Otra muy buena de la divina rubia Sandrita. Fue el año pasado, justo el domingo 22 de noviembre, el día de las elecciones presidenciales. Después de ir a votar con Ernesto y Estela, Sandri se quedó a almorzar con ellos en su casa. Y como Ernesto siempre le tiene ganas, su presencia fue suficiente para que él se pusiera bárbaro: apenas volvieron el tipo se bañó, se puso un perfume muy rico y se vistió con una bata y un calzón holgado y unas pantuflas para seducir a Sandrita, que también se dio una ducha, se ató el cabello, se puso cremita, un vestidito rosa con florcitas y un rico perfume y se pintó los labios de rojo. Estela, en tanto, también se bañó y se puso perfume y crema y un cómodo deshabillé porque luego se iba a dormir la siesta.
Y mientras disfrutaban queso, fiambre y una buena pasta con salsa blanca, Ernesto le hacía mimos y la besaba a Sandrita, muy excitado y mimoso por el aroma a cremita de la rubia, que también lo mimaba y le daba queso y fiambre en la boca, lo mismo con las aceitunas. Después de la pasta y el postre, estela se fue a la cama arriba. Erne se quedó solo con Sandra y aprovechó. Y nomás la agarró del brazo fuerte, con gran potencia la arrastró a una cama de abajo, la obligó a sacarse todo, desde ya la bombacha, la hizo abrir de piernas y, tras quitarse la bata y el calzón, se le subió a Sandrita encima y le enchufó un pene largo y grueso por la vagina. Sandrita no resistió y disfrutó con gran placer, jadeando como loca y gritando excitadísima cuando Erne eyaculó tremenda cantidad de semen en la vagina de Sandrita. Por supuesto que Ernesto no se quedó con un solo acto sexual y le dio a la chica varias veces más, aparte de apretujarle todo y manosearla como a ella le gusta. Es cierto que Sandri no quería mucho tener sexo, pero cuando él la llevó, la desnudó y se la dio, ella disfrutó con todo. Justo en domingo de elecciones, Sandrita recibió un gran voto en su urna. Y realmente lo disfrutó el resultado.