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Mi esposa y su patrón

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Mi nombre es Paco y mi esposa se llama Clemencia, tenemos 38 años y un juego donde ella al estar en la intimidad me llama con otro nombre mientras más menciona a otro más caliente me pone y claro que me la pone bien dura la última vez le dije que esta vez se la estaba cogiendo otro que no era de los que normalmente la cogían y ella pregunto quién es?

Y le dije piensa y entre los que mencionó no estaba el que yo estaba pensando cuando le dije que se trataba de su patrón don Luis se quedó sin decir nada…

Aquí la historia: Clemencia un día se fue al trabajo como de costumbre yo seguí descansando para después ir a mi trabajo un poco más tarde me levanté y comencé a arreglar mis cosas para ir al trabajo cuando paso por la mesa del comedor vi un cóctel de fruta pensé seguro se le olvido a mi esposa, será mejor que se lo lleve sino pues se echara a perder… ella salió poco después de las 12 del día yo salgo a las 13:30 ella llegó a su trabajo y pasó por las llaves que le dejan en casa de un familiar vecina del patrón.

Clemencia al entrar miro el trabajo que le dejaron en la mesa de corte empezó a coser los trajes término rápidamente el primero se trataba de un disfraz de gatita sexi de los que se usan en antros. Clemencia pensó de inmediato en usarlo por la noche con su esposo ya que seguramente serían varios días para terminar todos los disfraces pensó seguro le va gustar y se preguntó me quedará bien me lo probare estaba por hacerlo cuando tocan a la ventana ella se asusta y quién será?

Abre la ventana y ve que es la señora que le dio las llaves. La señora preguntó todo bien, sí señora todo bien. Que bien sólo quería asegurarme que estabas. Dicho esto, se fue. Clemencia siguió pensando en probarse el traje y pensó en que sería mejor subir a el baño que tiene un espejo de cuerpo entero se subió al baño y se quitó toda la ropa y se metió el traje de forma muy sexi ya que mientras lo hacía pensaba en como sería hacerlo frente a su esposo lo que ella no se había dado cuenta es que no estaba sola.

Don Luis estaba en casa ya que se había quedado dormido y no fue a dar sus clases en la universidad y había estado tomando tequila con un amigo unas horas antes y se había metido a la tina del mismo baño.

Tras la cortina de baño y la vio entrar y vio detenidamente como se quitaba la ropa Clemencia y sin hacer ruido se tocaba el pene que lo tenía a punto de estallar, ya que tenía meses sin tener actividad sexual.

Clemencia salió del baño para ir por las orejas de gatita que se quedaron en la parte de abajo mientras salía vio unas zapatillas de tacón alto y con cintas dentro en un closet y pensó le vendrían muy bien al traje de gatita sexi, se los puso y bajo las escaleras.

Sabía que nadie llegaría hasta por lo menos las 8 pm así que se sentía en confianza. Don Luis se medio seco y salió tras ella esperando ver más de Clemencia que lo estaba poniendo muy caliente sin querer

Con botella en mano bajó las escaleras vio que se ponía las orejas de gatita sexi que vienen en una diadema y Clemencia se agachó a ajustar las ataduras de las zapatillas cuando don Luis la vio así no pudo evitarlo más se puso tras ella y la abrazo y la empezó a besar por la espalda y a tocarle los pechos.

Clemencia reacción y trato de zafarse de don Luis pero este no la soltaba, estaba bien caliente y no estaba dispuesto a perder esta hembra tan rica.

La llevó hasta la máquina de costura y…

Clemencia: ¡Don Luis suélteme por favor!

Don Luis: ¡estás bien hermosa y rica te va gustar!

Clemencia: ¡suélteme don Luis por favor no me haga esto yo nunca le he dado motivo alguno para que me haga esto! ¡suélteme!

Don Luis: ¡será mejor que te relajes no te soltare

Clemencia siguió forcejeando, mientras que ella trataba de zafarse don Luis trataba de someterla a sus deseos.

En el forcejeo se le cayó la toalla a don Luis y con el pene duro y caliente detrás de Clemencia trataba de sostenerla y al mismo tiempo trataba de insertar su pene que realmente estaba duro como una piedra y era bastante grande unos 25 centímetros aproximadamente y bastante ancho fácil estaba de ancho al doble que el mío.

Pasaron unos minutos forcejeando Clemencia y don Luis, el cabrón no podía atinar con su pene a la vagina de Clemencia con tanto movimiento, pero esta pronto se iba quedando sin fuerza y el deseo de don Luis no cesaba, con la mano derecha en la nuca de Clemencia la empino nuevamente sobre la máquina de costura y con su mano izquierda tomó su verga y trataba de penetrarla por la vagina.

Clemencia la cual estaba excitada, ya que antes de eso ella estaba pensando en cómo sería su noche con esa ropita… Mientras don Luis con sus piernas separaba las piernas de mi esposa pasaron así unos minutos más forcejeando pasando su pene entre las nalgas de mi esposa y embarrando liquido preseminal por todas partes hasta que por fin estaba a punto de entrar en la vagina de Clemencia ya que logró meter un poco la cabeza de semejante pitote ella sorprendida al sentir algo enorme que se aproximaba abrió los ojos por completo y de un movimiento con las fuerzas que le quedaban logró zafarse de aquella cosa enorme mientras don Luis no dejaba de intentar cogerle entre lágrimas Clemencia inteligentemente se dio cuenta que estaba a punto de ser ultrajada por su patrón ya que las fuerzas le estaban abandonando pensó rápido y le dijo don Luis por favor me dejaré pero de esta manera no quiero por favor siquiera déjame disfrutarlo don Luis desconfiado pensó seguramente saldrá corriendo pero dentro de su calenturienta cabeza pensó en que se pondría buena la cosa.

Don Luis: ¡ok! ¡te soltaré pero que me garantiza que si te dejaras!

Clemencia: ¡por favor confíe en mí si me dejare! ¡Por favor suélteme me lástima!

Don Luis: ¡está bien pero con una condición déjame chuparte la panochita me das unas chupadas y después te soltare y lo hacemos como gustes!

Clemencia ¡si don Luis, usted gana pero ya no más violencia por favor!

Dicho esto don Luis la fue soltando desconfiadamente al mismo tiempo se iba bajando acariciando la espalda de Clemencia y manoseando todo cuanto podía… no te muevas ok siguió bajando hasta topar con las nalgas que comenzó a lamer y a babear como perro por una buena carne lamió y ensalivo todo a su paso. Mientras Clemencia ideaba y esperaba el momento exacto para salir corriendo aunque pensaba cómo salir vestida así de esa casa a la calle y sin pantaletas mientras don Luis pudo hasta llegar al ano de Clemencia y metia su lengua agarrándola con las dos manos en sus nalgas como felino esperando por si se le echaba a correr su presa y siguió bajando hasta que llegó a ese lugar deseado una panochita rica y suave que lamió ensalivo y como si fuera un helado lo comía como desesperado mientras tanto Clemencia sentía ya una excitación por las ricas mamadas que don Luis le estaba propinando…

Mientras tanto afuera en la calle yo venía llegando a entregarle el cóctel que había dejado sobre la mesa me disponía a tocar la ventana cuando vi que esta se encontraba abierta y se me hizo fácil desplazar la cortina para darle la sorpresa a mi esposa y el sorprendido fui yo al verla empinada sobre su máquina de coser y recibiendo tremendas mamadas por la panocha y al verle sus ojos bien cerrados y con cara de satisfacción no me quedó otra que pensar que me estaba poniendo el cuerno y desde cuándo vendría haciéndome esto

No podía creer lo que estaba viendo mi Clemencia empinada dejándose unas chupadas ya que conmigo no se dejaba según ella porque alguna vez yo le comente que no me gustaba hacerlo y verla ahí tan caliente y vestida de esa forma… conmigo había usado algún que otro babydoll pero así tan sexi nunca y esos zapatos de dónde los saco me preguntaba. Lo realmente me daba coraje era que algunas veces le propuse que estuviera con otro y que ella lo escogiera y yo solo quería verles haciéndolo a lo que ella siempre me contesto que no.

Tanto que le dije y nunca aceptó y ahora la veía me parecía que no era la mujer que yo pensaba.

Mientras tanto don Luis seguía con su trabajo y Clemencia ya no pensaba en correr solo estaba ahí sintiendo semejante ansia de seguir siendo chupada por la panocha y apunto del orgasmo don Luis se percató que se ponía más cachonda y siguió con sus embates a esa rica panochita mientra que yo como perro de carnicería solo miraba la carne tan rica que don Luis se estaba comiendo y vi como Clemencia empezaba a mover la cadera en busca de más y don Luis aceleró las lengüetas y le dio un rico orgasmo que lamió hasta que Clemencia dejó de jadear.

Se comenzó a levantar mientras que yo me hice de lado para que no me vieran se puso frente a Clemencia ella solo se quedó mirando ese tremendo pene ya que nunca había visto uno así se le veía en su mirar como estaba realmente sorprendida de lo enorme de esa cosa todo venoso y babeante que se veía Clemencia no podía dar crédito a semejante animal frente a ella ellos estaban tan metidos en lo suyo que ni volteaban a la ventana cosa que yo aprovechaba para seguir espiando.

Don Luis: ¡ya ves te dije que te gustaría ahora te toca darme unas buenas chupadas!

Clemencia: ¡si lo hago me dejara ir! Dijo de una forma sumisa mientras don Luis acercaba su verga grande y dura a la cara de Clemencia

Don Luis: ¿dejarte ir? Pero si apenas vamos empezando. No mamacita este día serás mía toda, toda mía.

Al escuchar eso me quede pensando como que si la dejara ir que está pasando por un momento pensé en intervenir cuando y recordé que en algunas ocasiones Clemencia me contaba de sueños que tenía le forzaban a tener sexo. Nuevamente mi pensamiento voló y mi enojo al igual pensé ¡hasta su fantasía de ser forzada la viene a hacer con este cabrón!

Mientras que don Luis le comenzaba a meter el pene por la boca y le decía esa boquita la voy a llenar con mi verga gatita.

Clemencia recordó que cada vez que terminaba me tranquilizaba y el juego siempre se enfriaba y al igual pensó que si lo hacía terminar le dejaría ir al final.

Mientras don Luis trataba de meter su cabeza en la boquita de Clemencia y no lograba que ella abriera la boca… y así decidió que le daría lo que quería para poder zafarse de la situación tan horrible… comenzó a mamar la verga de don Luis tan rico como ella sabe hacerlo, recordando como le decía yo.

Seguro que nadie aguantaría esas chupadas tan ricas, seguro terminaría rapidísimo. Mientras pensaba en ello seguía con su trabajo aunque solo podía meter la cabeza de semejante vergota y con las dos manos le masturbaba sin parar cosa que a la vez la éxito tener un pene de ese tamaño que no cabía en sus manos y boca.

Mientras don Luis le decía: gatita que rico lo haces eres una experta para las mamadas, quién se iba a imaginar que eras tan buena mamando verga.

Clemencia seguía sintiendo esa rara excitación al escuchar a don Luis diciéndole esas cosas, nadie le había hablado de esa manera.

Seguía engullendo el pene de don Luis y tragando saliva combinada con líquido seminal, don Luis estaba a punto de eyacular y dijo gatita te voy a dar tu lechita estas lista para tragarla toda no quiero que tires nada, no me gusta que mi gatita desperdicie nada, a lo que Clemencia soltó su enorme pene y contesto sumisamente y excitada: si don Luis me la tragare toda, lo que usted mande yo lo haré.

Don Luis se dio cuenta que tenía enfrente a una sumisa reprimida seguramente y le dijo no desperdicies nada o te castigaré gatita.

Clemencia no contesto solo se metió la vergota de don Luis a la boca y hasta donde pudo la metió mientras lo frotaba con las dos manos, don Luis no pudo contener más la eyaculación y con la excitación dejo ir todo su semen en la boca de Clemencia que no podía por más que tragaba y tragaba no podía acabar tanto semen. Se le escurría por las comisuras de la boca.

Don Luis con sus manos cerca de la boca de Clemencia le sacaba la verga y le metía los restos de semen que tenía escurriendo mientras le decía: come gatita no desperdicies nada que tengo meses guardándote los, mientras Clemencia lamia el pene de don Luis y tragaba los restos que este le metía de nuevo a la boca…

Clemencia ya había abandonado la idea de salir corriendo de hecho ya ni pasaba por su mente, estaba como hipnotizada solo disfrutando de ser sodomizada por don Luis el cual se dio cuenta que la tenía a su placer. Ella seguía lamiendo como gatita a su macho sin mostrar ningún remordimiento.

Que rico decía don Luis, de hoy en adelante estaremos así solitos muy seguido mi gatita, a lo que contestó Clemencia sin dejar de lamer su nuevo pene: lo que usted diga y mande don Luis.

Vamos a la cama ahí arriba te voy a coger, ya que veo que está en celo mi hermosa gatita, Clemencia solo asintió con su cabeza.

Mientras que yo me dije: como para arriba? Me voy perder toda la acción y yo estaba súper caliente de ver a mi esposa portarse como siempre había querido verla.

Me quede pensando y como siempre para eso de cómo arreglármelas me pinto solo pues le tocó y le dejo el cóctel así no sabrá que ya le he visto haciéndome el cornudo mmmm pero como le hago para que me pueda quedar a ver lo demás, que le podre decir?

Pensé nuevamente como hago para que la puerta no cierre o hacerme de unas llaves seguramente no me dejara pasar mmm ok traigo tela adhesiva le pongo a la puerta para que no cierre en cuanto abra me paso ok ok vamos pues.

Le toque a la ventana y le llame por su nombre y dije voy hacia la puerta. Seguro les metió un buen susto, tardó poco en salir a la puerta salió con la chamarra puesta y su pantalón apenas seguro le dio tiempo de ponerse y seguramente ni calcetas tenía puestas en fin abrió la puerta y sorprendida me dijo que paso?

Algo asustada aparte ya que yo a esas horas nunca había ido a verla… se veía bien chapeada tal como cuando le doy unas buenas cogidas le dije te traje tu cóctel que dejaste olvidado en la mesa haa como que le pasó el susto pero seguía sorprendida y como no jejejeje a lo que yo añadí de paso no me digas que interrumpí algo importante que estas tan chapeada ella le vi su cara de preocupación a lo que yo rápidamente le dije jaja es broma sé que tú eres incapaz de eso... Ya más tranquila me dijo está bien déjamelo y me voy a seguir que tengo mucho trabajo rápidamente saque el coctel de la mochila y se lo di y casi me cierra la puerta la cual detuve y le dije y mi beso? ¿qué me corres? Y ni beso me contesto es que ni me cepille los dientes antes de salir le dije mentirosa si te vi claramente que te lavaste los dientes antes de salir haaa si cierto lo olvide y dije bueno me voy.

Pensé rápidamente y le dije pero deja pasar al baño que me tome como un litro de agua casi por salir ella nerviosa me dijo es que si entras se enojan le dije pues quien está pídele permiso me contestó este este no hay nadie pero si se enteran se enojan pensé ya me la pela y le dije bueno dame cambio de una moneda de a 10 para pagar el camión y no darles los 10 pesos me dijo espera voy por el cambio entró y aproveche en ponerle la tela a la puerta salió bien rápido y medio el cambio le dije espera toma y me dijo déjalo luego que me tengo que apurar tengo muchísimo trabajo,

Le dije si ya veo hasta estas súper chapeada se sonrojo más y le dije okey me voy pues me corres dijo ándale me dio un besito y olía a semen de don Luis le jale la puerta y la sostuve para que no se fuera abrir ella se metió rápidamente ni se percató que aún estaba afuera a pesar que tiene vidrio tallado la puerta y se ve tanto para afuera como para adentro enseguida me metí a la casa ya adentro despacio me fui hurgando cual ratero y vi a Clemencia cerca de su máquina de coser y a don Luis no le veía por ningún lado poco después vi que bajaba la escalera hacia Clemencia aun sin ropa.

Se le acercó y le dijo a que mi gatita mira nada más que susto te dio tu marido ven déjame jalarte las orejitas para sacarte el susto.

Clemencia contesto mejor no don Luis ya mejor me voy fue mucho el susto y la verdad no soy así yo creo que mejor me retiro ya no trabajare más para usted.

Don Luis -¡ A si mira gatita! Ahorita mismo vas y te vuelves poner tu pelaje o yo le cuento a tu esposo que tragaste mi semen y las mamadas que das tan ricas si no te fuiste cuando llego es por algo pensé que solo abusaría de ti pero que buena gatita resultaste ser.

Clemencia ¡Nooo! por favor no sea así mejor me voy

No gatita aún nos falta lo mero bueno.

La tomo por la nuca y la bajo a su verga y le dijo mira como me tienes de caliente esto no se me bajara hasta que no te haga mía gatita diciendo esto mientras la hacía limpiar su pene que seguía arrojando liquido pre seminal… Clemencia empezaba a sentir nuevamente la excitación por ser sodomizada por don Luis y comenzó a sacar la lengua para lamer el pene erecto de don Luis él dijo ya vez gatita si te encanta lamer el pitote de tu macho ándele vamos a que se ponga su piel de gatita Clemencia contesto si don Luis lo que tu mandes bueno agarra tu pene y llévalo para arriba no lo sueltes heee empezaron a subir por la escalera ella por delante y como le dijo don Luis le llevaba agarrado del pito sin soltarle mientras don Luis le agarraba las nalgas como quería y le daba sus nalgadas mientras le decía sube gatita por mas lechita.

Me espere un poco y subí las escaleras buscando donde se habrían metido ya que no les veía, cuando escuche la voz de don Luis ya gatita ya te vestiste gatita en celo desde afuera de la recamara se veía todo claramente cómo se arrimaba Clemencia a don Luis muy sumisa este recostado en la cama le dijo ven lame tu macho Clemencia obediente fue y lamio la gran verga que tenía don Luis para ella…

Continuará

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