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Sandrita, picada, cremita y semen mío

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Empiezo a contar sobre esta minita Sandrita, una rubia de 18 muy linda, delgadita, fina, hija de una amiga de Estela, por lo que ésta tiene onda con ella. Entonces, un domingo al mediodía la invitó a almorzar, y de paso también me invitó a mí a su casa de Olivos. Fui bañado, de exquisito perfume, saco, camisa, pantalón y zapatos. Llegué tipo 12, me recibió Estela y con un beso y me acompañó al comedor, donde estaba Sandrita, que luego supe que era refacilona ya que el matrimonio la había pervertido y ella misma tenía ganas de sexo. Y cuando la vi me deslumbré, una rubia de pelo largo, linda, vestida con saco, blusita, pollera, tacos y muy maquillada, de rico perfume fuerte.

Yo, ratonero y sacadito como siempre, no dejé de mironearla mientras me senté con Estela, su marido Ernesto y ella a comer. Buena picada primero con queso, fiambre y aceitunas, y luego una buena pasta, sorrentinos con salsa blanca, y un flan con dulce de leche de postre, que disfruté un montón. Aparte de lo recién bañado, la comida me puso en clima, y encima Sandrita me charlaba dulce, mimosa, y su aroma a pintura de labios y perfume me volvía más que loco, tenía unas ganas de cogerla ahí mismo en la mesa. Traté de contenerme y seguí el almuerzo, hasta que tras la sobremesa Estela y Ernesto se fueron a acostar la siesta y me ofrecieron quedarme para luego merendar con ellos. Así que se fueron, y yo entonces me quedé con Sandrita.

Y bueno, solito con ella, ratoneado, erótico como soy, me fui excitando y mironeándola y acosándola más, mientras tomábamos café con crema ahí en el comedor. Ella me lo preparó, me sirvió, muy dulce y mimosa me charló y fui cada vez más subiendo de pasión y ganas. Pero como no sabía cómo entrarle, me quedé un poco y la tarde iba pasando. Terminó el café y ella se fue a una pieza abajo, a dormir la siesta suya. Por curioso la seguí fingiendo que necesitaba preguntarle algo. Y ahí la vi, sacándose la ropa. Y encima, tras quedarse en corpiño y bombacha blanca, Sandrita sacó la crema de su cartera y se puso crema para las manos y en el cuerpo, mientras yo la miraba ahí mismo, haciéndome el boludo pero con ganas de reventarla. Y apenas terminó, no pude más, exploté y a la concha de su puta madre todo.

Me quité mi ropa, me quedé en calzón delante de ella, que parece le gustaba de lo puta. Y cuando la fui a acosar, ella primero no quiso mucho, cuando le quise dar un beso en la boca me sacó la cara y quiso zafarse mientras yo trataba de sujetarla para desnudarla y darle. Aflojé, le hice mimos, ella también a mí, nos besamos. Y ahí sí, nada me detuvo. La agarré del corpiño justo cuando me besaba, se lo desprendí, le apreté bien sus tetas, se me fue la pija de 25 cm y bien gruesota para adelante y me saqué el calzón. Sandrita se excitó, se olvidó de todo, se puso bien puta, y excitada se sacó su bombacha, revoleándola por el suelo de la pieza.

Y ahí yo fui un trueno sobre ella. La sujeté, la tiré en la cama, me le subí y la penetré con potencia y furia por la vagina, frotando y frotando hasta acabar. El olorcito a crema, maquillaje y la belleza de Sandri me daban ganas locas de coger. Y tras 10 de traca traca, aceleré y eyaculé monstruoso semen en su vagina. Se lo saqué, la di vuelta, Sandrita se puso en cuatro reputa, abrió y le di por la cola con furia, volviendo a embadurnarla de abundante y espeso semen, eyaculando como loco mientras grité y jadeé y ella gemía y gritaba como perra en celo sin parar. Sandrita me pidió más y le di más: vagina dos veces, cola, dos vías, le metí un calzador que había en la pieza, la hice masturbar y ella acabó en mi boca, yo largué semen en la suya, me lamió el pene chorreante con ganas, y para rematar, porque la cremita me estimulaba permanente, la cepillé por la vagina de nuevo y Sandrita acabó explotando en flujo total, mientras yo largué terrible semen, en un orgasmo interminable, caliente, loco, furioso. Manchamos todo, me limpié con su bombacha, se la pasé por la cara, ella me pasó la bombacha por mi boca y la lamí con gusto. Fue un domingo copadísimo con esta puta y bellísima rubia. Picadita, pasta, una mujer, cremita y sexo con tremendo semen. Sandrita me las dio todas. Y yo a ella, ni hablar.

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