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Noche de Corsos
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Me llamo Eduardo, tengo 27 años y soy de argentina y lo que les voy a contar sucedió el mes pasado.

En mi ciudad casi por mitad de febrero siempre son los corsos (que serían como los carnavales de Corrientes o San Luis, pero 1000 veces más baratos) en fin estábamos casi toda la familia ahí ya que es como una tradición.

Ya habían pasado un par de horas y la verdad no le había prestado atención a mi sobrina Laura, ella es casi de mi altura mide 1.70 y algo más o menos, es flaquita, de piernas largas y poca cola aunque sí la tiene bien paradita y redonda, sus pechos son medianos tirando a chicos, es blanquita y de pelo oscuro. Tiene una linda sonrisa y ya de por sí es muy simpática la flaca, pero lo normal para sus 18 años, creo que está en su último año de secundaria o en el primero del terciario. A decir verdad casi no la veo en persona, pero si la tengo agregada en Facebook y bueno la veo cuando sube una foto o publica alguna boludez.

Estaba la familia detrás de la valla, sentados y con un par de mesas viendo las comparsas hacer sus pasadas y yo estaba parado detrás de ellos con la conservadora más que nada para tomar y ver minas, tranquilo en lo que se me acerca Laura y se me afirma en el hombro con su codo como de cansada y me decía que estaba algo embolada ya que no podía tomar con la familia ahí más que nada porque la iban a retar de seguro, yo solo me reí y no le hice más caso y seguí mirando el espectáculo.

Pasó un rato más y yo ya estaba algo machado y de mirar tantas minas ya también se me había parado el pingo y trataba de acomodarlo sin que Laura se diera cuenta, pero en eso se levanta de su silla mi hermana para ir al baño y Laura se pone delante de mí para darle el paso, al ratito de eso veo que la flaca se inclina un poco para poner la silla más cerca a la mesa y creo que fue más que nada por el alcohol, pero di un paso hacia adelante y le apoyé el pingo en su culito, pero en el acto ella se hizo un poco para delante y se volteó a verme como sorprendida o enojada de lo que había pasado, yo creí que ella se sentaría en el lugar de mi hermana, pero no, solo dejó de mirarme pero aun dándome la espalda y estando cerca de mí.

Pasaron unos minutos y mi hermana volvió a su lugar, pero ya para esa altura de la noche yo solo miraba a Laura, que en todo ese tiempo desde que la apoyé no se había dado la vuelta, pero de seguro podía sentir mi mirada que iba desde su cabeza con ese peinado de coleta y bajando por la espalda con esa blusita corta que dejaba ver un poco de su piel hasta la cintura dónde empezaba ese pantalón vaquero azul que aprisionaba ese culito redondo y paradito.

Cuando una de las batucadas grandes pasó por frente de nosotros fue donde decidí dar ese paso y medio hacía delante y apoyarla de nuevo, en ese momento Laura se había inclinado poniendo sus manos en el espaldar de la silla de su madre pera ver mejor la batucada y ya no se podía mover al frente al sentirme. Yo me había pegado lo más que podía a ella tratando de disimular un poco más que nada por la gente que había a los lados, la flaca solo atinó a ponerse un poco derecha aunque aún tenía una de sus manos en la silla mientras yo le apoyaba el pingo sin moverme.

En una de mis manos tenía una cerveza y a la otra mano la tenía al lado de mi pierna hasta que me decidí a ponerla en su cintura mientras doblaba un poco las rodillas para ponerle la cabeza del pingo en el medio de la vagina, ella giró un poco la cabeza para verme y en ese momento yo con la mano que tenía en su cintura hice que bajara un poco su culito mientras yo movía la cadera como si le quisiera romper el pantalón con mi pingo y metérselo hasta el fondo, uff hice ese movimiento una 2 o 3 veces más mientras la miraba a los ojos, ella miró hacia el frente para la batucada y cuando estuve por hacer el mismo movimiento otra vez, se me dio por mirar hacia la derecha donde una vieja se me quedó mirando, yo me asusté y me alejé de mi sobrina, pero por momentos seguía mirando a la vieja por si se acercaba a decir o hacer algo.

Cuando terminaron los corsos la familia fue hasta la casa de mis viejos a dejar las sillas y las otras cosas para irse a sus casas. Yo fui hasta la cocina a dejar la conservadora, por ahí en eso entra mi hermana y nos despedimos con un beso (en el cachete como se acostumbra en Tucumán y en otras partes de Argentina) y al rato entra Laura a la cocina también a despedirse, pero cuando me estaba por besar corrí un poco la cara y me dio un pequeño beso en la boca (pico) me quedó viendo, pero no se alejó así que con una mano la tomé de la cintura y con la otra de la cabeza para poder acercarla y comerle la boca de un beso, ella puso sus manos en mi pecho como queriendo alejarme así que la solté para que se alejara, pero no lo hizo así que le di otro beso, pero sin agarrarla de ningún lado y cuando estaba por dejar de besarla ella puso su mano en mi nuca y acercándome a ella pasó con su lengua por encima de mis labios, yo la agarré por su culo y la levanté solo un poco hacia mi, lo suficiente como para dejarla bajar un poco y sienta mi pingo que estaba re parado así que hice movimientos como queriendo penetrarla mientras con las dos manos apretaba ese culito y lo hacía para abajo, para que coincidiera con mis movimientos.

Ella no dejó de mirarme en esos segundos y me dio dos palmaditas en el pecho y un pequeño beso y se fue antes de que entrara alguien más.

Esa noche le dediqué una como se imaginarán.

Perdón por la escritura, pero solo quería contarles mi historia.

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