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Las otras historias – Mayumi sexo oriental en el autobús

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Siempre había oído y leído que las chicas orientales eran sumamente abiertas en los temas sexuales, pero nunca tuve la oportunidad de conocer a ninguna hasta que por azares del destino hace 27 años, conocí a una sexy coreanita que viajaban en el mismo autobús que yo rumbo al norte del país.

Estando en la estación esperando la hora de salida de mi autobús, observe a una muchacha oriental de aproximadamente 25 o 26 años sentada en el suelo de la terminal, junto a una enorme mochila y otras pequeñas bolsas. La chica vestía una especie de short vestido que al estar sentada en el piso cruzando las piernas, dejaba ver toda su pierna  hasta donde era ligeramente visible su blanca ropa interior. Era una muchacha atractiva y yo ya tenía un buen rato admirándola. Mientras pasaba el tiempo y se acercaba la hora de mi partida, pude notar que la chica oriental, se mostraba cada momento más preocupada y confundida. Preguntaba en ingles a varias personas para informarse sobre su autobús y viendo que nadie sabía contestarle, me acerque a ella para ayudarle. Le pregunte en ese idioma cuál era su problema y me contesto que se acercaba la hora de su salida y no sabía dónde registrar sus maletas y que camión seria al que tendría que subir. Así me entere que viajaba con el mismo destino que yo, la acompañe a documentar sus pertenencias y le indique cual sería el autobús al que subiríamos. Su agradable sonrisa y sus reverencias mostraban lo agradecida que estaba conmigo.

Cuando aborde el autobús, note que este iba casi vacío y cuando llegue al asiento que tenía reservado (normalmente  selecciono un asiento de la parte trasera) cual sería mi sorpresa al encontrarme a la chica oriental, sentada en los asientos a lado del mío. Así que volví a saludarle y me acomode en mi lugar para iniciar nuestro viaje, que duraría más o menos 10 horas.

Mientras avanzaba el camión, aproveche para iniciar una plática con la chica de a lado, su nombre era Mayumi y era originaria de Corea del Sur, estaba de vacaciones, conociendo el país, mientras regresaba a USA, para continuar con sus estudios. Mientras platicábamos, aprovechaba para admirar su belleza oriental, sus piernas muy blancas y torneadas y por lo que se notaba, un estupendo par de senos que se cubrían parcialmente con la parte superior de su conjuntito que tenía los dos botones superiores abiertos, al tiempo que platicaba conmigo, no pude dejar de admirar sus finas facciones y un exquisito olor a loción frutal que exhalaba de su cuerpo.

Mayumi era sumamente simpática y muy abierta en su forma de ser, me platicaba sobre todo lo que había conocido de México, lo que más la había impresionado. También hablamos de mi trabajo y de los países que yo conocía. Nunca pregunto sobre mi situación familiar.

Cuando llevábamos más o menos una media hora de camino, simplemente me pregunto si podía pasarse al asiento junto al mío y si podía sentarse junto a mí, seguimos hablando mientras ella se mostraba cada vez más atrevida en sus gestos y movimientos. Yo me sentía halagado y viendo su comportamiento, pensé que tal vez podría pasar algo aventurado durante el viaje, que lo haría menos aburrido. Al poco rato, Mayumi se  paró para bajar una cobija de la parte superior del autobús, por lo que dejo a mí vista sus piernas y sus nalgas justo a la altura de mis ojos. Yo no dejaba de verla, estaba fascinado con la visión. El espectáculo provoco una reacción natural en mi pene, que de inmediato se empezó a poner tieso. Comprendí que la situación era provocada adrede por mi compañera y yo no dejaría pasar la oportunidad para disfrutar el viaje y la compañía.

Mayumi, volvió a sentarse y puso su cobija entre nosotros, era claro que me estaba provocando, pues al sentarse, se acomodó con las piernas cruzadas sobre el asiento, en posición de loto, con su falda hasta arriba de sus muslos, mostrando totalmente desnudas sus piernas. Aunque seguíamos platicando, no dejaba de admirar e imaginar lo que había por debajo de su ropa, en su pecho claramente se empezaron a notar sus erguidos pezones, y ya era muy notorio el interés que mostraba en que yo viera sus piernas y todo lo que dejaban ver sus ropas.

La chica quería jugar caliente, y yo ni tardo ni perezoso me anime a seguirle el juego, poniendo mi mano izquierda sobre su muslo y sobando su pierna, en vez de rechazarme o mostrarse alterada, ella fijo su vista en el bulto que tenía bajo mis pantalones. Mayumi tomo su cobija y la puso cubriendo sus piernas hasta la cintura, lo que me indico que estaba dispuesta a seguir recibiendo mis caricias. Sin dudarlo me gire hacia ella y puse también mi mano derecha sobre su otro muslo, directamente bajo su shorcito, sobando justo donde su pierna y sus bragas quedaban a mi alcance. Mientras yo toqueteaba sus piernas, ella termino de desabotonar los otros tres botones de la parte superior de su conjunto, dejando el paso libre para que mis labios buscaran sus tetas. Aprovechando que yo tenía tanto mi boca como mis manos ocupadas en ella, mi compañera busco con sus manos mi entrepierna y empezó a acariciar suavemente, mientras también buscaba la forma de desabrochar mi pantalón y sacar mi miembro de su escondite.

Tuve que dejar de hacer lo que me ocupaba, para con mis manos ayudarle a bajarme el pantalón y mis boxers y dejarle totalmente expuesta mi verga, que tan solo al verla se abalanzo con su boca para comérsela completa, mientras mis manos regresaban a sus bubíes y a su culo.

Mi mano busco el camino para llegar a su sexo y cuando esta se posó sobre el chocho de Mayumi, note que la chica estaba totalmente mojada y excitada, hasta puso una mano sobre la mía, para obligarme a hacer más presión sobre ella y obligarme para que uno de mis dedos la penetrara.

La coreanita estaba más que caliente y en su idioma pedía lo que más deseaba en ese momento, que era que le encajara mi verga.

Mayumi, se paró para quitarse las bragas mientras yo bajaba totalmente mi pantalón y ropa interior hasta los tobillos, nos cubrió totalmente con su cobija al mismo tiempo que se sentaba de frente a mí y haciéndose a un lado su ropa, se acomodó justo sobre mi garrote y dejándose caer sobre él, se ensarto a si misma. Iniciando una cabalgata exquisita mientras yo besaba y mordía sus dos riquísimos senos.

Después de varios sentones, la pequeña oriental decidió cambiar de posición, por lo que volvió a pararse para voltearse y así de espaldas volver a ensartarse nuevamente. Ya ni siquiera nos preocupábamos por taparnos, solamente evitábamos hacer mucho ruido con nuestros gemidos apagados. Mientras ella cuidaba que nadie en el autobús se diera cuenta de lo que ocurría hasta el fondo de este.

En pocos minutos, Mayumi logro que me vaciara dentro de ella, poquito antes de llegar ella a un delicioso orgasmo.

Pero la coreanita no se iba a conformar con eso, en cuanto mi verga salió de su chocho, se recostó sobre su espalda y abriendo las piernas, me tomo de la cabeza y me guio hasta poner mi boca sobre sus genitales, mis labios y mi lengua buscaban su clítoris para morderlo y chuparlo, de entre sus labios vaginales, chorreaba la mezcla de mi semen con sus propios jugos, los cuales lleve a mi boca para después llevarlos junto a un beso a la suya. Mis manos empezaron a buscar su culo y mis dedos su agujero, ella se giraba hacia un lado, ofreciéndome su hoyito para ser lamido por mi lengua. Era algo asqueroso pero cachondo a la vez. No podía detenerme, lamia su panocha para recibir más jugos de ella y llevarlos hacia su cola y así humedecer su hoyito. Que ya se abría para recibir no solamente mi lengua, sino mis dedos, que poco a poco fui insertando y de uno en uno hasta tener tres de ellos encajados en ella abriendo su esfínter. Lógicamente mi verga volvió a ponerse a mil rápidamente, por lo que acomode a Mayumi sobre sus rodillas y parándome junto a ella, encajarle mi falo hasta el fondo de sus tripas. Se notaba que le fascinaba el sexo anal y disfruto al máximo la culeada que le estaba poniendo, no pare de bombearle hasta que llegue a mi segundo orgasmo, dejándole toda mi leche dentro de su culo.

Después de casi cuatro horas del sexo más guarro que había tenido en mi vida, volvimos a vestirnos y juntos nos quedamos dormidos el resto del viaje.

Solo queda comentarles que invite a Mayumi a pasar los tres días que iba a quedarme en esa ciudad conmigo. Fueron tres días de sexo total y estoy seguro que Mayumi quedo tan encantada de mí, como yo de ella.

(9,00)