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Mi madre disfruta verme teniendo sexo con mi novia y se une

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Hola comunidad, soy Adam, tengo 30 años, hace un tiempo quería contarles esta historia que me sucedió, principalmente porque se salía de mi moral sexual, pero uno nunca sabe lo que puede llegarle a gustar en la cama y sobre todo en esos momentos de máxima calentura.

Con mi novia solemos morbosearnos mucho con tener sexo en diferentes partes, ella tiene 28. Esa noche quisimos sentir el riesgo de poder llegar a ser espiados, y por nada menos que por mi madre. A veces íbamos a su casa y nos quedábamos a dormir allá, ella nos hacía dormir en otra pieza pero nosotros decidimos irnos a su cama.

Aquella noche fuimos a visitarla pero tuvo que salir con su amiga por unos trámites, sin embargo sabíamos que iba a llegar, aunque no conozco su rutina, nos deja su casa a nuestra disposición. Esa idea nos calentó rápido y nos fuimos a su cuarto, en el que comenzamos con mi novia a tener sexo muy rico y salvaje.

A mí me gusta que ella conserve su ropa interior en el sexo, es algo que me fascina, y verla con un rico tangas negro apretado hace que me ponga muy caliente, es piernuda y su cabello es negro y largo, nos gusta mucho coger en cuatro y hacer mucho ruido en la cama, además de tener su rico culo a mi disposición para hacerle lo que yo quiera.

Mientras teníamos sexo en la cama de mi madre empezamos a oír que ella llegó a la casa, algo de madrugada y no entendía bien el porqué, nos pareció oír que hablaba un tanto ebria, como si de una celebración viniera.

Cuando escuché que se acercaba al cuarto mi adrenalina empezó a subir y mi novia a gemir, sus nalgas chocaban fuerte en mis caderas, la puerta de la pieza la dejamos entre abiertas a propósito, quería ver hasta dónde de sucia podría ella llegar a ser o bien su mente, pues lleva 8 años divorciada de mi padre y hasta donde sé, solo ha tenido encuentros casuales.

Cuando ella llegó a la puerta nos quedó observando sin decir palabra alguna, nosotros sigilosamente nos dimos cuenta que mi madre nos miraba, pude notar que seguía con un vestido rojo algo corto, mi madre tiene 52 años y asiste al gimnasio a menudo, su cuerpo es maduro y bien trabajado, muchos hombres han querido meterse en la cama con ella lo cual nos generaba mucho más morbo.

Sus piernas quedaban al descubierto y su enorme escote también, de tetas grandes y culo grande, nos estaba observando un tanto sorprendida. Empecé a notar que su mano se iba hacia su entrepierna y comenzó a tocarse a escondidas por encima de su calzón blanco por donde va su conchita madurita, mi corazón palpitaba a mil por horas entre lo morboso y sucio qué era toda la situación.

Mi novia comenzó a gemir más fuerte y a chocar sus nalgas con más vigor al tiempo que le bajaba el brasier para que sus tetas quedaran al aire y ella pudiese verlas. Toda la situación nos parecía muy excitante, lo estábamos disfrutando todos, incluso mi madre.

Mientras tenía a mi novia en cuatro, le saqué la verga y me agaché para comerle toda su conchita, ella se abría las nalgas para subir con mi lengua y escupirle el orto, para intentar darle por detrás, hasta que en ese instante mi madre observándonos da un gemido y nosotros esta vez la miramos directamente a los ojos, ella rápido se quitó los dedos mojados de su concha. Yo intentando disimular me subí como pude el bóxer y le pedí disculpas por estar usando su cama con mi novia, pero ella lejos de molestarse, entró a la pieza y se sentó en la cama.

Con mi novia un tanto sorprendidos le preguntamos si se había molestado por usar su cama, pero ella comenzó diciéndonos que éramos unos pervertidos, pero que si empezamos algo que lo termináramos, lo cual me dejó congelado en ese instante, pero rápido me causó mucho morbo escucharlo de su propia boca.

Noté qué había bebido alcohol y estaba desinhibida, muy dispuesta a todo, sus pezones se le marcaban y me daba cuenta que ella estaba caliente, lo cual me generaba una rica sensación de calentura también.

De pronto noté cómo su mano iba bajando hacia su entrepierna con su vestido puesto, y nos dijo que continuáramos teniendo sexo, pero que esto solo debía quedar entre nosotros tres, a lo cual yo le dije que por supuesto, y le insistí en que si estaba segura, a lo que ella nos dijo que sí.

Mi verga volvía a ponerse grande y gorda, mi madre la observaba y me decía que volviera a penetrar a mi novia en cuatro, mientras ella se acomodaba al lado de nosotros para mirar con detalle cómo entraba en la conchita de mi novia, mientras ella volvía a gemir, mi mamá comenzó a susurrar diciendo lo rico que le parecía tener esa escena en sus propios ojos, mientras se iba tocando por debajo de sus calzones blancos.

Al poco tiempo mi novia decidió darse la vuelta, agarró todo mi pene y comenzó a darle una chupada deliciosa, entre fluidos míos y de ella se saboreaba todo incluyendo mis huevos mientras mi mamá miraba cómo se le veían las tetas así, y cómo su lengua jugaba con todo mi tronco duro. Le pareció tan morboso que mi madre se sacó con su otra mano sus dos tetas dejándolas al descubierto, grandes y deliciosas a la vista, con sus pezones marrones y duros, comenzó a tocarlos y decirle a mi novia que le parecía delicioso cómo se ahogaba con mi verga.

En ese instante mi mamá le dice a mi novia si le gusta cómo se le ven las tetas a lo que mi novia le contesta que muy ricas las ve, entonces le dice que se las toque, mi novia sin pensárselo le empezó a tocar las tetas a mi madre mientras me seguía chupando la verga y con su otra mano cada una se tocaba su conchita lo cual hizo que mi respiración se acelerar y abriera la boca de placer y lujuria. Mi novia invitó a mi madre a comerme la verga también y sin mediar se puso en cuatro junto a ella y ambas con sus lenguas jugaban subiendo y bajando y luego metiéndose todo mi tronco dentro de sus bocas.

Apenas me podía creer lo que yo miraba, y sentía, ver a las dos hasta las arcadas con mi verga, además que cada tanto se besaban con lengua, mi calentura no daba más y les dije a ambas que se pusieran en cuatro, mi novia muy morboseada y mojada paró toda su cola y le siguió mi mamá, subiéndose su vestido rojo y dejándome a la vista un culo grande y un rico calzón blanco del cual sin poderme aguantar me empecé a estrujar con mi cara.

Mi novia se tocaba muy rápido su rica vagina, podía ver como lo estaba disfrutando al tiempo que mi madre mojaba sus calzones mientras se los olía y le comía todo su orto marrón y arrugado, era una delicia tener a ambas a mí disposición. Luego me escupí la verga y poniéndome detrás de mi madre comencé a cogérmela agarrándola firme de la cintura, mi novia aprovechaba de chuparle y tocarle sus tetas y besarse mutuamente con lengua mientras que con mis dedos jugaba con el culo de mi novia para luego llevarlos a mi boca.

Luego les pedí que me quería acostar en medio de las dos y mi novia accedió sin más y se sentó encima de mí, brincándome muy rico, gemía y sus fluidos me tenían empapado hasta los huevos mientras me daba vueltas en círculo, mientras lo hacía le pidió a mi madre que se sentara en mi cara de espaldas hacia mí, mis manos se fueron a sus nalgas grandotas y mi lengua a su culo, era un sabor delicioso y sucio, un rico aroma madurito que me saboreaba y tragaba.

Mi mamá le comía las tetas a mi novia y ella se las tocaba y apretaba, tener a las dos encima mío era un auténtico éxtasis, ambas gemían y se disfrutaban a la vez muy rico, podía sentir como la conchita de mi madre se mojaba y le corría el calzón para comerme sus fluidos.

De pronto sentí que me iba a venir la leche y se los mencioné a ambas, no dudaron en salirse de encima mío y ponerse de rodillas en el suelo, ambas con las tetas al aire y tocándoselas mutuamente, pidiéndome que me corriera en las tetas de las dos, al tiempo que ellas se acariciaban el coño mirándome a la cara toda perversa que traía en ese instante. Mi madre rápido agarró mi verga, la puso en medio de sus tetas y comenzó a hacerme una rica paja con ellas, la sensación que sentía era de un placer enorme, deseaba mucho sus tetas y su cuerpo en ese momento al mismo nivel que el de mi novia.

Después de disfrutarme sus tetas con mi verga mi novia prosigue y con sus ricas tetas me hizo una rica paja, apenas me creía que tenía a las dos con sus tetas en mi verga. Fue en ese instante que mi novia me metió un dedito en el culo y sentí que me venía un enorme chorro de leche, ambas abrieron la boca, se pusieron muy juntas y con sus manos agarraron sus tetas y las elevaron un poquito, sentía las contracciones musculares de todo mi tronco botando un montón de leche que les iba cayendo en la cara y la lengua de ambas, y finalmente en sus tetas.

Una vez que les dejé todas las tetas y la lengua de leche ellas comenzaron a besarse, y tocarse rápidamente el clítoris entre ambas y pude escuchar como las dos también comenzaron a venirse gimiendo fuerte y cerrando los ojos, disfrutando esa explosión de placer del orgasmo. A los segundos después ambas se pusieron de pie, nos besamos muy rico con lengua compartiendo parte de mi leche entre la boca de mi madre y mi novia y mi madre se acostó.

Volvió a mencionarnos que todo se quedaba en familia y con mi novia le confirmamos que sería un rico episodio que solo quedaría en la memoria de los tres. Mi madre finalmente terminó por quitarse su vestido y se acostó en ropa interior a dormir, con mi novia nos fuimos al otro cuarto dándole las dulces buenas noches y nos fuimos a la otra habitación a dormir sin antes recordar lo delicioso que estuvo involucrarnos con ella.

Durante la mañana siguiente mi madre nos avisa que debe salir temprano con su amiga, nos despedimos de lejos y nos volvió a dejar la casa solo para nosotros dos, pero esta vez ella llegaría con uno de sus amigos el cual es muy joven y apuesto, con el cual ocurrió una situación muy deliciosa que con gusto contaré en otro relato.

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