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Infidelidad
I

Infidelidad - Pág. 1

Yanet, la esposa del tendero

Aumente mis embestidas, eran con más fuerza y más violentas, ella gritaba, pero también se movía hacia mí, le encantaba sentir mi dureza en su ano, le jalaba el cabello y el daba unas nalgadas, tomaba sus manos y como policía se las doblaba simulando una detención, me hacía hacia atrás para tomar más vuelo y darle más rico, mi verga ya la empalaba por completo.

Ayudando a mi comadre

Se puso en cuatro en el sofá, yo con una pierna arriba y otra en el piso, la tome de sus nalgas abriéndolas un poco y le penetre con fuerza, me movía rápido, sentía como mi verga entraba profundo, ella movía riquísimo su trasero, su movimiento de cadera me generaba una sensación extraordinaria, le daba de nalgadas, le apretaba los muslos, estaba gozando a mi comadre

Tu esposa me agrada

No te imaginas cómo aprieta cada vez que ve nuestro reflejo al coger, quizás ni sentirías la diferencia ahora que esta panochita ya agarró la forma de mi verga, ¿no la sientes más floja últimamente? Yo sé que todavía lo intentas y no puede venirse ni una vez contigo, pero no te preocupes, para eso estamos acá, ya la oíste

Kenia, la novia de mi mejor amigo

Me empujaba fuerte, nos besábamos como locos, nos acomodamos sentados y ella se movía riquísimo, su movimiento de cadera era magnifico, yo le ayudaba apoyando mis manos en su cintura y nalgas, Kenia se empujaba magnifico y me daba una rica semi cabalgata.

El seductor (parte 2)

–Esta noche te voy a hacer el amor. –Le dijo Francisco, con un tono coqueto, pero más serio, dominante, casi amenazante. Carla dio un fuerte suspiro, acompañado de un gemido muy suave. Esas palabras la empezaron a poner frenética. Sentía como todas sus fantasías podrían volverse realidad, se pensaba finalmente entregada a aquel hombre que la amenazaba con poseerla.

Un desahogo desesperado tras el máximo error

Me llamo Alexandra y tengo 29 años. Soy médico y trabajo en un hospital importante de Madrid. Escribo este texto para contar la historia que marcará mi vida para siempre. Desde la facultad de medicina salgo con Felipe, un chico encantador con el que he compartido mi vida desde entonces. Nuestra relación no es solo sentimental, también somos los...

Oficina caliente

Se acercó lentamente como cuidando sus pasos, se notaba nerviosa, poco a poco la fue acariciando, primero tímidamente, como una niña si no sabe si el juguete que le ofrecen en verdad es para ella. Después la tomó en sus manos y la levantó, la observó minuciosamente. Yo la miraba sin decir nada, solo observando sus reacciones

El seductor (parte 1)

Terminaron la noche y salieron del restaurante. Francisco puso su saco sobre los hombros de la joven, y aprovechaba la ocasión para abrazarla y acariciar sus hombros con suavidad. Como las reglas indicaban, ambos fueron hasta la habitación de él, 567. Allí se despidieron, esta vez Francisco tomó a Carla de su mejilla, con dulzura, y se acercó para besar

Nuevas experiencias de casada

Sé que Juliana pasaba por la misma situación que yo estaba viviendo, ver cómo me la metían y tragarse mis jugos y los de Andrés revueltos, claro sin poder protestar ninguna de las dos, ella por vagabunda profesional seguramente y yo por estar obligada a ser sumisa, extorsionada por José, para que no le entregara pruebas de mi infidelidad a mi esposo.

Fernando, el novio de mi hermana

Sus manos acompañaban a mis bragas hacia la salida, ya pasadas las rodillas, flexionaba estas para que salieran por mis pies descalzos, sentía su pene detrás de mí como una barra de acero golpeándome las nalgas, su bóxer en el suelo hacía tiempo que había caído encima de mis bragas haciéndolas también el amor, los dos desnudos en la terraza atendiendo solo a nuestras necesidades más primarias

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