Nuevos relatos publicados: 9

Se me ocurre esto...

  • 5
  • 11.510
  • 9,47 (15 Val.)
  • 0

Llegó el día de vernos, hace mucho calor y estas vestida con ropas de fina tela que caen libremente y dejan ver tus curvas cuando caminas, pecho algo descotado, sandalias, ropa interior diminuta que llega a hacer que quien te vea con detalle piense que no llevas nada puesto.

Quedamos en vernos en una heladería en el centro, con el calor que hay es un lugar ideal para coincidir y pasar desapercibidos entre la gente. Al llegar, te veo de espaldas sentada y me acerco a saludar. Cuando coloco mi mano en la piel desnuda de tu espalda, te sobresaltas y volteas, sonríes pícaramente y preguntas: eres tú? Hola…

Yo: si, ¿cómo estás?

Tu: acalorada…

Yo: compremos algo para el camino, tengo un sitio más cómodo para conversar

Tu: uhmm… ¡bueno!

Nos vamos caminando un par de cuadras hasta el edificio y allí subimos al dpto… Al entrar al ascensor después de ti rozo con mi mano tu trasero y volteas para sonreírte, viéndome a los ojos me dices: calma, negrito…

Yo: difícil contigo al frente y tan cerca… (Mientras lo digo, te arrincono en una esquina del ascensor) y acerco mi rostro al tuyo, mientras juego a identificar tu olor y darte un beso en el cuello.

Me empujas suavemente al abrirse las puertas del ascensor y salimos al pasillo, camino al dpto… mientras caminas disfruto el espectáculo que hacen tus nalgas al moverse con cada paso que das. Llegamos al depto y entramos, cierro la puerta y te tomo por un brazo, te beso el cuello, la boca y nuestras lenguas danzan apasionadamente, te aprieto contra mi cuerpo y mis manos te exploran por sobre tus ropas, tu primer suspiro…

Te voy soltando lentamente y bajando la intensidad del beso, te llevo a la habitación y te digo:

Ponte cómoda, tengo algo para ese calor que tienes y no aguantas…

Te dejo sola y voy a la cocina, tomo unos cubos de hielo y vuelvo a la habitación… al entrar me quedo contemplando tu cuerpo solo cubierto con tu diminuta ropa interior y acostada boca abajo sobre la cama.

Me acerco lentamente y coloco un cubo de hielo en tu pie, reaccionas al frío pero te gusta, por donde va pasando el hielo, lo sigue mi boca que besa, muerde y saborea cada centímetro de tu piel húmeda por el hielo que va guiando el recorrido. Llego a tus nalgas y cambio de pierna, vuelvo a recorrer tu otra pierna mientras el hielo se derrite cada vez más rápido al contacto con tu piel.

Nuevamente en tus nalgas, me detengo a jugar y deleitar ese rico manjar de piel suave y deliciosa, caliente que derrite hielo y es besada por mi boca cada centímetro, te mantienes de espalda y después de pasar sobre tus nalgas me deleito con tu espalda, cada poro es enfriado por el hielo y deleitado por mi boca, que muerde, lame, besa y juega…

El juego sigue por tus brazos, desde hombros hasta cada dedo… te volteo lentamente y me recibe esa sonrisa y miradas lujuriosa, me dices aún tengo calor!!

Con el hielo recorro desde tus dedos hasta tus hombros mientras nos besamos, el hielo se pierde en tu cuerpo caliente y mis manos desabrochan tu sujetador, liberando unas hermosas y redondeadas tetas con los pezones duros como piedra, mi boca y manos se pierden en tus pechos, devorándolos como si un hubiera mañana… con cada suave mordida suspiras y se acelera tu respiración, sigo comiendo y disfrutando tus pechos mientras me desvistes y empiezas a masajear mi erección…

Tu tendida en la cama boca arriba y yo sobre ti, me doy vuelta y quedamos en 69, donde inicia la fiesta de los orales mutuos, te quito lo que queda de ropa interior y mi boca se sumerge en el delicioso manjar de tu panochita caliente, húmeda e inflamada de ganas… mientras comes deliciosamente mi palo, yo devoro tu flor extrayendo tus jugos más íntimos y deliciosos, acompaño mi boca con los dedos que se humedecen con tu vagina y terminan estimulando tu ano, dando círculos, entrando y saliendo… pides que siga casi de manera mágica porque no dejas de comerte y saborear mi palo, me masturbas y aceleras en función de lo que te haga con la boca en tu deliciosa y mojada florecita. Tanto que me pides que te haga acabar, en eso aceleramos nuestros movimientos, jadeos e intensidad hasta llegar al punto de no retorno, lleno tu boca de lechita caliente, la que comes y saboreas con ansias, mientras yo bebo de tus fluidos y mis dedos gozan con tus contracciones y espasmos por el orgasmo.

Nos tendemos uno al lado del otro y nos miramos para besarnos y acariciarnos… nuestras manos recorren y exploran el cuerpo del otro haciendo que suba el ritmo y entrar a tono nuevamente. Bajas como gata hasta mi pene y te encargas de terminar de estimularlo con tu boca, con la maestría que solo tú sabes y luego te acomodas para que entre en ti, y comienzas a cabalgar a diferentes velocidades, mientras mis manos se dedican a nalguearte, apretarte los pechos, jugas con tus pezones y en función de eso aceleras o disminuyes, eres toda una amazonas cabalgando rico y sin piedad hasta que vuelves a humedecerte te tal forma que se escucha el chapoteo cuando bajas y subes ensartada…

Me levanto contigo cabalgando y te pego contra una pared, lo hacemos de pie… unos minutos y te bajas de la silla que te vuelve loca, ya quiero castigarte y te giro, abro tus piernas y doblo tu cuerpo hacia adelante, para así meter mi miembro en tu culo y empezar las embestidas que te vuelven loca… El mete y saca se mezcla con tus gemidos y peticiones de que siga y te haga acabar, pocos minutos son suficientes para que te llene de calor el culo y con ello te dejas llevar por una rica acabada que te deja con pocas fuerzas en la piernas y con espasmos de placer…

Sudados y empapados de fluidos, nos tendemos en la cama a recuperarnos mientras nos besamos…

(9,47)