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Viaje de hermanos Ana, Juan y yo (hermanos-hermana)

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Estimado Luisfa, luego de varios años de amistad e infinidad de intercambios de mail, me decido a contar mi historia, historia que por primera vez, alguien que no forma parte, se entera de ella, estuvo guardada bajo siete llaves por respeto a los involucrados.

Como bien sabes, me dedico a realizar fotonovelas erótico -pornográficas hace mucho tiempo (agradezco tus aportes a ellas)

Para poner en contexto a los lectores estas fotonovelas están compuestas por fotos pornográficas, relatando esa historia con globos que van narrando el dialogo. Estas se crearon en Italia a fines de los cuarenta, extendiéndose en popularidad por Francia, España y luego se diseminaron en Latinoamérica, siendo México donde más éxito tuvo.

La intención de estas, es crear contenido para que quien la lea pueda, mediante su fantasía ser ese protagonista.

Hecha la presentación de rigor, te entrego mi historia para que hagas un relato, va en agradecimiento a tu buena voluntad y tiempo invertido en brindarme apoyo y material para poder expresarme en mis comics.

Nacidos en el seno de una familia de laburantes, solo los tres hermanos, teníamos una obligación, estudiar. Nuestros padres dicen siempre que es fundamental el estudio para poder ser alguien en la vida y viendo el esfuerzo de ellos para que lo podamos hacer, todos nos dedicamos a no defraudarlos.

Tres hermanos, Juan, Erik (yo) y Ana (la menor). El mayor y la menor estudiantes de Educación Física y quien escribe estudiante de Filosofía.

Habiendo terminado el periodo de estudios, nuestros padres le pidieron prestada la casa que tienen en el campo mis tíos para compensarnos el esfuerzo durante todo el año, cosa que accedió a facilitar la vivienda ya que ellos irían en otra fecha.

Luego de la despedida de rigor, montamos en el vehículo de Juan para comenzar a recorrer los trescientos y pico de kilómetros que nos separaban del lugar. El viaje fue placentero, nos reímos mucho y hasta mi hermano me prometió que me iba a iniciar en el manejo, hablamos de amoríos y proyectos. Yo muy escuetamente les conté de mi hobby, no quería que pensaran que era un pervertido, por eso les explique bien el concepto de lo que hago.

Ya arribados a la finca, acomodamos todo para nuestra estadía, repartiendo los dormitorios, la casa tiene varios de ellos por eso decidimos ocupar tres contiguos, elegimos los tres de la planta alta, cenamos algo rápido y nos fuimos a descansar para arrancar al otro día a full.

Ni bien nos levantamos hicimos desayuno y mis hermanos se fueron a correr, aprovechando la soledad tome mi laptop para hacer el final de la novela que estaba escribiendo, busque fotos en internet y estaba poniendo los diálogos cuando llegaron, todos transpirados y al grito de “cambiarse para la pileta” “el ultimo cocina”, ni lerdo ni perezoso me puse la ropa de baño y salí corriendo, llegamos casi juntos al agua, pero quien debía hacer el almuerzo era Juan.

Me detuve a observarlos como se divertían en el agua, pero puse especial atención en mi hermana, como había crecido Ana.

Esa diminuta malla que dejaba ver su redondo y firme culo, que se bamboleaba a su paso y dos preciosas tetas, que por su edad se veían duras, daban ganas de tomarlas, el pelo largo por debajo de los hombros se adhería a su rostro por efecto del agua, tapando esos hermosos ojos azabache.

Luego del refrescante baño, almorzamos lo que habíamos llevado, al no quedar más provisiones nos fuimos con mi hermano mayor a la proveeduría para hacer una compra y tener para los cinco días que nos restaban.

Esa tarde transcurrió todo con normalidad, salvo algunos pequeños detalles que observe en mi hermana, no estaba como es habitualmente conmigo, diría estaba más cariñosa, hasta hizo una cosa que hasta el día de hoy no me había pedido nunca.

-Erik por favor me podes traer la ropa interior que me olvide en la cama y una toalla grande.

-Si Ana ya te llevo.

Al ingresar en su habitación estaba la ropa interior, un corpiño y una diminuta tanga color blanco junto a una remera y una calza corta, los tomo y se la quiero dar desde afuera.

-Pasa nomas estoy aun en la ducha.

Al ingresar y para mi sorpresa, la cortina muy sugerentemente estaba en una posición que me dejaba apreciar su desnudo cuerpo, pudiendo ver su depilada vagina, comprobando lo que me imaginaba, la dureza y firmeza de sus redondas tetas.

Ya con mi miembro totalmente duro, me retire para ayudar en la preparación de la cena, luego merecía una ducha y una paja a nombre de Ana, quien sería mi musa inspiradora del día de la fecha.

Luego de la cena nos retiramos cada uno a su cubículo, yo por lo pronto a terminar o iniciar el final de mi próximo trabajo, para después bañarme y dormir relajado.

Me senté como una hora redondeando la historia, fui al baño y luego a mi cama, al entrar en la habitación la veo a mi hermana sentada observando la fotonovela a medio terminar, sorprendido le disparo.

-¿Ana que haces ahí?

-Viendo como sigue la historia.

-Pero…

-No te hagas problema, somos grandes, no sabía de tu calidad de escritor, ¿hace mucho que lo haces?

-Si, hace rato que escribo y publico en internet.

-Y estas historias ¿son ciertas?

-No, todas salen de mi imaginación.

-Esta, que leí hoy por la tarde, me pareció excitante, al punto que tuve que “ayudarme” un poco.

Se paró muy lentamente y me sorprendió con un beso en la boca en un principio me resistí, pero ante su insistencia no pude evitar ceder a los impulsos, la abracé y correspondí su beso. Tomándola del culo pude sentir por primera vez su firmeza, la atraje hacia mí para que nuestros sexos se tocaran, ella sintió como iba creciendo mi miembro, bajo su mano hacia él y sobando por sobre el short dijo algunas palabras que no comprendí, para ir metiéndola por debajo hasta poder tomarlo con firmeza.

Besándonos fuimos sacando las prendas que nos cubrían hasta quedar piel a piel, subió una pierna a la cama tomo nuevamente el miembro y lo frotaba contra su vagina húmeda por demás, iba de arriba hacia abajo, quería perderse en el interior pero ella no lo dejaba.

Abandonando todo se arrodillo entre mis piernas para hacerme una mamada de película, mientras succionaba y lamia, su penetrante mirada se clavó en la mía, su gesto lascivo me hacía hervir la sangre, estábamos en lo mejor del comienzo del sexo que pensábamos tener cuando nos dimos cuenta de la presencia de Juan observándonos, su mano derecha estaba con su verga que iba y venía, Ana le hizo señas para que se una, Juan no se hizo de rogar y se acercó con pasos torpes producido por querer sacarse la ropa caminando.

Tomando los miembros con ambas manos se ubicó entre ambos para poder, con total comodidad, lamer ambos miembros duros como una roca, alternaba entre uno y otro, a veces nos acercaba para intentar engullir los dos con una habilidad de profesional, que yo solamente había visto en las películas porno.

La excitación reinante en el ambiente iba in crescendo, su vagina dejaba escapar gotas brillantes que descansaban en la parte interna de sus muslos, primero descargo Juan, varios chorros de semen impactaron entre sus pechos, algún hilo del espeso líquido quedo colgando de su pezón derecho abandonando mi verga tomo su teta acercándola a la boca para lamer el producto que pendía de ese rosado y duro pezón. Una vez que lo probo, ya no hubo un detenerse, volvió a la tarea con el mío más ávidamente retomo la tarea con mayor intensidad para hacerme explotar dentro de su cálida boca sin desperdiciar ni una gota. Una vez que finalizo la degustación de mi producto, con sus dedos recogió lo que había depositado mi hermano y se lo llevaba en ellos para también sentir con más intensidad su sabor.

Entre los dos la levantamos del piso y le llevamos a la cama, mientras yo me encargaba de su vagina, mi hermano lo hacía con el resto del cuerpo, ocupando su accionar mayormente en las tetas y sus hermosos pezones.

Mientras succionaba su clítoris duro y palpitante introduje dos dedos en su cavidad vaginal produciendo un orgasmo impresionante, se contorsionaba y temblaba de pies a cabeza quedando tendida en la cama como si se hubiera desmayado.

No voy a decir que no nos asustamos, volvimos a tomar nuevamente la compostura al escucharla hablar.

-Guau, es el mejor orgasmo que he tenido en mi puta vida, no me equivoque cuando pensé que sería así.

Volvió a tomar nuestros miembros, siempre acostada entre medio de ambos, nos masturbaba suavemente, intentando que se endurecieran de nuevo, le costó trabajo y tiempo, pero lo logró.

Una vez recompuestos nos pidió que la penetráramos, Juan quiso probar el sabor vaginal de Ana, cosa que ella no puso oposición.

Le hizo un sexo oral que la tenía en un solo gemido.

Juan la levanto en vilo poniéndola de perrito, me hizo acostar debajo de ella, quien también se recostó sobre mi cuerpo, mi hermano tomo mi miembro y lo ubico en su vagina para que la penetre, poniendo también el suyo en ese agujero precioso, mi delicada hermana estaba recibiendo dos al precio de uno y por los gemidos y gritos de placer lo hacía de buen agrado, en realidad no pude saber cuántos orgasmos tuvo, pero fueron varios.

Cuando ya estaba por descargar yo, mi hermano paro y me pregunto.

-¿culo, vos o yo?

-Por favor que sea Erik, la tiene más pequeña.

Sin saber que hacer ¿reír o llorar? cambiamos las posiciones , Juan lubrico con una crema que tenía yo en mi mesa de noche, tanto el esfínter de mi hermana como mi miembro (era la primera vez que un hombre tocaba mi verga) luego de poner muchísima crema la dilato suavemente con sus dedos y acerco mi pene a ese agujero tan deseado por la gran mayoría de los hombres, debo reconocer que me deje llevar por la excitación del momento y lo introduje todo de golpe, provocando un grito de dolor a mi hermana, pare en seco y me quede quieto.

Pasados unos minutos dijo.

-Ya está, para la próxima hacelo con más cuidado animal, ahora espero que me cambies ese dolor por placer.

Comencé bombear muy suavemente, que bien se sentía el culo Ana, la lubricación excesiva hacia todo más rico. Juan comenzó, con un poco de dificultad a introducir su aparato en la vagina.

Para que la danza sea perfecta cuando uno salía el otro entraba, esta vez el que primero lleno las entrañas de Ana con su semen, fui yo, ella acuso recibo del líquido gimiendo como loca, lo que hizo acabar a Juan también, y ella nuevamente comenzó a temblar, en este punto creo que es su manera de avisar y expresar sus múltiples orgasmos.

Rendidos por el esfuerzo quedamos todos recostados de lado en la cama por un rato pequeño.

-Me voy a dar un baño, miren como me dejaron.

Al levantarse, tenía semen en el pecho, tanto de su culo como vagina salía nuestro fluido a borbotones, quedando como muestra las manchas en el piso.

Al otro día al levantarnos hablamos sobre lo sucedido, convenimos que ninguno tenía culpa de haberlo hecho, la pasamos bomba y lo que vendría sería mejor, nuestro secreto de hermanos.

Los días y noches restantes, Ana “dormía” un día con uno y otro día con el otro, lo hicimos solos en la pileta y también los tres juntos, en casi todas las habitaciones de la casa, en realidad donde se nos venía en ganas, la verdad no sabíamos con Juan, ni se nos había ocurrido ni pasado por nuestra mente lo sexual que era nuestra hermana.

De regreso a casa siempre encontrábamos alguna ocasión para tener sexo, tanto mi hermano como yo, cuando queríamos estar los tres juntos íbamos a un hotel.

Cada vez se hicieron más frecuentes las escapadas a la casa de campo de nuestros tíos, nuestros padres felices que, como hermanos, nos lleváramos tan bien.

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