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Mi coño, mi propiedad
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Estaba en la cocina con mis dos primos y mi tío gritando, los gritos se podían oír desde cualquier punto de la casa, habían sido unos cerdos y estaba totalmente desatada con los tres.

Esa mañana me había levantado tan confundida que antes en el desayuno les miraba y no sabía qué decir, arrancando con una voz muy suave y en un tono más bien bajo mirando a mi primo Luis le daba las gracias con una sonrisa de complicidad por haberme dejado salir con él y con sus amigos la noche anterior, mi primo me sonreía y me leía entre líneas, sabía que me refería a lo que pasó nada más llegar en mi habitación cuando follamos, pero lo que no me esperaba que después de darle las gracias por lo de anoche, Tony también me contestara con un “de nada” y más me sorprendí cuando observaba a mi tío con una sonrisa de oreja a oreja mirándome fijamente, recorriendo mi cuerpo con sus ojos como desnudándome.

La cabeza me daba vueltas y estaba muy confundida, la verdad que no me acordaba de casi nada, bueno si, me acordaba de haber follado con Luis, pero vagamente tenía en mi recuerdo a… ¿Tony?, y también… ay madre ¿también a mi tío?, cada vez que repasaba lo ocurrido la noche anterior llegaba a la misma conclusión… no podía acordarme de nada, tenía vagos recuerdos en la cama con Luis, de haber disfrutado y mucho con él en la cama, la cama… creo recordar que, si, si me acuerdo de otra imagen, pero era él o quizás… si tiene que ser el porqué recuerdo que se corrió, pero, no se está todo muy difuso como si hubiera estado borracha y el caso es que no recuerdo haber bebido tanto, a lo sumo dos cervezas o tres, pero nada del otro mundo para mí y aun así ¿tan borracha estaba?

Cuando se corrió… cuando se corrió me acuerdo de chuparle la polla, pero me pareció raro, su polla estaba todavía muy dura y no tenía ese sabor que suelen tener a sexo después de meterla y correrse en una vagina… ¡Oh! la cabeza me va a estallar, me acuerdo de haber follado otra vez con Luis y que se volvió a correr, pero la verdad que la sentía diferente, quizás más pequeña, estaba forzando la mente y lo único que veía eran sombras, figuras poco definidas y luego… luego más tarde ¿volvió Luis?, porque volvía al cabo de un rato o quizás no se fue, el caso que recuerdo otro polvo y este como para no acordarme porque goce como una loca, lo tenía encima, de frente y no me acuerdo muy bien de su cara, pero por otro lado si me acuerdo de olores, olores y perfumes diferentes, como si fuesen… pero no, no puede ser, seguro que Tony no, es muy joven, pero entonces solo queda, no, eso seguro que no.

Me iba a estallar la cabeza y porque tenía tanta sed aquella mañana, me estaba mareando y salí a la terraza sentándome en uno de los sillones mirando al jardín, cerré los ojos y empecé a respirar hondo para relajarme, entre en una especie de trance de relajación absoluta, podía oír hasta el suave batir de las alas del pájaro que se acababa de posar en la hierba junto a la piscina, sentía la respiración de mis primos ahí en la cocina junto a mi tío, les oía reír mientras que hablaban en voz baja, entonces las imágenes, los olores y sensaciones de la noche anterior empezaron a llegar a mi mente tan nítidamente como si estuviera allí otra vez.

Me estaba viendo a mi misma como follaba con Luis después de que este me diera en la cocina una cerveza, el olor, me acuerdo del olor de la cerveza y de mi primo diciéndome que se le habría ido el gas, ya en la cama me acuerdo de su tacto, de su perfume, de su polla metiéndose en mi vagina y más tarde otro olor, diferentes jadeos, movimientos más rápidos e inexpertos y a la media hora, a la media hora me acuerdo de…

En ese momento me desperté del trance y les miré a los tres con rabia, indignada, queriendo matarles, mi cabeza ya estaba entrando y soltando por mi boca todo tipo de insultos hacia los tres, lo sabía todo, me acordaba de todo, pero realmente mi cabeza todavía recordaba o mejor dicho empezaba a recordar lo de anoche…

-Que primita nos tomamos la última cerveza, venga anda, por nosotros.

-Venga si, una más primito.

-Puag, que mal sabe tío.

-Va será que está caliente y se le ha ido el gas, venga un brindis por nosotros y todo para dentro.

-¿Con esto?

-Que si tía, la mía sabe igual de mal, mira yo primero.

Mi primo Luis se bebió todo el botellín de un trago y yo no podía ser menos, unos minutos más tarde en el salón y no sé muy bien a cuenta de que nos estábamos besando, Luis apretaba mis pechos con sus manos por debajo de mi camiseta, estaba muy pero que muy excitada, tenía calor por todo el cuerpo, me sentía muy desinhibida, mi sexo me ardía y tenía la necesidad de que alguien lo apagara, estaba dejando que mi primo me besara y acariciara por todo el cuerpo, sus manos bajaron hasta mis bragas y empezó apretar mi sexo, sintiendo toda la humedad entre sus dedos, me parecía increíble que una de mis fantasías sexuales se estuviera haciendo realidad, porque en silencio siempre estuve enamorada de mi primo, le había deseado de mil formas posibles en sueños, Luis tenía 25 años unos meses más que yo y ahora esos sueños se podían hacer realidad.

-Dime prima y si te quito las bragas.

-Si me las quitas dices.

-Sí.

-Pues supongo que habrá un premio, pero aquí no Luis.

-Donde si no.

-Ven, acompáñame.

Me levanté del sofá y todo se movía a mi alrededor, estaba tan excitada e ilusionada con follar con Luis que aunque mi cabeza daba vueltas, apenas mantenía mis ojos abiertos pero no podía desaprovechar esa oportunidad, tenía que llegar a mi habitación, abría los ojos queriendo despertar, no sé ni cómo había llegado a mi habitación, ya que iba dando tumbos por las paredes y el caso que ya estaba desnuda encima de la cama y mi primo Luis quitándome las bragas, sentía mi cuerpo con un calor inusual, nunca me había pasado cuando estaba con un hombre, mi primo me estaba excitando tanto que todo mi cuerpo me ardía, tenía su cabeza metida entre mis piernas con su lengua recorriendo mis labios vaginales, metiéndoselos en la boca y separándolos con su lengua, ya estaba gimiendo de placer y apenas me acordaba de haber llegado.

Sus dedos buscaron y encontraron mi clítoris subiendo de nivel mis gemidos, me encantaba lo que estaba haciendo, a pesar de mi estado las sensaciones eran muy placenteras, sentía en mi vagina entrar su lengua y la notaba tan gorda como si fuera una polla, haciéndome gritar y tapándome la boca porque me parecía ver como sombras en el pasillo, Luis se puso de rodillas en la cama y montándose a horcajadas sobre una de mis pierdas, me subía la otra flexionando mi rodilla y sujetándola con su brazo apoyándola en su pecho, le veía coger su polla y pasarlo por mis labios de arriba abajo, sintiendo la dureza de su polla y la sensibilidad de su glande al pasar entre medias de ellos y frotarse con mi clítoris.

Mordiéndome el labio inferior de mi boca y jugueteando con mis dedos en mis pezones, Luis había colocado su glande en la entrada de mi vagina y ayudado por un pequeño empujón de su pelvis iba entrando en mi rosada vagina tremendamente lubricada, sintiendo cada roce, cada centímetro entrar, nunca me había pasado, nunca ningún hombre metiéndome su polla me hacía sentir tanto, era como multiplicar por diez el placer que recibía cuando su polla entraba y salía de mi vagina, envuelta en una sustancia viscosa y transparente, ya ni las manos podían acallar los gritos y me daba miedo despertar a mi otro primo y a mi tío.

Luis movía sus caderas hacia delante y hacia atrás metiéndome su polla hasta hacerme gritar, la metía tan dentro de mí que parecía que me iba a salir por mi boca, su polla entraba y salía cada vez más rápido, sus dedos en mi clítoris causándome espasmos en mis piernas y explote en oleadas de placer que me envolvieron, con mi cabeza girando a izquierda y a derecha, arañando con mis uñas sin piedad sus muslos le gritaba sin importarme ya despertar a nadie que siguiera, que no para.

Luis con más ímpetu, con más vigor metía su polla en mi interior para terminar con un fuerte empujón que movió mi cuerpo, metiéndomela tan profunda y con una explosión tan violenta que sentía regar con su semen mi vagina y un tremendo grito salió de mi garganta acompañando a los suyos, estaba todavía con los últimos coletazos de mi orgasmo cuando mi primo me la saco y me la metió en la boca, en ese momento de pasión de excitación sin control me pareció verle salir por la puerta pero no era posible porque tenía su polla dentro de mi boca, subiendo y bajando, lamiendo su glande, parecía increíble que la tuviera todavía tan grande y dura pero no iba a desaprovechar la ocasión así que la chupe y chupe hasta que se corrió nuevamente en mi boca tragándome todo su semen.

Tenía su semen entrando por mi boca y a la vez saliendo por mi vagina, veía borroso pero no me importaba porque mi primo me estaba follando como nunca me habían follado y no quería desaprovechar la ocasión así que levantándome y poniéndome a cuatro patas le cogí la polla que ahora si se había desinflado y la empecé a pasar por mi rajita nuevamente, empezaba nuevamente a ser la polla que me había hecho volar y poco a poco se iba haciendo más grande dentro de mi rajita, sentía algo diferente en la forma de acariciarme incluso de la forma de follarme, la sentía más pequeña pero igual de dura, la sentía moverse alocadamente pero igual de efectiva haciéndome gritar nuevamente, sin importarme ya si despertar o no a al resto de la familia.

Mi primo primero con sus manos sobre mis pechos follándome con fuerza y haciéndome caer hacia delante, apoyando mi cara en la almohada que apretaba y mordía sin piedad cada vez que la sentía entrar y ahora sus manos en mis caderas moviéndomelas hacia delante y hacia atrás sin dejarme casi respirar, estaba disfrutando tanto de la polla de mi primo que los pequeños remordimientos por ser el quien era se iban disipando entre gemido y gemido, entre grito y grito en el momento que casi me desplome encima de la cama al sentir otro maravilloso orgasmo, sintiendo mi primo una ola en mi vagina, sintiendo como su polla se deslizaba ahora tan suave tan adentro me la metió con fuerza y dejándola allí dentro se empezó a correr.

Quería besarle, quería abrazarle, pero mi primo me la saco rápidamente y se marchó sin decirme nada, me quede medio tonta todavía con mi culo en pompa y mi cabeza sobre la almohada hasta que mi propio cuerpo cayo hacia un lado quedándome como medio dormida, sentía mi sexo muy húmedo, sentía salir el semen de mi primo por mi vagina y no sé si era un sueño o no pero sentí sus dedos otra vez sobre mi cuerpo desnudo.

Estaba encantada con mi primo Luis, ahora me acariciaba con cariño mis pechos, besándome despacio mi cuello, aunque no podía verlo porque sentía los ojos muy cansados, casi ni los podía abrir y solo veía sombras, pero esas sombras me estaban volviendo loca cuando sentía su legua recorrer mis pezones, dibujar las curvas de mis caderas, subir por mi monte de Venus y bajar hasta mi clítoris, estaba recorriendo cada milímetro de mi anatomía con su lengua y mis jadeos, mis gemidos nuevamente inundaron la habitación.

Era como una muñeca en sus manos, me tumbo boca arriba con la almohada debajo de mi cabeza, plegó mis piernas sobre su pecho con los pies apoyados en sus hombros, Luis medio tumbado medio de rodillas sujetando su cuerpo con los brazos empezó a penetrarme, su polla tremendamente grande y dura, nuevamente mis sensaciones eran diferentes, la tenía más grande, moviéndose con soltura y precisión, despacio y profundamente, pero esas sensaciones se fueron una vez más disipando cuando me oía gritar.

Nunca la había sentido tan dentro, nunca antes había follado en esa postura y su polla se metía tan dentro de mi vagina una y otra vez, increíblemente lubricada, increíblemente tan dentro de mí que las sensaciones que tenía de placer eran muy intensas, él me penetraba y hacia abrir mi boca con gemidos y gritos sordos, abriéndome los ojos tanto que le veía allí follándome disfrutando en cada penetración, gimiendo y gritando también él cuando su polla explotó tan dentro de mí que sentía como su semen me arrasaba la vagina, golpeándome tan fuerte que traspasaba mi cuello uterino, esa sensación tan placentera termino por hacer que un tercer orgasmo me invadiera, un orgasmo tan intenso que mis gritos no solo inundaban la habitación sino toda la casa.

No sé el tiempo que transcurrió desde que empezamos a follar hasta que caí rendida en la cama, solo sé que por la mañana me levante totalmente desnuda con una sábana tapando mi cuerpo, tenía un tremendo dolor de cabeza, muchísima sed y serias lagunas mentales de lo que había pasado por la noche, es curioso tenía claro que Luis y yo nos habíamos acostado y recordaba cada milímetro de su polla follándome, incluso recordaba los tres orgasmos tan maravilloso que tuve con él y sin embargo no lograba ponerle cara en ningún momento, solo sombras, solo sombras hasta que me senté en el jardín y haciendo ejercicios de meditación lo recordé todo.

Recordaba a Luis drogándome con la cerveza, recordaba como me follaba y luego dejaba que Tony que me metía su polla en la boca y luego me follaba como a una perrita, hasta recordaba muy bien la cara de mi tío follándome, metiéndomela tan dentro y haciéndome sentir tanto que mis ojos se abrieron como platos viéndole perfectamente, estaba tremendamente enojada, enfadada, disgustada, sentía vergüenza, mis dos primos y mi tío me habían drogado para follarme para violarme y teniendo todo eso en mi memoria salte como una leona dentro de la cocina gritándoles e insultándoles.

-Sois unos hijos de puta, que os debería denunciar, sobre todo a ti tío.

-Que pasa Luis, que no tuviste cojones para decirme que querías follar.

-Y tu Tony, a tus 18 años te dejas engatusar por el cabrón de tu hermano.

-Y tu tío, lo tuyo sí que no tiene nombre.

-De verdad no tenéis ninguno de los tres cojones para decirme lo que queríais.

-Pues si vosotros no los tenéis… A mí me sobran ovarios.

Tirando al suelo con rabia todo lo que había encima de la mesa de la cocina, me quitaba la camiseta y las bragas sin darles tiempo a decir ni una palabra y me tumbaba encima desnuda abriéndome de piernas frente de mi tío a la vez que le decía que me follara una vez más.

-Esto que ves tío entre mis piernas es mi coño, mi propiedad y de nadie más, y a partir de ahora en adelante me vas a follar cuando yo quiera y como yo quiera.

-Que primitos, que pasa ahora tío, como os he dicho a mí me sobran ovarios, pero a vosotros parece que os faltan cojones si no estoy drogada, pues bien quien es el primero en follarme ahora.

Como os contaba al principio de mi relato, estaba en la cocina con mis dos primos y mi tío gritando, los gritos se podían oír desde cualquier punto de la casa, estaba totalmente desatada con los tres porque dos minutos después jadeaba como una zorra con la polla de mi tío entrando y saliendo de mi coño, a la vez que mi mano subía y bajaba la polla de mi primo Tony y con la cabeza colgando, fuera de la mesa se la chupaba a mi primo Luis metiéndome toda su polla en la boca.

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