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Mi complaciente vecino

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Estaba tranquila en mi casa un día cualquiera, me disponía a ducharme, hacía un calor del demonio y me sentía muy caliente, fui al baño y abrí mi ducha, pero uff, nada, que lata, con el calor que hacía y de esa ducha no salía una gota de agua, bueno en ese momento no supe que hacer, ningún gasfíter al que llamaba me contestaba, estaba desesperada, el calor era insoportable, salí para ver si encontraba a alguien que me dijera si era un corte de agua o una falla de mi casa, entonces paso él, mi vecino, un hombre de mediana estatura, moreno y de ojos verdes que llamaban mucho mi atención, me miro, que vergüenza yo aun en pijama, y sin nada más, además muy sudada con el calor que hacía, pero bueno, necesitaba solucionar mi problema así que le pregunte, -Vecino, vecino, disculpe, sabe… No tengo agua en mi ducha? tiene usted problemas en su casa también???- y el respondió que no y me dijo que si quería que el revisara ya que algo sabia de gasfitería, -claro, adelante…-dije un poco avergonzada aun por mis escasas ropas, el vecino probo si salía agua en la cocina y si, no había problemas, - mmm debe ser un problema en el baño- dijo, y sentí su mirada directo en mis pechos, uff, eso me hizo sentir más calor, en eso levanto su mirada directo a mis ojos y me dijo, me cambiare ropa y traeré mis herramientas, yo la ayudare vecina- a lo que yo le respondí – gracias, no sé qué habría hecho si usted no pasa-.

A los minutos volvió con una camiseta blanca sin mangas muy ceñida al cuerpo a medio cubrir con un overol color gris que hacía notar su perfecto y trabajado torso, subió a mi baño y reviso mi ducha, vio las cañería y de pronto salto un gran chorro de agua que cayó justo en mis pecho que hizo que mi diminuto y blanco pijama se transparentara completamente, el chorro estaba muy frio lo que provoco que mis pezones se endurecieran rápidamente, él no podía dejar de ver mis enormes y formados pechos con dos tremendos y duros pezones, note que en su entrepierna algo se abultaba cada vez más, y él en un intento para disimular su voraz erección me dijo – Listo, solo estaba algo tapada, ahora la puede utilizar…- pero ya no me importaba la ducha, solo quería probar ese enorme y erecto pene, entonces lo mire fijamente y le dije… -Te molesta si la pruebo frente a ti para que veas si funciona bien o no-, y me saque mi diminuto, blanco y húmedo pijama, entre a la ducha, la abrí y sentí el agua correr gota a gota por cada parte de mi cuerpo como si fueran calientes caricias de hombre, mmmm estaba tan excitada que mis manos empezaron a tocar mi húmedo cuerpo, a la vez que el miraba todo lo que yo hacía, eso me calentaba aún más y mis manos tocaban mis pezones de un lado a otro haciendo que se endurecieran más y más, a él lo miraba de reojo y veía como su mano también empezaba a tocar su miembro muy erecto, entonces fue tal mi calentura que mi mano bajo hasta mi entrepiernas tocando como una delicada lengua mi húmedo clítoris, pero no me bastaba con eso, yo quería más, introduje mis dedos en mi vagina, y sentía toda mi humedad, que ya no era agua… Era ese néctar que se produce cuando el placer empieza a rozar el cielo, lo mire ya directamente, y vi su pene en la mano moviéndose de arriba hacia abajo… Eran tan grande y duro, solo quería probarlo, así que lo invite conmigo, le saque la poca ropa que le quedaba, ya que solo tenía el overol y la camiseta, él sabía lo que quería, vino a tomarme, a hacerme suya.

Cuando ya estaba desnudo y frente a mí me arrodille en la ducha y le chupe su miembro con desesperación, el me empujaba más con sus manos, y me encantaba que lo hiciera, quedaba más y más adentro, sentía como chocaba en mi garganta cortando a ratos mi respiración, era tan grueso que mi boca apenas y lo podía tragar, era una delicia chupar ese miembro, en ese momento el me tomo por un brazo y me dio vuelta, empujo mi cabeza y espalda hacia abajo dejando justo a la altura deseada mis nalgas… Las abrió y empezó a lamer, ooohhh, su lengua pasaba de mi vagina hasta mi culo, mmmm , que rico era eso, como sabia usar esa lengua, sentía que me introducía la lengua por todas partes uff, que exquisito, en ese momento cuando pensé que estaba en la gloria... se levantó... y metió su tremendo pene por mi vagina, era tan largo y grueso que sentía que pegaba en el fondo de mí, era un placer indescriptible, ooohhh, no puede ser, ya sentía que tendría un orgasmo, fue una corriente que paso por mis pechos, los cuales él tenía firmemente agarrados, y termino en mi vagina con una explosión de jugos que me hizo gemir como una loca, pero cuando creí que ya no podría sentir más placer, el tomo su enorme pene, lo saco que mi concha y lo metió suavemente en mi culo, ooohhh, que dolor más placentero, mmmm, sentir su cabeza atravesándome poco a poco, que ricooo, sentía que me rompía el culo sin contemplaciones, pero me encantaba, él puso su manos en mis hombros y empezó a empujar con su miembro tan fuertemente que pensé que me partiría, pero sentí el orgasmo más delicioso de mi vida, ya satisfecha de todas las formas me concentre en él y sus gemidos, sabía que terminaría… saco su rico miembro y lanzo en mi culo toda su leche caliente, que corría con la ayuda del agua por entre mis nalgas y mi vagina, como goteaba mi vagina, mmmm, que rico tener vecinos así… Por eso siempre le doy una manito a mis vecinos, o las dos, y si así lo quieren, el resto del cuerpo…

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