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Dominado por mis compañeras de piso (Capítulo 2º)

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A las 9 del domingo me despertó Ana de un golpe en los huevos. A continuación empezó a tocarme todo el cuerpo viendo el resultado de la depilación. Sin decir nada me dio un beso en los labios, que me dejo perplejo. A continuación me cogió de la oreja y me llevo hasta el cuarto de Vane. Me dijo al oído que la despertara chupandole el coño. Vane dormía placidamente solo con unas braguitas, así que empecé a lamerla por encima de la braga para no despertarla al sacársela, tal como me había dicho Ana. Vane se empezó a despertar extrañada pero feliz, después de 4 minutos me ordeno que le bajara la braga y aumentara los lametones. Ana mientras desde detrás nos miraba. Vane empezó a gritar de una manera animal mientras me sujetaba de los pelos. En un instante note que Ana empezaba a acariciarme la espalda y el culo, lo que me produjo una sensación placentera. Se entretuvo un rato tocando mi ojete del culo, y sin ningún tipo de advertencia, Vane me cogió mas fuerte del pelo y Ana me metió algo húmedo y largo de un golpe por el culo. Por la sorpresa me tire para arriba pero Vane me sujetaba bien de los pelos y apretó aun más mi cabeza contra su coño. No me dolió mucho porque era delgadito y estaba muy bien lubricado. Ana me dio dos palmadas en el culo que me lo puso rojo para que siguiera con la faena que estaba.

Ana empezó a meter y a sacar el vibrador de una forma muy suave y a la vez a acariciarme la poya. Y esta empezó a crecer, porque entre la comida de coño que le estaba haciendo a Vane, sus gritos, su olor, el placer extraño que me producía el vibrador en el culo, el increíble masaje que me daba Ana en la poya y las palabras obscenas que me susurraba al oído, mi excitación estaba por las nubes.

Ana siguió con su masaje cada vez con mas fuerza a la vez que encendió el vibrador. Un cúmulo de sensaciones circulaban por mi cuerpo y en el instante en que a Vane le llego el orgasmo, Ana me dio una sacudida en la poya a la vez que me metía el consolador de un golpe y me corrí en un éxtasis próximo al desmayo.

Me quede tirado sobre el cuerpo de Vane, que también lo estaba, mientras me acariciaba el pelo y Ana me tocaba dulcemente el culo. A los 2 minutos Ana me dio una palmada en el culo y me dijo que recogiera con la lengua el abundante semen que había echado por las sabanas.

Vane se fue a la ducha y Ana se tumbo y me ordeno lamerla de arriba abajo, y lo hice como nunca he hecho nada en mi vida. Le provoque 3 orgasmos en algo más de 30 minutos. Vane salió de la ducha y se quedo mirándonos. Cuando Ana ya no podía mas me cogió la cabeza y me dio un beso en los labios y un pequeño azote en el culo. Yo estaba medio muerto y aun no era ni la hora de comer.

Mientras descansábamos un rato los tres desnudos sobre la cama, Ana me pregunto que como estaba yendo el fin de semAna. Yo con una sonrisa de oreja a oreja le dije que "Increíble". Me dio una palmadita en el culo y me mando a hacer la comida, eso si, con las bragas que había llevado puestas toda la noche Vane. Mi sorpresa llego cuando ella cogió mi plato y me lo puso en el suelo, y mientras me cogía del cuello me dijo "Las perritas comen en el suelo". Yo me quede helado, pero me puse a cuatro patas y me puse a comer los macarrones como un perro.

Después nos fuimos a la cama y ambas se pusieron de espaldas y me ordenaron darles un masaje. Yo estaba que moría otra vez, tocando aquellos maravillosos cuerpos. Vane se quedo dormida, porque estaba extasiada, pero a Ana no había forma de que se le acabaran las ganas.

Para no despertar a Vane nos fuimos a su cuarto y me tuvo lamiéndole los pies hasta que me dolía la boca, entonces me dijo que tenia ganas de verme disfrutar de verdad, me tiro en la cama y se sentó sobre mi poya totalmente erecta. Lo hizo de forma lenta, porque yo le había dicho el día anterior que era virgen. Creo que fue una de las sensaciones más increíbles de mi vida, ella cabalgando sobre mí, estaba viendo una diosa montada sobre mí. Pero de repente se levanto y dándome un golpe mano abierta en los huevos se fue. Yo me quede muerto, y le dije que volviera. Ella se rió y me dijo que se lo pidiera como era debido. Yo me puse de rodillas y le pedí que follara conmigo. Ella me dio una bofetada y me dijo que lo pidiera como debía. Así que le dije que por favor me diera el honorable honor de hacerle el amor y que seria su más ferviente esclavo para toda la vida. Ella sonrió y me dio un beso en la boca, eso produjo que mi poya saltara como un resorte. Me volvió a tirar sobre la cama y acabamos en un orgasmo monumental. Vane nos miraba desde la puerta con unos ojos de lujuria que nunca había visto. Tras acabar Ana se sentó sobre mi cara y obligo a limpiarle la mezcla de sus jugos y los míos. Cuando ya me empezaba a animar, me dijo que solo limpiara, que por ahora ya valía.

Vane me cogió y me llevo hasta el sofá, me puso sobre sus muslos y me empezó a dar azotes mientras me decía que había sido muy mala. Su idea era buena, pero mi poya ya no podía más. Al rato vino Ana me tiro de una patada al suelo y me dijo que me pusiera en el suelo de alfombra. Vane aprovecho para que le lamiera los pies, mientras Ana jugueteaba con mis pezones y mis huevos. Volví a tener una erección que Ana intento bajarme a golpecitos en los huevos, pero eso ahora hasta conseguía que me excitara más. No se como pero había conseguido que me excitara cuando ella me diera de esa forma. Vane le dijo a Ana que ya tenia ganas de perder la virginidad, así que nos fuimos a su cama, y tras estar chupandole tetas y coño durante más de 15 minutos y que tuviera unos orgasmos. Ana me coloco la poya sobre el coño de Vane y de una fuerte patada me empujo hacia Vane. Esta pego un grito cuando todo mi pene le penetro y le rompió el himen. Suerte que estaba muy lubricada y Ana me había puesto gel lubricante. Ana no me dejo sacar la poya y me obligo a follarla hasta acabar dentro.

Saque la poya con restos de sangre, semen y fluidos, y ahí fue donde Ana me volvió a dejar otra vez de piedra. Tras limpiarme muy suavemente la poya me tumbo sobre la cama e hizo que Vane se sentara sobre mi cara para limpiarla. Me entraron unas ganas terribles de vomitar, pero los pellizcos que Ana me daba por las piernas me devolvían a la realidad. Vane se tiro sobre la cama y con una patada me tiro al suelo y me mando fuera.

Nos pusimos a ver la tele mientras le masajeaba los pies a Ana. Durante todo el rato me decía que había estado increíble, que seria su esclavo amante, y otras cosas parecidas.

Yo súper cansado recibía aquellos halagos sin darme cuenta que lo que hacia era minar mi voluntad.

Por la noche me prometio que un día de estos iba a recibir una mamada y una cubAna. Y eso hizo que automáticamente mi poya volviera a levantarse. Vane se rió y Ana de un golpe en los huevos consiguió que se me pusiera dura. Ella sonrió y yo alucinaba. Un solo golpe de ella y ya estaba totalmente empalmado. Vane se me pidió para pasar la noche, pero Ana le dijo que era el perrito de las dos. Vane era más adicta al sexo de lo que hubieramos podido imaginar y Ana lo noto.

Fuimos al cuarto y Ana mi hizo lamerlas a ambas para calentarlas, aunque no hacia falta la verdad. Vane me tumbo y se sentó sobre mí, Ana me hizo señas para que la acercara para chuparle las tetas, a lo que Vane respondió encantada. Ana le metió de un golpe por el culo el mismo consolador que me había metido a mí. Vane pego un grito increíble pero estaba demasiado excitada para protestar, Ana lo encendió y se sentó sobre mi cara para disfrutar de una buena comida de coño. Vane termino en un orgasmo brutal e intercambio posiciones con Ana, que se sentaba sobre mi poya como si fuera de plástico, llegue a pensar que me la arrancaba. Cuando me iba a correr avise a ambas y Ana me cogió los pezones y me los retorció hasta que ella considero que mi erección no era tanta. Y siguió cabalgándome. Esto lo repitió dos veces mas, yo estaba que me moría. Hasta que por fin me golpeo suavemente los testículos y consiguió la máxima erección de mi poya y me permitió acabar. Con la mano limpio mi poya y la llevo hasta mi boca y después me hizo limpiarle el coño. El sabor del semen ya no me desagradaba. Dormimos casi toda la noche.

El lunes de madrugada Vane se presento en mi cama totalmente desnuda y se sentó sobre mi cara dormida. Me estiro de las orejas y me mando empezar a chupar su coño. Empecé medio dormido, pero con dos estirones en mis pezones consiguió que me despertara del todo. Tras un rato Vane empezó a llegar al orgasmo y chillo como una loca. Cuando Vane se levanto de mi cara y se tumbo a mi lado, vimos que Ana nos miraba desde la puerta con una gran sonrisa. Se acerco a mí como si me fuera a besar y me dio un bofetón de campeonato. Me quede alucinado y Vane también. Ana me grito que porque no la había despertado lamiéndola. Y sin dejarme responde me dio otra bofetada. Yo aun alucinado no entendía nada, me cogió de la poya que estaba casi empalmada y me arrastro hasta la bañera, me hizo tumbarme sobre la fría piedra y mi erección desapareció.

Me mando lamerle los pies y después se sentó sobre mi cara. Yo lamía como un loco, y ella empezó a darme golpecitos en los huevos. Sabia que ese era mi punto débil. Estaba disfrutando chupando su coño, cuando de repente sus jugos empezaron a manar de una forma descontrolada. Yo chupaba y tragaba, hasta que me di cuenta que no eran flujos vaginales, sino orina. La muy zorra se me estaba meando en la boca y yo bebiendo su meada. Cuando ella vio que yo había entendió lo que hacia, me dio dos golpes fuertes en los testículos lo que me produjo una sensación de placidez. Con 3 golpes consiguió que no protestara nada mientas me bebía toda su meada. Tras acabar me hizo limpiarla y se levanto, dejándome toda la cara meada. Se rió y llamo a Vane para que viera lo que acaba de hacer. Yo aun estaba alucinando. Ana cogió a Vane y la metió en la bañera y le hizo mearse sobre todo mi cuerpo. Mi poya empezó bajarse, pero Ana con el pie me dio un golpe en los huevos que hizo que volviera en sí. Vane mientras se meaba sobre mí y parecía que estaba llegando solita al orgasmo. Tras acabar se sentó de golpe sobre mi poya y me cabalgo durante el rato que quiso hasta que ella acabo, yo aun no había eyaculado y estaba frustrado.

Después me hizo limpiarle todo el coño y el culo. Ana me hizo poner a cuatro patas y quitando la alcachofa de la ducha me medio metió la punta de la manguera por el culo y le dio al agua. Yo notaba como mis intestinos se llenaban de agua caliente. Vane mientas me sobaba el culo, la espalda y la tripa. Llego un momento en el que me empecé a encontrar mal, ya que estaba entrando demasiada agua en mi cuerpo. Ana me quito la manguera y me metió un dedo por el culo en forma de tapón. Y empezó a jugar con mi poya y mis huevos con la otra mano. Yo me moría de gusto y dolor por el agua. Siguió hasta que ya estaba a punto de correrme Vane presiono fuertemente con sus manos mi tripa contra la espalda y en ese instante Ana me quito el dedo del culo y me termino la paja. Acabe en un clímax total. Echaba chorros de semen por la poya y agua con restos de mierda por el culo saliendo a presión. Debió impresionarlas mucho a ambas porque se quedaron alucinadas. Yo me quede tirado en la bañera medio muerto y lleno de meado, semen y mierda. Ana encendió la ducha y con agua fría me lavo como si fuera un perro. Me dijo que me lavara bien y luego la llamara, eso si, nada de agua caliente.

Tras limpiarme bien Ana me dio la ropa interior de Vane del día anterior. Y me dijo que de ahora en adelante llevaría la ropa interior después de que ella la usara. Me puso el sujetador y me puso unas mandarinas en el sujetador, pero se caían, así que busco algo más parecido a las tetas de Vane y me puso dos naranjas grandes. Yo me notaba raro, pero entre la licra de la braga y los toqueteos de Ana en mis pezones, verme como una tía y ver reflejado el cuerpo de Ana mientras me arreglaba, pues mi poya volvió a encenderse y sobresalía por encima de la goma de la braga. A Ana esto ahora no le hizo ninguna gracia. Y me dio un pizco en cada pezón, pero no se me bajaba. Me empezaba a gustar aquella sensación de dolor. Ana vio que no pasaba nada y me golpeo con la rodilla en los huevos y poya. Me caí al suelo redondo y por supuesto mi erección desapareció. Ana complacida me dio una patada en el estomago y me dijo que eso estaba mejor. Y que me pusiera a cuatro patas que no tenia ganas de andar. Se sentó sobre mí y me hizo llevarla al cuarto de Vane a caballito. Vane estaba tirada viendo la tele y se empezó a reír cuando nos vio llegar. Le grito a Ana que le faltaba la fusta y le dio una regla. Ana me empezó pegar fustazos con la regla en el culo. Al rato se subio Vane y me desplome sobre el suelo y me desmaye. Habían sido demasiadas sensaciones en tan poco rato.

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