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Infidelidad con mi cuñado camionero (Parte 5)

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Volví al piso donde se encontraban los demás y en la puerta del ascensor mi hermana y mi sobrino esperaban para dirigirse a su habitación… 

-Yo: Hola ya se van?

-Belén: Si, vamos a buscar a José para salir un rato a la playa, ustedes quieren venir? O nos pueden buscar más tarde allí.

Yo: No sé, déjame le pregunto a Eduardo y luego los alcanzamos

Pensé “si mi hermana supiera que su marido está dormido luego de la faena que nos dimos hace unos minutos”. Sin embargo le pregunté a Eduardo si quería ir a la playa y disfrutar un poco del mar y él estuvo de acuerdo.

Al salir a la playa notamos lo concurrida que estaba y nos afanamos a alquilar varias sombrillas para sentarnos protegidos del sol pues ya se estaban agotando. Al ubicar a Belén y mi sobrino noté que mi cuñado no estaba con ellos, pero alguien desde el agua nos silbó, era él y mi marido con los niños se fueron corriendo hacia el agua, yo me quedé sola pues Belén y mi sobrino estaban comprando unas cervezas, pero al comprarlas las guardaron en la nevera que teníamos y también se apuraron a entrar al agua mientras yo me quitaba las blusa y el short para aplicarme un poco de bloqueador. De vez en cuando José me miraba a lo lejos y sonreía, el muy maldito sabía que me había doblegado y que tenía con quien follar a parte de su mujer durante sus vacaciones, total, yo también estaba dichosa de ser su yegua y mientras me aplicaba el bloqueador lo miraba fijamente para que viera como me tocaba las tetas en un acto de provocación, de lujuria, de convencimiento sexual, de ser su nueva posesión. Pasaron varios minutos y Edu con los chicos volvieron a la playa a tomar algo, Belén y mi sobrino se quedaron en el agua con José, yo me dispuse a entrar pero a quedarme un poco más cerca de la orilla, de vez en cuando las olas me llevaban hacia adentro y hubo un momento en el que una ola me cubrió toda y José me tomó de la cintura para no entrar en pánico.

José: tranquila cuñada que ya te tengo

A pesar de no ser muy alto de estatura José tenía unas manos grandes y me hizo sentir segura, pero también me calentó mucho sentir como me tomaba de nuevo así como me tomaba cada que nos comíamos. Mi hermana estaba cerca así que retomé mi compostura y me alejé un poco, tal vez esperando que ella y mi sobrino se salieran para acercarme a mi macho y sentirlo de nuevo, así pasaron 10 minutos hasta que Belén y mi sobrino se salieron en busca de cerveza.

José: cuñadita venga para acá, no vaya ser que llegue otra ola y me toque rescatarla de nuevo

Me fui acercando lentamente aprovechando que había mucha gente nadando y flotando alrededor nuestro y eso nos camuflaba al menos para conversar más de cerca. Al tenerme cerca me tomó de la cintura y acto seguido su mano bajó y me agarró una nalga…

José: venga para acá mi amor, mamacita rica como te queda de bien esa tanga, que cuerpazo te gastas cuñadita deliciosa y lo mejor es que todo eso me lo estoy comiendo yo…

En ese momento delante nuestro se estacionó un grupo de personas montadas en un flotador enorme y nos tapó la visual desde la playa, yo aproveché para abrazarme a José, le rodee su cintura con mis piernas y quedé un poco más elevada mientras me cargaba, sonreí y le mordí la boca….

Yo: Hace un ratito nos estábamos revolcando en mi cama y ya quiero que me la metas otra vez y termines adentro mío.

José: no te da miedo que te pueda preñar?

Yo: si eso pasa estaré dichosa de tener un hijo tuyo, sería nuestro secreto, cada que lo veas en reuniones familiares y jugando con todos recordarás que es tuyo y que esa semilla la sembraste en mí.

Nos reímos y nos besamos frenéticamente, la sensación de sentirme su mujer en ese momento era única, él besaba mis tetas sin que nos vieran por encima del bikini, mis pezones estaban durísimos y los mordía por encima de la tela. Me bajé pues ya la gente del flotador se estaba moviendo y no podíamos dar de qué hablar, pero el agua seguía siendo nuestra confidente y metí mi mano dentro de su pantaloneta para tomar lo mío, esa verga deliciosa era mía, la quería besar, la quería saborear…..

José: tú sí que sabes calentarme Norita, cógelo bien, acarícialo que es tuyo mi amor…

Yo: te la quiero chupar, me muero por sentarme encima tuyo y que me llenes de tu leche.

José y yo comenzamos a movernos hacia la playa y mientras íbamos corrió mi tanga hacia un lado y por detrás comenzó a meterme un dedo en la vagina aprovechando que el agua aún nos llegaba hasta el mentón…

José: tienes esa vagina hinchada cuñadita

Yo: tú me la tienes así mi amor… no pares ummm que rico!

Al llegar a las sombrillas decidimos tomar algo pues el sol estaba atacando fuerte y teníamos mucha sed. Mi marido tumbado en la arena, mi hermana Belén comenzó a aplicarle bloqueador a José mientras nuestros hijos comenzaron a jugar vóley playa. Cuando Belén terminó de aplicarle la crema a José este dijo que debía volver a la habitación a buscar el banco de carga portátil para su celular y me miró como si fuera una indirecta para vernos a solas de nuevo, pero para sorpresa nuestra mi hermana de inmediato se le agarró a su brazo…

Belén: Yo voy contigo mi amor, quiero darme una ducha, pues siento mi cabello lleno de arena

Me sentí frustrada viendo como ellos dos se alejaban agarrados de la mano, esperé un poco y le dije a mi marido que también debía ir a la habitación a buscar pastillas para el dolor de cabeza por tanto sol que había resistido…

Eduardo: dale amor, traes pastillas para mí también por favor, yo me quedo acá cuidando de los chicos…

En el camino iba pensando cómo hacer para facilitarle el camino a José y poder echarnos un expreso. Al llegar al ascensor del lobby noté que mi hermana se había quedado consultando unos planes turísticos para conocer la zona costera y el corazón se me aceleró de solo pensar que de la nada se nos presentaba una oportunidad. Al llegar a mi habitación José me esperaba cerca…

Lo miré y le sonreí, al entrar dejé la puerta abierta y esperé...

José entró y cerró la puerta…

Yo: necesitas algo cuñadito?

José: que me la chupes y me dejes follarte

Me abalancé sobre él y nos comimos la boca, como siempre mi cuñado, mi macho, me agarró el culo y me dio varias nalgadas…

José: ese culo en bikini se te ve divino mi amor, no sabes lo provocativa que estás

Yo: quiero que me preñes, te quiero dar un hijo

José: está bien cuñadita, te voy a preñar y me vas a dar un hijo, lo vas a criar con el cornudo de tu marido y tus hijos tendrán un medio hermano, será nuestro secreto.

Me arrodillé y le saqué esa vergota, se veía gorda y venosa, no lo pensé y me metí lo que pude en la boca, era mi juguete, mi propiedad y yo le daba cariño con mi saliva…

José: ufff que boquita de chupona tienes cuñadita, eres la mejor mamadora que he conocido y mira que he tenido mis aventuras en carretera, pero tú eres única…

Me comí su verga, sus huevos y volvía con mi lengua por todo el glande hasta esa cabezota hermosa y colorada, esa verga era la que en un momento me daría placer desbordado y me llenaría de leche. Luego de mamársela por unos minutos me paré y José agarrándome de nuevo del culo me amontonó contra él, yo me abrasé a su cuello y nos besamos, nuestra saliva chorreaba por nuestros mentones…

Yo: Quiero que me la metas, no tenemos mucho tiempo

José me cargó y me llevó hasta el baño, cerramos la puerta y procedió a devorarme las tetas mientras yo me aferraba a su cuello para asegurarme de que disfrutara

Yo: dale mi amor, chúpame los pezones, son tuyos!

José: me muero por verte preñada.

Me giró y me corrió la tanga del bikini y me la metió delicioso, su verga cada vez se sentía más gruesa y yo estaba extasiada de ser penetrada. José me tenía tomada de la cintura mientras yo empinaba más mi culo para facilitarle la tarea, sus testículos chocaban ferozmente contra mi pelvis…

Yo: ahh ajj ajjj ajjj dale mi amor, que rico, que rica vergota cuñadito!

José: regresaste de la playa a buscarme verdad? Ya no puedes vivir sin mí, te hace falta tu macho

Yo: si mi vida, soy una perra en celo contigo, me tienes ardiendo, no me imagino un día sin que me folles, sin que me hagas tuya.

José seguía bombeando mientras nos mirábamos por el reflejo del espejo, mis tetas se meneaban con el vaivén de las embestidas.

De repente sentí que se verga se ponía más dura y supe que estaba a punto de correrse.

José: te voy a llenar de leche cuñadita

Yo: dale mi vida, estoy lista para recibir tu lechita, lléname!

José paró de follarme y comenzó a echarme el cuerpo encima mientras me tenía agarrada de la cintura, de repente sentí cómo su leche me inundaba las entrañas, se sentía tan rico, tan caliente, tan excitante. Yo comencé a menear mi cola y apreté mi vagina para exprimirle todo, la quería toda, no permitiría que se desperdiciara una sola gota de ese semen tan preciado, tan valioso, tan mío.

Finalmente José me la sacó y se sentó en el sanitario para descansar, mientras yo buscaba la manera de que parte de su descarga no se me saliera pero fue inútil, varios hilos de semen me bajaban por las piernas, aun así la mayoría de su leche se había quedado en mi interior. Lo besé y nos reímos, sin importar lo que pasara en adelante.

De pronto escuchamos que abrían la puerta de la habitación, era Eduardo con los niños…

Eduardo: mi amor, estás ahí?

Yo: si mi amor, me voy a bañar, por qué?

Eduardo: Belén está buscando a José y no lo encontró en su habitación, tú sabes algo?

Yo: No mi amor, desde que llegué he estado en la habitación, no he salido para nada.

José comenzó a frotarme su verga en mi cola y yo se la agarré para pajearlo mientras él me manoseaba las tetas

Yo: shh no hables, no hagas ruido

José: que el cornudo de tu marido esté al otro lado de la puerta me la puso dura de nuevo

Me agaché y comencé a chupársela y a limpiársela, me comí sus bolas, esa verga era de dioses

Eduardo: Ok amor, saldré con los niños de nuevo a ayudar a buscarlo, debe estar por ahí coqueteando con alguna chica, ya tu sabes cómo es él, se cree un seductor.

Comenzó a reírse

Yo: jajaja es verdad, se cree todo un semental

Eduardo salió de la habitación con los niños

Mientras me reía miraba a José y le devoraba su vergota. José también sonreía en voz baja agarrándome del cabello y yo le correspondía con complicidad, con total certeza de pertenecerle a ese cuñado mujeriego. Terminé de chupársela y José se sentó de nuevo en el sanitario y mirándome me dio una orden que de inmediato entendí y con cara de perra satisfecha me senté encima suyo para cabalgarlo mientras gran parte de mis tetas se perdían en su boca.

José: Quieres el segundo?

Yo: y el tercero y todos los que quieres echarme mi amor… ajjj mmm mmm ajj dame mi amor, dame con esa pinga hermosa

José: ja, que perra eres cuñadita

Yo: soy una perra en celo, en celo de mi cuñado y dispuesta a lo que sea con tal de seguir así… ajj ajj ajjj que rico mi vida dame dame!

Lo cabalgué mientras me abrazaba a su cuello para no perder el ritmo, su verga estaba caliente y deliciosamente gruesa…

Yo: te voy a dejar de hospital

José sonrió y se abrazó a mi cintura

José: me corro de nuevo!

Yo: la quiero adentro también, todo lo tuyo lo quiero adentro mío

José comenzó a correrse mientras me apretaba la cintura con sus manotas, yo de nuevo apreté mi vagina para sacarle todo. En ese momento su celular comenzó a vibrar, era mi hermana Belén…

José: hola mi amor, si ya se, dame un momento ya voy para allá, es que me detuve en uno de los salones del hotel porque estaban pasando un partido de fútbol, pero ya voy para allá.

Yo seguía sentada encima suyo con mis tetas en su cara mientras él hablaba con mi hermana. José colgó y nos reincorporamos.

Yo: ten cuidado al salir

José: luego nos vemos mi cuñadita, ojalá solos de nuevo

Yo: no veo la hora mi amor

Nos besamos mientras él me agarraba una nalga. Lo acompañé hasta la puerta de la habitación y al salir cerré de inmediato para ir bañarme y así no dar lugar a sospechas.

Que soy una puta? Sí, soy la puta de mi cuñado y qué?

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