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Sexo, amor y sumisión (1): De vuelta a casa

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-Entonces vienes de viaje -preguntaba el taxista al joven.

-Si... Estuve lejos de esta ciudad por al menos 6 años -respondía el pasajero en la parte trasera del coche.

Cuando arribaron al destino el taxista le dijo:

-bueno pues bienvenido de nuevo y serían $28.50.

-Claro y gracias por todo... David -dijo el joven leyendo su licencia en el tablero.

-Que buena vista tienes...? -pregunto el taxista

-Angelo un placer.

-Bueno pues bienvenido Angelo

El joven camino por el césped en la calle y llegó a la puerta de la casa, tocó el timbre y no pasaron ni 2 minutos cuando la puerta se abrió y tras de ella apareció una joven hermosa en toda la extensión de la palabra.

-Angelo!!! Por fin llegaste -corrió la joven a abrazarlo

-Amy? Wow qué cambiada estás -dijo Angelo correspondiendo el abrazo- estás hermosa

Amy miró a los ojos a Angelo y se alejó un poco mientras tomaba un color rojo en su rostro.

-no digas eso, soy tu hermana; además no es verdad, solo mamá y tú sacaron los buenos genes familiares -dijo mientras acariciaba su cabello.

Amy era una chica de unos 19 años de edad, de una tez blanca y de ojos azules que adornaban un rostro finamente definido, su cabello castaño a los hombros le lucía espectacular, lucía un cuerpo delgado pero muy sensual, con unos pechos pequeños pero con un trasero jugoso que le sentaban muy bien en esos vaqueros ajustados.

-Angelo mi niño!!! -decía la madre mientras salía por la puerta y se lanzaba a abrazarlo.

-Katherine?! Pero que ha pasado, o mi memoria falla o de verdad estos años les sentaron súper a las dos -dijo Angelo mientras acariciaba la espalda de su madre.

Katherine era una mujer igual o más hermosa que su hija, con unos labios carnosos, una nariz respingada, pómulos definidos, unos ojos azules y una cabellera larga hasta la mitad de la espalda, tenía un cuerpo que muchas jóvenes envidiarían incluyendo Amy, con unos pechos grandes, una cadera perfecta y un trasero grande, una diosa total.

-Venga pero pasa que está helando afuera -decía Katherine, por cierto, y tú equipaje? -preguntaba Amy mirando hacia la espalda de Angelo.

-Bueno, dicen que solo se empieza de nuevo cuando te deshaces de lo viejo no? -decía Angelo mientras les sonreía y se rascaba la cabeza.

-Que ocurrencias -dijo Katherine.

-no tienes remedio -le dijo Amy mientras lo tomaba del brazo y lo metía a la casa.

Después de las introducciones subieron hacia el segundo piso, y una vez en la vieja habitación de Angelo se despedían para dormir...

-Bueno hermanito, mamá paso al baño, y vendrá a despedirse, yo me retiro por hoy, ya es de madrugada y nunca me desvelo jeje, descansa -dijo Amy mostrando una sonrisa.

-Descansa Amy, que sueñes lindo hermosa -dijo Angelo acariciando una mejilla de Amy.

-No digas esas cosas, soy tu hermana -dijo tímidamente Amy y se dio media vuelta a su habitación.

Unos segundos después Katherine salía del baño y se acercaba a la puerta donde estaba Angelo de pie.

-Bueno cariño, es hora de dormir, Amy preparo todo para tu llegada, y yo limpie tu cuarto, descansa -dijo Katherine mientras acariciaba el hombro de su hijo.

"Dios que hermosa que es" pensaba Angelo mirando a su madre de arriba a abajo "pero que estoy pensado" se reprochó en un momento.

-Descansa Kath, buenas noches -dijo Angelo un poco cortado.

-Y nada más? No, que tal si le das a tu vieja madre un beso de buenas noches -dijo Katherine mientras señalaba su mejilla con su dedo.

"Es perfecta y está tan buena" pensó Angelo mientras se acercaba a besar a su madre, pero justo en el último segundo, cambio de dirección y fue directo a los labios jugos de esa hermosa mujer que tenía enfrente.

Katherine solo abrió los ojos como platos, la sorpresa de ese beso jamás la espero, pero desde hace 16 años no sentía ninguna caricia de parte de un hombre y el pensamiento de que fuera su hijo más que incomodarla le despertó algo dentro de ella.

Correspondió el beso y sintió como su interior le daba un choque eléctrico que la recorría entera, las manos le sudaron, los pezones se le erizaron y su vagina comenzaba a mojarse.

Se separó después de unos segundos…

-Angelo! Que haces, soy tu madre... Bueno supongo que un beso entre madre e hijo no está mal... Buenas noches...

Se fue a su habitación caliente y confundida, cerró la puerta tras de si y sin siquiera asimilar lo que paso se recostó en la cama y metió su mano bajo su pijama, tocando ese tesoro húmedo y definido por una línea de vello rubio delgado.

Se dio placer hasta que un orgasmo ahogado recorrió su cuerpo y la dejo plácidamente dormida.

Angelo estaba acostado pensando en ese beso "que hice?" "Pero que labios tan ricos" "porque pienso esto?" "Pero que mujer" los conflictos le quitaban el sueño y más a un su amigo levantado como un mástil bajo sus bóxer, y es que Amy tenía razón él había tendió mucha herencia que le favorecía, sus 22 cm siempre le enorgullecieron a pesar de que la única mujer con la que había estado fue su exnovia Becky.

Amy por su parte se tocaba en su cuarto recordando las palabras de su hermano gimiendo entre susurros -Angelo te amo.

...."Está es una adaptación a letra de una novela visual"...

Todos los comentarios son bienvenidos, y si apoyan la serie me esforzaré por subirla lo antes posible.

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