La revancha (05): Marcadas a fuego
Dóciles y sumisas entráis en el recinto, todo está oscuro, apenas oís algún susurro, si hay gente está callada. Os ponen bajo el único foco encendido, iluminadas esperáis inquietas, de pronto, suenan unos cascabeles, al poco rato, otros, y otros más, en apenas un par de minutos, decenas de ellos...