Mi tío me enseñó a masturbarme y a descubrir mi sexualidad, pero aún mejor me permitió aprender con mi tía cosas tan perversas ¡que jamás las olvidare!
La primera salida de mi hermana fue condicionada por mi mamá para que hiciera de chaperón, fue inolvidable para ambos, al regresar me regaló un placer difícil de olvidar.