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Margaret mi fogosa primera novia: Mi despertar sexual

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Era el verano del 2002, mi novia y yo nos encontrábamos en las playas del sur de Lima, pasando un fin de semana relajante, pero con la calentura de nuestro despertar sexual; Ella de 19 y yo de 21 teníamos sexo en todo lugar que pudiese aprovechar para follar y dejarnos llevar por la lujuria.

El sábado en la mañana habíamos llegado a punta hermosa y decidí alquilar un pequeño boungalow por el fin de semana, con mucho esfuerzo sobre el último piso de un condominio frente a la playa. Salimos a tomar el sol desde muy temprano a la playa, mientras Margareth, como se llamaba mi novia, tenía una linda figura de piel blanca, cabellos negros azabache... no de muchas caderas, pero sí de lindos pechos con pezones rosaditos al igual que su vagina... estaba en pleno desarrollo de su figura... era la envidia de nuestro barrio, ya que tenía muchos seguidores.

Mientras tomábamos sol y decidimos meternos al agua para aprovechar el roce presionado de nuestros cuerpos al resistir las olas disimuladamente bajo el agua tocaba mi pene el cual hacia que me excitara a la vez que le pedía que no me haga eso porque salir del agua con la verga erecta sería muy vergonzoso.

-Qué mala eres, me quieres poner excitado?

- No amor, solo que sabes que me excita mucho el estar así de libres y poder disfrutar de nuestra libertad, estoy feliz y entusiasmada por lo que podamos hacer libremente.

No teníamos mucho control de sus padres ya que por ese entonces no había tantos móviles el cual nuestros padres nos estarían acosando a cada rato, eran otros tiempos a puertas de la tecnología. Ya en la orilla mientras le aplicaba bloqueador en su cuerpo y bebíamos unas latas de cerveza... aprovechamos aun la soledad de la playa y ella disimuladamente metía su mano sobre bajo de mi short y frotaba mi verga haciendo que me excitara.

-Bueno cariño vamos a la habitación en rato para pedir algo de almorzar o comemos aquí

-No, vamos a cuarto que quiero comerte a ti - riéndonos mientras frotaba sus piernas

Ya cerca del mediodía, regresamos a nuestro cuarto y pedí comida marina de un restaurante de la zona para que nos llevaran a nuestra habitación, en el balcón con las puertas de las mamparas abiertas de par en par, puse música no muy alta y mientras estábamos sentados en unas sillas mirando al mar decidí frotar sus hombros, un poco bronceados por el sol, haciéndose diferenciar las marcas donde el sol aún no había bronceado el cuerpo de mi novia y como teníamos los cuerpos salados por el mar y con olor a coco del bloqueador nos atrevimos a aligerarnos de nuestras prendas, total nadie nos podría observar cerca. Al filo de la cama, mientras ella me ordeno sentarme, se arrodillo frente a mi bajándome mi short de baño con la verga casi erecta con la calentura a mil y depilada para la situación, a la vez que ella fue quitándose la parte superior de su ropa de baño dejando observar sus pezones rosados y las partes sin broncear de su figura, era tan lujurioso ese momento, acto seguido empezó a tocar con sus pezones la punta de glande rosándolos y haciendo que brotara mis líquidos pre seminales.

- Uhmm que rápido te excitaste mi amor

- Quien con se excitaría en esta situación mi amor, me tienes loco... ya chúpamelo

- No llegará el de la comida? - con voz dudosa

- No aún tiene para rato dale que ya no doy más - tampoco pudo con su excitación

Procedió a pasar con su lengua en forma de círculos mi glande ohhh me estremeció, para luego meterlo a su boca y empezar a chupármelo con suavidad a la vez que decía

- Esta salado amor... y con arenita

-Y eso va impedir que me lo sigas chupando - al parecer no le gusto que la retara

- Ahora veras - mientras empezaba a masturbarme estaba con la verga erecta a mil

Empezó a chuparlo un poco torpe, quizás por la inexperiencia de su edad, mientras me masturbaba y con su otra mano frotaba mis huevos... que mágico momento tenerla a mis pies mientras la brisa y el calor de la playa entraba por la habitación con el mar de fondo... siguió y siguió hasta que me pidió que le chupara su vagina

- Amor ahora compláceme a mi

Con las piernas abiertas sacándole su traje de playa, para sorpresa mía también estaba depilada, procediendo a lamer y succionar su clítoris a la vez que introducía mis dedos en su tierna vagina, lamiendo de cuando en cuando su ano, tan mágico y bello para nuestro despertar sexual libres de todo tapujo... su cara era de excitación mientras me sujetaba del cabello para que no dejase de comer su concha... ya estábamos traspirando olor a coco con sudor, para suerte la comida no llegaba a lo cual procedimos a hacernos un rico 69, como nos devorábamos.

Acto seguido se montó sobre mí y empecé a arremeterle una y otra vez de verga, gozábamos de placer se agarraba sus tetas y yo sus caderas y tetas en intervalos no sabía que agarrar estábamos tan arrechos. Me trataba de pellizcar mis pectorales para suerte no tenía uñas... hasta que avise que me vendría

- Mi amor ya me vengo - con voz de excitación mientras ella con su cuerpo contorneándose de placer me pedía que esperase

- No, sigue... uhmmm ahhh oohhh- bajando su cabeza dejándome caer todos sus cabellos en mi rostro se vino y estaba muy mojado la zona de mi verga

- Bueno chúpamelo que ya me vengo! - mientras le pedía bajar

Mi amada Margareth, empezaba no solo a chupármelo con arrechura sino también se pasaba sus fluidos vaginales, me excitaba tanto que de un momento a otro empecé a venirme a chorros, ohhh ella solo presionaba mi verga y con su boca succionaba tan rico que empezó a pasar mi semen a la vez que frotaba mis huevos y limpio cada espacio donde pudiera quedar semen, lamiendo al final como si fuera una perra en celo mi entrepiernas con el sabor de lo salado, sudor y bloqueador... toda una puta mi bella novia. Se acostó sobre mi pecho agitada y exhausta, mientras yo acariciaba su culo y frotaba mis dedos en su ano.

- Sí que tenías hambre mi amor.

- Te dije que te quería comer y ya viste

- Uhhmmm no pondré en duda tus deseos bebe.

Traje a la cama gaseosa heladas, disfrutábamos de nuestros cuerpos y nuestra libertad sexual; la comida nunca llego así que decidimos bañarnos rápido y salir a comer al restaurante, para suerte el pedido aun no salía y almorzamos comida marina, ceviches, jaleas, leche de tigre

- Mas leche amor, ya veo que te encanta- mientras se lo decía con voz baja

- Bueno ya lo sabes, disfrutemos este momento bebe

Terminando de almorzar regresamos a la habitación a descansar, luego fuimos a la playa a ver el atardecer y en la noche tuvimos más sexo con poses del Kama Sutra incluidas, fuimos aprovechar el momento, y aunque - ya paso tantos años - los detalles de tantas cosas no recuerdo, más si recordare siempre, tan linda mujer, terminamos por nuestra inmadurez, celos como parte del crecer fuimos ambos nuestro despertar sexual.

Ahora tiene esposo e hija, pero para mi recuerdo me dejo grabar nuestros encuentros en algunas ocasiones con lencerías sexys - las cuales me hizo comprarle - las visualizo de tiempo en tiempo para recordarla viendo su linda figura tan sensual y sexy en sus primeros veintes y mágicos abriles.

Y aunque después de ella, el volver a empezar a enamorarme fue muy difícil, siempre recordaba su rostro, su figura, fue mi todo en esa época; y en cada mujer que conocí y folle después, Margareth fue la que libero toda mi sexualidad y morbosidad.

Gracias por entregarte a mi de mil formas... mi bella Margareth.

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