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¡Qué noche!

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-Feliz días mi amor, le dije a Katyy dándole un dulce beso, nos vemos en la tarde, recuerda que hoy es la fiesta de los Lares. 

-Ok. Mi amor no se me ha olvidado, ahorita me levanto, voy a dormir un rato más recuerda que hoy no trabajo porque es sábado dijo ella aun enrollándose  en la sabana.

Camino a mi trabajo parado en la cola de un semáforo vi a un lado una tienda que tenía un maniquí con un vestido corto y sensual, no sé porque pero inmediatamente se me vino a la mente la imagen de mi mujer con ese vestido puesto, ¿cómo se le vería? Ella tiene un cuerpo muy lindo, el cuerpo del maniquí se parecía mucho al de ella, delgada, alta, piel blanca, ojos grises y cabello negro azabache muy liso. Sin pensarlo dos veces me detuve y lo compre, quería vérselo puesto me imaginaba que se le debería ver espectacular.

En el transcurso del día hable con ella como siempre  por teléfono y le mencione el regalo que le había comprado para que lo luciera en la fiesta. Ella como toda mujer estaba súper emocionada por ver su regalo.

Cuando regrese a casa, ella me esperaba como siempre en el porche, salió  a recibirme con beso.

Mi nombre es Richard tengo 35 años, mi esposa se llama Katherine, pero todos le dicen por cariño Katy, tiene 26 años.  Los dos medimos 1.80 metros.  Estamos siempre en forma ya que hacemos muchos ejercicios  aeróbicos en nuestro tiempo libre. Tenemos cuatro años de casados.

-Te he extrañado mucho mi amor. Aquí tienes tu regalo espero te guste y lo luzcas para mí en la fiesta. Quiero que todos me envidien por tener una mujer tan bella. Se lo entregue con un suave abrazo y un nuevo beso.

-Gracias mi amor, ya lo voy a destapar, me lo voy a medir ahora mismo para que me lo veas puesto.

-Se lo vi a un maniquí e inmediatamente pensé en ti, ha de quedarte súper bien y muy sexi. Voy a ducharme y me lo muestras cuando salga.

Cuando salí de la ducha casi me da un infarto, Katy estaba parada frente al espejo de  la peinadora, lucia su vestido nuevo, se veía descomunal, el vestido de pegaba como un chicle a su cuerpo, resaltando sus curvas, su vientre plano y su pequeña cintura avispa hacían resaltar sus prominentes caderas y espectaculares y bien formados glúteos,su escote corto dejaba ver un poco atrevido sus hermosos y redondos senos, sus hermosos muslos también quedan un poco descubiertas ya que era tipo mini falta, en verdad le quedaba mejor que al maniquí.

-Está lindo mi amor en verdad me gusta mucho pero no creo que valla conmigo para esta fiesta, está muy corto y muy ajustado, me sentiría mejor con un vestido más formal dijo ella mirándose al espejo, disculpa mi amor y no te molestes por favor.

-No mi amor pero que dices, te queda perfecto, descomunal para ser más exacto, tú tienes un cuerpo muy lindo, quisiera que usaras siempre vestidos así, no siempre los tradicionales que compras, se te ve súper bien y está de moda y aun eres joven, te ves muy sexi,  tienes que adecuarte más a la moda mi amor.

-Una cosa es la moda y otra es andar medio desnuda en la calle, dijo ella con tono de reproche, además estaría muy provocativa para los hombres serian capaz hasta de faltarme el respeto en la fiesta.

-Si te piropean y se babean es lógico mi amor, para eso dios te hizo tan bella y a mi el hombre más envidiado, le dije dándole una nalgada y un beso en el hombro.

-Claro como tú nunca me celas no te importa que me piropeen, si cuando me pongo pantaloncitos cortos o falda la mayoría de los  hombres se vuelven locos imagínate como será con este vestidito y en una fiesta, a veces pienso que eso te gusta, dijo en forma pensativa.  Hay no mi amor, mejor me pongo otro vestido, no pienso ir a la  fiesta así en verdad te lo digo y perdóname, dijo bajando la cabeza.

-Está bien, le conteste un poco molesto.

-No te molestes mi amor me voy a poner el compre hace poco, no te pongas bravo sabes que soy un poco enchapada a la antigua, mi cuerpo es solo para tu deleite no para los demás, si quieres que me vista así lo hare pero en otra ocasión, no para esta fiesta,  me vestiré aquí en la casa para ti como tú quieras para ser tu putica privada.

Me dio un beso y fue a cambiarse el vestido. Me quede mirándola mientras caminaba hacia el closet, me encantaba como le quedaba ese vestido. Que lastima en verdad que fuera tan convencional, a veces me gustaría que fuese más atrevida.

Llegamos a la fiesta, había mucha gente, los Lares son una familia muy adinerada y tiene una casa que es una mansión, tiene grandes jardines, piscina, cancha deportiva y hasta un campo de golf.

El vestido que se había puesto Katy, también estaba bonito era largo y formal, de todas formas se veía súper bien.

Llegamos a la fiesta, había mucha gente ya casi todas las mesas estaban full habían colocado mesas largas ovaladas en el jardín trasero de la casa alrededor de la piscina, caminábamos lentamente buscando un lugar donde sentarnos que estuviera cerca de la pista de baile, una joven que no conocíamos levanto su brazo y nos hizo seña para que nos sentáramos allí, habían exactamente dos sillas vacías esperando por nosotros  y en verdad el sitio estaba especial.  

-Hola mucho gusto me llamo Verónica es un placer conocerlos. Dijo la joven extendiéndonos su mano.

-Gracias Verónica eres muy amable, yo soy Richard y ella es mi esposa Katherine pero le dicen por cariño Katy.

- Ella es victoria mi mejor amiga y ellos son Andrés mi hermano mayor y Julio su mejor amigo. Estamos encantados de compartir la mesa con ustedes.

- Gracias son ustedes muy amable.

Las dos chicas tenían aproximadamente 26 años, y dos jóvenes como de 28 años edad, me llamo mucho la atención  Verónica,  era  rubia y muy hermosa, sentí que me monto el ojo desde que llegue y para ser sincero yo también,  comenzamos a charlar y compartir anécdotas. Era un grupo muy simpático. Brindamos varias veces por chistes y anécdotas que salían de las conversaciones.

Katy y yo fuimos a bailar un buen rato y regresamos a la mesa, Victoria no dejo que Katy se sentara, le pidió que por favor la acompañara al tocador para retocarse un poco y para que le ayudara en algo.

Cuando se alejaron un poco Verónica aprovecho para invitarme a bailar, yo no me hice rogar, acepte con gusto, ella se puso de pie y me dejo con la boca abierta, tenia puesto un vestido muy parecido al que le compre a Katy, se le veía también fenomenal.

-Espero no causarte problemas con tu Katy por invitarte a bailar, he de confesarte que te pareces mucho a un viejo amor, me dijo Verónica mirándome fijamente.

-No te preocupes Verónica, mi esposa no es muy celosa y yo tampoco. Me sonreí.  ¿Así que me parezco al alguien de tu pasado?

-Sí, fue mi primer amor y se parece mucho a ti, demasiado diría yo.

Verónica bailaba muy bien, sus movimientos eran muy sensuales, a veces el vestido se le subía más de lo normal y dejaban ver sus piernas perfectas, gruesas, de buenos muslos y pantorrillas.

-Tienes un cuerpo muy lindo y unas piernas bien formadas, le dije al oído mientras bailábamos.

-Gracias, es que hago mucho ejercicio, troto todas las mañanas y me gusta ir al gimnasio, aparte de otras cosas que también me gusta hacer y las hago muy bien, dijo en tono pícaro.

-Oh, que serán esas otras cosas, me gustaría saber para recomendársela a mis amigas y se pongan tan buenas como tú.

-Caramba Richard, gracias por el piropo, me caes muy bien. Voy a pensarlo un poco y más tarde posiblemente te de mi secreto, jajajaja.

Ya había perdido la noción del tiempo, no sabía cuántas piezas habíamos bailado, estaba deslumbrado por la forma de bailar de la chica y de mover su bello cuerpo.

Cuando ya nos íbamos a la mesa, comenzó a sonar una balada muy suave y romántica, ella me quedo mirando un instante, se acercó a mi sin dejar de mirarme, tomo mis manos, las llevo a su cintura, sus brazos rodearon mi cuello, su cuerpo se pegó al mío muy suavemente, bailamos como dos enamorados, como si estuviésemos hechizados, que lastima que yo estaba con mi esposa esa noche, sino la historia fuera otra, pensé dentro de mí. Pero estaba acompañado y debía atender a mi esposa. Bailamos dos músicas más y le dije:

-Disculpa Verónica, debemos volver a la mesa, llevamos ya mucho tiempo bailando, me fascina bailar y charlar contigo pero  ando acompañado y mi esposa ya debe estar un poco molesta.

-Está bien Richard te comprendo, es muy cierto, pero espero que bailemos más tarde nuevamente.

-Así será le dije dándole un beso en la mejilla y nos dirigimos a la mesa.

Katy se veía un poco molesta y era comprensible porque yo había estado bailando con verónica mucho rato.

-Caramba mi amor pensé que te habías olvidado de mí, dijo con tono de reproche. Gracias que estos caballeros que están sentados aquí me han tenido entretenida porque parece que mi esposo está entreteniendo a otra y se había olvidado de mí, varias veces me han invitado a bailar y no he ido pensando que ya regresabas.

-Disculpa mi amor estaba bailando con Verónica y se me fue  el tiempo muy rápido, pero hubieses ido a bailar mi amor yo no me hubiese molestado si llego a la mesa y no te encuentro, en verdad lo siento.  Te has dado cuenta que lleva puesto un vestido parecido al que te regale  hoy. ¿Qué casualidad verdad? ¡Te dije que estaban de moda!.

-Si ya me había dado cuenta y también me he dado cuenta que te trae con la baba afuera, a ella también se le ve muy bien, ¿se lo habrás dicho verdad?

-Bueno no he de negarte que le queda muy bien, tiene un cuerpo muy bello y parecido al tuyo mi amor. Pero a ti se te veía mucho mejor, tienes menos cintura que ella y más caderas, además eres más hermosa.

-Menos mal que no me lo puse, mira cómo están los hombres con la boca abierta y babeándose en este momento con ella mientras camina y cuando baila los hombres no le quitaban la vista de encima, se ponen como perros malucos cuando ven una mujer que se viste muy sexi y baila bien.

-Tú hubieses llamado más la atención que ella mi amor, hubieses sido el centro de las  miradas.

-¿Ósea, que no te hubiese importado que todos los hombres de esta fiesta me borbotearan, más bien te hubiese gustado?

-Claro que no me hubiese molestado mi amor, más bien me sentiría orgullo de ti. Sentir que estoy con la mujer más deseada de la fiesta.

-¿Y no te darían celos  sus miradas,  sus comentarios morbosos, sus insinuaciones y piropos cuando bailo o cuando camino por la fiesta?

-No, no me daría celos le dije tajantemente. Sabes muy bien que no soy celoso, soy un hombre muy seguro de sí mismo y muy seguro de la mujer que elegí como esposa.

-Creo que por eso eres si conmigo,  porque me conoces bien y sabes que siempre te  he sido fiel y que no te traicionaría, pero un día de estos me puedes a llevar al límite y no respondo.

-¿Oh, eso quiere decir que si serias capas de traicionarme?

-Nunca me ha pasado por la mente traicionarte mi amor, te amo demasiado pero siempre he dicho que nunca sabemos cómo reaccionaremos ante una fuerte tentación y andar así vestida muy sexi y provocativa es una tentación tanto para los hombres como para la mujer, no soy de hierro mi amor, si muchos me piropean, me alagan y calientan la oreja, sería peligroso porque en cualquier momento podría sucumbir ante la tentación, recuerda el dicho, ´´la tentación anda suelta´´

Nuestra conversación fue interrumpida por Andrés.

-Richard, ¿será que me permite bailar con su bella esposa?

Yo mire a Katy y luego  le dije que no había problema.

-Está bien. Ya regreso mi amor. Me dio un beso y fue a bailar.

La vi alejarse hacia la pista de baile  tomada de la mano de Andrés, su caminar era muy suave y sexy, su vestido blanco largo y pegado a su esbelta figura realzaba  aún más  por su linda cabellera negra, en verdad que mi mujer es toda una belleza pero nunca estamos conformes con lo que tenemos, siempre queremos más.

- Verónica  se me acerco por detrás y me dijo, te espero ahorita en el vestuario de la cacha de Golf, no faltes, te voy a decir mi secreto, dijo con voz muy sensual.

Inmediatamente me pare de la mesa y disimulando un poco y me acerque a la pista  donde estaba bailando Katy con Andrés, la estaban pasando bien, el joven parecía un muchacho muy divertido, Katy ya me había visto y me lanzo un beso con su mano. Me disponía a continuar caminado hacia la piscina cuando la música finalizó y comenzó el set de música romántica. Katy me hizo saña para que la esperara y se dirigió hacia donde yo estaba despidiéndose del joven pero éste en vez de irse la siguió  hasta donde yo estaba. Ella se sorprendió al verlo a su espalda.

-Disculpa Richard quisiera que me permitieras bailar esta otra pieza con tu esposa, claro si no te molesta que ella  baile  baladas con otra persona, porque hay hombres que se ponen celosos, comento el joven en tono gracioso.

-Ja, ja, ja, me sonreí, claro que no me molesta, no es nada malo, además no soy celoso  con mi esposa, confió mucho en ella. Si ella acepta por mí no hay problema.

Katy se me acercó y me dijo al oído con tono molesta:

-No voy a bailar esa música, solo contigo bailo ese tipo de música, no voy a dejar que se estén morboseando conmigo y me estén recostado su bicho por ahí.

El joven seguía detrás de ella esperando a que terminásemos de hablar.

-Bueno como tu quiera mi amor, es tu decisión, entonces por favor espérame en la mesa, voy a baño y luego a saludar unas amistades, regreso en un rato a la mesa, te amo.

Le di un beso suave en la boca y comencé a caminar rumbo al baño, sentía su mirada sobre mi espalda, pero tenía una cita pendiente y no pensaba faltar a ella. Antes de bajar hacia el baño me volteé a ver qué decisión había tomado y fue mi asombro verla bailando. Me sonreí y seguí hacia mi cita.

Llegue a los vestidores y no había nadie, entreabrí la puerta de las damas y llame:

-¿Verónica estas allí?

-Pasa Richard estoy aquí.

Mi sorpresa fue mayúscula cuando al entrar, Verónica estaba sentada sobre el  tope  del lavamanos con las piernas abiertas, su vestido subido hasta la cintura, sus bellos muslos al descubierto y una chica con la cabeza metida entre sus piernas, me quede paralizado por el espectáculo.

-Por favor cierra bien y ponle el pasador, no queremos interrupciones, te estaba esperando pero como tardases mucho comencé sin ti, ella es mi amiga Victoria, sé que la conociste en la mesa pero como sé que no le puedes ver la cara, dijo acariciando la cabeza de la chica que tenía entre sus piernas.

Victoria no se movió de su posición, siguió haciendo lo suyo. Me acerque muy lentamente, aun no salía de mi asombro. Verónica alargo sus brazos hacia mí. Me acerque a ella aun sin poder hablar. Me tomo de las manos y me atrajo hacia ella, Victoria seguía metida de cabeza entre sus piernas como si yo no estuviese allí. Me beso suavemente, tenía un aliento muy fresco y rico, en su rostro se notaba la excitación que le estaban produciendo en su vagina.

-¿Te gusta lo ves? ¿Te excita?, me dijo Verónica con tono pícaro.

-Claro que  me gusta y veo que a ti también te gusta mucho, se te refleja en tu mirada, le dije sonriente.

-Victoria tiene una boca privilegiada, su lengua es única, siempre me complace cuando quiero y donde quiero es mi esclava sexual. ¿Quieres probar su boquita?

Dijo esto tomando a Victoria por el cabello y dirigiéndola hacia mi entrepierna. La chica sin poner objeción comenzó a desabrochar mi pantalón, abrió el cierre y saco mi pene, ya lo tenía a millón desde que había entrado, salió como una lanza, se sorprendió y sonrío, comenzó a lamerlo muy suavemente, luego lo introdujo completamente en su boca y comenzó a chuparlo, Verónica me atrajo hacia ella y comenzamos a besarnos desesperadamente, le baje los tirantes del vestido y comencé acariciar sus senos; duros, redondos y muy firmes, la excitación era tremenda, la chica en verdad era una experta con su boca.

Así estuvimos un buen rato hasta que Verónica retiro la cabeza de Victoria casi a la fuerza por que no quería soltar mi pene lo chupaba con fuerza yo estaba muy excitado.

-Ven Richard ahora le toca a mí cosita disfrutar con tu cosito.

Verónica me llevo de la mano hasta una silla que había en un rincón, me senté y ella se sentó de frente sobre mí, tomo con una mano mi pene erecto y lo introdujo  en su vagina lentamente. Estaba muy mojada y caliente.

-Ven le dijo Verónica a Victoria que se había quedado aun arrodillada en el suelo donde estábamos anteriormente.

Victoria se levantó y camino hacia nosotros con timidez.

-Desnúdate y ofrécenos tus bellos senos, ahora nos toca a nosotros mamarte y chuparte a ti, le dijo Verónica.

Victoria se quitó muy lentamente el vestido, no tenía ropa interior, se acercó a nosotros, se paró a nuestro lado y sus pechos quedaron frente nuestras caras, tenía unos senos pequeños con pezones erectos, yo tome uno y Verónica el otro. Verónica los comenzó a chupar y morder, yo comencé hacer lo mismo, mordía sus pezones y los chulapa con mucha fuerza, baje una mano y metí mis dedos en su vagina, estaba muy mojada, ella instintivamente separo las piernas para mi comodidad. Verónica se comenzó a mover lentamente sobre mí, succionándome el pene con su vagina, una de sus manos se encontró con la mía en la vagina de la chica, entre los dos la masturbamos, los dedos de Verónica impregnados de jugo vaginal se abrieron paso a través de las nalgas de Victoria, ella abrió aún más sus piernas dejando entrar los dedos de Verónica en su pequeño ano. Victoria tenso su colunma al sentir la penetración anal. Nuestros dedos chocaban internamente, ella por el ano y yo por la vagina. Verónica estaba cada vez más excitada, sus movimientos sobre mi pene eran cada vez mayor, cabalgando con todas sus fuerzas, mi pene estaba a punto de explotar igual que mi cabeza.

-Ah! me van a reventar, que placer tan intenso siento, más suave por favor me van a destrozar,  dijo: Victoria con voz entrecortada por la excitación, sus piernas comenzaron a temblar,  su cuerpo se movía al compás de nuestros dedos dentro de ella.

-Te vamos a reventar,  no vas a tener ganas de tirar durante un buen tiempo, le dijo Verónica arreciando los movimientos y la profundidad de la penetración de sus dedos dentro de su pequeño culo, al mismo tiempo chupaba, mordía y apretaba con fuerza sus pequeños pezones, yo por mi lado comencé hacer lo mismo. Nuestras embestidas eran tan fuertes que casi la alzábamos en vilo con nuestras manos, ella se sujetaba de nuestros cuerpos para no caerse, me parecía que la estábamos haciendo con nuestras embestidas pero no dejaba de mover sus caderas cadenciosamente síntoma de que le gustaba lo que le estábamos haciendo, comencé a chupar a mi vez sus senos con fuerza y a los pocos minutos enseguida exploto de placer.

-¡Ah! que rico, no aguanto más, me corro, estoy acabando, denme más duro, no paren ¡ah, ah, ah!

Comenzó a estremecerse y callo de rodillas al suelo zafándose de nuestros dedos y bocas. Se acurruco en el piso, su cuerpo se estremecía con los espasmos de un fuerte orgasmo.

-Ahora nos toca a nosotros mi amor, dijo Verónica besándome ardientemente.

Verónica arrecio nuevamente sus movimientos sobre mí, esta vez más fuerte, la silla crujía, mi pene estaba a punto de partirse por la mitad por sus tremendas embestidas. El sudor corría por nuestros cuerpos, mis manos se resbalaban al tratar de sujetarla por bellas nalgas.

-Que sabroso tienes ese pene mi amor, voy a explotar, no aguanto más, ¡uy! que divino, ¡hay! ¡hay! ¡hay!

Dio las ultimas envestidas con mucha fuerza y su cuerpo comenzó a estremecerse fuertemente yo también acabe casi al mismo tiempo que ella, ya ninguna de mis dos cabezas aguantaban más estaban a punto de explotar,  había sido una experiencia única.

Al rato  nos duchamos los tres juntos, nos besamos los tres un buen rato, nos reímos de la travesura que acabábamos de hacer,  nos vestimos y salimos con mucho cuidado del vestidor para que nadie nos viera. Victoria  se dirigió a la mesa, Verónica se quedó un momento conmigo.

-Espero que te haya gustado Richard y espero que volvamos a repetirlo. Tienes una esposa muy linda y con un cuerpo muy bello, me gustaría mucho un día de estos hacerlo contigo y con ella. ¿Qué dices, te gustaría?

-Ja, ja, ja, si me gustaría en verdad pero eso lo dudo mucho, mi esposa es muy anticuada y no creo que se atreva ni acepte hacer algo así, la conozco muy bien.

-Ja, ja, ja, jamás conocerás bien a una mujer, ni viviendo toda la vida con ella, ni nosotras mismas nos conocemos, abecés podemos hacer cosas que nunca pensamos hacer por dejamos llevar por un impulso,  una rabia o un capricho.

-Yo conozco a mi mujer y sé que no lo haría. De todas formas dejemos abierta esa posibilidad para un futuro. Ahora debemos regresar a la mesa y es mejor que sea por caminos separados para guardar las apariencias, me despedí con un beso y regrese a la mesa.

Katy estaba charlando con los dos jóvenes que estaban sentados en la mesa, se veía que la estaba pasando bien, estaba un poco sudada, muestra que había bailado, me extraño verla tan alegre y desenvuelta, pensé que la iba a encontrar molesta y muy aburrida.

-Hola mi amor, ¿dónde estabas metido? me tenías preocupada otra vez. Pensé que te había pasado algo, le pregunte a varios amigos y nadie te había visto hasta Andrés y Julio fueron a buscarte.

-Estaba con unos amigos que tenía tiempo sin ver, fuimos a recorrer el campo de Golf por eso quizás no nos vieron, se me paso el tiempo nuevamente sin darme cuenta, discúlpame mi amor.

-No te preocupes, espero que la hallas pasado bien con tus amigos porque yo para serte sincera la he pasado súper bien, he bailado muchas veces con Andrés y Julio y me han enseñado unos nuevos pasos, me he actualizado un poco y me he divertido mucho, me he tomado también varias copitas para desinhibirme un poco como tú siempre me has recomendado. Reflexione sobre lo que siempre me dices y es verdad debo ser más abierta y más social, hoy he aprendido muchas cosas nuevas y seguiré aprendiendo durante el trascurso de la noche, me dijo mirándome fijamente. Algo extraño vi en su mirada. Algo que nunca antes había visto.

-Mi amor Andrés me dijo que hoy están inaugurando un centro nocturno que es propiedad de su padre, me justaría ir.

-Pero mi amor, aquí estamos bien, hay buena música, bebidas, comida y buen ambiente.

-Mi amor me gustaría conocer ese sitio, me lo han descrito y es muy bonito y la música es súper moderna, quiero aprender nuevos paso y voy a tener hoy tres maestros, que dices, anda no seas malito, compláceme por favor, dijo con tono picaron.

-Está bien me has convencido, pero no sigas tomando mi amor, no vaya a ser que te traicionen los tragos.

-No te preocupes mi amor, me siento súper bien, estoy tomando puro sorbitos como me has ensenado, soy una buena alumna, de ti he aprendido todo lo que se,  te prometo que la vamos a pasar muy bien, esta noche será única, seré como te gusta que sea, dijo levantando los brazos y haciéndole seña a  Andrés y Julio que ya me había convencido.

-Mi amor, Andrés y Julio se pueden venir con nosotros?  Ellos andan en el automóvil de una hermana Verónica pero ella se queda en la fiesta.

-No hay problema mi amor, vamos muchachos, vénganse con nosotros, total vamos al mismo sitio.

-Mi amor vamos a pasar por la casa quiero retocarme un poco y cambiarme este vestido, he sudado un poco, no te molesta verdad, dijo ella mordiéndome la oreja suavemente.

-Claro que no me molesta mi amor, vamos a casa para que te cambies.

Cuando llegamos a nuestra casa, Katy tomo la iniciativa diciendo:

-Bueno chicos aquí es donde vivimos, por favor bájense  mientras me retoco y me cambio el vestido.

Entramos a la casa, los invite a sentarse en la sala mientras Katy se dirigió a la licorera trayendo cuatro vasos y una botella de Whisky.

-Pónganse cómodos muchachos, Richard por favor puedes colocar una música.

Andrés preparo rápidamente un trago y se lo ofreció a mi esposa. Yo me que atónito, nunca la había visto hacer confianza tan rápido con nadie como lo había hecho con estos jóvenes y nunca le había gustado tomar tanto como hoy, que cambio tan extraño había experimentado mi mujer esta noche. Ella tomo un trago largo y alzo su vaso para brindar ´´por esta nueva amistad y por esta noche tan especial´´. Subió a cambiarse, mientras subía las escaleras hacia las habitaciones los jóvenes no le quitaban la mirada de encima, no sé si eran ideas mías pero Katy estaba moviendo sus caderas muy sensualmente más de lo normal, no sabía si era porque que estaba mareada o lo estaba haciendo a propósito. 

Estuvimos hablando de varios temas, había transcurrido como media hora cuando sentí los pasos de Katy que venía bajando las escaleras, los dos jóvenes voltearon hacia ella y se quedaron con la boca abierta y no era para menos, Katy se había puesto el vestido que le regale, se lo había combinado con unas medias negras de dibujos, se había maquillado muy bien, estaba súper hermosa y demasiado sexi.

-Bravo dijeron Andrés y Julio casi al mismo tiempo, parándose de sus asientos, te ves espectacular, dijo Andrés.

-Yo diría que estas súper espectacular, eres toda una preciosidad, dijo Julio.

Ella dio media vuelta y poso para nosotros, primero de lado, mostrando así sus exuberantes senos, redondos y firmes, más abajo su vientre plano y perfecto, seguido de sus grandes y redondos glúteos terminando en sus contorneadas piernas. Luego poso de espalda, paraqué nos deleitáramos con sus bellas curvas, una cinturita de avispa, unas pronunciadas caderas y nuevamente pudimos apreciar sus espectaculares  glúteos  que se querían salir por lo corto del vestido. Continuo descendiendo muy lenta y sensualmente, sus cabellos negros lisos caían de frente y medio tapaban el amplio escote del vestido donde se apreciaban sus grandes  y firmes senos haciéndolos así más llamativos. Me aproxime a ella para tomarla de la mano cuando llegaba al último escalón y le dije al oído.

-Te ves increíble mi amor, ¿cómo fue que te pusiste el vestido?

-Hoy quiero sentirme  muy sexi y deseada por todo el que me vea, quiero ser el centro de las miradas, ¿es eso lo que te gusta verdad mi amor, sentirte orgulloso de tu hembra? dijo acercándose a mí y dándome un pequeño beso en los labios.

-Claro que me gusta que te vistas sexi mi amor, siempre te he dicho que tienes un cuerpo muy bello a mi excita verte vestida así y no dudo que le pares la respiración a cualquiera vestida así.

-Ya nosotros la tenemos parada desde hace rato, dijo uno de los jóvenes con doble sentido riéndose.

-Bueno vámonos entonces, se nos va hacer muy tarde, les dije sin poder quitar los ojos de mi bella esposa.

-Mi amor, porque no pones una música Regeton para practicar aquí los pasos que me estaban enseñando ellos en la fiesta.

-Pero se va hacer muy tarde mi amor, porque no lo practicas allá.

-Hay mi vida, no seas agua fiesta, no hay apuro y si se nos hace muy tarde no vamos y ya, verdad muchachos.

-Eso es correcto, en verdad aquí nos sentimos bien, que sea lo que quiera nuestra preciosa  anfitriona.

Me encogí de hombros y puse la música, no entendía nada, no conocía a mi esposa y me recordé las palabras de Verónica, "jamás llegas a conocer a una mujer"

Katy le tendió la mano a Andrés.

-Soy toda tuya muéstrame lo que sabes, le dijo con tono pícaro.

Andrés comenzó a bailar,  enseñándole pasos y vueltas, Katy seguía sus pasos, se veía espectacular con ese vestido, me imaginó que los dos jóvenes estarían súper excitados como lo estaba yo al ver a tan exuberante hembra. Andrés en algunas vueltas bajaba mucho la mano y casi le agarraba las nalgas a Katy. Yo esperaba a que ella dijera algo pero seguía bailando como si no pasara nada, el vestido con el movimiento del baile se le había subido más de lo normal ya que de por si era bástate corto, ya se le veía el nacimiento de sus prominentes y redondas nalgas, Julio que estaba a mi lado no podía apartar sus ojos del bello cuerpo de mi esposa. Trate varias veces de hacerle señas para que se bajara el vestido pero no se daba cuenta o no quería darse cuenta.

En una de sus vueltas se acercó a nosotros y le extendió la mano a Julio para bailar pero sin soltar a Andrés. Este brinco como un resorte tomándola de la parte trasera de la cintura, uno bailaba de frente a ella y el otro detrás, ella daba vueltas en el centro para quedar un rato frente a uno y luego frente al otro.

Verónica sin dejar de bailar se acercó al interruptor de la luz y la atenuó un poco, para que el ambiente fuera más agradable con poca luz, luego se dirigió aun bailando al equipo musical y puso una balada muy suave, yo llene los vasos pensando que se iban a sentar pero para mi sorpresa siguieron bailando, los dos se aproximaron más a ella, Andrés que estaba de frente a ella, la abrazo por el cuello y la atrajo hacia él, el otro la tomo por las cadera y se pegó a su cuerpo por detrás, bailando los tres muy apretados, lo veía y no lo podía creer, estaba paralizado por la sorpresa, esto no podía estar pasando, me parecía una pesadilla. Tuve a punto de formar un escándalo y separarlos pero no quería hacer una escena de celos.

La música termino y comenzó otra balada, pensé que ahora si se iban a sentar pero no fue así, cambiaron de posición, pude observar que los dos jóvenes no podían esconder su erección, estaban muy excitados ya sus penes erectos no podían ocultarse tras la tela del pantalón y no era para menos, ella se veía también un poco excitada. Andrés estaba ahora detrás de ella  y comenzó un movimiento de caderas, prácticamente la estaba culeando, Julio delante de ella comenzó hacerlo igual, no entendía por qué Katy se estaba prestando para esto, porque no le ponía fin, ya se estaban pasando de la raya. Ya las manos de Andrés comenzaron a acariciar sus muslos, poco a poco subía su vestido, ya sus nalgas estaban prácticamente al aire, Julio que  acariciaba sus hombros y fue bajando sus manos por sus caderas hasta llegar a sus glúteos muy sensualmente.

No pude soportar más, me puse de pie y apague la música.

-¿Katy que significa esto? ¿Sabes lo que estás haciendo? ¿Qué te pasa.? ¿Estas drogada o qué?

-Claro que se lo que estoy haciendo mi amor, la estoy pasando muy bien, con estos dos atractivos chicos, dijo aun abrazada con  ellos sin soltarlos.

-¿Por qué te comportas así?  ¿Qué te pasa? ¿No te das cuenta lo que estás haciendo? Dije ya molesto.

-Hay mi amor no seas injusto, tu si puedes divertirte y yo no? basta que yo quiera divertirme también para que te pongas bravo.  Aunque celoso no creo que estés porque tú nunca me celas.

-¿Pero mi amor, quien va soportar ver a su esposa manoseándose con otros hombres o quieres que me haga el indiferente y te deje también hacer el amor con ellos? le dije un poco molesto pero sin perder el control, los dos jóvenes seguían abrazados a ella como si no estuviese pasando nada.

-Yo sé que no es fácil mi amor, yo más que nadie lo sé, lo viví esta noche en la fiesta en carne viva,  viéndote hacerle el amor a Verónica y Victoria, pensé que me iba a volver loca, todo mi mundo se derrumbó en un instante, sin embargo me supe controlar gracias a los consejos de estos dos jóvenes y no arme un escándalo,  no te interrumpí, no te reclame, más bien te deje disfrutarlo, ¿porque ahora no puedo hacerlo yo con dos hombres como lo hiciste tu con dos mujeres? ¿Tienes tu más derechos que yo por ser hombre?. Te gusta traicionarme pero no soportas que yo lo haga? ¿Eso destruiría tu hombría verdad? Pues quiero que pruebes tu misma medicina.

-Disculpa mi amor, no sabía que me habías visto, en verdad perdóname fue un momento de locura, tu eres mi único amor, te amo demasiado, no quiero perderte eso fue solo sexo, ¿que podía hacer mi amor?, soy hombre, las dos chicas me sonsacaron y no pude negarme a complacerlas, soy un caballero.  Ahora comprendo por qué estas actuando así.  ¿Pero no entiendo por dónde me vistes si la puerta estaba cerrada?

-Te vi por la ventana de arriba, mis dos amigos me ayudaron a subir y pude ver todo, estuve a punto de explotar pero me supe controlar pensando la forma de hacerte pagar tu infidelidad, mis amigos me aconsejaron pagarte con la misma moneda y se ofrecieron de voluntarios. Ahora te toca a ti observarme haciendo el amor con ellos. Si quieres salvar nuestro amor y nuestro matrimonio y si algún día piensas en traicionarme nuevamente sabrás lo que te espera.

-Esto no está bien Katy, tenemos que hablar, es una locura lo que estás haciendo, los celos, el alcohol y la manipulación de ellos  no te dejan ver con claridad. Ya está bien,  llamaste mi atención, tratare que no vuelva a pasar, dejemos esto hasta aquí sé que en el fondo  no te atreverás, te conozco  muy bien, sé que no eres mujer de hacer el amor con cualquiera y menos con dos hombres a la vez, solo quieres hacerme pasar un mal rato. Así que déjate de tonterías y ustedes dos, ya es hora de que se marchen, este problema lo solucionaremos mi esposa y yo en privado.

-Ellos no se van, esta es mi casa y ellos son mis invitados, he de serte sincera, solo pensaba ponerte celoso y que sufrieras un rato,  pero me he dado cuenta que no estas arrepentido de lo que hicisteis y me subestimas porque crees que nunca te puedo ser infiel, pues ahora si voy hacerlo, ahora vas a ver que si soy capaz de traicionarte como tú los hecho hoy conmigo.

-Si quieres seguir con tus tonterías hazlo, pero espero que no se te escape el juego de las manos, me amas demasiado para traicionarme, así que date por satisfecha y se acabó, no sigas jugando con fuego que te puedes quemar.

-Ósea que crees que no soy capaz de hacerlo,  ¿estas muy seguro de ti verdad?, entonces vamos a ver qué pasa. ¡Quiero quemarme!. Sigamos la fiesta apenas comiza. Dijo ella muy decidida viéndome fijamente a los ojos, de forma  desafiante.

Katy dirigió sus labios a Andrés que estaba de frente, sus bocas se unieron en un ardiente beso, sus manos comenzaron a desabrochar su camisa, el comenzó a acariciar sus caderas, el otro joven se puso de rodillas detrás de ella, subió su vestido y comenzó a besar y morder sus bellas nalgas suavemente.

Andrés le bajo los tirantes del vestido dejando sus hermosos senos al aire.  No creía aun lo que estaba pasando, estaba paralizado sin saber qué hacer. Mis sentidos estaban desorientados, hoy había sido una noche muy extraña.

Los dos acariciaban y besaban a Katy, chupaban sus senos, mordían sus nalgas, recorrían todo su bello cuerpo con sus manos y bocas,  los celos me devoraban.

Ella se veía súper excitada, no dejaba de verme, se arrodillo entre los dos jóvenes, les bajo los pantalones a cada uno muy lentamente, sus penes salieron disparados como unos resortes,  muy cerca de su rostro.

Yo estaba molesto, enojado, confundido, sentía que me explotaba la cabeza, no pensé que Katy se atrevería a seguir adelante, pero me equivoque y no sabía qué hacer, si detener todo o simplemente marcharme y dejarlos allí.

-Cómo te sientes mi amor. Te están comiendo los celos. Es duro sentirse traicionado ¿verdad? Pídeme perdón,  ruégame y suplicarme de rodillas y prométeme que jamás me volverás a ser infiel y posiblemente deje esto hasta aquí.

-Podemos arreglar esto tú y yo. Pero que ellos se vallan. No pienso resolver nada contigo si ellos están aquí. Hasta pienso que esto pudo haber sido preparado por ellos mismos. Que se marchen y hablaremos.. es mi última palabra.  Le dije muy seriamente tratando de serenarme.

-Lo siento mi amor pero estas condiciones no son negociables. Así que o te arrodilla y me suplicas perdón o atente a las consecuencias. Si no espero que seas fuerte como lo fui  yo para soportar lo que viene.

Dijo esto sin dejar de apartar su mirada de la mía.  Tomo los dos penes uno con cada mano  dirigiéndolos cerca  de su boca.

-No te atrevas a continuar Katy, ya te pasaste de la raya, suéltalos. No sigas, te vas arrepentir.

-Lo vas hacer o no, dijo en forma desafiante con los dos penes en las manos, acercándolos aún más a su boca.

-No. Le respondí secamente.

Ella dudo por un instante como recapacitando lo que estaba a punto de hacer pero luego cerrando sus ojos y los llevo a su boca, primero los beso tímidamente luego los recorrió lentamente con su lengua, succiono uno primero y luego el otro mirándome fijamente. 

Los dos  comenzaron a moverse. Andrés la tomo por la cabeza con ambas manos para así poder introducir todo su pene dentro de su boca asfixiándola prácticamente. Ella trataba de sacarlo  un poco pero el volvía a introducirlo con fuerza hasta volver ahogarla. Los movimientos del joven eran cada vez más bruscos y fuertes, su pene ya desaparecía por completo dentro de su boca, ella se ahogaba y tocia con ganas de vomitar, trataba de zafarse pero las embestidas se hacían más fuertes ocasionándoles más náuseas. Sendas lagrimas comenzaban a bajaban de sus bellos ojos, su mirada estaba perdida en  la desesperación. Tuve a punto de pararme e impedir que el joven la siguiera maltratando porque me daba cuenta que ella está sufriendo. Pero no lo hice, me sentía tan traicionado y tan humillado, además ya se le había advertido que el juego se le podía salir de las manos y debía ahora pagar las consecuencias.

Estaba tan pendiente de lo que le estaba haciendo Andrés que no me le había prestado atención a Julio que estaba arrodillado junto a ella y la masturbaba con sus manos. Sus dedos entraban y salían de su vagina con fuerza.  Ella sentía incomodidad y dolor, trataba de cerrar las piernas pero él la obligaba abrirla nuevamente y sus dedos perforaban más fuertemente su vagina sin clemencia parecía que quería meterle toda la mano.

Yo estaba a punto de actuar pero sentía una satisfacción algo extraña al verla sufrir.

Esperaba  a que ella en cualquier instante los detuviera o por lo menos pidiera mi ayuda para detenerlos. Pero creo que extrañamente le gustaba lo que le estaban haciendo.

Pero no podía seguir sentado sin hacer nada. Me pare y camine hacia ellos, me arrodille a su lado sin que los dos jóvenes se inmutaran para nada.

- ¿Te sientes bien Katy?  Te notó un poco adolorida y demacrada ya está bueno no continúes con esto te están haciendo daño.  Lo veo en tu rostro.

- Estoy sufriendo por tu culpa, por tu infidelidad.  Eso me dolió mucho. Para serte sincera yo no quiero parar.  Quiero seguir esta locura, quiero que me destrocen, quiero sufrir porque me va a explotar la cabeza cuando recuerdo lo que me hiciste.

-No te reconozco.  Eres otra persona. Nunca pensé que me pudieras hacer esto.

-Lo estoy haciendo para vengarme de ti. Quiero que sufras. No importa que yo también lo haga. Quiero que me la pagues lo que me hiciste.

-Está bien entonces haz lo que quieras. Si crees que con sexo y dolor solucionaras esto que así sea entonces. Te voy a complacer hasta me voy a unir al grupo para complacerte si así piensas  sacas ese odio de tu corazón.

Mi deseo y mi lujuria fueron más fuertes que mis celos y mi impotencia, me quite la ropa muy lentamente sin dejar de verla, ella tampoco desviaba su mirada. Si tener sexo con varios hombres era lo que quería yo la iba a complacer, pero se iba arrepentir, no sabía dónde se estaba metiendo, ella no estaba acostumbrada al sexo duro y hoy iba a recibir una gran lección que no olvidaría jamás. Me senté desnudo en el mueble y le hice seña para que se acercara a mí, ella se puso de pie pero sin soltar los penes dos  chicos, camino  hacia mí trayéndolo a los dos casi remolcados.

Se detuvo a escasos centímetros de mí, soltó los penes de los chicos y se montó sobre mí.

-Quiero que sepas que en verdad lo estoy haciendo como un escarmiento para ti, para que más nunca se te ocurra traicionarme y si lo haces sabrás lo que te espera y al fin me perderás porque le agarrare gusto a la infidelidad.

-Jamás pensé que te atreverías a tanto, siempre fuiste tan sumisa y reservada, es como si fueses otra persona.

-Claro que soy otra persona, tú me cambiaste, me convertiste en una zorra sin darte cuenta. Tendrás que pensar bien las cosas antes de hacerlas. Ahora dejemos de hablar y meterme tu rico pene dentro de mi cosita. Uy que rico Richard, estas a millón, se fue completico, que divino mi amor.

-Estas muy mojada, se nota que estas muy excitada. Jamás pensé que te excitarías así con otra persona.

-Me excite mucho cuando te vi haciendo el amor, estaba muy celosa y decepcionada pero a la vez me excitaba, es muy extraño, no sé cómo explicarlo, en otras palabras estaba que explotaba y ahora estoy que reviento. Creo que lo mismo te pasa a ti ahora.

-Es cierto, es extraño pero me pasa igual. Si crees que así se solucionara todo hagámoslo entonces, en verdad no te quiero perder, estoy muy enamorado de ti.

-Espero que nuestro amor sea fuerte y soporte estas dos traiciones y he de confesarte que estoy loca por hacerlo, era una fantasía que abecés me rondaba por la cabeza, jamás te la dije por vergüenza, pero cuando te vi haciendo el amor con las chicas supe que este era el momento de hacer mi fantasía realidad. Vengan chicos basta de hablar.....

No había terminado de hablar cuando Andrés y Julio se abalanzaron sobre ella, uno se colocó de lado y se apodero de sus senos, el otro se arrodillo detrás de ella y se apodero de sus nalgas.

Yo por mi parte comencé a moverme abajo de ella, mi pene entraba y salía de su vagina, los dedos del joven que estaba detrás de ella estaban entrando en su ano, lo sentía rozar por dentro con mi pene. Katy comenzó a moverse suavemente, su cuerpo se arqueo hacia atrás lo que fue aprovechado por el otro mucho para apretar, mamar y morder sus duros senos, ya Katy comenzaba a gemir, los dedos del  joven entraban con furia en su ano, ella gemía y se retorcía de placer.

-Cuidado con mi culito por favor, trátalo más suave, con un dedito es suficiente, dijo media ronca por la excitación.

-No le hagas caso le dije a Andrés, ella quiere tener sexo fuerte y eso es lo que le vamos a dar. Ven cógela por detrás, le dije, te abriré su bello culo.

-Ni se te ocurra meter ese bicho por mi culito, lo tienes muy grande, con un dedo está bien. No sea malo Richard sabes que me duele mucho el sexo anal.

Andrés saco su dedo, le hecho bastante saliva al pene y comenzó a penetrarla muy lentamente.

-Noooooooooooo, no, no, no por favor, así no, me duele mucho. Por favor Andrés no lo hagas me duele mucho.

-¿No querías hacer el amor con dos hombre al mismo tiempo? Ahora aguántate, le dije abriéndole las nalgas nuevamente para que pudiera entra el pene en su ano.

Andrés viendo aquel bello culo abierto, no espero y volvió al ataque, esta vez la agarre fuerte para que no se moviera mientras  se lo metía.

-Hay, no, no, no,  uy, uy  sácalo por favor me estas reventando el culo...........

-No te muevas le dije a ella,  ya entro déjalo adentro, espera a que dilate un poco, ya verás que se te aliviara el dolor. Además tú quisiste jugar este juego así que aguántate. Le dije al oído.

-Sácalo un momento por favor dijo llorando, volteando hacia Andrés, no aguanto la presión de los dos dentro de mí. Me duele demasiado.

El joven retrocedió y saco su pene.

-Esa era toda tu bulla, debí habérmelo imaginado, te llenaste la boca diciéndome que ibas hacer el amor con dos hombres, ¿como tenías en mente satisfacerlos a los dos?

-Si quiero hacerlo, quiero sentir esos tres penes dentro de mí, es lo que más deseo en este momento, quiero sentirme bien cogida, quiero que me destrocen, pero duele mucho. Los tres son grandes y largos.

-¿Qué quieres que hagamos entonces? ¿Dejamos esta locura hasta aquí?

-Quiero seguir pero que lo meta muy lentamente para irme adaptando y tu Richard quiero que te muevas muy suavemente.

Le hice señas a Andrés para que lo intentara nuevamente, su pene comenzó a entrar lentamente, ella comenzó  a moverme suavemente hasta que entro completamente, lo sentí chocar con el mío en su interior, ahora sentía mi pene más apretado que antes, ahora sus dos orificios estaban llenos y a punto de reventar.

-Oh, ah....... uy, uy, uy, ...... , me duele mucho, por favor, tengan cuidado me van a reventar, ah……… que rico, pero como duele, por favor no se muevan por unos minutos hasta que se me adapte un poco.

Su cuerpo se enderezo hacia delante, alargo la mano y tomo el pene de Julio que hasta hace poco estaba mamando sus tetas.

-Ven siéntate en el respaldo del mueble para mamártelo, le dijo  aun con los ojos llorosos.

Julio se acomodó a mi lado pero sentado en el respaldo del mueble, ella se apodero de su pene, comenzó a pasarle la lengua muy sensual viéndome fijamente como cuando me lo hacía a mí.

Comenzó a moverme suavemente, Andrés desde atrás también hizo lo mismo, los movimientos cada vez eran más fuertes ya estábamos muy excitados y no nos podíamos controlar, nuestros penes se golpeaban dentro de ella.

-Ah, ah, ah……..., uf, uf, uf ,uf……. No se muevan al mismo tiempo.  Me van a reventar. Por favor no lo hagan asi ah………. Uy, uy………..

Julio no la dejo continuar hablando. Sujeto nuevamente su cabeza y empujó su pene dentro de su boca ahogándola. Katy trataba de zafarse pero le era imposible. Era como una marioneta manipulada por tres hombres al mismo tiempo. Ya no tenía control sobre su cuerpo.

Katy estaba muy excitada por el castigo que le estábamos propinando a su bello cuerpo, Andrés que la penetraba por detrás  arrecio sus embestidas salvajemente, su pene se estrellaba fuertemente con el mío dentro de ella.

Katy se retorcía y gemía como loca, sus movimientos de cintura se hicieron más intensos y fuertes síntoma que le gustaba lo que estábamos haciendo, así que la tome de las caderas y acelere mis embestidas desde abajo, casi la levantaba en vilo, lo que aprovecha el compañero para afincarse duro por detrás, Katy comenzó a chillar más fuerte, estaba como loca, comenzó a estremecerse, ya estaba acabando, comencé a sentir sus espasmos orgásmicos, pero todos seguíamos moviéndonos, el compañero de atrás le estaba dando con todas sus fuerzas y de repente también le llegaron los espasmos a él también, señal que estaba acabando, yo por mi parte también arremetí fuerte y acabe muy sabroso, solo faltaba por uno, ella ya no podía mas, estaba casi desmallada pero Julio seguía bombeándole la boca con su pene, ella se incorporó un poco, se apodero con una mano  del pene y comenzó a masturbarlo y chuparlo con movimientos fuertes, el joven ya muy excitado y a punto de acabar embestía con más fuerza, de los ojos de Katy se inundaron de  lagrimas pero sin embargo no lo soltaba,  Julio comenzó a estremecerse y chorros de semen caían de los labios de Katy,  ella trato de sacarlo pero el se lo impedido tomando su cabeza con fuerza para que se tragara todo su semen ella no opuso resistencia y continuo chupándolo y exprimiéndolo hasta sacarle todo.

Los cuatro nos separamos, cada quien busco un sito para reposar después de tan largo esfuerzo, Katy se dejó caer a mi lado en el mueble, esta exhausta y muy sudada, jamás había quedado tan destrozada y satisfecha como hasta ahora. 

Sonó el teléfono de Andrés, converso unos minutos y luego me lo paso diciendo:

-Quieren hablar contigo.

Yo extrañado tome el teléfono y respondí

-¿Quién es?

-Ya te olvidaste de mi voz, es Verónica, espero la hallan pasado muy bien en tu casa y felicítame a tu esposa por atreverse a dar el primer paso. Para la próxima espero me inviten a mi también, me gustaría mucho tener ese bello cuerpo de tu esposa en mis brazos. 

No pude contestar nada, me quede pensativo. Había sido mucho para una sola noche.

 

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