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Mi tío me hizo conocer los ricos orgasmos (9): Parte 1
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Doblemente follada y disfrutada.

A pesar que habían ya pasado como 10 minutos que habíamos dejado la discoteca, yo aún sentía los estragos de aquel delicioso orgasmo que tuve en la disco, estar entre tanta gente y tener unos dedos estimulándome el clítoris fue ¡Inimaginable! hasta ese momento para mí, el riesgo de que alguien nos viera lo hacía más rico de lo normal, cuando Stefan no dejaba de sobarme el coñito yo tenía los ojos cerrados sumergida en un placentero éxtasis de placer, totalmente perdida en un mundo delicioso de lujuria recordando las palabras de Max “Érica tu si me has impactado de una manera que no puedo olvidarte déjame decirte que me he masturbado salvajemente pensando en ti, en que yo estaba en lugar de tu novio en la discoteca, ¡Chupándote Lujuriosamente! el cuello mientras mi polla te frota ese delicioso culo tuyo sin importarnos la gente a nuestro alrededor, espero volver a verte algún día, terminaría al instante con cualquier mujer que estaría y tan solo por estar contigo porque eres la más excitante y deliciosa mujer que haya conocido en mi vida” mis latidos se incrementaban como si no tuvieran límites ni tampoco mi calentura y ni siquiera mi ¡Desenfrenado Placer! ¡Mmm!

A pesar que el aire que entraba por la ventana no bastaba para enfriar mi ardiente calentura es más el aire a chocar con mis tetas y mis pezones desnudos provocaban más mi éxtasis, me mordía los labios, dejaba caer chorros de saliva en mis pezones los cuales estaban duritos por la deliciosa excitación, me acariciaba los muslos, frotaba mi coñito en un frenesí total y le hablaba a mi tío con voz sumamente excitada mientras que el conducía.

— Mmm… no veo la hora de sentir ¡Deliciosos Orgasmos! con Uds. Mmm.

― ja jajá… por lo que noto el orgasmo que provoco Stefan en la disco te ha dejado tan ¡Excitada! que no ves hora que lleguemos sobrinita.

Mis ojitos no dejaban de cerrarse y abrirse por la rica sensación que provocaban mis deditos sobando mi deliciosa conchita, lo mire a mi tío que no dejaba de sonreírme.

― ¡Ufff! ¡Que Rico Orgasmo! me hico sentir Stefan ¡NUNCA! pensé que experimentar tal delicioso orgasmo en medio tanta gente lo hiciera ¡Más Delicioso Que Nunca! ¡Ahhh!

― Si pues Stefan y Rebecca son una pareja sumamente liberal, ellos están dispuestos a gozar de cualquier manera y tú ya lo has ¡Provocado!

No podía dejar de estimularme y excitarme cada vez más, a pesar que ya estábamos cerca de Zúrich había más autos en la carretera y seguía con mi frenesí de deditos húmedos.

— ¡MMM!… ¡UFFF!… no quiero ni imaginarte cuanto habrán hecho gozar a Rebecca Uds. 2, ¡Incontables Orgasmos! seguramente ¡Mmm!

― ja jajá… así es sobrinita la hemos hecho gozar intensamente y nos a casi matado de tanto placer a nosotros, tú y ella son parecidas especialmente cuando pierdes la razón, piden más hasta el extremo.

― ¡Mmm! ¡AHHH! ― delire, susurre y gemí por tal alago, Steve no dejaba de decirme que ya estábamos cerca a la casa de Stefan, a pesar de estar ya en Zúrich el también no podía contener su falsa seriedad por los gemidos que su sobrinita dejaba escapar, sus ojos también mostraban lujuria al verme así de excitada pero al ver a más gente en la calle me arranco la mano de mi conchita.

— Érica ¡cuidado que te van a ver! — no me importo en absoluto y volví a meter mis deditos debajo de mi tanguita húmeda.

― ¡Mmm! pues que me vean, total me excita mas así ¡Ahhh!

Mi tío al ver que seguía demasiada excitada tomó otro camino más despejado y sin menos gente, varios minutos después saque mis deditos y me los chupé con sensualidad.

― Mmm uhh ahh… ¡Que Rico! sabe mis fluidos no veo la hora que Stefan los vuelva a saborear ¿quieres saborearlos querido tío? — le coloqué los deditos poniéndoles cerca de su boca.

― ¡JODER! Érica, no puedes esperarte a que lleguemos a la casa de Stefan.

— ¿no quieres saborearme? ¿No quieres disfrutar los fluidos vaginales de tu deliciosa sobrina?

Steve no pudo contenerse más y chupó mis deditos mojados con mi néctar de mujer.

― ¡Mmmm! no puedo negar que sabe delicioso sobrinita pero no te adelantes que esta noche será una orgía de intensos orgasmos.

― ¡Mmm! querido tío solo estoy preparándome antes del encuentro. ―Reí.

Mi tío tenía razón pero solo estaba haciendo un antesala a mi ¡Desenfrenada Locura! como a los 20 minutos después llegamos por fin a la casa de Stefan, su casa era enorme su carro ya estaba en la cochera subterránea que tenía espacio para dos autos, Steve entró y estacionó el auto después cerraron el portón eléctrico, cogí mi cartera y Salí del auto, Stefan y rebeca ya estaban invitándonos a entrar, cruzamos un pasadizo y entramos a una sala bien grande y muy bien decorada, era un piso subterráneo con varias habitaciones, incluso tenían una pequeña sauna, la sala estaba muy bueno incluso mejor que la sala de mi casa ja jajá, cerca de las ventanas que daban al primer piso habían dos grandes muebles celestes uno al frente del otro en el piso sobre ellos había una enorme alfombra azul también una televisión enorme no sé de cuántas pulgadas, en las paredes habían algunos pequeños cuadros y muchos adornos.

Stefan sacó de un pequeño frízer una botella de champagne y todos nosotros con copa en mano brindamos por la noche maravillosa que disfrutaríamos, Stefan y Rebecca brindaron por la oportunidad de conocerme y de enseñarme tantas cosas deliciosas, me sonrojé un poquito por tan sinceras palabras, hicimos el brindis, Rebecca le pidió a Steve a que le ayudara a traer algo del primer piso mientras que yo me percaté de una mesita con bastantes cuadritos de fotos. Al acercarme más les di una minuciosa revisión, habían unas en donde estaban Stefan y Rebecca en varias playas del mundo, Italia, Francia, España, también habían muchos lindos adornos pero había una foto que me llamó mucho la atención, en esta foto estaban Stefan y dos maduros más, estaban riéndose en la foto y de pronto Stefan apareció detrás de mí y dijo que eran sus viejos amigos que uno era un inglés y el otro un alemán, y dijo que algún día me los iba a presentar.

Yo le regalé una linda sonrisa y el me miro con ternura. El me apartó el cabello y empezó a besarme la mejilla, luego el lóbulo de mi oreja y después mi cuello. Yo arrullé feliz por las sensaciones que sus labios y su lengua producían en mi piel desnuda.

Quería devorarme por completo, como un zombi devorador de cerebros en una mala película de terror. Mezclo pequeños y suaves mordiscos con los besos en mi cuello. No pellizcó lo suficientemente fuerte como para dejarme una marca, pero fue un claro contraste con los suaves besos. Mis arrullos se convirtieron en pequeños gritos de necesidad, perfectamente acompasados con el avance de sus dientes sobre mi piel. Después de detenerse un rato en mi cuello, sus besos siguieron bajando por mis hombros, bajó mi tirante y me dio más besitos después regresó a mi cuello y comenzó a chupeteármelo otra vez. Mi excitación se estaba incrementando a cada segundo, después subió mi tirante y fue para mi hombro izquierdo, me quitó el tirante y otra vez comenzó a darme besitos hasta chupetear mi cuello por ese lado, me abrazo por la cintura, no sé qué estaba haciendo Steve pero yo estaba calentándome más y más a cada momento, Stefan dejo de besarme y me hablaba al oído.

— ¡Que delicada piel que tienes bebé! incluso más suave que el de Rebecca, Umm, ¡Qué gran suerte tuvo Steve de tenerte!

Al terminar de decirme eso volvió a chupetearme el cuello y dejo de agarrarme la cintura y sus manos fueron a apretar a mis gemelitas, lo cual me hico suspirar cuando sus habilidosas manos apretaron suavemente mis senos.

— ¡WUAO! ¡Qué Deliciosos par de Melones que tienes Princesa!

Le respondí con voz excitada.

— ¡UMM! pues ahora tú también tienes esa suerte, ¿vas hacer paciente conmigo?, porque de seguro ya tendrás mucha experiencia acumulada.

El me respondió, — claro princesa seré muy paciente contigo ¡Tienes tanto que aprender y gozar!

Le pregunte que más le conto Steve acerca de mi.

— pues nos llamó muy emocionado y le dijimos que venga a la casa, aquí nos contó de tu fantasía, yo al saber que querías realizar tu fantasía de tener sexo con dos chicos sentí un mini orgasmo, una sensación que recorrió todo mi cuerpo, yo estaba emocionadísimo y excitadísimo como nunca antes.

Sus sinceras palabras me provocaban ¡Ricas sensaciones!, le pregunte con voz entrecortada suspirando por la chupeteada en mi cuello.

— Mmm… y ¿que más te dijo mi tío?, Umm…

— ¡Que eres una salvaje en el sexo cuando te descontrolas!, y eso me vuelve ¡Loco de Placer! y además pides más y más, tienes una putita golosa y desenfrenada dentro de ti y que aflora cuando estas ¡Extremamente Excitada!

Me excité más cuando dijo eso de mí y le respondí

— Pues esta noche vas a conocer a mi ¡Verdadera parte Salvaje! — acto seguido me gire y le agarré del cabello, lo jalé hacia mi cara besándonos apasionadamente, ¡Que Rico! besaba Stefan fue muy placentero ser besada por alguien con mucha experiencia, sus labios se movían de una manera distinta al de mi tío, nada mejor que un maduro lleno de tanta experiencia.

Unos minutos de ricos besos nos estábamos dando, yo le agarraba con fuerza el cabello mientras que él me tenía sujetada de la cintura. De pronto dejó de besarme, me abrazó con fuerza la cintura y me levantó en peso colocándome sobre la mesita quedando sentada enfrente de él y se inclinó hacia mí para besarme.

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