abrió la puerta y nos encontró en la sala completamente desnudas. Ariadna estaba en cuclillas con la verga del chico adentro del ano, mientras yo le acariciaba la verga con mis dedos de los pies.

Todas volteamos a ver a mi hermana y ella sólo gritó: “¡Paola!”. Me levanté rápido y le dije: “No es lo que parece”. Y Tania me dijo: “¿No es lo que parece? ¿O sea que ese chico no le está metiendo la verga a tu amiga por el culo y tú no lo estabas masturbando con tus pies?”.

Mafer se acercó para explicarle todo a mi hermana, y le dijo que todo se trataba de un ritual de purificación. Pero mientras Mafer le explicaba a mi hermana Tania, Ariadna seguía dándose sentones en la verga del chico y gimiendo como puta. Tania estaba escuchando la explicación de Mafer, pero no podía dejar de ver cómo penetraban a mi amiga.

De pronto el chico dijo que se iba a venir y yo corrí para cambiar de lugar con Ariadna. Ella se levantó, yo tomé su lugar, me senté sobre su verga y dejé que se viniera adentro de mi culo. Mi hermana se quedó sin palabras. Se levantó y se fue.

Al día siguiente volvieron a mi casa Mafer, su hijo y Ariadna para repetir el ritual. Comenzamos a desnudarnos y antes de comenzar Tania volvió a llegar. Entró a la sala y me dijo: “Hermanita, yo sé que esto es importante para ti. Tal vez no lo entiendo, pero eres mi hermana y quiero ayudarte en este viaje. Sólo dime qué debo hacer y yo lo hago”. Entonces le preguntamos a Mafer qué debíamos hacer.

Mafer nos explicó que tanto Ariadna como yo y ahora Tania debíamos participar en el mismo acto: “Paola, tú te vas a sentar sobre el pene de mi hijo y vas a dejar que otra vez te lo meta por completo mientras tú subes y bajas. Tú, Tania, vas a utilizar tus pies para acariciar la base de su pene mientras penetra a tu hermana. Y mientras tanto, tú Ariadna vas a dejar que mi hijo te chupe las tetas hasta que te salga leche, como señal de que el universo lo está nutriendo de energía.”

Todas tomamos nuestro lugar y empezamos. Yo me puse en cuclillas sobre la verga del hijo de Mafer, me abrí las nalgas con las manos y dejé que me la metiera por el ano. Tania mi hermana lo empezó a masturbar con sus dedos de los pies mientras yo me daba de sentones en la verga. Y Ariadna le acercó sus tetas a la cara y el hijo de Mafer se las empezó a chupar. Entonces Mafer le hizo una indicación a mi hermana: “Si mi hijo te avisa que se va a venir, usa tus dedos de los pies para apretarle la verga muy fuerte para bloquear el flujo de semen y no dejar que salga”.

Y así lo hizo Tania, cada vez que el chico se iba a venir, Tania le agarraba la verga entre sus dedos de los pies y se la apretaba con mucha fuerza para que el semen no saliera. Lo hizo unas 4 o 5 veces. Pero la última vez, se vino con tanta fuerza que los dedos de Tania no pudieron bloquear el flujo de esperma y finalmente me eyaculó adentro del culo.

Pero en ese momento algo pasó conmigo, y se despertó en mí un deseo insaciable porque me llenaran el culo con más y más leche. Pero no se lo dije a nadie. Esa noche no pude dormir por las ganas tan intensas de que me penetraran el ano y me botaran leche adentro. Así que le llamé a mi mejor amigo y le dije que tenía una emergencia.

Cuando llegó a mi casa, abrió la puerta y me encontró en el sillón completamente desnuda, en cuatro, abriéndome las nalgas con las manos y con el culo tan dilatado que se me veían hasta las entrañas. Y sólo le dije: “Lléname de tu leche papi. Esta perrita quiere tu verga hasta adentro.” Mi amigo no lo pensó dos veces, y se acercó para metérmela. Me la empezó a meter con mucha fuerza y cuando se iba a venir me la sacó del culo, pero le dije: “¡No, no me la saques! Quiero que acabes adentro.” Le agarré la verga, me la metí de nuevo al culo y dejé que me aventara todos sus mecos adentro.

Pero algo no estaba bien. Mi deseo por tener leche adentro del culo no paró. Era como si mi culo tuviera una sed insaciable de semen. Entonces no se me ocurrió hacer otra cosa y le dije a mi amigo: “Llama a todos tus amigos, quiero que hoy todos me llenen de su leche”.

Continuará…

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