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Mi deseo de ser madre -2-

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Mi embarazo transcurrió normal y di a luz un hermoso y saludable hombrecito, mi esposo estaba feliz y yo mucho más aun, había cumplido mi sueño de ser madre y al tener a mi bebe en brazos no pude evitar llorar como una niña.

Mi esposo ¨nuestro hijo¨ y yo éramos la familia perfecta llena de amor, digo nuestro hijo porque  padre es el que le da amor y cuidados al bebe y mi esposo lo adoraba sin saber que tuve que acostarme con otro hombre para poder quedar embarazada, pero al ver que éramos felices me dije a mi misma que valió la pena.

Tiempo después mientras paseaba con mi hijo escuche una voz que me dejo helada.

—Hola Sandra, tanto tiempo sin saber nada de ti

—Yo: Hola pablo (le dije nerviosa)

—Pb: Sandra te vez tan hermosa como la última vez que te vi.

—Yo: Gracias

—Pb: Este pequeñín es nuestro hijo?

—Yo: Pablo cállate, no lo vuelvas a mencionar por favor

—Pb: cuanto tiempo tiene?

—Yo: 1 año 3 meses… pablo me tengo que ir estoy apurada (le dije al momento que me retiraba de prisa)

—Pb: No Sandra espera… cualquier cosa que necesites tu o el niño puedes contar conmigo, puedes llamarme sigo con el mismo número.

—Yo: gracias pablo lo tendré en cuenta.

Me fui rápidamente estaba muy nerviosa por el encuentro con Pablo.

Al llegar a mi casa trate de olvidar lo sucedido y tranquilizarme así pasaron varias semanas hasta que nos llegó la noticia que mi suegra había sufrido un accidente y mi esposo se preocupó mucho y decidió viajar a donde se encontraba ella.

Mi esposo al despedirse me dijo que no le gustaba la idea de dejarnos solos a mí y a nuestro bebe pero que necesitaba viajar a ver como se encontraba su mamá, le dije que no se preocupara que estaríamos bien y que lo importante era que mi suegra se encuentre bien y que el viaje tranquilo, nos dimos un tierno beso y se despidió.

En la noche cene junto con mi bebe luego lo lleve a dormir a su habitación y como aún era temprano baje a la sala a ver televisión para no levantar a mi hijo con el ruido de la tele, luego de un rato mi bebe empieza a llorar muy fuerte y yo subo desesperada a la habitación y al tocarlo estaba ardiendo en fiebre, en ese instante me puse muy nervioso y cogí el celular para llamar a mi esposo pero eso sería darle una preocupación más así que decidí no hacerlo y aliste a mi bebe y lo lleve al hospital.

Las enfermeras se lo llevaron para bajarle la fiebre con baños de agua tibia yo me quede llorando en el pasillo sintiéndome sola y en ese momento recordé las palabras de pablo que cualquier cosa lo llamara y decidí llamarlo y contarle lo que pasaba, Pablo llego a los 20 minutos y al verlo me eché a llorar en sus brazos mientras él me consolaba. Estuvimos sentados en las sillas de espera yo apoyada en pablo y el acariciándome el cabello diciéndome que todo iba a salir bien.

Después de unos minutos salió el doctor y nos dijo que la fiebre ya había bajado y que se debía a un resfriado que tenía, nos receto unos antibióticos y nos dijo que lo podíamos llevar a casa que ya no le volvería a subir la temperatura, luego de comprar lo que nos receto el doctor tomamos un taxi y nos dirigimos a casa pablo iba con nosotros, entramos y vi que ya era casi media noche pablo me ayudo a acostar al bebe y luego lo acompañe a la sala para conversar de lo ocurrido, le ofrecí un café a pablo y me fui a la cocina a prepararlo.

Mientras preparaba el café siento que pablo me abraza por detrás besándome el cuello, yo gire enojada pero al encontrarnos cara a cara me planto un beso en la boca que al primer momento trate de rechazar pero sentí una excitación que me hizo corresponder el beso, mientras nos besábamos pablo metió una de sus manos dentro de mi pantalón tocándome las nalgas, en ese momento recobre la conciencia y me separe de él, pero pablo se acercó nuevamente a mí y me tomo del rostro suavemente y me volvió a besar, esta vez no lo rechace y le correspondí el beso lo abrace mientras nos besábamos, al ver que yo correspondía empezó a bajar  nuevamente sus manos a mis nalgas y me las tocaba de una forma que me excitaba cada vez más y más.

Nos dejamos de besar y el bajo a mis senos y me los besaba por encima de la ropa empezó a desabotonarme la blusa y me la saco junto con el sostén, mis senos quedaron a su disposición y empezó a devorármelos me los chupaba deliciosamente mientras con sus manos me tocaba el trasero, empezó a bajarme el pantalón yo colabore quitándome el calzado para poder facilitarle el trabajo quede solo en bragas frente a él, nos reincorporamos y nos empezamos a besar nuevamente, no era un beso cualquiera, prácticamente nos devorábamos la boca jugábamos con nuestras lenguas,  empecé a quitarle el cinturón para bajarle el pantalón, rápidamente pablo se desnudó quedando solo en calzoncillos. Continuamos besándonos mientas pablo me quito las bragas quedando completamente desnuda. Me encontraba muy excitada y recordé que a pablo le gusta mucho el sexo oral así que le baje el calzoncillo y empecé a devorarme su pene, le pasaba la lengua por el glande, recorría todo el tronco baje a sus testículos y me los metía a la boca uno por uno, La saliva brotaba por mis labios por el mete y saca de su pene en mi garganta. El pene de pablo se encontraba duro y caliente, parecía una barra de fierro recién sacada del carbón, ya no podía más necesitaba sentir a pablo dentro mío, me puse de pie y le lance una mirada picara invitándolo a seguirme. Completamente desnuda camine delante de pablo moviéndole las caderas exageradamente para calentarlo más, pablo caminaba detrás mío como hipnotizado mirando el bamboleo de mis nalgas.

Al subir las escaleras le daba una vista privilegiada de mi trasero a pablo que me metía mano por todas partes de mi cuerpo.

Pase a la habitación de mi bebe y seguía dormidito pablo y yo nos quedamos unos minutos mirando a nuestro hijo dormir, él me tenía abrazada por la espalda con su pene pegado a mis nalgas y las manos en mis senos, continuamos con lo nuestro y nos dirigimos a mi habitación, al entrar pablo me lanzo a la cama y él se lanzó encima mío besándome la boca el cuello los senos bajando poco a poco llegando a mi vagina dándome lengüetazos que me hacían retorcerme de placer.

-¡Aaaaah! ¡Aaaaaah! –Jadeaba como una posesa ante los lengüetazos de pablo.

Ya no podía más necesitaba sentirlo dentro mío.

- Métemela  ya,  -Le decía entrecortadamente- Hazlo ya.

-¿Quieres subir por las nubes?- Me dijo al oído con una voz sensual

-¡¡Sí,sí,sí!! –Le respondí entre jadeos.

Fue entonces cuando colocó su pene en la entrada de mi vagina. Mi vagina era un charco de fluidos estaba muy mojada, me la empujo de un solo golpe y comenzó el mete y saca, no pude evitar gritar mientras mis ojos se abrían de par en par intentando salirse de las cuencas oculares.

- Aaaaaahhhhhh… aaaaaaahhhhhh…

Sentí unos espasmos ruborizantes que me subieron por las piernas, los muslos, las nalgas, la espalda, el cuello y la cabeza.

  -¡Ahh, ahh, asiií, ahhh, ahhh, asiií, ahhh, ahhh! –Jadeaba sin poderlo disimular.

- No paaaares Pablo, Noooo pareessss ahhhh, por favoooor ahhhhh… ohhhhh.

Pablo me cambio a posición de perrito abrió por completo mis piernas y comenzó penetrarme con fuerza, provocándome unos espasmos acompañados de jadeos que se debían oír por toda la casa. Yo de cuatro patas apoyando mis manos sobre la cama  y él embistiéndome con fuerza mientras que con sus manos me tomaba de las caderas. Pablo sacaba de mí todo lo que yo podía dar.

-¡Aaaaaahhh! ¡aaaaaahhh! ¡siiiiiiiiií! ¡siiiiiiiií! ¡aaaaaaaaaahhhh! ¡asiiiiiiií! –Estaba fuera de mis casillas.

-¡Aaaaah! ¡aaaaah! ¡aaaaah! ¡aaaaah! ¡aaaaah!. –Jadeaba

Él embestía con todas sus fuerzas sin dejar de morderme el cuello. Todo su  cuerpo hacía presión a cada embestida sobre mí. Me faltaba la respiración de los orgasmos que me propiciaba Pablo. Perdí la noción del tiempo. Sólo sentía como me penetraba hasta que se corrió en mis entrañas por completo. Su leche, tras desacoplarse con dificultad de mí, salió poco a poco hacia el exterior.

Quedamos tendidos en la cama abrazados mientras recuperábamos en aliento, al voltear hacia la mesita de noche vi la foto del día del mi matrimonio y me entro el sentimiento de culpa, pero pablo comenzó a besarme nuevamente mientras me manoseaba eso me hizo olvidarme al instante de toda culpa. Voltee la foto y volví a los brazos de pablo, continuamos haciendo el amor toda la noche, probando todas las posiciones posibles.

Pablo se fue al amanecer y me quede en la cama con el cuerpo adolorido recordando la noche loca que viví junto a él.

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