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Sin condones (Partes 1 y 2)

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Físicamente y en apariencia nos encontramos bien, teníamos dos hijos 17 y 14 respectivamente en ese entonces, nuestras relaciones eran y siguen siendo muy buenas, después de mucho platicarlo y por fin convencer a mi esposa para llevar a cabo el trío.

Mientras encontrábamos a la persona idónea cuando teníamos relaciones y la tenía bien penetrada introducía un dedo en su “pequeño“ era grandioso sentir mi miembro a través de esa piel que separa su vagina con su culo y le susurraba al oído ya quiero encontrar a quien te reviente el ano mientras yo estoy en tu cuevita.

En cierta ocasión que fuimos a la playa en una excursión de mi trabajo un compañero mío le comento a mi esposa lo bien que se le veía el traje de baño y con todo “respeto“ las ricas nalgas que veía en ese momento, cabe aclarar que el ya conocía a mi mujer de eventos que me acompañaba al trabajo cuando me lo dijo mi esposa por la tarde noche quise irle a reclamarle, pero ella insistió que no, se me acercó muy sensual me besó el cuello y empezó a sobarme el miembro y los testículos cogimos alrededor de una hora sin parar dos orgasmos por parte de mi mujer y dos eyaculaciones mías.

A la mañana siguiente me pregunta mi esposa:

-Sigues enojado?

-No, ya no.

Sonriendo y ella muy feliz.

-Por el contrario luego te digo que vamos a hacer -la dejé intrigada y salimos a desayunar.

Después de un rico día de playa buena comida y unos ricos cocos con Ginebra llegamos a nuestra habitación mientras la desnudaba para tener sexo le dije:

-Vamos a invitar a Manuel -que así se llama mi compañero- para realizar nuestro trío.

-Queee?...

Parte 2

Después de comentarle a mi esposa que Manuel podría ser el indicado para ayudarnos a cumplir nuestro deseo de un trío me respondió un poco molesta.

-Oye cómo crees, me dice en la playa que tengo buena nalga muy osado y ahora lo quieres premiar dejándolo que me coja vaya que suertecita la de él.

Después de hablarlo con mucha calma y buenas sesiones de sexo aceptó, no muy segura de sí o más bien nerviosa no es fácil dar ese paso y yo estaba igual, pero quería demostrar lo contrario.

Lo siguiente hablar con Manuel, se sorprendió cuando le dije que quería platicar con él más aún cuando le hice el comentario, que había pasado en la playa o comentado a mi esposa él de una manera muy rápida y especial me dijo:

-De veras siento haberle dicho a tu esposa lo que dije, pero no me arrepiento ese traje de baño que llevaba realmente realzaba su figura, sus nalgas fueron tus palabras…

Le interrumpí:

-Cierto esas fueron mis palabras, pero no negarás que tiene un buen trasero, muy cierto y de eso quiero hablarte. -Respondí, se puso tenso y yo no sabía cómo empezar. Al punto empecé diciendo:

-Quieres cogerte a mi mujer.

-No, espera no es por eso que le hable a tu mujer.

-Cálmate todo está bien –dije- queremos que partícipes en un trío mi mujer, tu y yo.

-Comooo -se sorprendió.

-Si la verdad es que hemos querido hacerlo hace tiempo, pero no sabíamos a quién invitar con tu comentario parece que te invitaste tu solo “le entras“.

Por supuesto dijo emocionado:

-Qué hay que hacer.

-Primero que nada resérvate de coger unos días el día que lo hagamos mi mujer debe de quedar bien cogida.

Continuará...

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