Después de dos matrimonios fallidos y diversas aventuras me he dado cuenta de la gran carga social que llevan las mujeres y de cómo deben reprimir muchos de sus deseos y para colmo de males a quien le tienen la confianza de contar y expresar sus fantasías, terminan hiriéndolas.
Desde que soñaba con tener sexo de muchas maneras, quería experimentar de todo, pero no se logró como yo deseaba, pero al final me doy cuenta que he logrado vivir muchas anécdotas sexuales que me hacen desear seguir experimentado.
Putas, perras, zorras, dominación... son algunas cosas que más mujeres de las que imagino desean experimentar, pero el hombre es demasiado estúpido para saber como llevarla y hacerla tener una experiencia placentera en verdad.
He estado con dos mujeres que me han hecho vivir esa delicia de fantasía. La sensación de poder sobre alguien más. De dominarla y hacer que haga lo que uno desea es de las cosas más excitantes.
Desearía que las mujeres pudieran expresar sus fantasías, dejarse llevar y empezar a olvidarse del que dirán. Es tan bello poder recorrer un cuerpo femenino donde se tiene el poder de seducción, de acción, el manejo del erotismo en su máxima expresión.
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Es maravilloso poder tener contacto con mis lectores y saber que las fantasías pueden hacerse realidad.