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Primo versus primas

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Antes que nada, este relato tiene cosas muy fuertes. Ya aviso de antemano.

Tamara y Marta eran hermanas, su primo Carlos iba a pasar el verano con ellas como cada año. Su tía les había dejado a solas ya que eran todos mayores de edad. Lo que no sabía era la relación que había entre ellos ya que habían perdido su virginidad juntos. El chico disfrutaba desde hace un par de años de aquellos maravillosos culos que empotraba con su polla. Estaba muy bien dotado, un pene largo, grueso, con un buen par de huevos bien cargados y una mata de vello en su entrepierna.

-Ven aquí primita que hace mucho que no te doy lo tuyo -dijo quitándose su bañador dejando su enorme virilidad al aire. Se la acarició por encima para darle una mayor rigidez a su polla.

-Me la metiste ayer mismo, además deberías tratarme mejor. Me duele el culo siempre que me la metes tan fuerte -se quejó Marta.

Pero el chico no hizo caso y se la metió de golpe haciendo que diera un fuerte grito. Tamara bajo corriendo a ver que sucedía y al ver aquello suspiro. Era algo típico follar entre ellos pero no le gusto ver a su preciosa hermana ser empotrada de esa forma tan bestia. Ella estaba al borde del llanto.

Ambas tenían cuerpazos y eran casi unas modelos. Su primo tenía cuerpo atlético, buena cara y una gran polla. Al principio y cuando empezaron aquella relación el chico se portaba muy bien con ellas pero estaba claro que se le había subido el ego a la cabeza.

-Mas... despacio... -rogaba ella.

Pero Carlos estaba tan en la gloria que no hizo caso y finalmente eyaculó tras unos cuantos minutos. La dejo metida durante unos segundos para después sacarla ya flácida que igualmente era enorme. Le dio un azote a su prima y se marchó de manera egocéntrica.

-Joder... como duele -Marta se sobaba el culo mientras aún salía el semen.

-Escucha, no podemos dejar que sea tan bestia. A mi me follo hace tres días y aún me duele el coño -Tamara se sobaba su coño por encima del bañador.

-¿Y qué hacemos? -pregunto ella.

-Ya se me ocurrirá algo -respondió pensativa.

El joven por su parte seguía igual, follaba cuando quería, cuando ellas no estaban se masturbaba porque sentía la necesidad de descargar. Le encantaba ir desnudo por la casa mientras su enorme polla se meneaba de un lado a otro. Era genial poder estar en pelotas. Incluso algún día que fueron unas amigas de sus primas salió de la ducha solo con la toalla en la cabeza enseñando su virilidad y disculpándose con sus amigas porque pensaba que estaba solo cuando sabía perfectamente que era mentira.

Las chicas estaban algo ya cansadas del comportamiento tan egocéntrico y prepotente de este. Pero no sabían que podían hacer. Hasta que un día llego corriendo Tamara con algo en sus manos, su primo dormía así que era el momento.

-¿Qué es eso? -pregunto su hermana.

-Mira lo que dice -contesto.

Marta leyó lo que decía las instrucciones y luego miro a su prima esbozando una sonrisa.

-¿Esto puede ser verdad? -pregunto feliz.

Ella asintió.

-Es algo temporal pero funciona de verdad. Los efectos duran... una semana solo -examinó las instrucciones del bote y allí estaba, solo una semana. Pero era lo suficiente para darle una lección a su primo.

Sin duda era la solución a sus problemas. Además estaba durmiendo por lo que era el momento adecuado. Con cautela entraron a su habitación, dormía completamente en pelotas y eso les ahorraría tiempo. Se subieron con cuidado de no despertarle. Sus peludos huevos reposaban sobre las sábanas, eran como pelotas de tenis.

-Bien, hazlo -susurro Tamara.

Marta abrió despacio el bote, metió la mano para untarse bien de crema. Luego agarro la polla flácida de Carlos y paso la crema azul por toda ella incluyendo sus grandes huevos que vistos así eran impresionantes. Al sentir las caricias no pudo evitar ponerse duro y se puso erguida ante la vista de las chicas. Ella masajeo todo bien haciendo una paja y asegurándose de que la crema se colaba por la uretra. El joven al cabo de unos segundos eyaculó expulsando muchos chorros mientras estaba dormido ante la mirada de ellas que no imaginaban tal corrida.

Luego su polla volvió a ponerse flácida y más pequeña.

-Muy bien ya está, vamos -dijo su hermana.

Ambas salieron con una sonrisa mientras el joven seguía allí tumbado sin saber lo que estaba por venir. Al día siguiente sucedió lo primero. Carlos salió desnudo a darse un baño cuando vio a sus dos primas desnudas y tumbadas en la hamaca. Sin dudarlo se acercó a Tamara, aquel precioso culo tenía que ser suyo.

-Oh primo, ya tenía ganas de tu polla -dijo en un tono erótico.

Con aquel tono no pudo resistirse, restregó su polla en las nalgas haciendo gemir a su prima que estaba encantada. Cuando se la iba a meter algo ocurrió, su polla empezó a perder su dureza y poco a poco se quedó flácida. Seguía siendo grande pero sin estar dura. Se había desinflado.

-¿Primo?, ¿a qué esperas? -pregunto sensual.

-No tengo ganas ahora -respondió volviendo al interior de la casa confuso.

Marta que se había hecho la dormida había podido ver todo y se lo comentó a su hermana para después echarse ambas a reír.

-Falta lo mejor -comentó Tamara deseando que llegara ese momento.

Esa misma tarde, Carlos se fue a la ducha pensando en lo ocurrido. ¿Un gatillazo?, no podía ser, él era un hombre y estaba en la flor de la vida, esas cosas no le podían pasar a él. Se llevó la mano a su polla y la comenzó a masturbar como siempre hacia cuando veía porno. Al cabo de unos segundos se puso dura y este se sintió aliviado. Sus primas observaban todo por unos agujeros que hicieron para poder verle.

-Que gusto -susurro este mientras se masturbaba ahora mas duro.

Pero algo ocurría, su polla perdió la dureza de nuevo y cayó flácida. Ya iban dos en un mismo día. Aquello no le podía estar pasando a un tío como él.

-Sera este calor -pensó para tratar de convencerse. No estuvo de buen humor el resto del día y eso se notaba ya que ignoraba a sus primas o incluso discutió un poco aunque luego se disculpó con la excusa de que estaba cansado y con dolor de cabeza.

El día transcurrió sin más pero Carlos estaba muy callado. Al día siguiente el joven se bañaba como era costumbre completamente desnudo y nadando para hacer ejercicios. Escuchó unos ruidos y pronto aparecieron sus dos primas con dos amigas con cuerpos de infarto. No se había dado cuenta de algo muy importante, que estaba desnudo y la crema ya estaba haciendo el efecto deseado por las chicas.

-Primo ven a saludar -dijo Tamara.

-Eso, que ellas quieren ver tu polla -dijo Marta.

Al decir eso el joven supo que el momento de mostrar que era un hombre era ese. Salió de la piscina sonriendo, cuando dejó al descubierto su virilidad lo que escuchó no fue lo esperado. Todas estallaron de risas y señalaban hacia su entrepierna. Él miro y para su horror su polla ahora era una pilila de apenas unos pocos centímetros.

-Oh dios me meo de risa -dijo una de sus amigas llorando de risa.

-¿Tan fría está el agua? -pregunto la otra.

-Oh dios que pequeña -dijo juntando los dedos.

Tamara y Marta reían felices de ver que su plan había funcionado. El resultado era mucho más de lo esperado y no dudaron en burlarse mientras este llevaba la mano a su empequeñecida polla. Marta se acercaron y se colocaron detrás suya. Tocaba la última parte de su plan. Le retiro las manos y se las colocó atrás rápidamente para evitar resistencia.

-¡Esto por el culo de mi hermana! -alzo su rodilla e impacto en sus pelotas haciendo que diera un alarido y perdiera fuerzas.

Carlos sentía como sus huevos le dolían mucho, era horrible aquel dolor.

-¡Esto por mi culo! -le dio otra como venganza.

Desde hace tiempo aquel primo cariñoso se había transformado en un hombre prepotente y tocaba educarlo.

-¡Y esto para que aprendas a tratar bien a las mujeres! -le dio una fuerte patada que lo tiro al suelo ya que Marta dejo de sostenerle. Sintió como sus gónadas se subían a su estómago.

Las amigas no paraban de reír, le daban lastima pero se lo tenía merecido.

-Vamos chicas -comentó Marta.

Ambas agarraron cada una el culo de una de sus amigas y se despidieron del joven mientras se mofaban de su polla. Carlos no supo cuanto rato estuvo allí tirado agarrando sus huevos. Cuando se levantó como pudo entró su tía al patio con unas amigas que había invitado y al ver aquel espectáculo se echaron a reír ante la mirada de este que no sabía dónde meterse.

-Sobrino, ¿qué es esa colita? -pregunto mirando su pene.

-¿Es tu sobrino?, pues vaya cosa más ridícula tiene -su amiga se unió para luego reír.

Carlos estaba desnudo, con su polla encogida y delante de las mujeres que tenían un cuerpo de infarto. Quiso salir de allí pero fue agarrado por el brazo, no pudo resistirse debido a la falta de fuerza por el dolor de huevos. Fue colocado en la hamaca boca arriba. Lo peor estaba por venir.

-No creas que no sé cómo has tratado a mis hijas. Debo castigarte -dijo con una sonrisa.

El joven sintió un escalofrío por todo el cuerpo, ni se imaginaba la vergüenza que le iban a hacer pasar aquellas mujeres adultas. Mientras tanto, en sus habitaciones Tamara y Marta follaban con sus amigas. No eran lesbianas pero sentían la necesidad de hacerlo con ellas ya que tenían mucha confianza y tenían mucha más experiencia que ellas. El placer de hacerlo sabiendo lo que habían hecho a su machito primo les dio oleadas de orgasmos intensos.

Amarrado, desnudo y delante de las mujeres que no paraban de burlarse de su pene. Así se encontraba Carlos.

-Vamos con el primer castigo -dijo su tía.

Acercó la maquinilla hasta sus pelotas y le rasuro toda la mata de vello púbico de la cual siempre había estado orgulloso dejando a este completamente pelado. Ahora su virilidad parecía la de un bebé sino hubiera sido por sus enormes huevos que estaban de color casi azul.

-Que cosa más pequeña, ahora sin el pelo incluso más ja,ja,ja -decía una de las amigas en bikini.

No se podía mover al estar atado y deseaba salir de allí. Las lágrimas se derramaban por su cara pero dejo de llorar para empezar a rogar. Aquello que llevaba su tía no le gustaba nada.

-¿No te gusta lo que ves? -completamente desnuda y con las enormes tetas al aire, traía un dildo en su cintura.

-No, por favor no. No quiero eso -dijo comprimiendo su ano.

-Shhh, ya verás cómo te gusta y todo -ella echo un líquido por encima.

A pesar de que Carlos opuso resistencia acabo siendo penetrado por su tía mientras soltaba un gran grito de dolor. Era enorme, incluso más que cuando su polla estaba empalmada. Sus dos primas observaban todo desde la ventana e incluso grabaron toda la secuencia. Ella embestía mientras disfrutaba dominando a un joven viril.

Al cabo de unos pocos minutos y ante la negativa del joven, este eyaculó unas pocas gotas ante la risa de las mujeres que se fueron turnando para penetrarle. Luego, le quitaron las cuerdas y el joven apenas podía mantenerse en pie.

-Esto para que no olvides que debes respetar a las mujeres-le agarro de las pelotas y las jaló hacia abajo provocando una fuerte sacudida.

Carlos cayó al suelo y se desmayó tras tanto dolor. Cuando despertó, lo primero que sintió fue dolor al ver sus pelotas inflamadas encima de una bolsa de hielo. Delante suya estaban sus primas.

-¿Te duele mucho primo? -pregunto Marta con tono sensual.

-Oh, debe ser doloroso tener algo así -acarició sus testículos por encima.

Estuvo una semana sin apenas poder andar, era tal el dolor que tenía que comer en la cama y solo levantarse a mear. Fue la semana más horrible de su vida pero podía ver que sus huevos cada vez iban a mejor. Pero lo mejor vino cuando su pene recuperó la normalidad, era igual de grande que antes.

-Dios que alegría tenerte de vuelta -se dijo mirando al espejo.

Salió casi corriendo, su tía y sus amigas estaban en topless tomando el sol. Sus primas estaban dándose un chapuzón cuando el joven salió con la virilidad al aire, presumiendo que le colgaba una gran polla.

-Mirad el pedazo de polla que tengo -comentó egocéntrico.

Luego sacando pecho se metió dentro y fue a su cuarto a hacerse una paja. Necesitaba descargar todo. Para mayor seguridad se fue al baño, cogió el móvil y allí de pie frente al urinal se puso a cascar su pene.

-Si... dios... oh... joder... -gozaba viendo un par de videos porno.

Entonces sintió algo en sus bolas, una mano se cerró sobre ellas.

-Eres un cochino, ¿te hecho una mano? -agarro ahora su polla y la comenzó a masturbar. Marta sabía cómo hacer una paja.

Iba a decir algo pero el placer era demasiado grande, su respiración cada vez era más rápida y apenas podía pensar.

-Esta vez solo la has tenido pequeña una semana. Pero si te vuelves a meter con nosotras, o nos haces daño... te quedarás sin tus bienes más preciados-aquella frase fue precedida por grandes chorros de semen que dieron en la taza.

Carlos recuperaba el aliento. Tamara entro y no pudo reír al ver la escena.

-Tenemos el video donde nuestra madre te folla este culo- le metió el dedo suavemente.

-Si, y si te portas mal tus amigos lo verán... -susurró Marta.

-Tienes una gran polla, sería una lástima quedarte sin ella -le paso la mano y jugo con su glande sin que Carlos pudiera pensar ya que estaba como ido por la paja.

Luego le dieron una pequeña palmada en sus nalgas y se marcharon.

Una vez recuperada su hombría aprovecho una tarde para vengarse. Marta estaba desnuda leyendo encima de la cama, momento que aprovechó él para entrar con cautela completamente duro. Su polla no iba a parar aquella vez. Como un toro, la agarro empujando de golpe dentro de su ano, para evitar que chillase le puso la mano en la boca.

Le dio unas cuantas embestidas y luego eyaculó tanto que se salió de su culo al repetir su enorme virilidad. Marta estaba llorando con la cabeza en la almohada.

-Que te quede claro, mientras tenga esto, yo mando -dijo agarrando sus huevos.

Entonces sintió un gran dolor, Tamara le había electrocutado las pelotas desde atrás con una pequeña pistola que llevaba para defensa personal. El joven casi echaba espuma por la boca inconsciente.

Marta enfadada y con lágrimas, le dio un pisotón en los huevos a modo de venganza. Al hacerlo estos se subieron al abdomen.

-Basta Marta, tengo una idea -dijo con una sonrisa macabra en su rostro.

Su tía regreso con una amiga, lista para follarsela con un dildo cuando se encontró a Carlos desnudo encima de la cama. Pero lo más sorprendente es lo que le habían hecho las chicas. Le habían estirado el escroto vacío y pegado a su ano, para evitar que volvieran sus huevos al sitio le habían puesto una pequeña cuerda. Por último, su enorme polla estaba pegada hacia su estómago.

-Oh dios... debe ser doloroso -Carlos se sacudía adolorido aunque inconsciente.

Ambas jóvenes explicaron lo sucedido.

-Ya veo, ahora iros a la piscina, debo arreglar esto. Lo lamento por él-comento ella.

Carlos despertó a las pocas horas, le dolía mucho su entrepierna, como pudo fue hasta el baño para mear. Las mujeres estaban tomando café en el comedor cuando escucharon un grito. Enseguida apareció el joven desnudo, allí estaban sus primas, tía y algunas amigas de ellas, que al ver aquel aspecto de su entrepierna, se echaron a reír.

-¿Qué me has hecho? -pregunto horrorizado y señalando su virilidad.

-Estaban muy mal cariño, te los he tenido que quitar -dijo en un tono sensual.

Ahora su polla era minúscula debido a la falta de su escroto. Su enorme polla ya no estaba, había un pequeño garbanzo.

Su tía se levantó y acerco hasta su oído.

-Di algo de lo que ha pasado e irás a la cárcel, pero tendrás que mear sentado -le dio un pequeño pellizco en su diminuto pene. Deseaba que fuera una pesadilla, pero no, era real, había jugado con las mujeres y ese fue su error.

NOTA: Todo esto es ficción y no hay nada de real en ello. Es simplemente un relato más.

Saludos!

(9,60)