Era una mañana de domingo… tocaba la infaltable misa semanal… para mi era terrible asistir, el padre era un viejo latero que apenas y hablaba… no se le entendÃa nada de lo que decÃa…. Pero por mis hijos asistÃa… la cosas es que ese domingo las personas estaban hablando mas de lo normal… algo pasaba, no me aguante y pregunte, - que paso?- dije… - pero como no supo esta enfermo el Padre?- … la verdad no tenia idea, y pensé que era un alivio… lo único que querÃa que el nuevo cura no fuera tan fome… pero bueno… nada que hacer. Cuando estaba sentada me distraje por un momento con un hombre moreno muy alto, de caminar firme y hombros anchos… su rosto era calmo pero con una mirada profunda y muy intrigante… nunca lo habÃa visto… las misas hubiesen sido mas entretenidas si fuera siempre… de pronto uno de mis hijos me hablo y lo perdà de vista… ufff… era lo único bueno que me paso ahÃ.
La misa ya estaba por comenzar… cuando en ese momento miro al altar y tal fue el asombro que sentà al ver a aquel moreno con el traje del padre…no lo podÃa creer… empezó la misa… yo no pude dejar de ver esa mirada tan prohibida.. esos hombros fuertes que sostenÃan una sotana que ocultaba todas las partes que querÃa conocer…. Mmm… no podÃa creer que miraba al padre de mi iglesia con tantas ganas….en ese momento… nuestras miradas se cruzaron… no puede ser…. Era mi imaginación o ese hombre me miro con deseo???...ufff… la misa se hizo muy corta… y después quienes quisieran podÃan confesar sus pecados con el padre… claro la fila era mas larga que ningún dÃa… pero yo necesitaba acercarme a ese hombre… o padre o cura… que importaba… pero estaba con mis hijos… tampoco podÃa esperar mucho… asà que solo pasare rápido por la confesión y volveré después sola y con mas tiempo…. Al momento de llegar donde el padre sentà su voz… profunda y potente… mmmm…. Sentà mas deseos… al arrodillarme frente a el, sentà como tenia de húmeda mi entrepierna imaginando mil cosas… como confesarle al padre que lo deseaba de esa forma tan carnal… no podÃa… entonces empecé a confesar tonterÃas que nada importaban… y el me miraba a los ojos por entre los diseños que tenia la puerta del confesionario… ooohhh… mas húmeda sentÃa mi entrepierna… entonces me pregunto si me sentÃa incomoda por que el fuera nuevo… yo le dije que solo era cosa de confianza… y ahà … uuuu… de nuevo esa mirada… de su boca salió una frase que marcaria mi dÃa…. – hablemos solos para que sienta mas confianza- … me dijo que fuera a la oficina parroquial al otro dÃa y ahà me atenderÃa.. – Padre cual es su nombre?- … pregunte… y el con su bella voz me dijo – Jorge… soy el Padre Jorge-… y me fui.
Al dÃa siguiente deje a mis hijos con una amiga y acudà a mi confesión… la encargada de la oficina tenia la orden de dejarme entrar a la casa parroquial… pues el padre dijo que yo me sentirÃa mas tranquila allÃ… y si puede ser era una casa muy acogedora… sentà mucha curiosidad por ver la cama de un Padre… y me acerque a una pieza cuya puerta estaba entreabierta… sentà curiosidad y mire… oooohhhhh… tal fue mi sorpresa a ver que era el Padre Jorge desnudo… después de un baño… su piel húmeda… las gotas de agua corrÃan por su pelo llegando al su cuello y deslizándose por esa exquisita espalda… y sus nalgas eran increÃbles… firmes y trabajadas … no pude evitar sentir excitación… y ocurrió lo inevitable… me empecé a tocar… mis pezones estaban duros de placer… y se hacÃan notar debajo de esa blusa… luego mi mano empezó a bajar … mmmmm… que placer sentÃa al saber que era un hombre prohibido… mis manos tenÃan vida propia y asà … sin mas ni mas… me vi masajeando mi clÃtoris y retorciéndome de pasión… era tal mi éxtasis que no pude ver lo que pasaba… fue entonces cuando abrà mis ojos para seguir contemplando ese monumento de cuerpo, y lo veo de frente a mi mirándome impávido… viendo como se movÃan mis manos… mi vista bajo hacia su pene… el cual estaba erecto al ver la escena que yo le mostraba… no lo pudo evitar… es Padre pero hombre finalmente… el que me viera asà de excitada y saber que provocaba placer me calentó aun mas y ciertamente a el también… miraba al cielo preguntando por que mandas estas pruebas… pero no resistió mas… llevo su mano a su pene el cual estaba erecto… muy duro y se notaba…para el fue algo nuevo… nunca antes se habÃa tocado con tal lujuria…. Y yo… era testigo de tan rico momento…. Cuando el movÃa su mano de arriba abajo casi por instinto ya no aguante, me desvestà y me acerque… esa seria la primera vez que veÃa el cuerpo de una mujer excitada frente a el… y casi como una iniciación me agache, como lo hice para la confesión… pero esta vez seria para tomar su pene muy duro y meterlo en mi boca…. Ooohhh… sentÃa como el temblaba de placer…. Nunca nadie le habÃa hecho algo asÃ…. Y yo… nunca sentà antes una calentura asÃ… ya nada me importaba… solo querÃa ser suya… querÃa ser la primera hembra en montar a ese exquisito macho…. Aaahhhh… su cara… como me decÃa cosas con su mirada…. Ooohhh… que rico sabor tenia ese pene virgen… entonces el se dio cuenta que no podÃa mas con esto… y me tomo con fuerza y determinación cruzo mis piernas por detrás de las suyas y…. Ooohhhh… que delicia era sentir ese pene virgen en mi entrepierna… todo fue muy animal… el empezó a rozar mi clÃtoris el que estaba húmedo y caliente… muy hinchado con los roces entre ambos… y luego lo mejor… me tiro a la cama separo mis piernas, me miro, sonrió y me penetro… su rostro se deformo de placer y el mÃo … el mÃo mostraba su cara mas erótica… yo lo miraba con deseo … con hambre de mas… ya sentÃa una explosión en mi… sabia que yo iba a terminar…. Empecé a gemir… y el me miraba con mas deseos… y asÃ… sentà que me venia…. Ooohhh… nunca habÃa sentido el placer de lo prohibido… fue el mejor orgasmo que habÃa tenido… muy húmedo y palpitante… lo mire y me di cuenta que ahora era el quien terminarÃa… y lo separe de mi… el automáticamente tomo su pene y lo empezó a masturbar… yo me agache y abrà mi boca…. El supo que lo recibirÃa feliz y me lanzo la leche mas caliente que nunca antes habÃa recibido entre gritos de placer…. Fue delicioso…. La trague, me vestÃ… lo bese y me fui de ahÃ.
Al domingo siguiente fui muy arreglada a misa… pero ya habÃa vuelto el padre de siempre… solo quedarÃa en mi mente ese Padre Jorge que me hizo renovar la fe.