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Mi sobrina viene para hacer un posgrado (tío-sobrina)

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Me llego un mail pidiendo si podía contar su historia, hice un cambio de contexto, nombres y sobre todo respetando su pedido no poner el intercambio de correos.

Generacionalmente soy de la década de los sesenta, mi andar ya es cansino, mi pelo perdió color y mi cabeza carece de gran parte de él. Me considero un joven-viejo, pues todavía juego futbol o paddle, obvio a mi ritmo pero estoy activo, mi físico, según el Médico, es privilegiado, aun me mantengo en muy buena forma.

Suelo rodearme de jóvenes, ellos me inyectan la vitalidad y ganas de continuar, aún sigo aprendiendo muchas cosas.

Vamos al grano. Pasados los cincuenta años, me han quedado varias cosas en el tintero, algunas que he anotado en una lista ya tache, pues las pude realizar, pero quedan todavía, sobre todo sobre sexo.

Cierto día recibo una llamada de mi hermano pidiendo si podía recibir a mi sobrina Ángela en casa.

- Hola hermano, ¿cómo va todo?

- Bien querido, que gusto escuchar tu voz.

- Igualmente, de aquí te mandan saludos la familia.

- Te agradezco y les agradezco.

- Te resumo pues ando con poco tiempo, ya que vivís solo te quería pedir un favor, si podrías recibir a Ángela por un par de meses, necesita ir para allá pues está terminando un posgrado y andamos cortos de divisas como para alquilar.

- Si hermano, como no voy a recibir a mi primera sobrina.

- Gracias bro, te lo agradezco infinitamente.

- ¿Cuándo llegaría?

- A más tardar el próximo lunes.

- Bien tengo tiempo de acomodar un poco una habitación para que este cómoda.

- Gracias Raúl te mando un gran abrazo.

- Otro para ustedes.

Dispongo de una semana para acomodar todo, así que me puse manos a la obra, aunque soy ordenado, casa de viudo tiene siempre cositas para hacer, hombres… dijera alguna vez mi madre.

Pasada la semana, estaba haciendo una última revisión cuando sonó el timbre, al tiempo que llega un mensaje diciendo “tío estoy en la puerta”. Abro la puerta y quede totalmente sorprendido, en que belleza de mujer se había convertido mi sobrina. Se arrojó a mis brazos abrazando mi cuello y me aplico un gran beso en la mejilla dejándola rojiza.

La ayudo a entrar su valija y bolsos para ubicarlos en la habitación.

- Que hermosa habitación tío, gracias por recibirme.

- La acondicione especialmente para vos, quiero que tu estadía sea muy cómoda.

- Gracias, gracias, gracias, (me dijo dándome otro beso)

Tardo un rato en acomodarse, salió y me pidió permiso para darse una ducha.

- Dos cosas Ángela, primero, decime Raúl y segundo mi casa es tu casa, no pidas permiso manejate tranqui. Mientras te bañas preparo algo para picar mientras llega la cena, te espero en el jardín.

En la mesita había unos fiambres, pan y gaseosa, los estoy acomodando cuando la veo llegar, mis ojos no dan crédito a lo que ven, sale por la puerta balcón una hermosura de mujer, camiseta larga, calculo que aproximadamente quince centímetros por debajo la zona candente femenina. Los pechos medianos que se movían le dictaron a mi imaginación que no tenía corpiño y su culo me mostraba firmeza y redondez, piernas blancas y hermosas. Calculo que se dio cuenta de mi sorpresa pues esbozo una media sonrisa que me dejo observar sus blancos dientes.

Arranque la conversación para no quedar descolgado.

- Contame cómo anda la Psicóloga de la familia.

- Bien Tío, perdón, Raúl, acá me ves, casualmente vengo para hacer un posgrado, quiero ver si puedo progresar un poco más, ahora quiero formarme en Psicología pediátrica y adolescencia. Ya tengo uno en sexología y quisiera combinarlas, pues la problemática sexual de las dos etapas es bastante álgida.

- Calculo que con los tiempos que corren debe ser complicado.

Hablamos mucho durante largo tiempo sobre el tema, mis ojos se me iban cada vez que se movía en el sillón, pues me dejaba ver su entrepierna mostrándome fugazmente los vellos que parecían estar prolijamente cortados, obvio mi masculinidad jugo su pasada, mi miembro se puso duro en varias oportunidades, creo se dio cuenta, pero disimulo bien.

Habrá pasado, cálculo que un mes y medio entre charlas de jardín y en la cena, me contaba de esos problemas que acogen a sus futuros pequeños pacientes y como influía la familia en ellos, los abusadores, maltratadores y la disfuncionalidad de las familias modernas, ya sea por las relaciones abiertas, familias ensambladas, etc.

Siempre con esa ropa sugerente que me excitaba cada día con más intensidad haciéndome ir más habitualmente que lo normal al baño para masturbarme.

Cierta noche calurosa, cenando en el jardín me pregunto.

- Raúl, te molesto con una pregunta indiscreta, ¿Qué es esa lista que hay en la heladera?

- Es una lista de pendientes, cosas que me hubiera gustado llevar a cabo y no pude o no quise, valla uno a saber.

- Que interesante, y hay algunas cosas que son siglas, ¿Qué quieren decir?

- No lo puedo decir.

- Tan malas son que hasta te pusiste colorado jajaja

- No, es que…

- Está bien Raúl no digas nada, (haciendo como que lloraba) te perdono que no me cuentes, jajaja. Te molesta si me pongo más cómoda, hace demasiado calor.

- No para nada, póngase cómoda nomas.

Esperaba que se levante y valla al dormitorio para cambiarse, pero no… ahí mismo se sacó el remerón y las calzas cortas que traía quedando en ropa interior solamente, quede absorto.

- Opa Raúl que pasa, acaso no has visto en la playa a mujeres en malla la diferencia de con la ropa interior es el valor, el resto es lo mismo.

- Tiene lógica lo que decís, es que…

- Me doy cuenta, tu amigo no piensa lo mismo. (mirando mi entrepierna) Es una reacción normal, tanto en hombres como en mujeres, la diferencia es que a ustedes se les nota y a nosotras se nos moja.

Lo decía con una soltura que nunca había experimentado. Se levantó, camino hacia mí y yo estaba petrificado en la silla si saber qué hacer ni decir.

- A ver déjame pensar que se puede hacer con esto.

Me tomo del miembro y lo masajeo con delicadeza, se agacho entre mis piernas bajándome la malla que traía puesta, su boca se acercó y comenzando a lamer cual helado empezó una mamada que termino siendo espectacular, se lo llevo al interior de la boca y con una suavidad inusitada recorría desde la punta hasta el final entrando y saliendo de esa cavidad, por momentos lo apretaba con la lengua hacia arriba, repitiendo sistemáticamente los movimientos, no duro mucho esa sensación que me estaba brindando pues descargue todo mi semen en su interior, tragando hasta la última gota, me miro nuevamente. Esa media sonrisa pícara que dibujaba, su boca se acercó a la mía y señalo un poco que había quedado en la comisura labial, entendí enseguida, quería que yo mismo probara mis fluidos, no me hice rogar, pase la legua por sus labios limpiando el resto para fundirnos en un beso, acerque mi mano a su vagina, solo me dejo apreciar nada más que la humedad reinante, corrió mi mano, la mire con cara de sorpresa y me disparo.

- Después Tío Raúl, después.

Pasamos unos minutos sin hablar, nuestras miradas cómplices se cruzaban, el timbre sonó, debía ser la cena que habíamos encargado, me acomode la ropa y fui a recibirla.

Al regresar ya estaba la mesa acomodada para cenar, Ángela, ahora totalmente desnuda tomo la cena de mis manos para depositarla sobre la mesa la vez que me invitaba para que haga lo mismo, no me lo tuvo que decir dos veces y quede en traje de Adán casi al instante, así cenamos viendo nuestra desnudez.

Durante la misma, del tema ni se habló, parecía lo más normal del mundo.

Lo aclaro pero no hace falta, toda la cena mi miembro estuvo duro como una piedra, solo observar la fémina que compartía mi cena y los recuerdos de la gran mamada, hacía que estuviera así.

Luego de una frugal cena y bastante vino de por medio, se retiró a traer un postre que ella misma había preparado, la vi andar de espaldas, su culo se meneaba sensualmente hacia ambos lados. Al venir pude observar en todo su esplendor su delantera espectacular y como mi visión no me fallo anteriormente, confirme sus vellos pubianos perfecta y prolijamente recortados decorando tan hermosa vista.

Dejo el postre en la mesa acercándose a mí, me dijo que primero quería otro postre, abriendo sus piernas se ubicó sobre mi miembro para dejarse caer lentamente, su cavidad totalmente lubricada no opuso resistencia para que mis centímetros de pene ingresen fácilmente, viendo como abría la boca de placer a medida que sentía la presencia en el interior, cuando ya no pudo ingresar más me dijo gracias y comenzó la cabalgata, muy suave y lenta, sus gemidos se alzaban a viva voz hasta su orgasmo el cual lo expreso con un gran ahhhh y contracciones vaginales, ya mi excitación estaba en un umbral muy elevado, me levante de la silla con mi miembro aun dentro y la deposite sobre la mesa para, ahora sí, llenarla de mi semen retenido.

Sus piernas se cruzaron en mi cadera y vigorosamente me llevo hacia ella, con mi mano temblorosa acerque el miembro a la entrada muy lentamente, ella, al parecer no quería despacio, con sus piernas me empujo más fuerte para que mi enardecido miembro desapareciera dentro, fue ahí donde mis movimientos se hicieron casi animales, por los gesto de su rostro me di cuenta que le gustaba duro, mis recuerdos me llevaron a la lista en la heladera, debía tachar CUP. (Cogerme una pendeja) Luego de dos estrepitosos orgasmos que tuvo, llego mi turno.

- Dale Raúl, no lo contengas y siento como se hincho y como palpita en mi interior, descarga todo, lléname toda, quiero sentirte en mi interior.

No termino de decirlo que explote como hacía rato no terminaba, sentía cada pulso de mi eyaculación como se comprimía contra las paredes de esa juvenil vagina que me recibía de buen agrado. Caí exhausto sobre su vientre, nuestra agitación era constante y sensual.

Al separarme de ella pude observar como el líquido que había inyectado salía del interior suavemente para terminar sobre el verde pasto, que ahora brillaba en ese sector.

A continuación fue hasta el baño pidiendo que sirviera el postre. Al regresar lo degustamos hablando de lo bien que la venimos pasando hasta ahora, ella me dijo que esperaba más.

- Raúl, te pido un favor, ¿me podrás sacar unas fotos?

- Como no mi princesa, dame el móvil.

Tome entre mis mano el móvil, automáticamente empezó a posar, una tras otra eran las fotos, le tome desde varios ángulos, e hice hincapié en las que me quedaría yo. Un primerísimo plano de su desnudo culo, tan cerca que se podía observar hasta el más mínimo detalle, otra tomándose sus tetas, otra haciendo “el cangrejo” ofreciendo su vagina en todo su esplendor y en un plano muy cercano, que hasta pude captar sus fluidos humedeciendo sus labios, quedo apoyada en una sola mano, mientras la otra se deslizo por su abdomen hasta el clítoris, masturbándose introdujo dos dedos, los sacaba y llevaba a su boca, sabiendo que todo estaba siendo registrado.

- ¿Primer plano vaginal?

No se hizo de rogar, se recostó en el pasto llevando ambas manos a la vagina, abriendo bien las piernas, hizo lo propio con los labios vaginales.

A esta altura ya estaba duro nuevamente, dejando el móvil la tome de los brazos para llevarla a la cama, cosa que no ocurrió, al llegar cerca del sillón grande de la sala nos tumbamos en él.

Ángela se sentó en mi rostro, ese olor delicioso me invadió la nariz, casi no podía respirar pero me posicione para poder chupar su clítoris, el que comenzó a ponerse duro avisando que el orgasmo estaba también invitado a la fiesta, sin dudar ni un segundo humedecí mis dedos con los fluidos de la vagina y los introduje en su hermoso, blanco y delicado culo, teniendo, según me conto después, el mejor orgasmo de su vida.

Se levantó sentándose en mi verga y mirando hacia mis pies, me pidió que le salivara el culo, no me imagine cogerme ese culo hermoso y menos ver la manera en que se comía lentamente, y en primer plano, el miembro hasta perderse en las profundidades anales.

Debo reconocer que me cabalgo tan bien que casi no lo puedo disfrutar, pues en pocos minutos explote en su interior.

Levantándose y en silencio me tomo de la mano y me llevo al baño, abrió a ducha y me dijo.

- Trae el móvil, y abrí la cámara.

Sin dudarlo lo traje.

- Este va a ser el mejor recuerdo que te voy a dejar.

Agachándose hacia adelante dejo el culo en pompa, vi cómo se abría ese agujero muy de a poco para observar como salía lentamente mi semen.

No me perdí ninguna foto de ese momento, las tengo en mi móvil y en mi retina.

El resto de la estadía de Ángela, la pasamos cogiendo de maneras que ni conocía, fotos de por medio, hasta un par de videos, con uno especialmente que me vuelve loco, ese primerísimo plano de mi verga entrando en el culo de Ángela.

Debo reconocer que en algún momento me sentí mal por mi hermano, pensaba que había defraudado su confianza, pero mi Psicóloga personal (Ángela) me lo hizo entender, seria nuestro secreto y como había descripto Freud: el pensaba que los hombres, la especie Homo Sapiens, habían construido la cultura y la civilización privándose de satisfacer poderosos deseos. Y ella no estaba dispuesta a privarse de nada, la vida es muy corta, me dijo.

- Ángela, nadie me ha hecho disfrutar como vos, tu culo elevado a la perfección, tu vagina siempre húmeda, suave y dispuesta, invitando potencialmente al pecado me vuelve loco.

- Gracias Raúl, vos no te vas en zaga, a pesar de tu edad estas a la altura de la circunstancia, lo que vengo disfrutando y gozando este tiempo nunca lo había sentido.

- Lástima que ya tenés que regresar.

- Eso lo estaba pensando, por ahí buscar un trabajo por aquí. Y si no tenés inconveniente, podes “acogerme” un tiempo más.

- Por supuesto que sí.

Esta dura la mano laboralmente hablando, hace un año que estamos tratando de conseguirle un empleo, estamos a punto de uno que me prometió un amigo.

Ángela viene una vez por mes a ver cómo van “las peticiones” laborales, se queda una semana, en la cual ni salimos de la casa, solo para hacer mandados. Mientras ella no está, me consuelo con el video y las fotos, esperemos que consiga empleo pronto, tal vez pueda tachar la última sigla de la lista.

HUTCDP… (Hacer un trio con dos pendejas)

Roma vedere e dopo morire…

(9,25)