Nuevos relatos publicados: 0

Vacaciones con mis machos (Final)

  • 12
  • 18.875
  • 9,56 (9 Val.)
  • 0

Después de todo el alboroto mi suegro y yo estábamos acostados en la cama, cansados y escurriendo líquidos de nuestros sexos. Si no me habían dejado embarazada por lo menos me habían dado unas buenas cogidas, de las mejores de mi vida.

Esperábamos a que llegara mi novio con alguna prostituta que hubiera accedieron a dar el servicio. Yo quería más verga pero sabía que me iban a terminar reventando sin piedad, estábamos como locos por coger. Mi suegro era capaz de darme unas buenas metidas de verga, con su edad la experiencia no le falta, pues alguna vez me dijo que a lo largo de su vida había tenido muchas mujeres en su cama, era un afrodisíaco para mí escuchar sus aventuras. La condición física tampoco le faltaba pues en la cama duraba más que Armando sin contar que en sus cosas traía Viagra suficiente para hacer del más precoz un semental…

-Ya tomaste Viagra? -Pregunté en voz baja

-Aún no mi amor -contestó- pero ya me lo voy a tomar, quiero seguir

-En serio te casarías conmigo? -Pregunté tomando su rostro y viéndolo a los ojos

-Claro, serás mi esposa y vivirás conmigo -contestó

-Te quiero -le dije besándonos

Siempre me han gustado más los hombres maduros pero mi suegro era capaz de ponerme de rodillas, literalmente, ustedes entienden para qué.

Nos quedamos dormidos, no supe bien cuánto tiempo fue. Nos despertó mi novio, entró a la recámara y nos avisó que ya había traído a una amiga para continuar. Salió de la habitación y nos dejó solos, recuperándome de aquella siesta jaja. Mi suegro se metió a bañar muy rápido, apenas si le cayó agua, salió y ni siquiera se tomó la molestia de volverse a vestir. En eso empezamos a escuchar los inconfundibles sonidos del sexo duro: gemidos, la cama rechinando y aplausos jaja.

-Ojalá se haya puesto condón porque a tu hijo no le gusta usar -le dije a Octavio

-Yo creo que sí, no es pendejo -contestó pensativo- mejor déjame ir a ver.

-Los condones están en la mesa! -le grite divertida

Salió de inmediato de la habitación. Era obvio que quería ver a la puta que mi novio se estaba dando, yo solo me reí ante su forma de actuar tan tonta. Aproveché para bañarme rápido y al salir aún escuchaba la cogida de al lado, yo me sentía muy recuperada entre la siesta y el baño. Pasaron unos minutos más cuando ya no escuchaba nada, fue en eso cuando entró Armando con la verga bien parada y el condón puesto, se veía muy excitado. Me puso de pie y me empezó a besar y acariciar con desesperación.

-Ay mi amor, que caliente te puso la otra puta.

-Casi me vengo, pero te quiero dar mi leche –contestó.

-Cómo quieres que me ponga? Me quieres dar en 4? Es tu favorita -le decía mientras le quitaba el condón y lo empezaba a masturbar.

-Si pero ya ponte! Me urge dejártela bien metida!

-Pues dale papi -le decía mientras me ponía como perra.

Me tomó mis caderas y me la dejó ir con todo y huevos. En toda la habitación se escuchó un enorme gemido que soltamos de forma simultánea.

-Ay pero que ricooo! La traes bien parada Armando! -dije muy puta -te quedaste con dolor de huevos, verdad?! Mmm?

-Te voy a dar toda! Te voy a dejar embarazada! Ohh! Eres mía! Ah! -decía entre gemidos.

-Mi amor! Lléname profundo! Deslechate conmigo! Para eso soy tu novia! Ahh Tu mujer! Tu perra!

-Entonces por qué te cogiste a mi papá?! Eh?! Perra! -dijo esto último dándome una fuerte nalgada que me puso más puta.

-Tú me lo pediste! Ahh! Después sólo fue sexo! Ahh! Ayyy! Soy tuya! Se hombre y toma lo que es tuyo! Ahhh! Mi boca! Mis pechos! Mis nalgas! Mi vagina! Ay ay ay! Soy tuya!

-Ahhhh! -Gritaba mi novio, mientras metía toda su vergota hasta lo más profundo de mi. Me sujetaba con fuerza, temblando y gimiendo mientras descargaba su semen caliente.

Yo me quedé en esa postura, dejándolo disfrutar su eyaculación. Hasta que sacó su miembro y en ese momento empezó a salirse todo su semen. Escurriendo por mis muslos que ya estaban batidos de tanto semen y mis propios líquidos. Él se acostó y de inmediato se la comencé a mamar con mucha fuerza antes de que se pusiera flácida. Mientras él seguía desecho después de semejante eyaculación me quedé admirándolo y reconociendo que sentía amor y respeto por él. Me dejaba pasar de cama en cama, hasta el punto de dejar que su propio padre me embarace porque así lo pedí. Pocos hombres tienen ese nivel de seguridad y depravación para dejar que a su mujer se la culeen en frente de sus narices. Incluso estando ahí, toda extasiada de experiencias sexuales, sentí remordimiento de haberme cogido a hombres de los que él jamás supo ni sabrá nada.

Me puse de pie y salí a la otra habitación, cuándo entre mi suegro se estaba ensartando a una chica morena de muy buen cuerpo, que tenía un antifaz puesto. Me acerque a él y nos besamos riquísimo.

-Dale más fuerte! Dale como la puta que es -le pedí.

Entonces la empezó a embestir más fuerte. Y yo empujaba su culo para que se la metiera con más fuerza.

-Quiero que me dejes a solas con tu hijo.

-Está bien, contestó concentrado en su placer.

De la mesa tomé una pastilla de viagra y me fui a la cama con mi novio, entre y se la di junto con un vaso con agua. Me acosté junto a él y durante varios minutos nos cachondeamos diciéndonos lo muchos que nos amábamos. Después de un rato note que se empezó a inflamar su potente músculo. Entonces le pedí que sentará en la cama y se yo me puse frente a sus piernas abiertas en posición de perra de mierda, con mi culo alzado y mis tetas colgando. Iba a compensar todo y lo haría para hacerlo entender que ya solo sería suya. Me iba a humillar y denigrar como nunca.

-Tú puta te pide perdón por todo lo que ha hecho. Por todos las vergas que me he dejado meter y por toda la leche que he recibo de machos diferentes -agaché mi cabeza con el culo parado y así empecé a besar y lamer sus pies- por favor te pido que me hagas mierda, cogerme sin ninguna vergüenza, hazme lo que te de satisfacción. He sido muy puta con muchos pero te amo. Hazme lo que necesites para perdonarme.

Entonces el alzó su pie y me lo dio en la boca. Yo empecé a chupar su dedo gordo como si fuera un pene, lamiendo y succionando. Lo sacaba de mi boca y se lo escupía para llevarlo a mi boca otra vez.

-Me dejarías ponerme algo? -le dije

Entonces él me sujetó con fuerza del cabello y me acerco hacia él.

-Eres un pinche puta de mierda, te has aprovechado del permiso para coger que te he dado -dijo esto y me escupe en la cara- vete a vestir como la perra arrastrada que eres porque te voy a recordar que verga es la tuya.

Me empujó la cabeza hacia abajo y me sentí entre, molesta excitada y sucia por dejarme tratar así. Me levanté y en el baño rápido me puse un vestido negro muy pegado completamente de malla. Salí y en seguía en el mismo lugar, acariciando su pene.

Me puse en la misma posición de sumisión, y lo miré fijamente.

-Ya decidiste que me vas a hacer? -le dije con actitud triste para después morder mi labio inferior- qué tengo que hacer para que me perdones por ser una novia tan mierda y puta?

El alzó mi cara suavemente y me dio una cachetada únicamente con el peso de su mano. Inconscientes de hasta dónde podía llegar todo, yo le dije: "me han tratado peor mi amor". En respuesta me dio una cachetada que esta vez sí me hizo arder la mejilla y mi húmedo sexo. Creo que a los dos nos prendió eso porque fuimos entrando a nuestros papeles.

-Te han dado hasta para llevar verdad, puta? -dijo dándome otra cachetada- cuántas veces no te abran llenado el hocico de leche

-Pues varias veces, hasta tu papá me dio su leche caliente de desayunar -dije eso él me tomó del cabello para meter con daño a mi garganta su larga y gruesa macanuda, se puso a cogerme por la boca como un animal.

-Eres una cerda, una golfa, una sucia -dice mientras perfora mi boca haciendo que su glande llegue a mi campanilla y aún más adentro. Empecé a tener arcadas muy fuertes pero él seguía. La sacó y fue hacia mis nalgas.

-Ahhh! Ahhh! -grité al sentir dos nalgadas muy fuertes que hicieron botar mi culo- castígame por puta! Ayyy!

-Eres peor! Las putas aunque sea cobran -entonces desgarró mi vestido y metió con mucha fuerza su paradísimo miembro. Me lo embutió con tanta fuerza que causó en mi cuerpo una mezcla de placer y dolor- dime todo lo que te han hecho! Dímelo!

Me jaló del cabello tan fuerte que me dolió, me empezó a dar unas nalgadas que me tenían seguramente ya el culo bien marcado y rojo. Me estaba dando tan duro que sentí como si me estuvieran domando tal cual yegua rebelde.

-Mi amor! Ayyy! Ayyy! No tenemos tanto tiempo! Ayy! Ahh! Viólame sin misericordia! Quiero que me dejes rota! Ahh! -gritaba como poseída- perdóname!

Entonces escupió en mi culo y me fue metiendo un dedo, escupía y empujaba su saliva con su dedo. Así estuvo mallugando mi ano mientras me penetraba con fuerza.

-Chúpamela, mierda! -dijo saliendo de mi y llevando su verga a mi boca.

Cuándo se la iba a chupar me sujeto muy fuerte del cuello -así no perra, no quiero que me pegues una de tus infecciones, ve por un condón.

Entonces me aventó y yo me levanté por el preservativo. Regresé y de rodillas se lo empecé a chupar para que el látex resbale bien rico en el pene de mi legítimo hombre. Puse el condón y se estuve chupando mientras nos veíamos a los ojos, sacaba su verga y la estrellaba en mi cara como una vulgar perra.

-Quiero que me violes, reviéntame como una sucia golfa, no te detengas hasta que me estés llegando al útero -le decía entre chupadas- si otros hombres me han usado sin consideración, tú también hazlo, te amo mi amor, eres mi único hombre y quiero que me revientes las entrañas y eyacules con tanta fuerza que ningún otro pueda igualarte.

Me la metí con fuerza hasta que sus huevos quedaron descansando en mi barbilla y cuando la saque le dije: "Yo sé que tú puedes semental"

Me volteó y dándome un azote en la espalda me puso en 4. Abrió mis nalgas hasta dejar muy expuestos mis rincones más privados, dejando en claro que él tenía libertad para hacer uso de ellos a placer. Escupió en mi ano y me la dejó ir hasta que topo la base de su pene con la parte externa de mi ano, sentí como se hincho mi recto hasta una profundidad considerable, debido a la verga que en ese momento lo ocupaba.

-Esto querías? -decía dándome unas buenas metidas- eh puta! Esto te encanta?! Por esto me fallaste?! Por andar de puta!

-Por favor! Perdóname! Por favor! Por favor! Ahh! Ahh! Mi amor! Por favor! Ahhh!

-Te voy a destruir hasta el alma! Eres una cerda! Ahhh! Una ramera! -me decía dándome con tanta fuerza que me estaba haciendo doler- seguramente te cogiste a los de tu trabajo! Con amigos! Con todos maldita puta!! Ahhh!

-Siiii! Ahhh! Ahhh! Hice muchas cosas con otros hombres! Ayyy! Me he cogido con varios! Por favor perdón! Ahhh! Destrózame! Viólame! -gritaba sintiendo cada embestida brutal- si me amas quítate el condón! Ahhh! Por favor mi amor!

-Cállate puta! -dijo tirando con fuerza de mi cabello y dejándomela ir con todo y huevos- a las putas se les coge con condón! Ahhh

Empecé a sentir su descontrol, me daba con más ímpetu y me nalgueaba con una fuerza excesiva

-Como me tienes me han puesto varios! Ahhh! Ah! Hasta tu papá! Perdón! Perdón! Seré tuya! Tú puta! Haré lo que quieras! Ahh

Sentí como salió y un segundo después me la metió en la vagina. Esta vez no traía preservativo, me dio unas penetradas más y dejando su glande en mi útero empezó a eyacular.

-Fany!! Ahhh! Ahhh! -gritaba mientras inyectaba semen caliente en mi intimidad.

-Siii! Así! Termina!! Ahh! Soy tu puta! Solo tuya Armando! -decía soportando tremendo macho.

-Ahhh! Ahhh! Puta! Ahhh! Mía! Mi puta.

Me fui de cara contra el colchón y deje mis nalgas paradas para que pudiera seguir eyaculando y estimulándose a placer.

Se paró y limpió su pene con papel. Estábamos sudando mucho.

-Qué hacemos con tu papá? -pregunté

-Pues ya estamos aquí, pero en después de esto solo vas a coger conmigo.

Me levanté y de rodillas le quité el papel y limpié su pene con mi boca.

-Sólo haré lo que me pidas -dije eso dándole un beso en el glande.

-Quiero que te cojas a mi papá bien rico como despedida- sentenció.

Durante las siguientes horas seguimos teniendo relaciones sexuales sin problemas, incluso me fui a una habitación solamente con mi suegro. Estuvimos casi una hora haciendo todo lo posible para estimular el placer de aquella despedida. Le dije que no habría más entre él y yo. Lo entendió y me dio una cogida de despedida buenísima, después de orales, caricias y cambios de posición, todo terminó con los dos gritando mientras llenaba de esperma mi vagina.

La sesión continuó, hubo cambios de parejas muchas veces y cuando la prostituta se fue me hicieron doble penetración una última vez. La última vez que iba a disfrutar a padre e hijo dentro de mí. Sin condones, sin vergüenza, sin tabúes ni reproches.

(9,56)